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Thursday, December 09, 2010

La nube nos envuelve

Google se lanza a la nube. Y se llevará a un montón de los 120 millones de personas que usan su navegador Chrome y los que a partir de 2011 usarán su sistema operativo. El navegador se personaliza para acceder a los contenidos del usuario en cualquier ordenador, móvil, tableta o televisor conectado a internet. Y lo hace a través de aplicaciones, popularizadas por los móviles y que permiten a los desarrolladores ofrecer todo tipo de contenidos y servicios con un acceso y un diseño directo y sencillo. Pensado para el toque de un dedo.

Tus contenidos te acompañan. Es la promesa del cloud computing, los datos en la nube, que destierra la pasión por el disco duro y los PC repletos de programas, datos y contenidos en propiedad para apostar por la conexión directa, rápida y sencilla a la web, donde se accede a todo a través de las cuentas de usuario.

Una vuelta al viejo concepto de los ordenadores conectados o bobos, reinventados con los móviles y las tabletas táctiles. Comunicación, contenidos y continuidad permanente para consumidores hiperconectados, en cualquier lugar y a través de cualquier dispositivo.

La propuesta fascina al hiperconsumidor y acaba con algunas frustraciones del negocio digital. La propiedad ya no es necesaria. Fin de la copia privada o de las no autorizadas por los distribuidores. Los usuarios son suscriptores o abonados –gratis o de pago- a los contenidos y servicios de las nuevas plataformas digitales, dueñas de un ecosistema de aplicaciones atractivas con un acceso de calidad y simple a cualquier producto en total ubicuidad.

El streaming de música, ebooks, noticias o vídeos se impone. Los usuarios deciden la plataforma de acceso y sus aplicaciones. Las telefónicas, redes sociales como Facebook o los fabricantes de los objetos del deseo como Apple o Google se adueñan de una internet en parcelas. Los datos del consumidor, la publicidad personalizada o el pago son su negocio. Los contenidos ya no son tuyos, ellos los manejan. Atentos a la letra pequeña de los contratos y sus servidumbres.

Columna en los diarios de Vocento

Tuesday, September 14, 2010

Más ofertas de voz, ¿freno para TV e internet?

Las operadoras lanzan nuevas ofertas de fijo y móvil para aumentar los paquetes de servicios, fidelizar a los clientes y reducir la portabilidad. Es la nueva estrategia contra la crisis y la reducción del gasto en telefonía. Los ingresos de las operadoras de telecomunicaciones se redujeron un 4,9% en 2009 (35.150 millones de euros) en 2009. La caída de facturación ha continuado este año, con un 4,8% (9.509 millones de euros) en el primer trimestre, y el negocio no ha remontado.El resultado puede ser un descenso en la televisión de pago y una ralentización en el desarrollo del acceso a internet, especialmente fijo, mientras los móviles conectados crecen.
La caída en la facturación de las telecos proviene de las rebajas de tarifas gracias a la competencia, pero también a cambios en los hábitos de consumo con la crisis.


Los clientes de telefonía han rebajado sobre todo el gasto en teléfono fijo tanto en 2009 como en este año. Las llamadas de fijo a móvil y a la inversa son las que más se evitan, como las internacionales.
En 2009 la facturación de telefonía fija (6.485 millones) se redujo más de un 8% y la de móviles (14.453 mill.), un 4,1%. Un problema para las telefónicas porque son sus fuentes de ingreso principales, pero también los servicios de telecomunicaciones más valorados por los clientes, según los estudios del Observatorio de Red.es.
La apuesta por las tarifas planas de voz es una obligación estratégica. Pero su adopción puede cambiar las tendencias del consumo de telefonía, internet y televisión, tanto en abierto como de pago, y tener una fuerte influencia en la crisis de Prisa y el futuro de la televisión pública, especialmente RTVE, que ya depende de las telecomunicaciones y la televisión privada para financiarse.
Las telefónicas se lanzaron los últimos años a las ofertas de paquetes, primero de fijo e internet, y después sumaron televisión. El 59% de las líneas de voz y el 96% de los accesos de banda ancha a internet desde los hogares están empaquetados (un 68,3% en los clientes de negocios).
Casi la mitad de los hogares tienen la televisión de pago contratada en paquete con otros servicios. Más del 20% de los hogares con banda ancha son abonados de televisión de pago, según datos de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones.
Pero esa tendencia no ha impedido el impacto de la crisis en la televisión de pago, con descenso de abonados al satélite y aumentos en la televisión por internet (IPTV), los cables regionales y la aparición de Gol TV en la TDT de pago.


La apuesta de las telefónicas por los paquetes fijo-móvil podría provocar un descenso en la contratación de televisión de pago, uno de los servicios más afectados por la crisis con un descenso de los ingresos en 2009 del 14,4%, especialmente por la caída del pago por visión.
Pero también por la aparición de nuevas alternativas como la TDT de pago, todavía con una oferta mínima, pero sobre todo por la aceleración en la compra de televisores conectados a internet y la promesa de la convergencia audiovisual.
Los grandes de la electrónica de consumo -Samsung, Sony, Philips, etc.- se han lanzado a promover los televisores con internet ante la apatía de las televisiones por el desarrollo de un negocio que todavía no ven claro.
El interés de internet para los consumidores resiste, pero frena. Tanto el despliegue de móviles conectados a la red como la nueva oferta de televisiones con servicios de internet hace crecer su atractivo.
Frente al descenso del resto de servicios por la crisis, los ingresos de las operadoras por acceso a internet crecieron un 2,2% en 2009 y se mantienen con un ligero aumento los primeros meses de 2010. Pero las telecos saben que el mercado comienza a estar maduro a pesar de alcanzar una penetración del 21% y de que sólo la mitad de los hogares tienen acceso de banda ancha (51,3%).
A las operadoras les conviene además primar los paquetes de telefonía fija-móvil mientras se aclara la inversión y tendido de redes de nueva generación. Y con ellas un nuevo modelo de negocio más orientado a las plataformas digitales y el empaquetamiento de contenidos: una internet o gran plataforma de contenidos y acceso premium frente a una internet abierta y de menor oferta de contenidos de gran consumo (deportes, series, cine, etc.).

Tuesday, September 07, 2010

El cuidadoso plan de Telefónica contra la neutralidad de la red y las tarifas planas

Fin de las tarifas planas con igual servicio para todos. La futura banda ancha fija se dividirá por calidad de servicio (QoS) -discriminación del tráfico y el acceso a servicios y contenidos en función del tipo de contrato con las operadoras- y por el consumo de datos, en lugar del consumo ilimitado actual en los accesos fijos.
El cambio de la estructura del mercado mayorista (entre operadoras) gracias a la implementación de nuevas tecnologías capaces de discriminar el tráfico es el primer paso para acabar con la neutralidad de la red. Permitirá ofrecer diferentes contratos en función del consumo y la calidad de acceso a los contenidos y servicios elegidos por los usuarios.



En definitiva, sustituir la internet abierta actual por una red de acceso público y otras de pago: plataformas digitales de acceso y contenidos premium. Una internet parcelada y más cara.
Es el objetivo de las operadoras de telecomunicaciones para ingresar más de los usuarios y conseguir su parte del negocio de los contenidos y servicios por internet, especialmente de la televisión y el vídeo, las descargas (P2P o directas) y la telefonía por internet (VoIP), pero también de las nuevas ofertas de geolocalización, realidad aumentada, telemedicina, etc.
Es la estrategia de la propuesta de Telefónica (pdf) a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) -vía Bandaancha.eu- para los nuevos servicios ethernet de banda ancha (NEBA) que irán sustituyendo sobre fibra óptica (FTTH) y ADSL a los actuales.
Una modificación del mercado mayorista apoyada por las operadoras que utilizan su red para ofrecer banda ancha (Orange, Vodafone, Jazztel, BT y Ono) y que podrán diseñar así sus propias plataformas premium, tanto de calidad como de paquetes de contenidos. Al margen quedan las operadoras regionales de cable que no utilizan la red del ex monopolio y que ya ofrecen contenidos diferenciados, tanto televisión de pago como otros servicios.
La ofensiva de Telefónica para cambiar el sistema de acceso, consumo y precios de internet está cuidadosamente planificada y sincronizada. El 8 de febrero su presidente César Alierta cargaba contra la neutralidad de la red. El 16 de febrero, la CMT recibía la propuesta de Telefónica. Un día antes, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, ya se pronunciaba a favor de revisar la neutralidad de la red. Los cajones del ministerio alojaban ya estudios de las operadoras y de consultoras del sector sobre la necesidad de acabar con las tarifas planas, cobrar a los grandes de internet, convertir el modelo abierto de internet en mercados bilaterales (con acuerdos entre proveedores de acceso y de contenidos), y forzar la revisión de la neutralidad de la red.
En marzo la consultora Deloitte publicaba un informe cuestionando la neutralidad de la red y en abril y bajo presidencia española, la Unión Europea reducía la neutralidad de la red a la transparencia de contratos con discriminación de acceso y consumo en la Declaración de Granada para la Agenda Digital Europea.
En marzo, Telefónica publicaba un monográfico sobre las redes de nueva generación y la necesidad de cambiar la regulación. Los argumentos económicos y tecnológicos coinciden con su propuesta a la CMT.
La suerte está echada y la neutralidad de la red en sentido amplio, condenada. Como tantas veces en temas económicos, algunos datos y reflexiones se dan como hechos inquebrantables, cuando la realidad es que internet sigue siendo para las telefónicas un gran negocio. No parece que haya demasiada prisa en ganar todavía más y menos que sean los clientes y la capacidad de innovación quienes deban aumentar el valor en bolsa y los beneficios para los accionistas de las grandes telecos.
Se impone el modelo Tony Soprano en internet, como fue bautizado por Tim Wu, uno de los teóricos de la neutralidad: a las empresas de internet, paga y tus servicios llegarán más y mejor a más clientes; a los usuarios, paga y accederás más rápido y con mejor calidad a lo que deseas de la red.
El modelo de la televisión de pago para los usuarios, pero con una gran diferencia para los proveedores de contenidos: cobran a las plataformas de pago por estar en el cable o en el satélite, mientras en la internet premium pagarían por ofrecer sus servicios con la mayor calidad.


La propuesta de Telefónica y las operadoras plantea tres niveles de calidad de servicio:
"Best effort, Oro y RT (real time). Las dos primeras permiten ofertas minoristas de acceso a internet así como otros servicios a empresas, mientras la última permite aplicaciones minoristas que requieren valores más acotados, siendo la telefonía basada en IP (VoIP) el caso más característico".
La calidad de tiempo real (RT), la más cara y la que garantizaría servicios avanzados y de alto consumo de banda, está orientada a aplicaciones multimedia en tiempo real.
La calidad Oro sería la diseñada para entornos de empresa sin retardos ni pérdidas de información. En caso de congestión en la red estos datos tendrán prioridad sobre los datos de usuarios residenciales.
La calidad Best Effort es principalmente para el acceso particular a internet. El único requisito que cumpliría sería la entrega sin errores, pero no garantiza la calidad de servicio óptima para servicios de alto consumo.
Las tarifas y los contratos se dividirían en la calidad de acceso contratada y el consumo que se realice, cuando hasta ahora se paga sólo por la tecnología de acceso y la velocidad. Una oferta que Telefónica ha lanzado en Gran Bretaña y que ya es habitual en otros países europeos.
La CMT todavía debe aprobar estos cambios, pero su valoración de la propuesta es positiva a la espera de una oferta de precios.
El nuevo servicio de banda ancha sentaría las bases para el desarrollo de las nuevas plataformas digitales de pago, defendidas en Europa y en Estados Unidos con la connivencia de gitantes como Google, Apple, las telefónicas y los grandes fabricantes de electrónica de consumo.
Para los medios y los creadores de contenidos y servicios es una grave amenaza, como explicaba hace unos meses en un artículo para Cuadernos de Periodistas, la revista de la Asociación de la Prensa de Madrid.
Las plataformas amenazan la riqueza de la web y la economía de la abundancia. El cambio tecnológico, de negocio y regulatorio parece imparable. Es el momento de la movilización ciudadana, de los gobiernos y de extender el concepto de servicio público a internet.
El argumento de las telecos de que el 20% de los usuarios acaparan el 80% del tráfico de internet sirve para justificar los contratos transparentes y con condiciones de servicio claras que exige garantizar la Comisión Europea. Pero también para crear un nuevo servicio público digital de acceso y contenidos: gratis y con contenidos y servicios públicos y ciudadanos, que garantice el derecho universal a internet y no penalice las ofertas premium y de mayor calidad de las operadoras.
Una reforma del servicio público de radiotelevisión y del servicio universal de telecomunicaciones que haga efectivo el acceso universal y gratuito para los contenidos que son de todos, de la eAdministración a los contenidos de dominio público.
Sólo con una garantía democrática y universal de una internet pública y abierta sería soportable la amenaza a la red de los Sopranos de las telecos.

Thursday, September 02, 2010

Derecho a internet


A pagar más. Las telefónicas repudian las tarifas planas. Quieren más que los 341,4 euros de media por línea de banda ancha que ingresaron en 2009. Más dinero de los usuarios, pero también de las empresas de internet. El objetivo es acabar con la neutralidad de la red y cobrar por los contenidos y servicios más deseados de internet. Apuestan, ayudados por Industria y la Comisión Europea, por una internet pública y abierta con servicios y contenidos básicos, y otra de pago con servicios premium y alta velocidad a través de aplicaciones de móviles y las nuevas plataformas digitales: audiovisual, televisión por internet, etc.

Las tarifas planas y los paquetes de voz, internet y televisión han sido el motor para captar y fidelizar clientes. El 45% de las líneas fijas estaban empaquetadas con banda ancha en 2009, otro 11,4% sumaban televisión y un 2,6% eran de voz y TV (datos de la CMT). Un gasto por cliente de 42,8 euros mensuales por voz e internet y de 54,2 euros con TV de pago. Ese es el pastel que quieren aumentar con una internet de pago.

Cuando los ingresos de voz fija caen (6.485 millones de euros en 2009, 8,3% menos), los de internet crecieron un 2,2% (3.923 millones) pese a la crisis y a las ofertas. Los móviles redujeron su facturación, pero el tirón de los teléfonos conectados a internet (2,8 millones, un aumento del 35%) mitigó la reducción de los ingresos de las telecomunicaciones: 35.150 millones de euros en total.

Un 51% de los hogares están conectados a internet, a menor velocidad y mayor precio que la media europea. La codicia de las telecos no cede pese al retraso de líneas de nueva generación. El ADSL se agota, hacen falta nuevas redes y las telefónicas quieren dinero de todos. Economía sostenible y desarrollo dependen de la banda ancha y la tecnología. Las empresas son libres de fijar sus precios, pero no de forzar acuerdos de contenidos y acceso ni de limitar la competencia. Los gobiernos deben garantizar el derecho a una internet libre, abierta, sin discriminación y con suficiente velocidad y calidad. Clave de una sociedad de la información sin brecha digital.



Columna en los medios de Vocento

Friday, July 16, 2010

El consumo multitarea creció en el Mundial

¿Dónde navegaban los españoles durante el Mundial de Fútbol de Sudáfrica? La respuesta son los diarios deportivos, especialmente Marca, y las redes sociales. Significativamente, quizá es el primer gran acontecimiento informativo que no ha disparado las búsquedas en la web. Los usuarios prefieren compartir con otros la información y su entusiasmo, además de acudir directamente a los medios considerados de referencia.

Google presenta un análisis del tráfico de las búsquedas en varios países durante el Mundial donde se observa que la multitarea y el consumo simultáneo de internet y televisión ya es habitual y muy generalizado.
La caída de las búsquedas sobre los partidos en internet no es tan aguda en España como en otros países como Brasil, Alemania o Holanda.
En el análisis de Google -desgraciadamente de pocos partidos, el del gráfico es España-Chile- se puede ver el comportamiento habitual de caída de las búsquedas durante el partido, aumento en el descanso y al final del encuentro.
Coincide básicamente con el análisis de audiencia y tráfico en la televisión y las redes sociales de la final (Tuenti en el gráfico) porque la audiencia se concentraba en la televisión, especialmente en los partidos que no se jugaban en horario laboral.

Pero si analizamos datos de Tuenti, la red preferida por los jóvenes, se puede observar cómo el tráfico en las redes sociales tras los partidos crece mucho más que en las búsquedas.

La curva de las búsquedas es la natural, mantiene la linealidad sobre su comportamiento habitual. En redes sociales como Tuenti, el nuevo espacio público de los nativos digitales, el tráfico crece tras los encuentros por encima del nivel anterior al comienzo del juego.
Lo mismo ha ocurrido en Marca, el gran rentabilizador del Mundial en la web hispana. El tráfico tras los partidos subía en Marca más de un 5% frente a la media, y todavía más los usuarios nuevos, por encima del 10%, convirtiendo esos momentos en los de mayor tráfico y atención en el diario deportivo, que ha batido sus récords de audiencia.
El resultado no ha sido igual en los medios generalistas, que han perdido tráfico durante el Mundial a pesar del esfuerzo realizado por la mayoría.
Un análisis de los datos de tráfico de los últimos grandes acontecimientos revela cada vez con mayor claridad cómo evoluciona la navegación y el consumo de información en la web:
  • crece en las redes y medios sociales, convertidos en redistribuidores y motores de tráfico;
  • aumenta en los medios especializados en cada área o en aquellos que la audiencia identifica como principales referentes;
  • disminuye el crecimiento en buscadores y portales respecto a épocas anteriores.
Todo un cambio en los hábitos y el comportamiento en un mercado de la abundancia digital donde los usuarios intensivos y los nativos digitales comienzan a planificar rutas de acceso más eficientes.

Tuesday, June 22, 2010

Newspass y las nuevas plataformas de pago

Google prepara Newspass, una plataforma de pago multisoporte para los medios que se lanzará antes de final de año. La noticia del diario italiano La Repubblica recoge los planes ya presentados por Google a la Asociación de Diarios Norteamericanos (Newspaper Association of America) en septiembre de 2009.
Desde entonces el futuro modelo de acceso a los contenidos y su negocio se ha acelerado. Las nuevas plataformas comienzan a complementar y hasta a sustituir a la web como canales de acceso a los contenidos.
Las plataformas se pueden definir como sistemas tecnológicos y de mercado donde productos, servicios o tecnologías de una o varias compañías y desarrolladores se reúnen para crear un entorno de ofertas complementarias que aumentan el valor para usuarios y proveedores.
Ejemplos son iTunes para la música y las aplicaciones para iPhone o iPad, las plataformas de lectura como Kindle, las de televisión de pago como el IPTV o los operadores de cable, o el streaming de música como Spotify.
Pero también iniciativas como Orbyt, de Unidad Editorial, que intentan construir una plataforma de pago para sus medios.
Las plataformas aspiran a sustituir a la web como canal principal de los contenidos. Entre sus características están:
Son agregadores de contenidos y servicios: reúnen a diferentes proveedores, aplicaciones, servicios, contenidos y desarrolladores. Su valor crece en la medida que aumenta la oferta, tanto en cantidad como en calidad.
Pueden ser abiertas o cerradas. Apple es la dominadora entre las plataformas cerradas o propietarias, mientras Android o varias compañías de telecomunicaciones aspiran a crear plataformas abiertas con diferentes grados de control sobre los desarrollos de terceros.
Ofrecen un acceso preferente a contenidos premium con mayor calidad: de contenidos, ancho de banda, resolución, interfaz, etc.
Son multisoporte y multicanal. Acceso a través de web, móviles, videoconsolas, televisiones conectadas a internet, etc.
Dan más control de los contenidos y de sus derechos de propiedad intelectual y uso a los proveedores, además de reunir más datos de los clientes y son gestoras del usuario final.
Negocio de pago por acceso o cobro por contenidos: conviven varios modelos de negocio con pago por contenidos, suscripciones de acceso, micropagos, licencias por contenidos asociados a equipos y soportes, etc.
Acceso a paquetes de contenidos o servicios: ninguna plataforma se contenta con una única oferta, los contenidos se rentabilizan en paquetes (como la televisión de pago), como también los servicios (los paquetes de internet, fijo, móvil y TV de pago de las operadoras de telecomunicaciones).
Distintas comercializaciones dentro de la plataforma: cada proveedor determina su modelo de negocio dentro de la plataforma, desde la oferta gratuita, de pago una única vez (por la aplicación de acceso, por ejemplo), suscripción, freemium, etc. Como ocurre en la AppStore de Apple o con los distintos paquetes y pago por visión de las plataformas de televisión.
En esa carrera están la mayoría de las grandes empresas tecnológicas, de telecomunicaciones, de medios, o los grandes fabricantes de equipos, de Sony a Nokia. Es la convergencia de toda la cadena de valor digital en los nuevos espacios donde se desarrollan contenidos, servicios y relaciones sociales y económicas.
Las plataformas son el intento de ordenar y comercializar el mercado de la abundancia tras los años de dominio de la web.
Apple lleva ventaja en los dispositivos móviles y las aplicaciones. Telefónica prepara para España y Latinoamérica una plataforma multisoporte con características heredadas de la IPTV (la televisión por internet). Uniría una gran oferta de contenidos y servicios a través de su oferta de banda ancha fija y móvil.
Los grandes del cable norteamericanos como Comcast quieren llevar su modelo de negocio y oferta de contenidos de televisión de pago a la web con TV Everywhere. En Gran Bretaña Rupert Murdoch intenta aumentar el modelo de su televisión de pago BSkyB con la nueva oferta de pago de sus diarios The Times y The Sunday Times.
Google no puede quedar al margen de la carrera de las plataformas. Ha sido el gran dominador de la web a través de las búsquedas y la publicidad. Necesita construir modelos de comercialización que compitan con las plataformas y sostengan el poder de la web como canal principal, además de ampliarlos a los móviles (Android) o a la televisión (Google TV).
El acceso a los contenidos a través de plataformas tecnológicas o de redes sociales son los nuevos modelos que se abren paso para los próximos tiempos. En ellos la web pierde la centralidad de la que ha disfrutado en los últimos años y se usa la infraestructura de internet para construir redes inteligentes donde la neutralidad de la red se sustituye por una mayor oferta, más transparente, con diferentes precios de acceso en función de los contenidos y servicios contratados, como se recoge en la propuesta de partida para el debate sobre la neutralidad de la red planteado por la Comisión Europea. Una definición que, a diferencia de lo defendido por la Federal Communications Comission (FCC) norteamericana, recoge gran parte de las demandas de las grandes operadoras de telecomunicaciones.
Se avanza de la internet abierta y gratuita de los últimos años a un modelo de plataformas en busca de aumentar el negocio digital para operadoras, fabricantes, grandes de internet y medios.
Nadie quiere quedar al margen de ese nuevo mercado.

Tuesday, May 04, 2010

Apple recorta el mercado de la abundancia

Coto al mercado de la abundancia. Apple no quiere oír ni hablar de precios bajos para la publicidad. Anunciarse en iPhone o iPad con su nueva plataforma publicitaria iAd costará un mínimo de un millón de dólares anuales (760.000 euros) con un modelo mixto de por impresiones y clics que elevará el precio (CPM) de la publicidad a entre 30 y 45 dólares, bastante más de lo que se paga actualmente por los anuncios en móviles.
Apple quiere grandes marcas con buenos anuncios. Inversión elevada y precios altos para atraer a los mejores proveedores de contenidos y desarrolladores a la plataforma comercial de su nuevo dispositivo, iPad. Un lanzamiento con un millón de unidades vendidas, que se suman a los 85 millones de usuarios de iPhone y iPod Touch.
El iPad está pensado para asegurar el consumo de contenidos, mantener controlada la distribución vinculada a su soporte y atraer a clientes de perfil alto, con gran capacidad de gasto y abiertos a pagar por los contenidos.
Acabar con la abundancia digital y volver a un mercado controlado y con precios altos para evitar un derrumbe económico como el provocado por Google con su dominio de las estrategias de publicidad barata.
Apple no quiere enfrentarse al dilema de Google: aumentar la cantidad de inventario y seguir bajando los precios o apostar por un mercado de más calidad con menos publicidad pero más cara.
Su respuesta le ha llevado a enfrentarse con los medios e incluso a financiar negocios con dumping para sostener el monopolio de la abundancia, como ha hecho con YouTube y el negocio audiovisual en internet.
Pero el tiempo ha demostrado que sólo los contenidos de calidad y con capacidad de fidelización y producción continuada, los profesionales, generan suficiente rentabilización.
La economía de la abundancia se ocupa de los bienes cuya producción es inmaterial o cuando el coste de la copia es marginal. No es el caso de los contenidos profesionales, informativos o de entretenimiento, que necesitan de una gran inversión para su realización.
La digitalización de la producción y distribución ha reducido los costes, pero los ingresos han caído en exceso. Tanto que no son capaces de pagar la creación y producción de contenidos de calidad.
Steve Jobs pertenece a otra generación y a otro negocio. Apple siempre ha sido para minorías. Gracias a esa exclusividad sostuvo su negocio hasta la llegada del iPod. Entonces encontró su otra gran fórmula: vincular los contenidos al soporte y crear un canal de distribución cómodo, atractivo y ventajoso para el cliente y los productores.
Se convirtió en la clave del negocio de la música porque las discográficas perdieron el control del precio y el canal de distribución. Ahora intenta lo mismo con los medios audiovisuales, los ebooks y algunas grandes marcas informativas con el iPad. Incluso mejorando las condiciones de otros comercializadores como Amazon.
La venganza de la abundancia se cierne sobre todos. Google sigue siendo el gran mayorista, la puerta de acceso a los contenidos, pero está amenazado por los dos nuevos modelos de acceso: las aplicaciones para móviles y televisión (widgets y webs adaptadas), y las redes sociales.
Cuando se calcula que los usuarios de internet móvil superarán a los de escritorio y PC entre 2013 y 2014, la exportación del sistema de gestión de los móviles sin neutralidad de la red, el nuevo control de los contenidos en las aplicaciones, de la identidad y navegación de los usuarios por las redes sociales cambia completamente el ecosistema abierto de la abundancia digital de la vieja internet.
Es también otra lección de la crisis. Evitar las burbujas y no confiar en el crecimiento infinito, ni de los contenidos ni del negocio.
Por eso también Google empieza a dar otra respuesta a su dilema aumentando los precios de la publicidad -como la inversión mínima en YouTube: 175.000 euros al día en home- y prometiendo otra estrategia de negocio para los móviles. Colabora con los diarios en la búsqueda de nuevas herramientas publicitarias y de pago para la información y trata de aumentar sus vías de negocio.
La siguiente fase es la presentación de una alianza con los fabricantes de televisiones como Sony para lanzar un sistema operativo de televisión basado en Android y llamado Dragonpoint.
Sony es líder en la comercialización de televisiones conectadas a internet, donde Yahoo lleva ventaja a Google con sus widgets y Apple ha convertido el iPhone y sobre todo el iPad en un éxito para el streaming audiovisual como Netflix o Hulu.
Google, como el resto del mercado, saben que la convergencia de la televisión e internet gracias a la banda ancha cambiará completamente los hábitos de los usuarios, los negocios y el sistema de distribución.
Los analistas esperan que la Google TV amplíe el acceso a los desarrolladores de aplicaciones y a los proveedores de contenidos, pero en la televisión en cualquier pantalla el contenido de prime time gana. Aunque siempre son bienvenidas las opciones y la fragmentación con la multiplicación de cadenas crea públicos más segmentados.
Una internet sin neutralidad de la red, con un modelo híbrido y cada vez más cercano a la televisión, con pago por acceso (operadoras, aplicaciones) y donde el consumo incorpora la interactividad de los usuarios gracias a las herramientas sociales.
Un mercado donde la abundancia digital volverá a estar gestionada por los grandes de la tecnología, las telecomunicaciones y los contenidos con una oferta ciudadanos premium.

Friday, April 23, 2010

iPad sustituye a iPhone y sus peligros

El 26% de los accesos a Wired por móvil se hacen ya desde iPad. Un 0,9% del tráfico total. Los usuarios de iPhone son los más inclinados a sustituir la pantalla pequeña por una mayor para disfrutar de las ventajas visuales de la navegación.
Los primeros datos tampoco son suficientes para comprobar si iPad suma nuevos usuarios. Por ahora parece que no. Primero porque sus compradores son early adopters y su perfil coincide en gran parte con los que ya son lectores de la revista de tecnología.
Habrá que esperar para ver cómo evoluciona el acceso a través del navegador o de las aplicaciones, donde el control de Apple sobre el negocio y sobre los contenidos, como en el caso del rechazo del dibujante y premio Pulitzer Mark Fiore por la prohibición de Apple de prohibir contenidos que "ridiculicen a figuras públicas" hace temer una discrecionalidad con amenazas para la información y la libertad de expresión.

¿Debería Apple garantizar la libertad de contenidos como se pide a las telefónicas que respeten la neutralidad de la red?
Son los problemas de someterse a las condiciones contractuales de una plataforma propietaria.
Como ha ocurrido con iPhone, veremos más conflictos de contenidos en el futuro. Posiblemente los medios profesionales piensen que no les afectan estas condiciones de la compañía de Steve Jobs, pero la historia ha dejado muchos ejemplos de censura e intervencionismo sobre los contenidos desde el control de la distribución.
Para los nuevos medios y para otras iniciativas no pertenecientes al mainstream, la corriente general de contenidos, ideas y propuestas, el canal puede estar cerrado. Un problema si el modelo de acceso a través de aplicaciones se consolida y exporta a otras plataformas, como empieza a ocurrir.
El modelo de distribución de las aplicaciones de Apple es muy similar al que las telefónicas quieren imponer en Europa, tanto para las redes móviles como para las redes de nueva generación de banda ancha: mejor servicio y acceso preferente a contenidos a cambio de una parte del negocio y el control.
¿Es esa la plataforma de distribución digital que necesita una sociedad abierta? Confortable para los consumidores, inquietante para los ciudadanos.

Monday, April 19, 2010

Transparencia y competencia contra neutralidad de la red

Los ministros de telecomunicaciones europeos se reúnen para discutir la estrategia digital europea y firmar una Declaración de Granada sobre el futuro de la sociedad de la información donde la competencia y la transparencia en las telecomunicaciones se plantean como alternativa a la neutralidad de la red: la no discriminación de servicios ni contenidos en internet y las redes de telecomunicaciones.
La propiedad intelectual, las inversiones en redes de nueva generación y el mercado único de contenidos digitales están también en la agenda de la reunión que diseñará gran parte de la estrategia digital europea.
La presidencia española defiende en su último documento de trabajo una revisión del principio de neutralidad de la red para asegurar un mercado que asegure "la competencia efectiva en el mercado convergente de redes, servicios y aplicaciones, que pueda exceder el ámbito de las comunicaciones electrónicas", y "requisitos mínimos de calidad" de los servicios de redes.
La propuesta desplaza el debate sobre la neutralidad de la red y la posibilidad de una tasa Google -el cobro de una licencia a las grandes empresas de internet por utilizar las redes de las operadoras telefónicas- para apoyar una oferta con diferentes productos en lugar del acceso abierto actual.
Los reguladores nacionales serían los encargados de vigilar cómo se acuerdan y la oferta de esos contratos, tanto para el usuario final como para los proveedores. Un sistema muy similar al de las aplicaciones para móviles como el de Apple pero con vigilancia de los reguladores como la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones.
Un camino abierto en la legislación europea con el paquete telecom, que ha servido de base para las demandas de Telefónica, Vodafone y resto de operadoras, apoyadas por el ministro de Industria, Miguel Sebastián.
La CMT mantiene posiciones más próximas a la defensa de la neutralidad de la red y ha asegurar una competencia abierta. Por el momento, la Comisión rechaza el cambio en la neutralidad de la red, como ha explicado su presidente, Reinaldo Rodríguez.
La comisaria europea de Sociedad de la Información y de la agenda digital, Neelie Kroes, dejó abierta la discusión sobre la neutralidad de la red, en su última intervención.
Kroes fijó cuatro principios: libertad de expresión, transparencia, inversión en redes abiertas, competencia y apoyo a la innovación, además de anunciar una consulta para discutir la neutralidad de la red, un concepto aceptado hasta ahora pero no garantizado en las leyes europeas.
El documento sobre el que los ministros europeos trabajarán en Granada pone el acento en garantizar el acceso de los usuarios "para acceder y distribuir la información o utilizar las aplicaciones y los servicios de su elección”, la transparencia en los servicios contratados y a qué permiten acceder, con "las eventuales limitaciones que puedan tener los servicios ofertados para acceder a determinados contenidos y aplicaciones", y la necesidad de fijar "requisitos mínimos de calidad" para evitar la obstaculización o rentabilización del tráfico en las redes.
La postura de la presidencia española se inclina por la discriminación limitada con diferentes grados de servicio. Una tesis defendida por las telefónicas y por varias consultoras internacionales.
El resultado podría ser el fin de las tarifas planas tal como la conocemos y la creación de una internet en parcelas donde las operadoras podrían fijar por contrato a qué servicios y aplicaciones pueden acceder los usuarios.
El camino abierto para una discriminación positiva de la red: el abonado paga por mejores servicios y las empresas de internet para mejorar su oferta.
Un sistema muy similar al de la banda ancha móvil, donde no se aplica el principio de neutralidad de la red y los servicios y aplicaciones se acuerdan entre las operadoras y los proveedores de móviles, sistemas operativos y aplicaciones.
De la decisión de los ministros en Granada dependerá en gran parte cómo será internet y la sociedad de la información en los próximos tiempos en Europa.
Su propuesta final depende en gran parte de la estimación de la inversión y el despliegue necesario para las redes de nueva generación, imprescindibles para el futuro digital.

Monday, April 12, 2010

Un paso para el wifi como servicio público

La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) pretende acabar la larga disputa con los ayuntamientos por el wifi municipal. Solución: las administraciones públicas podrán ofrecer al público -más allá de la autoprestación en bibliotecas o centros de trabajo- wifi gratis si se limita la navegación a las webs públicas, no se supera una lenta velocidad de 256k y la cobertura no llega a zonas residenciales.
Un paso adelante en la prestación de wifi público pero muy pequeño por lo limitado de la velocidad y el acceso a contenidos.
Pero la apertura de la CMT puede abrir una vía para ampliar la idea de un nuevo servicio público digital de contenidos y acceso. Debería incluir una conexión a internet de banda ancha suficiente, aunque no competitiva con las telefónicas, sometidas a servicio universal (la obligación de prestar el servicio en todo el territorio), pero no público (universal y gratuito).
Y permitir el acceso a todos los servicios públicos, tanto de las administraciones como de contenidos: las webs de radios y televisiones públicas, bibliotecas, centros de estudios e investigación, científicos, museos, archivos, etc.
Ese sería un auténtico servicio público digital más allá de la vieja función de la radiotelevisión pública. Y para su efectividad y motor de la sociedad de la información debería incluir el acceso a toda la población y eliminar la amenaza de una nueva brecha digital entre ciudadanos premium y los desconectados, una alerta de la propia CMT.
El ministro de Industria, Miguel Sebastián, ya ha prometido un servicio universal de telecomunicaciones de un mega para todos en 2011.
No es suficiente cuando la velocidad media de acceso es de seis megas, el estándar adoptado para la televisión de pago por internet.
En la sociedad de la información es necesaria una redefinición de lo público con acento en los procomunes para ampliar el acceso a la información y el conocimiento de los ciudadanos.
Televisiones, radios y bibliotecas, además de otros equipamientos culturales, no son suficientes. Es hora de que la digitalización alcance a todos los contenidos públicos.
Una conexión pública de un mega -o incluso de algo menos- no debería ser demasiado competitiva para las telefónicas, que juegan la carrera por ofrecer los nuevos servicios de la sociedad de la información.
Tampoco para los medios privados si los medios públicos definen adecuadamente la función de servicio público, una deficiencia de la nueva Ley Audiovisual y de la larga historia del uso de la televisión pública como arma de poder político.
Con esa nueva definición se podría compensar además el déficit en financiación del despliegue de nuevas redes de banda ancha, ahora que la Comisión Europea parece dispuesta a permitir más inversión pública.
A cambio de esa ayuda pública, el servicio universal de telecomunicaciones debería ampliarse para llegar a ser un servicio público real.
Por ahora la propuesta de la CMT es mucho más acotada, pero la espita para la redefinición de lo público en la sociedad conectada está abierta.

Friday, April 09, 2010

iPad es el nuevo kiosco para los medios

iPad es el nuevo kiosco para los medios. Una evolución del canal de distribución de los contenidos que avanza un paso más en el modelo de otras plataformas de pago como la televisión por cable o satélite.
Como ocurrió con iTunes y el iPod, Steve Jobs lanza ahora a Apple a por el mercado de lo nuevos soportes y la distribución digital.
Y lo hace reproduciendo el viejo modelo de negocio de la prensa, por eso es tan atractivo para los editores, como Ignacio M. Benito, director general de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE), otros expertos y yo mismo explicábamos ayer en Público.
El iPad recrea algunos de los elementos clave del negocio tradicional de los medios. Vuelve atar los contenidos a un soporte y a un canal de distribución preferente (aplicaciones), es portátil (como la prensa) pero con suficiente despliegue gráfico y multimedia, permite promover viralmente los contenidos en el flujo social pero limita las posibilidades de compartirlos y, sobre todo, nace redimido del pecado original de la web para el negocio: la gratuidad.

En el iPad hay muchas posibilidades de consumir contenidos gratuitos: todas las que sigue ofreciendo la web, pero el nuevo canal principal de distribución es de pago.
La mayoría de las aplicaciones para el iPad son de pago desde el lanzamiento (datos de Distimo), el 83% frente a un 73% en el iPhone. Y por eso muchos de los editores apuestan por las aplicaciones de pago, mientras otros adoptan un modelo freemium (contenidos gratis limitados) y otros mantienen la gratuidad.
Pero además las aplicaciones del iPad son más caras que en su antecesor iPhone.

La ventaja del kiosco de Apple para los consumidores es que todos los modelos de negocio pueden coexistir en el mismo canal de distribución, aunque pueda ser una desventaja para los medios de pago. En ese sentido se parece más a una plataforma de televisión de pago, donde conviven canales comunes y otros premium o de pago por visión.
Para los editores, la propuesta económica es muy similar al negocio tradicional de la prensa. Acentuada ahora con la promesa de iAd, la nueva plataforma de publicidad móvil para el iPhone y el iPad.
Apple se queda con el 30% de los ingresos de las aplicaciones y con el 40% de los de la publicidad en la nueva iAd. Pero además da a los medios la tranquilidad de controlar mejor la publicidad que ofrecen en sus aplicaciones, a diferencia de otras plataformas. Una promesa importante después de la experiencia de dispersión y la falta de control de la publicidad en internet.
Habrá que esperar a ver si Apple desarrolla o permite funcionalidades de geolocalización y marketing directo en iAd para completar las opciones comerciales.

El coste de la distribución y comercialización es prácticamente igual a la difusión en papel y en el caso de los anuncios, un poco mayor, aunque los descuentos y rappels de los medios tradicionales llevan a muchos de ellos a ingresar una menor proporción del precio de tarifa de sus anuncios.
Pero como subrayó Jobs en la presentación del nuevo sistema operativo iPhone OS 4, en los móviles y las nuevas tablets no se navega tanto como en los ordenadores. Las aplicaciones son el acceso directo a los contenidos y servicios preferidos.
En la era del acceso no se navega ni se busca tanto. Las plataformas tecnológicas y el flujo social son los dos nuevos modos de acceder a los contenidos.
Las plataformas tecnológicas como iPad permiten al distribuidor y a los medios mantener el control de los contenidos. Aunque los medios sufrirán el mismo problema que han soportado con los kiosqueros en los mercados donde hay menos suscripción: el contacto y la gestión de cliente la tiene el distribuidor.

Las plataformas móviles son el verdadero sustituto de la prensa, diarios y revistas. Sin la movilidad, el mercado de la información no es el mismo. El consumo de información siempre ha estado ligado a los desplazamientos, la lectura fuera de casa, de camino al trabajo, mientras se toma un café en el bar. La web no podía competir con esa movilidad hasta hace bien poco gracias a los smartphones y la extensión de la banda ancha móvil. Ahora comienza a ser posible y la perspectiva de la conversión del negocio analógico al digital aumenta.
iPad llega par a ser el primer soporte multimedia y multicontenidos, mucho más allá de los ereaders (Kindle, Sony, Nook, etc.), limitados a ciertos usos y aplicaciones aunque puedan ser más eficientes para algunos, como la lectura prolongada. No sustituirá al teléfono móvil ni al ordenador de escritorio, pero sí a una gran parte de los portátiles y de los smartphones. Pero también a otros soportes físicos.
Para los medios es un nuevo canal complementario que ayuda en un negocio 360º que debe ser multiplataforma, móvil y social.
La mayor parte de los consumidores seguirán prefiriendo los medios gratuitos. Pero los más selectivos se abonarán a los contenidos de pago para no perder tiempo navegando y acceder de la forma más cómoda y directa a contenidos de calidad o con alto poder de marca.
Y otra vez se puede ofrecer una publicidad relevante, con más impacto y CTR que el resto de formatos digitales, menos invasiva y aumentando su efectividad frente a la saturación de la web o la televisión. Y en un mercado de publicidad en movilidad que crece por encima del resto, tanto en España (13% para este año, según ZenithVigía).
Por eso el lanzamiento del iPad concita tanta atención en los medios y puede llegar a convertirse en otra revolución de la comercialización de contenidos digitales como en su día fue el iPod para la música.

Tuesday, April 06, 2010

iPad, sólo para hiperconsumidores

El iPad es para consumir, no para producir ni para compartir.
Esa es la diferencia fundamental con la era del PC. Los ordenadores eran hasta hace poco, sobre todo desde la gran expansión de internet, el software libre y el cloud computing lo más parecido a las máquinas espirituales e inteligentes prometidas por Ray Kurzweil.
Pero Steve Jobs golpea siempre en la tecla del ciborg sentimental, como ya hizo con el iPhone.
iPad es la última creación que hace retroceder la esperanza de los contenidos abiertos y útiles con la garantía del consumo fácil e inmediato, gran usabilidad y un diseño sensorial, mucho camino andado los últimos años.

Por ahora ha conseguido ser otro éxito de marketing, atrapar una gran cantidad de publicidad gratis en todos los medios -nuevos y tradicionales, digitales y analógicos, aunque menos en estos últimos- y aumentar el precio tanto de los ebooks como de los diarios digitales.
A través de las aplicaciones los proveedores vuelven a controlar los contenidos y los consumidores vuelven a perder derechos. Las aplicaciones permiten aumentar el negocio de pago por acceso a través de una nueva plataforma y hasta se pierden una gran cantidad de funcionalidades comunes ya en la web, como los enlaces y los comentarios.
Los primeros datos dejan claro qué se espera del iPad: libros, televisión (gracias a Netflix), la esperanza de sostener la utilidad del PC y que iWork permita utilizar las herramientas necesarias para la mínima productividad cotidiana sin exigencias de trabajo.

Pero el iPad es además un aparato egoísta, para no compartir. Parte de la filosofía de un consumo personal de contenidos por su propia propuesta física: un aparato portátil, pero no móvil, para consumir el ocio total en el sillón.
Con contenidos diseñados para no compartir y reforzar los derechos de propiedad intelectual de sus autores y comercializadores. Al contrario de lo que ocurre con las aplicaciones de Kindle o Barnes&Noble para leer ebooks, ni siquiera puedes leer con iBooks -la aplicación de libros para iPad- los mismos títulos en tu iPhone o tu ordenador. Por eso algunos creen que su lanzamiento será un revulsivo para la venta de libros digitales de Amazon y B&N.
Y ni hablar de compartir tus contenidos con tu familia o amigos a no ser que les dejes el aparato.
Otra vez el contenido aferrado a la plataforma, a su soporte físico.
Ni multitarea, ni estándares abiertos y un control férreo de los contenidos y las aplicaciones para controlar su negocio.
Por todas estas razones no es de extrañar que muchos medios sientan la atracción del nuevo soporte. Confían en recuperar un control y un negocio que creían perdidos.
Al contrario de lo que ocurrió con el principio de la web, el iPad llega sin pecado original. Si en el principio de la web todo se convirtió en gratuito, en el nuevo aparato de Apple todo está diseñado para un negocio que los medios no quieren que se vuelva a escurrir entre sus manos como ocurrió con la web.
Es la esperanza para los contenidos de pago cuando muchos están convencidos de la fidelización del hiperconsumidor al aparato.
Por eso los medios están dispuestos a pagar un 30% de sus ingresos a Apple, inteligente al mejorar el margen tiránico de empresas como Amazon (70% de la facturación). Apple cobra a los medios el equivalente al coste de distribución del papel con tal de volver a tener un canal de difusión controlado y con posibilidades de rentabilización.
Y por eso les acompañan los anunciantes, todavía apegados a las viejas formas del negocio.
Eso sí, los usuarios siguen prefiriendo las aplicaciones gratuitas para acceder a los medios.
El iPad resume las tendencias de una nueva era de los contenidos digitales: de más consumo, menos participación o interactividad, y apertura de contenidos y medios. Donde la viralidad de las redes sociales se reduce a marketing y el usuario vuelve a ser un consumidor.
En esas limitaciones a la explosión abierta de la web fían los medios y los productores de contenidos digitales la viabilidad de un negocio hasta ahora muy difícil.
Apple se confirma como gran dominador de la electrónica de consumo. Ganan los medios, pierden los consumidores. El desafío será encontrar un equilibrio para satisfacer a ambos y triunfar en esta nueva plataforma que vuelve a reiniciar la cultura para trasmutarla en puro consumo.

Thursday, March 25, 2010

Las aplicaciones controlan los móviles

En el iPhone las aplicaciones son el rey. Es la forma de acceso a los contenidos y servicios preferida por los usuarios. Android y BlackBerry le siguen y confirman la tendencia: en los móviles se navega menos y el acceso a los contenidos y servicios se hace directamente a través de las apps, según un estudio de Nielsen.
Cambia la forma de distribuir y comercializar los contenidos digitales. Una tendencia de la que toman nota los medios y explica la carrera por el iPad.
Por eso también las telefónicas quieren acabar con la neutralidad de la red cuando la banda ancha, fija y móvil, es el motor del crecimiento de la sociedad de la información.

El negocio de las aplicaciones todavía no está claro para los medios aunque sea la gran esperanza del pago por contenidos. Algunos como The Guardian han elegido una fórmula one shot: cobrar por la aplicación una sola vez, pero no por el acceso a los contenidos. Otros confían más en fórmulas de suscripción, con mayores posibilidades de rentabilización y menor erosión de la percepción de valor de los contenidos.
Pero además las aplicaciones sufren el control de las plataformas de distribución (Apple, BlackBerry o las tiendas de las operadoras) y el margen del precio de venta o suscripción que se quedan los distribuidores. Costes y control que se pueden evitar en plataformas abiertas como Android, pero por ahora menos utilizadas.
Los contenidos de los medios otra vez en manos de los distribuidores cuando durante muchos años se ha luchado por controlar el canal de distribución.
Hoy los editores se quejan del dominio digital de Google y posiblemente en un futuro próximo oiremos cómo se lamentan de la tiranía de la comercialización de Apple, Amazon y otros grandes de la comercialización digital y la movilidad, como se duelen ya las discográficas o los editores de libros.

Para los anunciantes la visión es distinta y confían en mejorar la efectividad de la publicidad digital, aunque sea a cambio de subir el precio.
Las aplicaciones suelen garantizar un impacto más personalizado y sin competencia de otros anuncios. Pero falta ver cómo se compaginan las aplicaciones de pago con la publicidad, una fórmula a menudo rechazada por el público, que sólo quiere pagar por contenidos sin publicidad.
Por eso muchos anunciantes se han lanzado a crear y distribuir sus propias aplicaciones con servicios premium, ecommerce y otros, como ya se ha hecho en las redes sociales.
El mercado es todavía pequeño, pero se acerca una nueva revolución del negocio digital.

Wednesday, February 17, 2010

Sin neutralidad de la red, ¡y a qué precio!

El pacto y la ofensiva liderada por Telefónica para limitar la neutralidad de la red está siendo apoyada por el ministro de Industria, Miguel Sebastián, que al menos quiere abrir el debate en España y Europa.
La pregunta clave es: ¿y qué gana el ciudadano?
Porque acabar con la neutralidad de la red sólo beneficia a las empresas, no a los ciudadanos.
Y la contrapartida de Telefónica y el resto de operadoras españolas no es muy satisfactoria.

España sigue padeciendo una de las ofertas de banda ancha más caras y lentas de Europa. Los datos del Observatorio de Redes de Nueva Generación de Fedea confirman los de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones: el precio por mega de descarga es más caro en Madrid que en otras capitales europeas, tanto si se contrata con el operador dominante como si se hace con la competencia.
El coste por Mbps es de 3,86 euros en Telefónica frente a los 1,83 de Londres o los 0,45 de París.
Con los operadores alternativos baja a 1,74 euros con el cable de Ono, más en línea con los precios europeos.
Y tampoco mejoran las nuevas ofertas con servicios de nueva generación. Telefónica ha empezado a comercializar Trío Futura Imagenio (televisión, llamadas a fijos, Gol TV y DVR: vídeo personal) por 115,85 euros. Una alternativa de peor calidad y mayor precio que los servicios europeos comparables.
Si el gobierno está dispuesto a limitar la neutralidad de la red y a permitir la concentración vertical de comunicaciones y medios, al menos debería asegurarse de que la competencia y las ventajas para los usuarios mejoren.

Monday, February 15, 2010

Ofensiva para limitar la neutralidad de la red

A Miguel Sebastián, ministro de Industria, no le parece mal acabar con la neutralidad de la red por el bien de las telefónicas y los medios, especialmente la televisión.
El ministro apoya a Telefónica y a su presidente, César Alierta, en su carga contra la neutralidad de la red, el principio que garantiza que todos los contenidos son datos, iguales en internet, y que no pueden ser discriminados o privilegiados por las telefónicas y los operadores.
Pero la convergencia amenaza uno de los principios fundacionales de internet.
Telefónica no lanza la ofensiva gratuitamente. Tampoco Sebastián. La neutralidad de la red está en constante debate, pero en estos momentos en Europa y España se imponen tres objetivos, según varias fuentes consultadas:
Aumentar la cobertura de banda ancha y acelerar el tendido de las redes de nueva generación de fibra óptica.
Colaborar en construir modelos de negocio sostenibles en la convergencia multimedia con garantías para los productores y comercializadores de contenidos.
Garantizar una neutralidad limitada o lite, con garantías de no discriminación para los usuarios, pero otorgando más capacidad de gestión técnica a las operadoras de telecomunicaciones.

El diagnóstico está hecho y es compartido: la convergencia es el futuro de los medios y las telecomunicaciones. El crecimiento del consumo de datos en los móviles, la voz IP, la explosión del acceso directo a través de aplicaciones y la migración de la televisión y el contenido audiovisual a internet acelera las prisas.
Y a estos argumentos se suma la compensación de la nueva financiación de RTVE por las telecomunicaciones, como ya se hizo con el reparto del dividendo digital.

Las redes, fijas y móviles, deben sostenerlo con un equilibrio entre mejoras de acceso y precio para los usuarios y sin mermar el negocio de los productores y distribuidores.
La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) ya avisó el año pasado de que el futuro de la banda ancha y las telecomunicaciones están ligados a los contenidos y a los modelos de pago.
Ayuntamientos, Industria y CMT están preocupados por las inversiones en nuevas redes. Todavía lentas. Un estudio de la CMT indica que sólo el 50% de los hogares tendrá banda ancha de alta velocidad en 2023. Las inversiones van lentas a pesar de la promesa de beneficios de tres a 15 años, en función del tamaño de cada localidad.
Ofcom, el regulador de medios y telecomunicaciones británico, también cree que los paquetes de doble y triple play de las operadoras permiten ahorrar dinero a los consumidores.
Pero la respuesta de los analistas de telecomunicaciones es unánime tras el embate de la crisis: pan para hoy, hambre para mañana. Por eso cada vez se habla más de volver al cobro por consumo. Una solución para rentabilizar más las telecos y el ARPU por cliente a pesar del sostenimiento o la caída de los precios de las telecomunicaciones.

Por eso cada vez más expertos proponen limitaciones a la neutralidad o un nuevo consenso para asegurar un acceso y servicio básico para los usuarios pero permitiendo a las telecos ofrecer servicios premium y optimizar la gestión de las redes.
¿Cuál será la posición de los reguladores en España? Por ahora se inclinan por la neutralidad, pero la batalla será larga y el nuevo regulador europeo tiene la definición de la neutralidad de la red entre sus objetivos para este año.
Estas ideas se están empezando a entrever en los documentos europeos y son repetidamente difundidas por los lobbies de las telecomunicaciones en Bruselas.
Muchos recuerdan que la neutralidad de la red es en parte un mito o una forma de garantizar derechos y libertades más que una realidad técnica. Las operadoras de telecomunicaciones ya utilizan sistemas de discriminación del tráfico para gestionar sus redes igual que muchos programas y servicios optimizar el ancho de banda que ocupan.
Nos jugamos el futuro de la sociedad de la información y la brecha digital entre ciudadanos premium y el resto.

Wednesday, February 10, 2010

Google quiere banda ancha propia


La respuesta de Google a las amenazas a la neutralidad de la red por parte de las operadores de telecomunicaciones no se ha hecho esperar: ofrece crear una red de banda ancha ultrarrápida de 1 giga por segundo en las poblaciones que colaboren en la iniciativa.
Es sólo un experimento, pero Google quiere medir las ventajas de una red abierta -a otros operadores y aplicaciones-, neutral y con nuevas formas de instalación y soporte.
En España la mayoría de redes de banda ancha están entre los 3 y los 10 megas, muy alejadas de la oferta de Google, e incluso de las experiencias con 100 Mb. Por ahora suficientes para los 3.000 correos electrónicos, 100 archivos de música mp3 o 360 ebooks que son el equivalente del consumo mensual de un abonado. 11,4 Gb de tráfico por mes, según los estudios de Cisco. Y aumentan con el consumo de vídeo y música en streaming.
Google promete poner toda la información al alcance de los internautas. Con el crecimiento de la demanda de tráfico, de 7 Gb por persona y mes en Estados Unidos (5 en Europa), y un aumento del tráfico de internet de un 40 al 50% anual, la propuesta de Google es casi una necesidad.
El presidente de Telefónica, César Alierta, justificaba la semana pasada la necesidad de cobrar a las empresas de internet por el tráfico de la red, además de lo que ya pagan por servidores y conexiones con las redes de los operadores. Como Alierta, los grandes de las telecomunicaciones no dejan de quejarse, a pesar de sus enormes beneficios, y estudian cambios de modelo de negocio para acabar con las tarifas planas y empezar a cobrar la banda ancha por consumo.

Diferentes estudios afirman que así podrían recuperar la rentabilidad por usuario (ARPU), que cae al aumentar la proporción de negocio de datos frente al de voz tradicional.
La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) calculó el año pasado que la inversión en nuevas líneas de fibra óptica se podría amortizar entre 9 y 15 años.
Para Google, el experimento es un desafío a las telefónicas como el que ya planteó con su propuesta de crear redes de wifi utilizando el dividendo digital y el espectro liberado con el apagón analógico de la televisión. Una forma de demostrar su autonomía, de ganar adeptos y de incluso reducir sus costes de conectividad.

Monday, February 08, 2010

Las redes sociales se adueñan del móvil

Facebook ya es el sitio más frecuentado por los usuarios de internet móvil en Gran Bretaña. Casi cinco millones de usuarios de un total de 16 millones que acceden a internet desde sus teléfonos, por delante de Google (4,5 millones) o Telefónica (3,7), Orange (3,5) y Vodafone (3,3).
Las redes sociales se consolidan como uno de los grandes motores del acceso a internet móvil. En España uno de cada tres usuarios acceden ya a sus redes a través de los smartphones, principalmente, según datos de recientes estudios.
El dominio de las redes sociales, como en el caso de las noticias o del vídeo aumenta. Un fenómeno que aumenta el negocio de la banda ancha móvil pero que también explica gran parte de la presión de las operadoras de telecomunicaciones por acabar con la neutralidad de la red, cobrar por la distribución de contenidos y reducir el poder de Apple, Google o Facebook.
El uso de aplicaciones de móviles y el acceso a redes aumenta en todos los países, como también muestran estas cifras de Estados Unidos a final de 2009.

Un mercado en el que iPhone (Apple) y Android (Google) son las únicas plataformas que crecen en el último trimestre del año pasado frente a descensos de Blackberry, Microsoft o Palm.

Telefónica amenaza la neutralidad de la Red


El presidente de Telefónica, César Alierta, ha sido claro: "Lo que es evidente es que los buscadores de Internet utilizan nuestra red sin pagar nada, lo cual es una suerte para ellos y una desgracia para nosotros. Pero también es evidente que esto no puede seguir. Las redes las ponemos nosotros; los sistemas los hacemos nosotros; el servicio postventa lo hacemos nosotros, lo hacemos todo. Esto va a cambiar, estoy convencido".
La alarma avanza. La neutralidad de la Red no impedirá que en Europa haya ciudadanos premium y de segunda clase.
Los primeros, dispuestos a pagar por los servicios digiales avanzados, de la banda ancha a las aplicaciones de móviles (otro de los objetivos señalados por Alierta), la telefonía por internet o el cloud computing cuando todo está en la red.
Las telefónicas hasta ahora han hecho pagar al usuario final. La disponibilidad de contenidos y servicios en internet es el principal motor del crecimiento del negocio de las operadoras y ha hecho que en España se alcancen los 9,7 millones de líneas de banda ancha.
Pero el aumento del streaming, la voz en internet (voIP), y los contenidos y aplicaciones en la red aumenta sus demandas para cobrar a los creadores y gestores de servicios digitales. Entre los objetivos está la financiación de las nuevas redes y participar en un negocio en crecimiento cuando no parece factible aumentar el precio de conexión de los usuarios por el aumento de la competencia.
Quizá las telecos olvidan que disfrutan del dominio público radioeléctrico para su negocio y que deben respetar algunos principios, pocos, de servicio público. Y también que el intento de imponer licencias chocaría con la independencia funcional. Muchas operadoras, como Telefónica, además de comercializar las redes, son propietarias de servicios de internet como portales (Terra), correo electrónico, aplicaciones (como las que Telefónica intenta explotar para sus móviles), etc. Además de servicios audiovisuales y televisiones, de Imagenio a sus participaciones en plataformas como Digital Plus.
Las autoridades de la competencia también tienen algo que decir en esta batalla.
La Comisión Europea ya ha dejado vía libre al reconocer que la neutralidad de la Red -reafirmada tras la aprobación del Paquete Telecom con una mínima definición- no significa impedir a las telefónicas una "legítima gestión de la Red", en palabras de la comisaria Viviane Reding. Neelie Kroes, comisaria encargada de la agenda digital, parece más dispuesta a no permitir la discriminación comercial.
El compromiso de la Comisión Europea se inclina por sostener la neutralidad de la Red con una garantía de acceso a un mínimo de servicios y la interoperabilidad de las redes, pero no excluye el pago y las licencias por servicios avanzados.
Una visión que se está imponiendo con la marca de ligera corregulación o nuevo consenso y que obligaría a los proveedores de servicios y contenidos: buscadores, audiovisual, streaming, p2p, etc. a pagar licencias a las telefónicas.
Es una de las prioridades de BEREC, el nuevo regulador europeo de telecomunicaciones, que este año debe pronunciarse sobre la neutralidad de la red.
Hace sólo unos meses que el gobierno norteamericano reforzó su voluntad de preservar la neutralidad de la red con dos nuevos principios: no discriminación y transparencia en la gestión, enunciados por Julius Genachowski, presidente de la Federal Communications Commission (FCC).
La FCC permite a las telefónicas regular la velocidad de sus redes por motivos técnicos -saturación, problemas en la red, etc.- pero no por motivos económicos. Europa parece más empeñada en estimular el tendido de las lineas de nueva generación y dejar a las telefónicas, entre las que están todavía los viejos monopolios, la posibilidad de cobrar a los proveedores por sus servicios.
En el debate está el futuro de una red abierta y libre, el acceso de los ciudadanos a la sociedad de la información sin más restricciones económicas, y el desarrollo de un nuevo modelo de gestión y rentabilización de internet que los operadores de telecomunicaciones, igual que las televisiones, diarios, industria de la música, etc. quieren que sea compartido. Todos presionan para acabar con la franquicia de las empresas de internet y repartir los beneficios del acceso de los usuarios a los contenidos y servicios. A cualquier coste.

Wednesday, January 27, 2010

Nace iPad, el mega iPhone

Steve Jobs lo ha vuelto a conseguir. El nuevo iPad es un mega iPhone sin teléfono y con pantalla táctil grande. Un dispositivo pensado para disfrutar los contenidos de internet, vídeo, música y ebooks, ahora canonizados iBook. Aquí, como en el iPhone y el iPod Touch, sus ancestros, no se produce, se consume. Un iPhone de sillón con aspiraciones de jubilar a los portátiles.
Apple lo tiene claro y Jobs no lo ha ocultado: el objetivo es un mercado que ya existe y se puede explotar mejor. Más de 75 millones de personas saben cómo usar el iPad. Son los usuarios de iPhone. 125 millones están registrados en iTunes con su tarjeta de crédito.
Por eso la estrategia de Apple se ha centrado menos en la tecnología y más en el precio y en la explotación de ese mercado de usuarios familiarizados y encantados con la nueva interfaz visual y táctil de los contenidos.
Pero también apunta al hueco abierto por los netbooks y sobre todo a ese nuevo mercado de consumidores de contenidos digitales. Quienes quieren tener acceso a todos los contenidos digitales en un solo aparato, sencillo, sin complicaciones. Capaces de ir a un sólo sitio con la ruta ya asegurada -las tiendas de Apple- para conseguirlos, aunque sean de pago si el precio es razonable y no hay complicaciones. Sin más demandas interactivas y de uso que participar en sus redes sociales.

Todas las aplicaciones del iPhone funcionan en el iPad. La plataforma de desarrollo (SDK) es la misma, aunque los desarrolladores podrán optimizarlas para aprovechar la pantalla de 9,7 pulgadas.
Pero Apple se mete en un nuevo mercado y lo desafía: el de los netbooks y la hiperportabilidad. Lo hace deconstruyendo el portátil y sus piezas para apostar por una pantalla táctil delgada donde se pueden ejecutar todas las aplicaciones y teclear. Pero una base (dock) hará posible conectar un teclado para competir con los portátiles. Y de ampliar el mercado para todo tipo de extensiones de hardware (complementos) como ya ocurre con el iPhone y el iPod.
Música, fotos, vídeo, internet y, ahora, libros. La industria de los contenidos anhelaba el iPad. Cuando la crisis aprieta y crece la presión por encontrar nuevas fórmulas de rentabilización, la apuesta por plataformas de acceso con nuevos interfaces que enganchan al público se espera como un maná.
Por eso no extraña que The New York Times, uno de los diarios que más ha trabajado en el nuevo interfaz de la información y que hace poco anunciaba un modelo de pago para 2011, sea el primer medio invitado a desarrollar una aplicación para el iPad. Se basa en su Times Reader y uno de sus responsables, Martin Nisenholtz, promete que reúne "lo mejor de lo impreso y lo digital". Cambios de columnas, varios formatos de visualización y la posibilidad de los elementos multimedia que no permiten los ereader actuales.
El problema para muchos es que, como en iTunes, Apple se convierte en el gran comercializador de contenidos y el propietario de la cartera de clientes a través de sus aparatos y de su tienda digital. La batalla con Google será dura y los medios deberán pensar si están dispuestos a entregar su distribución y gran parte de la gestión de sus clientes y sus posibilidades de CRM a la empresa de Cupertino.

Los editores se lanzan al nuevo iBookstore. Los ebooks se rebautizan ahora iBooks y se leerán en una pantalla en color y retroiluminada. Un hábito ya para muchos usuarios de iPhone a pesar del mayor cansancio de la lectura frente a la tinta digital de los ereaders como Kindle, quizá el gran perjudicado.
Cinco grandes editoriales ya están en la nueva librería de Apple: Penguin, Harper Collins, Simon & Schuster, Macmillan y Hachette.
El formato de los iBook será ePub, un formato estándar y abierto, pero Apple no renunciará al control de derechos digitales, aunque en la primera presentación todavía no está claro si será tan abusivo como el de Amazon.
Diez horas de batería. Es la gran promesa. Los 75 millones de usuarios del iPhone saben de su gran debilidad. ¿Será verdad esta vez? Mentir sobre la duración real de estos aparatos se ha convertido ya en un clásico de la industria.
¡Es el precio, estúpido! La batalla estará aquí. El mercado del iPad se gana con pasión por los gadgets, distinción fashion y también el precio. Sólo hay que recordar cómo se catapultó en ventas el iPhone cuando las telefónicas y Apple bajaron su precio original. ¿Cuánto tardará el iPad?
Sale en Estados Unidos con tres precios -de 499 a 699 dólares- en función de la memoria interna y 130 dólares más si se añade 3G. El iPad evoluciona desde el modelo de comercialización y conectividad del iPhone, heredado de los móviles, a los planes de los netbooks y portátiles con las telefónicas.
Y también un montón de peros. Pierde la cámara, no incluye Flash para las aplicaciones que lo necesitan porque apuesta por HTML5, como el nuevo YouTube, para no depender de Adobe, ni las baterías ni la memoria se pueden cambiar o apoyar con dispositivos externos.

Pero Apple y Jobs lo consiguieron de nuevo con su show. La presentación del iPad se retransmitió en directo a todo el mundo a través de los medios y las redes sociales. Twitter estaba preparado y esta vez no se cayó como con las grandes informaciones. Ventajas del marketing: es programable. La carrera por la comunicación en tiempo real se juega sin reparar en toda la publicidad que se regala. La primera batalla por el control de los medios, la información y el mercado está ganada. Veremos cuántas más es capaz de ganar el nuevo iPad.