Mujeres y periodismo. Una larga batalla en un oficio donde las mujeres son ya mayoría en muchas redacciones, pero no ocupan los puestos de dirección que merecen. Y peor, el pensamiento y la voz femenina todavía no impregna el periodismo. El histerismo masculino denunciado por Clara Campoamor durante la II República pervive en los medios.
Necesitamos más mujeres en las redacciones. Pero necesitamos mucho más su voz, su enfoque, su pensamiento, su intuición, su visión de la vida y de la información. Un periodismo más femenino, atento a los detalles y a una dimensión humana, empática, intuitiva y aguda que las caracteriza.
Necesitamos más mujeres que actúen, informen y sean sin estereotipos. Mujeres periodistas, ni encerradas en eso que se suele considerar temas femeninos ni émulas de un machismo profesional que empobrece el periodismo y la visión de la sociedad que ofrece.
Reporteros sin Fronteras denuncia en su último informe la menor presencia de mujeres en las direcciones de las redacciones y las empresas periodísticas a pesar de los avances de los últimos años.
Las desigualdades laborales y de salario llegan al 17%, según la Agrupación de Periodistas de UGT. La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) denuncia las dificultades de las mujeres para acceder a puestos directivos a pesar de que ya son mayoría en muchas redacciones.
Una situación similar a muchos países. En Gran Bretaña, tres cuartas partes de los periodistas son hombres y en las redacciones de los grandes diarios sólo un 30% de los jefes de redacción son mujeres, según Women in Journalism.
En la historia del periodismo hay muchas mujeres. Entre mis grandes admiradas están Martha Gellhorn, Jessica Mitford, Lillian Ross o Anna Politkovskaya. Pero también nuestras mujeres, y sobre todo esa generación que abrió camino con la Transición en el periodismo y en la democracia, como la fallecida Susana Olmo o Soledad Gallego-Díaz, que hoy reciben la Medalla de la Igualdad. Y como ellas tantas otras, entregadas al periodismo y fuertes en redacciones machistas y a veces tan cortas de miras que son incapaces de reconocer la valía y el coraje profesional de tantas mujeres.
Pero mas mujeres sufren otras dos grandes discriminaciones en los medios.
La primera es la invisibilidad. La mujeres son menos citadas y su historia peor contada en las informaciones. Y pervive la visión de roles tradicionales, a menudo más persistentes en la visión de los medios y periodistas que en la actividad real de las protagonistas de las informaciones.
Un estudio de Femmes Journalistes citado por el informe de RSF denuncia esa desigualdad en las coberturas. Sólo son el 17,7% de las citas en las informaciones o el 30% de las fotos. Son menos citadas por su profesión y mucho más en roles tradicionales como en la familia o más citadas como víctimas.
El problema no es la cantidad, sino avanzar en un reflejo más real del papel de las mujeres, que a menudo incluye todos los roles tradicionales como amas de casa, soportes de la familia o madres, pero también todos los que han ido asumiendo en la sociedad, el mundo laboral y profesional, la ciencia o la creación.
Pero en los últimos años ha resurgido otra amenaza. Esa vuelta a la imagen de la mujer objeto y sujeto sexual tan explotada en la cultura de consumo y multiplicada por la telebasura y la telerrealidad, dos de los grandes cánceres contra el progreso de una sociedad más crítica e inteligente. Menos sexista, menos machista.
Lo decía nuestra gran Concepción Arenal hace más de siglo y medio: "Lo primero que necesita la mujere es afirmar su personalidad, independientemente de su estado, y persuadirse de que soltera, casada o viuda, tiene deberes que cumplir, derechos que reclamar, dignidad que no depende de nadie". Y alertaba que si las mujeres se dejan atrapar por ciertos juegos, "ella será indefectiblemente juguete".
Quizá sea esa la mayor prueba de igualdad y no discriminación: cuando ningún juego relega obligatoriamente a las mujeres a papel de juguete para el jugador. Ese objetivo está en el germen de la revolución femenina de los años 30 y de la revolución sexual de los 60 del siglo XX. Pero aún queda mucho por hacer y los últimos años han traído algunos retrocesos en la imagen de la mujer proyectada por los medios y la cultura de masas.
Necesitamos más mujeres en las redacciones y mandando. Más igualdad con más visión femenina. Romper la brecha de género y sexual en los medios y el periodismo es más pluralidad, no que todo el mundo asuma roles, posturas y prejuicios atávicos.
Quizá en el proyecto de ley de igualdad de trato hay otro paso par luchar contra el estereotipo. El peor reduccionismo, la gran pereza intelectual, el gran obstáculo para el reconocimiento real de la igualdad y la dignidad de todos.
Pero debe seguir la revolución en las redacciones, impulsada por las mujeres y por todos los que creemos en ellas, las amamos y admiramos.
Hoy es el Día de la Mujer, se puede seguir el #8marzo en Twitter
Periodismo, medios e ideas | Journalism, media and ideas | Una mirada a los medios, los periodistas y las ideas de la sociedad de la información | A glimpse at the media, journalists and ideas in the information society
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Tuesday, March 08, 2011
Friday, January 16, 2009
Soraya, cebo de Pedro J.
Es lo que buscaba. Objetivo cumplido: escándalo gratis y una puñalada a Mariano Rajoy con discusiones en la dirección del Partido Popular a cuenta de una de sus personas de mayor confianza.
Eso le pasa por empeñarse en independizarse de la tutela de medios como El Mundo.
Sexo, fotos y política son una receta de éxito en los medios si de hacer ruido se trata. El cóctel es insuperable. En un país tan políticamente correcto, con esa herencia del hipócrita recato de confesionario que arrastramos, el escándalo que cantaba Raphael con tonadilla exagerada no falla.
Tampoco falta el doble lenguaje y el doble rasero. El propio Pedro J. aprovecha la pose de la portavoz parlamentaria del PP en su revista dominical para cargar contra las "contradicciones" del partido en asuntos de sexo e imagen.
Y lo hace sin recordar las suyas propias. Un latiguillo constante desde el posado de las ministras socialistas del primer gobierno de Zapatero en el Vogue al traje de chaqueta de la ministra Carme Chacón en la Pascua Militar, que tituló en portada "La ministra en su pasarela".
Pedro J. pone el cebo y los demás pican. Consigue una nueva polémica para alimentar el relanzamiento del fin de semana del diario y descubre de nuevo las contradicciones del PP, siempre dispuesto a atacar a las socialistas por su atuendo.
Como hizo con la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, despellejada en la anterior legislatura por el propio Eduardo Zaplana, del que Pedro J. recuerda que nunca ha posado en tanga. Incluso hubo un tiempo en el que escondía los relojes.
Lujo y ostentación. Otra receta irresistible. Los modelos de la vicepresidenta, los de la presidenta madrileña Esperanza Aguirre, etc. Los de los hombres son menos vistosos y suelen pasar más inadvertidos, a pesar de las debilidades de muchos más allá de los coches oficiales. Pareciera que los gastos de protocolo sean sólo cosa de mujeres.
Soraya en la intimidad del Magazine de El Mundo defiende el mismo discurso de igualdad que repite en los pasillos del Congreso -alguna vez en contra de la estrategia de partido- y que firmarían muchas mujeres. Pedro J. descubre que con el videoblog no hay que esperar a las columnas del día siguiente para alimentar la polémica y esta misma mañana asesta una estocada al PP cuando en Génova se discutía si su portavoz parlamentaria ha acertado.
La lideresa Esperanza Aguirre salió enseguida en su apoyo, y también lo hicieron Leire Pajín y Pepe Blanco desde el PSOE. Como hace unos días defendieron el traje de ministra reglamentario de Chacón.
El artero es quien pone el cebo envenenado para machistas e hipócritas. Tan bueno es el cebo que hasta atrapa a su creador con las explicaciones que da en su vídeo. Olvida que los posados de ministros y presidentes que él no recuerda son habituales, incluso en políticos a los que tanto admira como el propio José María Aznar, que presumía de correr más que sus escoltas o su preparador físico y de tener un abdomen tableteado por el ejercicio como el mejor machaca de gimnasio.
Artículo para Soitu.es
Wednesday, April 05, 2006
Machismo contra la vicepresidenta
Música | Elvis Costello. God Give Me Strength
¿Han visto algún desfile de la moda de los políticos? ¿Y de los ministros? Más allá de los sempiternos comentarios sobre el pinturero Josep Antoni Duran Lleida, el resto de los políticos son maniquíes invisibles.
Pero no las políticas. El machismo saca los dientes cuando se trata de atacar al gobierno como sea, con razón y sin ella. Y para atacantes, Libertad Digital. La publicación de Federico Jiménez Losantos, ese liberal, presenta un vergonzoso desfile de modelos de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega para reforzar la peor cara de la oposición y atacar a un responsable público por sus gustos personales sin hallar ninguna falta.
No recuerdo haber visto ni leído nada parecido de las ministras y políticas del PP.
Pero donde PP Hyde pone el objetivo, allá van las balas desde la peor derecha mediática.
Libertad Digital presenta un especial de análisis del vestuario de la gobernante sin firmar, atribuido a "tres mujeres indignadas por la imagen que proyectaron las ministras" cuando nada más llegar a La Moncloa cayeron en error de aparecer en la revista Vogue con un socialismo fashion fuera de lugar.
¡Ah! Pero no es lo mismo. Entonces se utilizó lugar y tiempo oficiales para prestarse a un reportaje en una revista de moda de alta gama. La vice sólo viste, bien o un poco excesiva, dicen unos y otros, pero de ella es su cuerpo y su armario.
Las entregadas censoras llegaron a tres conclusiones donde se atisba un punto de envidia (será que soy un mal pensado, como LD): la vice se viste mucho y con buena ropa, "en muchos casos de estreno, exclusiva y de última temporada" y se excede con los abrigos: "una veintena de impresionantes prendas".
"Por Jesucristo vivo, cada pieza/ vale más de un millón", parece decir FJL como Cervantes, pero no dice nada. Ni una línea sobre si las prendas de Fernández de la Vega las paga ella, el erario público, se las regalan. La vicepresidenta es soltera y no ha tenido mala carrera, así que por posibles no será. Y cada cual tiene sus gustos y sus vicios. Y los conozco peores.
La prosa del cibermedio de Federico contamina, pero no afirma nada. Ni una prueba de mala conducta, malversación, abuso. Sólo una vicepresidenta donosa con su armario.
"Fuese y no hubo nada" acaba el soneto. Como la pieza de Libertad Digital.
P21 | El traspié machista de PP Hyde
P21 | El socialismo fashion de las mujeres de ZP
¿Han visto algún desfile de la moda de los políticos? ¿Y de los ministros? Más allá de los sempiternos comentarios sobre el pinturero Josep Antoni Duran Lleida, el resto de los políticos son maniquíes invisibles.
Pero no las políticas. El machismo saca los dientes cuando se trata de atacar al gobierno como sea, con razón y sin ella. Y para atacantes, Libertad Digital. La publicación de Federico Jiménez Losantos, ese liberal, presenta un vergonzoso desfile de modelos de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega para reforzar la peor cara de la oposición y atacar a un responsable público por sus gustos personales sin hallar ninguna falta.
No recuerdo haber visto ni leído nada parecido de las ministras y políticas del PP.
Pero donde PP Hyde pone el objetivo, allá van las balas desde la peor derecha mediática.
Libertad Digital presenta un especial de análisis del vestuario de la gobernante sin firmar, atribuido a "tres mujeres indignadas por la imagen que proyectaron las ministras" cuando nada más llegar a La Moncloa cayeron en error de aparecer en la revista Vogue con un socialismo fashion fuera de lugar.
¡Ah! Pero no es lo mismo. Entonces se utilizó lugar y tiempo oficiales para prestarse a un reportaje en una revista de moda de alta gama. La vice sólo viste, bien o un poco excesiva, dicen unos y otros, pero de ella es su cuerpo y su armario.
Las entregadas censoras llegaron a tres conclusiones donde se atisba un punto de envidia (será que soy un mal pensado, como LD): la vice se viste mucho y con buena ropa, "en muchos casos de estreno, exclusiva y de última temporada" y se excede con los abrigos: "una veintena de impresionantes prendas".
"Por Jesucristo vivo, cada pieza/ vale más de un millón", parece decir FJL como Cervantes, pero no dice nada. Ni una línea sobre si las prendas de Fernández de la Vega las paga ella, el erario público, se las regalan. La vicepresidenta es soltera y no ha tenido mala carrera, así que por posibles no será. Y cada cual tiene sus gustos y sus vicios. Y los conozco peores.
La prosa del cibermedio de Federico contamina, pero no afirma nada. Ni una prueba de mala conducta, malversación, abuso. Sólo una vicepresidenta donosa con su armario.
"Fuese y no hubo nada" acaba el soneto. Como la pieza de Libertad Digital.
P21 | El traspié machista de PP Hyde
P21 | El socialismo fashion de las mujeres de ZP
Wednesday, March 15, 2006
El traspié machista de PP Hyde
Deberían cambiar los plenos del Congreso de hora y ponerlos por la mañana. Así a lo mejor se evitaría que la cercanía del crepúsculo despertara a PP Hyde en la personalidad de Eduardo Zaplana y otros duros de este Partido Popular de centro reformista escorado a la derecha.
Las diputadas del PSOE y de Izquierda Unida abandonaron esta tarde la Cámara Baja (cada vez más baja debido a la estatura intelectual y moral de nuestros políticos) después de que Zaplana acusara a la vicepresidenta María Teresa de la Vega de "disfrazarse" en su reciente viaje a Kenia y Mozambique.
La vicepresidenta De la Vega le contestó que prefería vestirse como una africana en Maputo el Día Internacional de la Mujer a ser protagonista de la foto de las Azores (la que no salía en la exposición de la convención del PP sobre los años de su gobierno), aquella donde George W. Bush, Tony Blair, el portugués José Manuel Barroso y el ex presidente José María Aznar acordaron invadir Irak en 2003. Una decisión que le costaría gran parte de su gobierno al PP.
A Zaplana le traicionó el ramalazo de machismo que siempre hace que se hable de las vestimentas y moda de las políticas cuando no se hace nunca (o casi nunca) con los señores políticos. Y eso se llama machismo, aunque sea de baja intensidad. Pero el subconsciente traiciona, no hay duda.
El PSOE se acuerda del error de las fotos de las ministras en el Vogue, aquel arranque primerizo de socialismo fashion que algunos aún defienden. También algunos dirigentes como Pedro Zerolo han cruzado la frágil línea de ejemplificar ciertas políticas exhibiendo su intimidad.
Pero ninguna de esas posturas tienen relación con el arranque de "ignorancia, que sería inexcusable, de maledicencia, que sería intolerable, o de machismo detestable", en palabras de la vicepresidenta.
No se recuerdan críticas del PP a los disfraces oficiales cada vez más usados por los políticos varones por mor de unos minutos de televisión y la instantánea para las portadas. Sin imagen ya no hay política, es la era del gran espectáculo. En realidad nunca la ha habido porque las ropas siempre distinguieron a los poderosos, los políticos y los militares desde lo más profundo de la historia.
Sólo las políticas de la izquierda o los mandatarios como Evo Morales sufren la crítica y mofa del PP por su vestimenta. No se recuerdan glosas populares sobre la moda de baño de Aznar en sus vacaciones ni sobre sus sombreros tejanos con Bush, algún que otro disfraz de Ana Botella y ni siquiera cuando el presidente norteamericano se viste de sedas technicolor en las cumbres asiáticas.
La crítica de la moda diplomática traiciona y revela los oscuros pensamientos de PP Hyde.
P21 | PP Jekyll y PP Hyde
Las diputadas del PSOE y de Izquierda Unida abandonaron esta tarde la Cámara Baja (cada vez más baja debido a la estatura intelectual y moral de nuestros políticos) después de que Zaplana acusara a la vicepresidenta María Teresa de la Vega de "disfrazarse" en su reciente viaje a Kenia y Mozambique.
La vicepresidenta De la Vega le contestó que prefería vestirse como una africana en Maputo el Día Internacional de la Mujer a ser protagonista de la foto de las Azores (la que no salía en la exposición de la convención del PP sobre los años de su gobierno), aquella donde George W. Bush, Tony Blair, el portugués José Manuel Barroso y el ex presidente José María Aznar acordaron invadir Irak en 2003. Una decisión que le costaría gran parte de su gobierno al PP.
A Zaplana le traicionó el ramalazo de machismo que siempre hace que se hable de las vestimentas y moda de las políticas cuando no se hace nunca (o casi nunca) con los señores políticos. Y eso se llama machismo, aunque sea de baja intensidad. Pero el subconsciente traiciona, no hay duda.
El PSOE se acuerda del error de las fotos de las ministras en el Vogue, aquel arranque primerizo de socialismo fashion que algunos aún defienden. También algunos dirigentes como Pedro Zerolo han cruzado la frágil línea de ejemplificar ciertas políticas exhibiendo su intimidad.
Pero ninguna de esas posturas tienen relación con el arranque de "ignorancia, que sería inexcusable, de maledicencia, que sería intolerable, o de machismo detestable", en palabras de la vicepresidenta.
No se recuerdan críticas del PP a los disfraces oficiales cada vez más usados por los políticos varones por mor de unos minutos de televisión y la instantánea para las portadas. Sin imagen ya no hay política, es la era del gran espectáculo. En realidad nunca la ha habido porque las ropas siempre distinguieron a los poderosos, los políticos y los militares desde lo más profundo de la historia.
Sólo las políticas de la izquierda o los mandatarios como Evo Morales sufren la crítica y mofa del PP por su vestimenta. No se recuerdan glosas populares sobre la moda de baño de Aznar en sus vacaciones ni sobre sus sombreros tejanos con Bush, algún que otro disfraz de Ana Botella y ni siquiera cuando el presidente norteamericano se viste de sedas technicolor en las cumbres asiáticas.
La crítica de la moda diplomática traiciona y revela los oscuros pensamientos de PP Hyde.
P21 | PP Jekyll y PP Hyde
Tuesday, January 17, 2006
¡Qué machismo!

Es lo que tiene la obligación de ser ocurrente (edición de Qué en pdf), como denuncian los lectores. Es muy fácil meter la pata. El problema es cuando ocurre demasiado a menudo y con los mismos temas. El machismo rancio y el sexismo son recurrentes. También puede ser que sea una publicación sólo para hombres, ciertos hombres.
P21 | Sexo polémico en los medios
P21 | Un blog para la presidencia de Chile
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