A pagar por los mejores canales del monstruo del vídeo en internet. YouTube se suma al convencimiento de casi todos los medios de que la publicidad no es suficiente y lanzará canales de pago. El gigante digital quiere mejorar la oferta de vídeos de gatos y bebés para reinventar la televisión multipantalla y bajo demanda con sus más de mil millones de usuarios.
La disrupción digital ha llegado a la televisión, como antes a los clasificados o a la prensa. Experiencias norteamericanas como el vídeo bajo demanda de Netflix, con 32 millones de abonados, Hulu o el iPlayer de la BBC apuntan el camino: televisión bajo demanda, disponible en cualquier dispositivo, sin publicidad o con comerciales atractivos para los espectadores y sin la penuria del exceso de interrupciones de la televisión convencional.
El público está dispuesto a pagar por eso, al menos en los países con mayor tradición y oferta de televisión de pago que España. No mucho, pero lo suficiente para mantener una programación y una audiencia a la que rentabilizar por otras vías.
YouTube ya es la plataforma de la televisión digital. Su enorme audiencia e influencia lo convierte en el gran promotor y distribuidor del vídeo en todo el mundo. Con canales de pago entre 0,99 y 1,99 dólares completa su oferta gratuita y envía una señal a la televisión de pago convencional: la gente paga por los canales con los que se identifica, no por la amalgama de contenidos que no quiere ni necesita. Programación bajo demanda y elegida a gusto del consumidor para disfrutar en cualquier pantalla.
Esa es la nueva televisión. YouTube calcula conseguir entre un diez y un veinte por ciento de sus ingresos por los canales de pago. Suficiente para financiar una programación inviable sólo con publicidad en internet.
La gente no dejará la televisión convencional, pero cada pantalla se asocia ya con un público y una oferta: televisión en abierto para informativos, telerrealidad y tertulias; de pago para deportes, películas y series premium, y una nueva oferta de pago para los televidentes más jóvenes y sofisticados.
Columna en los diarios de Vocento
Periodismo, medios e ideas | Journalism, media and ideas | Una mirada a los medios, los periodistas y las ideas de la sociedad de la información | A glimpse at the media, journalists and ideas in the information society
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Monday, May 13, 2013
Thursday, April 18, 2013
Crece el impacto del vídeo online en audiencia y publicidad
Más de un 40% de los internautas norteamericanos ven vídeo bajo demanda (VOD) y utilizan los servicios de streaming para consumir sus programas de televisión y sus películas favoritas.
Los últimos datos muestran una aceleración de la conversión de la audiencia audiovisual de las pantallas tradicionales a las plataformas con más opciones de selección de los contenidos y una disponibilidad más amplia en diversas pantallas.
El 70% del público más joven se vuelca en el streaming y casi la mitad de los internautas consumen vídeo bajo demanda.
El crecimiento del consumo multipantalla hunde los sistemas de descarga como iTunes, con un 8% de la audiencia, y sigue reduciendo los soportes físicos como el DVD.
La explosión del VOD y la televisión OTT empuja también un fuerte cambio en el mercado publicitario. La erosión del mercado de televisión convencional acelera y crece el valor del vídeo over-the-top como soporte publicitario.
Esta es una de las causas del retraso del mercado publicitario de vídeo online en España y Latinoamérica, donde las grandes cadenas continúan dominando el mercado de la televisión, con una oferta bajo demanda y OTT todavía escasa.
Pero el impacto publicitario de la televisión y el vídeo va más allá: la concentración en la televisión perjudica la posición de la prensa y de los medios con oferta premium en internet frente a un dominio abusivo de la televisión convencional, que deja para el mercado digital las campañas de bajo precio.
Monday, April 15, 2013
Telesofisticados
La televisión en abierto corre riesgo en Estados Unidos. Una pequeña antena ha desatado la furia del magnate Rupert Murdoch y de otros dueños de la televisión. Aero permite ver en cualquier dispositivo, de televisores a móviles, canales en abierto en directo o bajo demanda con un sistema de grabación. Puede sonar raro, pero en un país dominado por la televisión de pago y donde los canales en abierto se usan como gancho de audiencia, el objetivo de Aero puede desbaratar un gran negocio controlado por unos pocos.
La clave es el telespectador sofisticado. Una audiencia multipantalla, que ve televisión en su móvil, en el ordenador o en su televisor HD, pero renuente a tragar el aluvión de bajo coste y peor calidad de muchos canales. Quiere elegir, ver lo que le interesa bajo demanda dónde, cuándo y en el aparato que quiera. A menudo utilizando varios a la vez para compartir en las redes sociales.
Aero, como Netflix, Amazon o Filmin, además de las propias ofertas de las televisiones de pago como Yomvi intentan atraer a ese televidente inteligente que quiere ser su propio programador.
Juego de tronos, una de las series más seguidas de los últimos tiempos, ha roto el récord de descargas: su segunda temporada fue descargada 4,3 millones de veces en todo el mundo. Nada despreciable frente a los diez millones de telespectadores que consiguió en televisión en EE. UU. Si Netflix, la gran estrella del vídeo bajo demanda, fuera un canal de pago, sería el más visto de la televisión norteamericana.
YouTube, el monstruo del vídeo en internet lo sabe y acelera sus planes para convertirse en la gran plataforma global de la televisión, tanto con canales en abierto como de pago.
La revolución audiovisual es imparable. Los más innovadores en el negocio ya corren a por un negocio que ha multiplicado las horas de consumo y que lleva la televisión a todos los momentos de nuestra y lugares de nuestra vida. Los telespectadores sofisticados aún son pocos, pero su influencia y su desafío hacen temblar a una industria acostumbrada a imponer sus deseos.
Columna en los diarios de Vocento
Monday, February 25, 2013
Rating multipantalla
Es oficial. La audiencia de la televisión es multipantalla: el televisor manda, pero ordenadores, videoconsolas, tabletas y móviles concentran a la audiencia más fiel y consumidora. En Estados Unidos la industria va a empezar a medir la audiencia en cualquier pantalla. Reconocimiento del cambio audiovisual y un paso clave para el nuevo negocio de la televisión y el cine.
Nielsen comenzará a medir la próxima temporada el consumo audiovisual en cualquier pantalla. YouTube, Netflix o Hulu empezarán a medirse con las cadenas y sus vídeos en internet. La publicidad tendrá datos para calcular los impactos (GRPs) y la eficacia de los anuncios en todas las plataformas. Fin del negocio de la pantalla única.
Tres cuartas partes de los internautas ven webs de televisión en España. Otra cuarta parte de la audiencia de internet ha pagado por algún contenido audiovisual en las nuevas pantallas, según el estudio Televidente 2.0.
Algunos programas tienen más audiencia en internet que muchos canales de la TDT y los vídeos más vistos en YouTube pueden competir con el prime time a pesar de una oferta todavía muy escasa. La fragmentación de audiencias se multiplica con la fragmentación de pantallas. Los analistas vuelven a advertir que el retraso del sistema de televisión de países como España, con fuerte regulación, un sistema de licencias obsoleto y una concentración en dos empresas enorme, es insostenible y vuelve a dar ventaja a los grandes de internet y el audiovisual norteamericanos.
La medición es clave para el negocio. Con la equiparación de audiencias acaba el espléndido aislamiento de la televisión y se confirma su convergencia con el resto de medios digitales. La publicidad elegirá los contenidos y pantallas que acaparan más atención sin fronteras de canales y dispositivos.
Hasta puede solucionar el eterno problema de las descargas: si se miden se podrán rentabilizar y dejarán de ser una anomalía para aumentar la distribución de lo mejor de la televisión, una solución que algunos defendemos hace años.
Columna en los diarios de Vocento
Tuesday, February 05, 2013
El prime time es tuyo
Toda la temporada de una tacada. Trece capítulos a un clic en cualquier pantalla conectada a internet. Es la apuesta de Netflix con su House of Cards, la primera gran serie producida por el gigante del vídeo bajo demanda en internet, con más de 30 millones de suscriptores. Nada de esperar al estreno de cada capítulo semana a semana en el prime time de las televisiones. La audiencia manda y decide si quiere tragarse este drama político de sopetón o poco a poco.
¿Qué fue de la promoción, las entrevistas con los protagonistas, los medios, el rating de audiencia, etc.? Las urdimbres del gran negocio de la televisión y el cine con su control del tiempo: de la programación y del público. Donde el marketing es tan importante y donde cada rueda de prensa es un capítulo del reality show permanente.
El poder es para la audiencia en la televisión por internet. El actor Kevin Spacey lo define como “un nuevo paradigma”, la primera serie creada para la generación del vídeo bajo demanda. En lugar de grandes campañas de promoción, la serie ha sido recomendada a los suscriptores de Netflix por un algoritmo de personalización. Si has visto otros dramas y comedias políticas, esta te gustará.
Darle a la gente lo que quiere, cuando quiere y con la mayor elección. Esa es la estrategia con la que Netflix espera sumar más suscriptores, e incluso lograr ingresos de la televisión de pago y los servidores de internet. Total disponibilidad y contenidos únicos, que no están en la televisión de pago ni en otros servicios de vídeo online como iTunes o Amazon. El gigante del comercio electrónico también se ha lanzado a la producción propia con otro sistema original: financiar un piloto y producir los que más éxito consiga. YouTube ya prepara suscripciones de pago para algunos de sus canales.
Oportunidad para los productores independientes y la ruptura del monopolio de los grandes de la televisión y el cine. Si la televisión arrebató mercado al cine con las grandes series, comienza la era de los contenidos premium en internet.
Columna en los diarios de Vocento
¿Qué fue de la promoción, las entrevistas con los protagonistas, los medios, el rating de audiencia, etc.? Las urdimbres del gran negocio de la televisión y el cine con su control del tiempo: de la programación y del público. Donde el marketing es tan importante y donde cada rueda de prensa es un capítulo del reality show permanente.
El poder es para la audiencia en la televisión por internet. El actor Kevin Spacey lo define como “un nuevo paradigma”, la primera serie creada para la generación del vídeo bajo demanda. En lugar de grandes campañas de promoción, la serie ha sido recomendada a los suscriptores de Netflix por un algoritmo de personalización. Si has visto otros dramas y comedias políticas, esta te gustará.
Darle a la gente lo que quiere, cuando quiere y con la mayor elección. Esa es la estrategia con la que Netflix espera sumar más suscriptores, e incluso lograr ingresos de la televisión de pago y los servidores de internet. Total disponibilidad y contenidos únicos, que no están en la televisión de pago ni en otros servicios de vídeo online como iTunes o Amazon. El gigante del comercio electrónico también se ha lanzado a la producción propia con otro sistema original: financiar un piloto y producir los que más éxito consiga. YouTube ya prepara suscripciones de pago para algunos de sus canales.
Oportunidad para los productores independientes y la ruptura del monopolio de los grandes de la televisión y el cine. Si la televisión arrebató mercado al cine con las grandes series, comienza la era de los contenidos premium en internet.
Columna en los diarios de Vocento
Tuesday, January 22, 2013
La apuesta de Prisa por la Smart TV
Prisa es uno de los grupos españoles que más ha apostado por la televisión conectada. A pesar de la todavía tímida penetración (menos del 20% de las televisiones), y sobre todo el escaso uso de las aplicaciones en las Smart TV. Sólo un 18% de la audiencia online usa la televisión conectada, según el último informe Televisión 2.0.
La creciente convergencia de plataformas y de aplicaciones tanto para Android como en HTML5 permite planificar una estrategia multipantalla aprovechando productos y desarrollo.
Una estrategia donde la interoperabilidad entre plataformas es cada vez mayor, tanto en Smart TV como en descodificadores inteligentes (STB) y videoconsolas, además de la creciente posibilidad de conectar móviles y tabletas a la televisión inteligente.
La televisión inteligente es para ver televisión con más criterio, funcionalidades y capacidad de elección. La única killer app para la televisión convencional es aumentar las posibilidades de ver televisión con OTT (streaming, catch-up) y vídeo bajo demanda.
Navegar desde una televisión conectada es un dolor innecesario para un usuario que tiene a su alcance ordenadores, tabletas y móviles. Lo mismo ocurre con el uso de redes sociales y otras herramientas de participación y comunicación, más sencillas y cómodas desde las pantallas personales.
Pero nada como ver televisión cómo y cuándo se quiere, con aumento de oferta y funcionalidades a través de las aplicaciones. Un mercado en crecimiento donde la simplicidad de uso y el aumento de la oferta son claves.
La creciente convergencia de plataformas y de aplicaciones tanto para Android como en HTML5 permite planificar una estrategia multipantalla aprovechando productos y desarrollo.
Una estrategia donde la interoperabilidad entre plataformas es cada vez mayor, tanto en Smart TV como en descodificadores inteligentes (STB) y videoconsolas, además de la creciente posibilidad de conectar móviles y tabletas a la televisión inteligente.
La clave está en llegar a la audiencia a través de todas las pantallas con una oferta adaptada a los hábitos de consumo con acceso completo al producto. Encontrar la marca en todas las pantallas, independientemente de cuál se la preferida de cada usuario, permite aumentar consumo y engagement, además de rentabilizar los contenidos y la publicidad.
Tras una primera fase de lanzamiento de aplicaciones de sus principales marcas para Smart TV: Los 40, El País o As, Prisa continuará este año su estrategia con una apuesta centrada en la plataforma de Samsung, la de mayor éxito entre las televisiones conectadas por su facilidad para el usuario y la disponibilidad de aplicaciones.
El Huffington Post o MeriStation se unirán este año a la oferta de Prisa para las televisiones conectadas, según las previsiones de Javier Lasa, responsable de R&D en Prisa Digital.
Desde mediados de 2012, el lanzamiento de aplicaciones para Smart TV y Android ha permitido a El País superar las 256.000 bajadas y al diario deportivo acercarse a las 205.000, más de 461.000 en total.La televisión inteligente es para ver televisión con más criterio, funcionalidades y capacidad de elección. La única killer app para la televisión convencional es aumentar las posibilidades de ver televisión con OTT (streaming, catch-up) y vídeo bajo demanda.
Navegar desde una televisión conectada es un dolor innecesario para un usuario que tiene a su alcance ordenadores, tabletas y móviles. Lo mismo ocurre con el uso de redes sociales y otras herramientas de participación y comunicación, más sencillas y cómodas desde las pantallas personales.
Pero nada como ver televisión cómo y cuándo se quiere, con aumento de oferta y funcionalidades a través de las aplicaciones. Un mercado en crecimiento donde la simplicidad de uso y el aumento de la oferta son claves.
Tuesday, December 18, 2012
Hulu y Netflix consolidan el vídeo bajo demanda, ¿y España?
Hulu, el servicio freemium de vídeo bajo demanda (OTT) norteamericano, supera los tres millones de suscriptores de pago y alcanza 695 millones de dólares de ingresos con unos costes de derechos de más de 500 millones. Los suscriptores casi se han doblado respecto al año pasado y la facturación ha crecido un 65%. Buenos datos para el vídeo bajo demanda a pesar de que la compañía propiedad de News Corporation, Disney y Comcast, varios de los gigantes de la televisión norteamericana, no publica los resultados finales de sus cuentas.
Netflix, el líder de vídeo bajo demanda con su modelo de suscripción de streaming y DVD, cerró los nueve primeros meses del año con 29,9 millones de suscriptores en todo el mundo (23,8 en Estados Unidos), una facturación de 2.664 millones de dólares y unos beneficios de 9,2 millones.
En ambos casos, la definición sobre el futuro del cine y la televisión unida al encarecimiento de los derechos, aprieta financieramente a las nuevas pantallas, pero su éxito reafirma que la nueva televisión es multipantalla, streaming, bajo demanda y por suscripción.
Una definición válida también para España cuando se analiza el consumo de los espectadores y la todavía incipiente oferta disponible.
Como en el caso de Hulu y Netflix, el consumo ha crecido con el aumento de penetración de la televisión conectada (directa, por videoconsolas o STB) y las tabletas, fundamentalmente.
Pero la gran diferencia entre Estados Unidos y España es la oferta de contenidos y la definición del futuro mercado de la televisión.
En el caso americano, como en casi todo el mundo, la televisión y el cine se hacen claramente multipantalla, con un acceso a los contenidos cada vez más neutral respecto a la plataforma. La estrategia es llegar al máximo de audiencia rentabilizando de la mejor forma cada plataforma.
Las ventanas de exhibición se estrechan y Hulu ya presume de ofrecer al público infantil la misma temporada de Nickelodeon de la que se disfruta en la televisión de pago.
Las cadenas y productoras han encontrado en Hulu, Netflix y en sus propias webs y servicios de televisión multipantalla (TV Everywhere en el caso del cable) un buen canal para aumentar y rentabilizar la oferta de programación en catch up (diferido) y de sus programas de catálogo a demanda del público.
Los datos de Gran Bretaña y otros países de Europa son inapelables: el consumo de televisión crece en todas las pantallas cuando la oferta es atractiva para el público.
El resultado es inmediato: aumenta el negocio de la televisión y el audiovisual de calidad y se reducen las descargas, como ocurre también en España.
La publicidad también acompaña. El vídeo y las nuevas pantallas son los motores de la publicidad digital en todo el mundo, con una ralentización importante en España por la crisis publicitaria (con una caída del 50% del mercado de televisión) y una estructura de oferta que lleva a la pérdida de GRPs y de eficacia.
La concentración del mercado de televisión en el duopolio Mediaset/Antena 3 produce un estrangulamiento del mercado televisivo y de la oferta en las nuevas pantallas. Pero también un agravamiento de la crisis en el resto de los medios.
El abusivo dominio de las dos grandes empresas de televisión y la concentración de la oferta y los derechos limita el desarrollo del mercado tanto publicitario como de audiencia.
Para los anunciantes no hay forma de llegar a otros públicos de manera diferente. La pérdida de audiencia y contactos sufrida con la retirada de la publicidad de TVE no se recupera y se agrava.
El público sufre una limitación de la oferta de televisión y cine multipantalla como no ocurre ya en ningún otro país desarrollado.
La propia televisión de pago se frena por el modelo de la TDT: televisión en abierto de bajo coste con una oferta de canales amplia pero con pocas alternativas de calidad.
El estancamiento regulatorio impuesto por las grandes cadenas y distribuidores de cine agrava el panorama con los derechos exclusivos y condicionados para los grandes canales y pantallas, tanto en fútbol como en cine.
El gobierno Rajoy ha perdido una gran oportunidad de repensar el futuro mercado audiovisual, que ya no es televisión sino que abarca todo el ecosistema digital. La discusión del dividendo digital y la imposición de las tesis de la televisión privada frena las posibilidades de desarrollo no sólo de las nuevas pantallas, sino también de quienes aspiran a licencias de TDT.
Unos demandan licencias para ofertar nuevos contenidos mientras otros se benefician de una adjudicación partidista, poco transparente y sin concurso público, por lo tanto sin ingresos para las arcas públicas al contrario que en otros países, como acaba de ratificar el Tribunal Supremo.
Un reparto que ha acabado siendo un castigo. Para muchas empresas por el impacto del fracaso de la TDT en sus cuentas y en el resto de sus medios. Para la audiencia por la oferta de bajo coste y la saturación de horóscopos, videntes y demás programación basura cuya único objetivo es mantener las frecuencias ocupadas.
El reparto de las licencias de TDT a los grandes grupos de comunicación se ha demostrado un fracaso tanto para la audiencia como para los propios medios. Vocento o Unidad Editorial tienen sus licencias alquiladas y la explosión de canales sólo ha conducido al mercado de televisión más concentrado de Europa, con menor oferta multipantalla y con la televisión pública más debilitada.
Ese es el balance de la gestión televisiva y del mercado de la comunicación de Zapatero y lo que llevamos de Rajoy.
La discusión sobre la financiación del cine es una nueva oportunidad para abrir aquello que un día se llamó el melón televisivo y que ahora afecta a todo el ecosistema digital multipantalla. La lucha entre el monopolio de la televisión en abierto y de pago (Mediaset, Antena 3, Prisa) y las nuevas pantallas vuelve a jugarse con el poder político siempre cercano a las demandas de Uteca, la patronal de la televisión convencional.
Es hora de otra televisión con más pantallas y oferta de calidad.
Netflix, el líder de vídeo bajo demanda con su modelo de suscripción de streaming y DVD, cerró los nueve primeros meses del año con 29,9 millones de suscriptores en todo el mundo (23,8 en Estados Unidos), una facturación de 2.664 millones de dólares y unos beneficios de 9,2 millones.
En ambos casos, la definición sobre el futuro del cine y la televisión unida al encarecimiento de los derechos, aprieta financieramente a las nuevas pantallas, pero su éxito reafirma que la nueva televisión es multipantalla, streaming, bajo demanda y por suscripción.
Una definición válida también para España cuando se analiza el consumo de los espectadores y la todavía incipiente oferta disponible.
Como en el caso de Hulu y Netflix, el consumo ha crecido con el aumento de penetración de la televisión conectada (directa, por videoconsolas o STB) y las tabletas, fundamentalmente.
Pero la gran diferencia entre Estados Unidos y España es la oferta de contenidos y la definición del futuro mercado de la televisión.
En el caso americano, como en casi todo el mundo, la televisión y el cine se hacen claramente multipantalla, con un acceso a los contenidos cada vez más neutral respecto a la plataforma. La estrategia es llegar al máximo de audiencia rentabilizando de la mejor forma cada plataforma.
Las ventanas de exhibición se estrechan y Hulu ya presume de ofrecer al público infantil la misma temporada de Nickelodeon de la que se disfruta en la televisión de pago.
Las cadenas y productoras han encontrado en Hulu, Netflix y en sus propias webs y servicios de televisión multipantalla (TV Everywhere en el caso del cable) un buen canal para aumentar y rentabilizar la oferta de programación en catch up (diferido) y de sus programas de catálogo a demanda del público.
Los datos de Gran Bretaña y otros países de Europa son inapelables: el consumo de televisión crece en todas las pantallas cuando la oferta es atractiva para el público.
El resultado es inmediato: aumenta el negocio de la televisión y el audiovisual de calidad y se reducen las descargas, como ocurre también en España.
La publicidad también acompaña. El vídeo y las nuevas pantallas son los motores de la publicidad digital en todo el mundo, con una ralentización importante en España por la crisis publicitaria (con una caída del 50% del mercado de televisión) y una estructura de oferta que lleva a la pérdida de GRPs y de eficacia.
La concentración del mercado de televisión en el duopolio Mediaset/Antena 3 produce un estrangulamiento del mercado televisivo y de la oferta en las nuevas pantallas. Pero también un agravamiento de la crisis en el resto de los medios.
El abusivo dominio de las dos grandes empresas de televisión y la concentración de la oferta y los derechos limita el desarrollo del mercado tanto publicitario como de audiencia.
Para los anunciantes no hay forma de llegar a otros públicos de manera diferente. La pérdida de audiencia y contactos sufrida con la retirada de la publicidad de TVE no se recupera y se agrava.
El público sufre una limitación de la oferta de televisión y cine multipantalla como no ocurre ya en ningún otro país desarrollado.
La propia televisión de pago se frena por el modelo de la TDT: televisión en abierto de bajo coste con una oferta de canales amplia pero con pocas alternativas de calidad.
El estancamiento regulatorio impuesto por las grandes cadenas y distribuidores de cine agrava el panorama con los derechos exclusivos y condicionados para los grandes canales y pantallas, tanto en fútbol como en cine.
El gobierno Rajoy ha perdido una gran oportunidad de repensar el futuro mercado audiovisual, que ya no es televisión sino que abarca todo el ecosistema digital. La discusión del dividendo digital y la imposición de las tesis de la televisión privada frena las posibilidades de desarrollo no sólo de las nuevas pantallas, sino también de quienes aspiran a licencias de TDT.
Unos demandan licencias para ofertar nuevos contenidos mientras otros se benefician de una adjudicación partidista, poco transparente y sin concurso público, por lo tanto sin ingresos para las arcas públicas al contrario que en otros países, como acaba de ratificar el Tribunal Supremo.
Un reparto que ha acabado siendo un castigo. Para muchas empresas por el impacto del fracaso de la TDT en sus cuentas y en el resto de sus medios. Para la audiencia por la oferta de bajo coste y la saturación de horóscopos, videntes y demás programación basura cuya único objetivo es mantener las frecuencias ocupadas.
El reparto de las licencias de TDT a los grandes grupos de comunicación se ha demostrado un fracaso tanto para la audiencia como para los propios medios. Vocento o Unidad Editorial tienen sus licencias alquiladas y la explosión de canales sólo ha conducido al mercado de televisión más concentrado de Europa, con menor oferta multipantalla y con la televisión pública más debilitada.
Ese es el balance de la gestión televisiva y del mercado de la comunicación de Zapatero y lo que llevamos de Rajoy.
La discusión sobre la financiación del cine es una nueva oportunidad para abrir aquello que un día se llamó el melón televisivo y que ahora afecta a todo el ecosistema digital multipantalla. La lucha entre el monopolio de la televisión en abierto y de pago (Mediaset, Antena 3, Prisa) y las nuevas pantallas vuelve a jugarse con el poder político siempre cercano a las demandas de Uteca, la patronal de la televisión convencional.
Es hora de otra televisión con más pantallas y oferta de calidad.
Monday, December 10, 2012
Más pantallas para el cine
Una foto con mucha gente. Es el resumen de la primera reunión de una comisión entre el gobierno y la industria para diseñar el futuro de la financiación del cine español. Entre tantos aún faltaban los que todos menos los consumidores siempre relegan: el vídeo en internet. Tan presente con las descargas en las pantallas y aún incipiente en una oferta legal sometida a los intereses de una industria poco dispuesta a cambiar.
En la comisión mandan las televisiones y las grandes distribuidoras. Las teles quieren librarse de la obligación de financiar el cine con el 5% de sus ingresos. Las segundas mantener ventanas de exhibición –el lapso entre las diferentes formas de ver cine: salas, televisión de pago, DVD, vídeo bajo demanda, etc.- que castigan a los cineastas con falta de salas y desaparición de sus películas de las pantallas durante muchos meses. Además empujan a los aficionados a las descargas por la imposibilidad de ver las películas o las series que más gustan cuando se oye hablar de ellas.
El cine y la televisión quieren secar la vaca. El peligro es acostumbrar a los espectadores a otras alternativas de consumo inmediato, multipantalla y gratificación instantánea. Nadie quiere esperar para consumir ni para compartir. Es el mandamiento de una economía digital resistida por los que han sido dueños durante casi un siglo.
No es nuevo. El cine nació como un monopolio que se mudó a Hollywood para romper el cártel original hasta que convertirse en otro oligopolio. La televisión ha vivido de la exclusividad de las licencias hasta que internet ha borrado fronteras legales y entre pantallas.
Unos reclaman ventanas dinámicas para exhibir series y películas bajo demanda (VoD) cuando no están en otras pantallas: fin de la exclusividad de exhibición y aprovechar todo el catálogo que no se puede ver. Los productores, no depender de las televisiones ni del Estados y financiar el cine con un impuesto sobre la taquilla. La mejor solución es más oferta cuando la gente quiere verla, pero la resistencia de los lobbies es enorme.
Columna en los diarios de Vocento
Thursday, November 15, 2012
Telefónica crece en televisión y vídeo por internet
El futuro de Telefónica no es la telefonía. La multinacional española apuesta cada vez más por convertirse en una teleco 2.0 con una oferta integrada de conectividad (redes), contenido (televisión y digital) y funcionalidades (aplicaciones). Para ello da un paso más en su apuesta por el vídeo y la televisión en internet tanto a través de OTT como de IPTV. Brasil, Chile y España serán los países donde primero se despliegue la nueva platataforma de vídeo global (GVP, global video platform) anunciada hoy merced a un acuerdo con Microsoft para desplegar los nuevos servicios de vídeo y televisión on line con la tecnología Microsoft Mediaroom.
Con la nueva GVP de Telefónica sus servicios de televisión operarán desde la nube (cloud computing) y se distribuyen tanto en redes dedicadas (IPTV) como en internet (OTT) tanto a televisiones conectadas, consolas Xbox, como al resto de ordenadores, móviles y tabletas que conforman las pantallas de la convergencia.
Telefónica tiene ya 11 millones de hogares conectados (casi un millón en España) y 22 millones de descodificadores habilitados para televisión en todo el mundo . La creación de la nueva plataforma de televisión digital para la convergencia y la multipantalla permitirá al grupo abundar en su estrategia de contenidos que se dirige desde Telefónica Digital.
La compañía quiere estar presente en toda la cadena de valor de la nueva televisión: lineal, televisión híbrida e internet. En marzo de este año Telefónica ya reunía 3,3 millones de usuarios de televisión en Latinoamérica y Europa, además de otros 125.000 suscriptores a los servicios OTT de Terra. El grupo espera crecimientos del 13% en Brasil, del 9% en Chile o del 5% en España hasta 2015, un mercado de más de mil millones de dólares.
Telefónica los últimos dos meses sendos servicios de IPTV (televisión por internet como Imagenio) en Chile y Brasil que junto a España serán la avanzadilla de la nueva plataforma.
Telefónica concentra cada vez más poder en la televisión convencional. tanto de abierto y de pago, como en el audiovisual en internet.
El relanzamiento de Terra en España y como marca global es la gran apuesta OTT de la compañía junto a sus servicios y paquetes integrados de telefonía, internet, televisión y móviles, que incluyen las redes de IPTV.
Además Telefónica Digital amplía su posición en toda la cadena de valor audiovisual con la adquisición de derechos globales, producción propia (Media Networks, Telefé) y distribución con Terra y Telefónica on Video.
La televisión de la convergencia es una batalla de contenidos y plataformas.
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Tuesday, November 13, 2012
Canal+ Yomvi y Cinesa: televisión y cine unidos en internet
Canal Plus Yomvi, la oferta por internet de la cadena de pago, se une a la exhibidora de cine Cinesa para unir una oferta de televisión y cine por internet. Yomvi en Cinesa ofrece dos alternativas: una tarifa plana de 7,95 euros (9,62 con IVA) por estrenos de cine, series de televisión y documentales además del canal Canal+2. Para los aficionados al fútbol suma a esa oferta de cine y televisión un paquete con Canal+ Liga y la Champions League por 14,94 euros (18 euros al mes con IVA).
La oferta de Canal+ y Cinesa une por primera vez el vídeo bajo demanda (VoD) y la televisión por internet para batir al resto de ofertas digitales (OTT) que se concentran en canales de televisión por internet o en vídeo bajo demanda.
La asociación de las dos compañías es un ejemplo de cómo desempaquetar la tradicional oferta de la televisión de pago -una suma de canales más un servicio de taquilla (pay per view)- y personalizarla por perfiles de público con la oferta de cine disponible para internet en vídeo bajo demanda.
Canal+ y Cinesa intentan algo así como la suma de Netflix, el mayor servicio de vídeo bajo demanda del mundo, con TV Everywhere, la migración de la oferta de pago de la televisión a las nuevas pantallas.
Cinesa entra con este acuerdo en la exhibición en internet con parte de su catálogo para cine y Prisa aumenta los paquetes de oferta de Canal+.
La oferta mejora los precios de Canal+ Yomvi y entra de lleno en la guerra de precios de la OTT.
El vídeo y la televisión por internet crecen a pesar de su todavía pequeña cuota de mercado. Como se demuestra en otros mercados, la oferta legal de calidad a precios asequibles es atractiva para los usuarios y aumenta el mercado y el negocio.
Pero también acelera la migración del modelo de televisión tradicional, resistido por los grandes de la televisión porque implica una disrupción de su negocio tradicional, a pesar de que por ahora el bajo consumo de televisión en internet y vídeo bajo demanda permite a las empresas regular y acomodar la oferta.
El retraso en España del crecimiento de la oferta digital, resistida tanto por la industria de la televisión y el cine, como por las barreras de los distribuidores y las sociedades de gestión de los derechos de autor, impide el crecimiento de una oferta independiente y favorece la migración de las cadenas de televisión a las nuevas pantallas digitales.
Esa es la línea de desarrollo en la que se ha embarcado con ímpetu Canal+ con sus productos de la convergencia entre pantallas. La empresa sabe que la televisión de pago crece cuando se aumenta la oferta tanto de posibilidades de contenido bajo demanda como de dispositivos de acceso.
Ahora se une uno de los grandes exhibidores de cine en salas. El mercado audiovisual comienza a cambiar en serio después de la experiencia de estreno simultáneo de la película Carmina o revienta y el continuo crecimiento del vídeo bajo demanda y del visionado de programas de televisión y canales convencionales en las nuevas pantallas.
Monday, November 12, 2012
Dividendo audiovisual
Las cadenas y el gobierno se pelean para no reducir canales con el dividendo digital, que obliga a dejar frecuencias libres para los nuevos servicios móviles de banda ancha. La pelea por mantener canales contrasta con una oferta todavía escasa de televisión y cine en internet bajo demanda que mantiene a las descargas entre las preferencias de los usuarios.
La audiencia es insaciable. Más cadenas, más consumo. Y más en tiempo de crisis, pero no necesariamente porque sea lo que pide la audiencia. Menos los jóvenes y los fans de los contenidos de calidad que escapan de la saturación de telerrealidad y concursos.
En Estados Unidos Netflix ha derrotado a las descargas. La oferta de vídeo on line –Over the Top (OTT)– de alta calidad está desplazando a la televisión de pago, pero también a las descargas, tan temidas por la industria.
Netflix ya acapara un tercio de todo el tráfico de internet en Estados Unidos y ha relegado a las descargas al 12%, mientras en Europa todavía acaparan más del 20% del consumo de internet por una oferta de entretenimiento online mucho más escasa. Los servicios de vídeo de Amazon y la oferta gratuita y de pago de Hulu empujan el nuevo mercado audiovisual
Las cifras se repiten en países como Gran Bretaña, donde el vídeo bajo demanda en internet supera los cinco millones de audiencia, a los que se unen otros 7,5 millones de iPlayer, el sistema de streaming de la BBC.
Con tanta televisión en abierto acaparando la atención y controlando los derechos de programación, la oferta de vídeo bajo demanda en internet española lucha por un hueco en un mercado donde los oligopolios de los derechos de autor y el control de las grandes distribuidoras y televisiones ahoga las nuevas iniciativas.
El dividendo digital debería llegar no sólo a las telefónicas, sino también al público audiovisual y a la nueva televisión en internet. Es hora de repensar el mercado audiovisual en la convergencia y de romper el círculo vicioso de los intereses políticos y de las grandes cadenas.
Columna en los diarios de Vocento
La audiencia es insaciable. Más cadenas, más consumo. Y más en tiempo de crisis, pero no necesariamente porque sea lo que pide la audiencia. Menos los jóvenes y los fans de los contenidos de calidad que escapan de la saturación de telerrealidad y concursos.
En Estados Unidos Netflix ha derrotado a las descargas. La oferta de vídeo on line –Over the Top (OTT)– de alta calidad está desplazando a la televisión de pago, pero también a las descargas, tan temidas por la industria.
Netflix ya acapara un tercio de todo el tráfico de internet en Estados Unidos y ha relegado a las descargas al 12%, mientras en Europa todavía acaparan más del 20% del consumo de internet por una oferta de entretenimiento online mucho más escasa. Los servicios de vídeo de Amazon y la oferta gratuita y de pago de Hulu empujan el nuevo mercado audiovisual
Las cifras se repiten en países como Gran Bretaña, donde el vídeo bajo demanda en internet supera los cinco millones de audiencia, a los que se unen otros 7,5 millones de iPlayer, el sistema de streaming de la BBC.
Con tanta televisión en abierto acaparando la atención y controlando los derechos de programación, la oferta de vídeo bajo demanda en internet española lucha por un hueco en un mercado donde los oligopolios de los derechos de autor y el control de las grandes distribuidoras y televisiones ahoga las nuevas iniciativas.
El dividendo digital debería llegar no sólo a las telefónicas, sino también al público audiovisual y a la nueva televisión en internet. Es hora de repensar el mercado audiovisual en la convergencia y de romper el círculo vicioso de los intereses políticos y de las grandes cadenas.
Columna en los diarios de Vocento
Friday, November 09, 2012
Estados Unidos vs. Europa: OTT frente a descargas
Una buena oferta de vídeo y entretenimiento en internet frena las descargas y gran parte de las quejas de la industria. El análisis de los mercados digitales de Estados Unidos y Europa muestra que la oferta de vídeo (OTT) y música (streaming) competitiva, eficaz y asequible cambia radicalmente el consumo de los usuarios tanto en líneas fijas como móviles.
El entretenimiento online es el 58,6% del total del tráfico digital desde conexiones fijas en Estados Unidos, con Netflix acaparando un 28,8% del tráfico total y un 33% del de bajada, dejando muy lejos a las descargas, con un 12% del tráfico, con BitTorrent acaparando un 10% del total.
En Europa la escasa y menos competitiva oferta, unida al bloqueo que televisiones y distribuidoras han conseguido imponer en muchos países, hace que el entrenimiento online sólo represente el 34,8% del tráfico mientras las descargas son el 20,3%, BitTorrent con un 14,9%.
Ese déficit de oferta de vídeo online (Over the Top) en Europa beneficia también a Google, que con YouTube acapara el 20% del tráfico total y la mayoría del consumo de vídeo.
Gran Bretaña, donde el mercado digital es mucho más competitivo, muestra que cuando hay oferta competitiva y bien promocionada, el usuario la adopta rápidamente. El streaming de BBC iPlayer consigue un 5,10% del tráfico total mientras Netflix y Lovefilm, los dos principales competidores comerciales de OTT alcanzan un 2,5 y un 1,46% del tráfico.
Los datos del análisis de tráfico de Sandvine vuelven a demostrar que la mejor política antipiratería es una buena oferta comercial. El problema, como siempre, es que para que cambie el mercado y el consumo de los usuarios debe haber una innovación disruptiva que irrumpa tan fuerte como Netflix en Estados Unidos. De lo contrario, las barreras monopolísticas y de los viejos mercados moderan los cambios pese a la igualdad en redes y dispositivos de acceso.
Por eso no tiene ningún sentido que los grandes distribuidores y las sociedades de gestión de derechos de autor sigan comportándose como monopolios que bloquean los nuevos negocios y aumentan el mercado irregular, con peor oferta para los consumidores y menor negocio para la industria. La contrapartida es el mantenimiento del control de los grandes, la vieja historia de los oligopolios.
Un problema que vuelve a ser de especial relevancia en España con la discusión de la nueva estructura del espectro radioeléctrico y el dividendo digital mientras esperamos una reforma de la Ley de Propiedad Intelectual de la que ya se filtran borradores inquietantes.
El estudio revela también diferencias de consumo interesantes entre ambos mercados. En el fijo en Europa hay mucho más tráfico web y de redes sociales mientras en ambos continentes el consumo de comunicación (Skype, videochats, etc.) es bastante estable, igual que el de plataformas de aplicaciones.
En el tráfico móvil se repiten las diferencias, el mercado de entretenimiento en tiempo real, sobre todo el vídeo y el streaming de música, acaparan la mitad del consumo, mientras en Europa es sólo un 34,2% y se mantiene un alto consumo de P2P, del 8,9%.
YouTube, con un 28% y la música de Pandora con un 4,74% del total del tráfico marcan la diferencia con Europa, donde los torrents son fuertes con un 6,82% del consumo y YouTube baja nueva puntos, hasta el 19%.
La otra gran diferencia es el mayor uso en Europa de aplicaciones y servicios de comunicaciones, de Skype a mensajes multimedia (WhatsApp y similares) para evitar los costes de telefonía.
El consumo de redes sociales también es mayor en Europa, un 14,6% del total frente a un 10,5% en Estados Unidos, con Facebook como acaparador de la mayoría del tráfico, un 13% en el Viejo Continente y un 7,95% en el americano.
Cuando se hace la proyección sobre el futuro del consumo aparecen tres grandes motores, tanto en fijo como en móvil: el vídeo en internet, el aumento de consumo en las aplicaciones (ahora mayor con la progresiva implantación de los nuevos sistemas operativos como Windows 8) y el crecimiento de la telefonía IP y las aplicaciones de mensajería.
Thursday, November 08, 2012
Rebelión por el dividendo digital y la televisión
El dividendo digital permitirá liberar frecuencias para los nuevos servicios móviles -4G y nuevas comunicaciones electrónicas- y es una obligación internacional que en Europa debe cumplirse antes de 2015, pero que el ministro José Manuel Soria quiere adelantar al 1 de enero de 2014 después cambiar el plan del anterior gobierno socialista, que preveía una migración completa de canales y emplear 800 de los 1.800 millones recaudados por la subasta de frecuencias en la resintonización y antenización para mitigar el gasto de ciudadanos (alrededor de 20 euros por vivienda) y televisiones.
Gobierno y televisiones llegaron a un acuerdo en agosto para comprimir los 24 canales privados de TDT nacional. Las privadas renuncian a un múltiple, RTVE a otro y las autonómicas reducen uno más. Todo para mantener los canales actuales a riesgo de eliminar posibilidades de alta definición y nuevos servicios interactivos.
La patronal de los contenidos digitales (Ametic) denuncia junto a Uteca -la patronal de las televisiones privadas- la indefinición del gobierno, los cambios en los borradores y las limitaciones técnicas para la televisión futura.
Ambas patronales defienden el mantenimiento de todos los canales y el status quo creado desde la implantación de la TDT, que ha multiplicado la oferta de canales en abierto.
Pero las circunstancias han cambiado y lo seguirán haciendo. Mediaset y Antena 3 conforman el mayor duopolio de televisión privada de Europa, con ya el 87,5% del mercado publicitario y más del 53% de la audiencia. La crisis publicitaria sigue y se ha llevado el 50% de la inversión en televisión en los últimos cinco años sin que se haya recuperado una gran parte de la publicidad prohibida en TVE.
Las autonómicas siguen perdiendo publicidad y audiencia. Urge una reforma integral, tanto económica como de contenidos y función del servicio público, antes de que se consume un mala privatización.
Los cambios en RTVE, la erosión de sus informativos, las pérdidas de 105 millones de este año y su insostenibilidad financiera demandan repensar en serio, sin partidismos ni cesiones a monopolios y grandes empresas, la televisión de todos.
La única televisión continuamente frenada en España es la televisión por internet. La televisión híbrida y de la convergencia que permite a los usuarios disfrutar de canales y contenidos inagotables, en directo y bajo demanda (VoD, catch-up), en cualquier pantalla, con diferentes ofertas y precios (gratis, freemium, suscripción, pago por visión, etc.) y con más funcionalidades sociales e interactivas.
A pesar del acuerdo de las cadenas y los fabricantes para adoptar el estándar de televisión híbrida HbbTV, el control de las grandes cadenas sobre el mercado y los derechos televisivos, la inexistencia de licencias y derechos flexibles y la escasa penetración de estos servicios mantienen a la televisión atada a la programación low cost y a una oferta enorme pero redundante.
El dividendo digital es la oportunidad de repensar la televisión cuando ya no es un sistema independiente. Cuando es una oferta y un formato más del universo digital. Un universo que permite más oferta, más posibilidades de acceso y que aumenta la demanda.
Debe diseñarse entre todos, con participación de la televisión convencional y las nuevas ofertas. Con la vista puesta en el futuro y sin primar los intereses de unos pocos. O seguirán las peleas que siempre pagan los ciudadanos, en peor oferta, menos pluralismo y más dinero.
Monday, October 08, 2012
Producción propia: la hora de la televisión en internet
YouTube ya quiere ser una televisión de verdad. Netflix y Hulu, también. La hora de la convergencia de la televisión e internet llega con la descentralización de la distribución, la disponibilidad en todas las pantallas y la producción propia.
Ahora sí, es el momento. La televisión y el mercado audiovisual siempre han cambiado por el fin del monolopio de la distribución y los contenidos. Ocurrió con la ruptura del monopolio del Edison Trust (Motion Picture Patents Company) y más tarde del propio Hollywood y el monopolio de los grandes estudios, que aún mantienen en gran parte las majors. Pero también cuando el cable abrió la televisión más allá de los canales de aire o cuando la TDT en España rompió la estrecha rigidez de la televisión privada.
YouTube, Netflix y Hulu se lanzan a la producción propia de contenidos de calidad y a la adquisición de derechos de contenidos premium cuando la democratización de la distribución está garantizada con el vídeo en internet y la fragmentación de la multipantalla: televisores, televisión conectada, ordenadores, tabletas y móviles.
YouTube lanza una nueva oleada de canales de nicho en Francia, Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos. Los suma a los más de cien que ya estrenó hace un año y con los que ha logrado un millón de espectadores a la semana en los 25 más vistos y cien mil suscriptores.
La mayoría de los canales temáticos se sostienen con promociones (sponsors), el formato publicitario que más está creciendo en los medios digitales y que mejores resultados da a los anunciantes. La consultora Idate calcula en 2.500 millones de euros el mercado mundial de vídeo para la televisión conectada y OTT (vídeo en internet): 31% de la publicidad para contenidos premium y un 37% para el mercado de pago.
En España YouTube ha avanzado también hacia el fútbol con el canal La Liga, donde se ofrecen los goles de cada jornada gracias a un acuerdo con Mediapro, el propietario de los derechos del fútbol televisado. Pero además en la plataforma de vídeo conviven otros canales como el de la Liga BBVA y el de Gillette Football Club, ejemplo del modelo de negocio de contenidos promocionados (branded content) en la plataforma.
Netflix (27 millones de suscriptores) y Hulu, los dos grandes del vídeo y la televisión bajo demanda en Estados Unidos también se suman a la puja por hacerse con derechos de contenidos de calidad para el streaming con presupuestos comparables a las televisiones.
Netflix gastó 2.000 millones de dólares en contenidos en 2011 y Hulu prevé invertir 500 millones de dólares este año. El gasto en costes de producción de las dos grandes televisiones españolas, Mediaset y Antena 3 ronda los 250 millones de euros en cada una de ellas.
Con la apuesta por la producción propia y la compra de derechos audiovisuales cierra la primera fase del vídeo en internet para apostar por el contenido premium, la publicidad segmentada y la multipantalla, las verdaderas killer apps de la televisión convencional que YouTube y las nuevas plataformas llevan tiempo construyendo.
Con la audiencia en las nuevas pantallas y la búsqueda de los anunciantes de mejores oportunidades con mayor segmentación, precio ajustado y mejor retorno, el momento de la televisión 2.0 parece haber llegado.
La última fase es la pelea por el fin de las licencias de frecuencias, el sistema de ventanas que anima la piratería e incomoda a los mayores consumidores de cine y televisión, y la comercialización separada de derechos nacionales frente al mercado único y simultáneo (europeo y global).
Mientras en los mercados más desarrollados los grandes de internet y el streaming potencian las nuevas plataformas audiovisuales, en España estamos atrapados en el duopolio Mediaset/Antena 3 y las televisiones intentan mantener su dominio en la televisión híbrida con el estándar HbbTV. La ventaja para los espectadores es que ese estándar permitirá la multiplicación de aplicaciones audiovisuales en las televisiones conectadas, tabletas y móviles, donde unos pocos ya disfrutan de la pequeña oferta de canales especializados que a menudo baten a algunos temáticos de la TDT.
Monday, September 24, 2012
Televisión híbrida para todos
Comprar un televisor con conexión a internet todavía es una aventura para muchos. Una incomodidad a punto de acabar. Se acabó dudar sobre los formatos de vídeo, las aplicaciones propias o abiertas, conexión directa o mejor con un descodificador o un disco duro, wifi incorporado o no. Una conspiración técnica y de contenidos contra la sencillez y simplicidad de la televisión. El resultado: muchos televisores se compran pero no se conectan nunca o no se usan sus aplicaciones porque la pantalla se hace demasiado compleja. La industria audiovisual –cadenas, anunciantes, fabricantes y servicios de streaming y vídeo bajo demanda- quiere acabar con la complejidad de la televisión conectada, facilitar la convergencia de la televisión con internet y la migración de las cadenas al nuevo entorno digital sin sobresaltos, ni para los espectadores ni para la industria.
Dentro de poco los usuarios se encontrarán con un nuevo distintivo para distinguir a los televisores HbbTV, el estándar europeo de televisión híbrida con internet acordado con el Ministerio de Industria. Fin del rompecabezas: el sistema facilitará el acceso a los servicios digitales de las televisiones - vídeo bajo demanda o sistemas de información interactiva-, conectarse con las redes sociales o usar videoclubs y aplicaciones de vídeo con sólo conectar su televisión a la red.
El consenso sobre el sistema de televisión híbrida convierte a 2012 en el año de la televisión conectada y marca el fin de la televisión como un sistema independiente. Ahora se sumerge en internet a un clic del mando.
Fin de la limitación de las licencias, por número de canales o por territorio o de la programación a la que se puede acceder. Una nueva era que cierra la implantación de la TDT y anuncia la convergencia de contenidos - en vivo, diferido o a la carta- y pantallas con un sistema que facilitará el uso de aplicaciones en televisores, móviles y tabletas. Televisión e internet se emparejan para evitar la fragmentación de pantallas.
Columna en los diarios de Vocento
Dentro de poco los usuarios se encontrarán con un nuevo distintivo para distinguir a los televisores HbbTV, el estándar europeo de televisión híbrida con internet acordado con el Ministerio de Industria. Fin del rompecabezas: el sistema facilitará el acceso a los servicios digitales de las televisiones - vídeo bajo demanda o sistemas de información interactiva-, conectarse con las redes sociales o usar videoclubs y aplicaciones de vídeo con sólo conectar su televisión a la red.
El consenso sobre el sistema de televisión híbrida convierte a 2012 en el año de la televisión conectada y marca el fin de la televisión como un sistema independiente. Ahora se sumerge en internet a un clic del mando.
Fin de la limitación de las licencias, por número de canales o por territorio o de la programación a la que se puede acceder. Una nueva era que cierra la implantación de la TDT y anuncia la convergencia de contenidos - en vivo, diferido o a la carta- y pantallas con un sistema que facilitará el uso de aplicaciones en televisores, móviles y tabletas. Televisión e internet se emparejan para evitar la fragmentación de pantallas.
Columna en los diarios de Vocento
Tuesday, July 10, 2012
Olimpiadas multipantalla y a la carta
RTVE.es prepara para los Juegos Olímpicos de Londres 2012 una oferta audiovisual de 2.200 horas de emisiones en todas las pantallas
RTVE lo dará todo en los próximos Juegos Olímpicos de Londres 2012. Más de 2.200 horas de emisión, por primera vez todos los deportes a través de 19 señales, en alta definición y para ver por la televisión, pero sobre todo no perderse nada gracias a la televisión conectada, que permitirá ver todos los deportes y la programación completa a la carta en RTVE.es tanto en televisores conectados como en ordenadores, móviles y tabletas. Los recortes no han podido con el mayor despliegue de la televisión multipantalla a pesar de una reducción de una cuarta parte (26%) en los profesionales que se desplazarán a Londres frente a los que cubrieron los Juegos de Pekín 2008, los primeros multiplataforma de la historia. Entonces RTVE.es duplicó sus usuarios únicos: de 1,9 millones a 3,5, con más de 50 millones de páginas vistas y 380.000 usuarios de móvil.
Columna completa en Estrella Digital
Monday, December 19, 2011
El año de la televisión conectada
2012 será el año de la televisión conectada a internet. Fin de las barreras entre pantallas y de un modelo de televisión digital (TDT) que acaba como empezó: con dos grandes cadenas privadas dominando el telestado, Telecinco y Antena 3. Y dos grandes diferencias: una TVE sin publicidad y una enorme fragmentación, con sólo las tres grandes cadenas y alguna autonómica por encima del diez por ciento de audiencia.
La televisión conectada no es todavía inteligente, pero rompe la tiranía de la programación al permitir a la audiencia elegir qué ver bajo demanda, gratis o de pago, contenido profesional o aficionado, y obliga a cadenas y a productoras a repensar su negocio y relación con un público más activo, exigente y con un poder de recomendación cada vez más importante cuando los contenidos se socializan en las pantallas.
RTVE acaba de presentar su apuesta por la televisión híbrida: banda ancha e internet a través del estándar europeo Hbb TV, consensuado por el sector y el Ministerio de Industria hace unos días. La televisión pública pondrá a disposición de los espectadores su servicio A la carta sin tener que renunciar a la gran pantalla. Una ampliación de su apuesta por el vídeo a demanda en todas las plataformas y pantallas que se ha convertido desde marzo pasado en la oferta audiovisual con mayor archivo vivo.
Otras cadenas públicas como TV3, privadas como Telecinco o de pago como Canal+ se han lanzado ya a la televisión híbrida para no perder el mercado del futuro. Sólo una cuarta parte de la audiencia puede ver televisión por internet. Y la mayoría todavía ve poca. Unas veces por la desconexión de los equipos, otras por una oferta aún escasa y de bajo atractivo. Pero el desembarco de las grandes cadenas y el lanzamiento de proyectos de convergencia como el de Microsoft con su Xbox 360 anuncian un cambio de actitud impulsado también por el consumo de televisión en móviles y tabletas.
Con las aplicaciones para televisores y la televisión por internet no se necesitan licencias ni concesiones, pero sí contenido de calidad y una propuesta atractiva para público y mercado. Las productoras independientes y el cine encontrarán nuevas pantallas imprescindibles para los consumidores y más importantes que nunca si el gobierno de Rajoy cumple su promesa de acabar con la financiación obligatoria del cine español con el cinco por ciento de los ingresos de la televisión privada.
Las cadenas encontrarán en las aplicaciones de la televisión conectada una pantalla para rentabilizar su catálogo.Las licencias pierden importancia, pero no la marca, los derechos y el uso de la televisión convencional como la gran máquina de promoción.
Los productores independientes y el cine encontrarán su público sin sujetarse a pantallas menos cómodas. Se abren nuevos modelos de negocio, de las microsuscripciones y los micropagos al crowfunding para participar en la producción con una suma modesta.
Junto a la oportunidad para el cine y la televisión se amplía el de otras marcas que producen contenidos especializados para sus clientes. A menudo más rentables y valorados que la publicidad convencional.
La unión de televisión e internet acabará con la pantalla boba. La televisión deja de ser un sistema independiente y regido por sus propias reglas propias, además de las políticas y administrativas. La hora del espectador activo, los contenidos a demanda, la recomendación y la televisión inteligente -la que ayuda a gestionar programas, recomendaciones y búsquedas- se acerca.
Columna completa en Estrella Digital
La televisión conectada no es todavía inteligente, pero rompe la tiranía de la programación al permitir a la audiencia elegir qué ver bajo demanda, gratis o de pago, contenido profesional o aficionado, y obliga a cadenas y a productoras a repensar su negocio y relación con un público más activo, exigente y con un poder de recomendación cada vez más importante cuando los contenidos se socializan en las pantallas.
RTVE acaba de presentar su apuesta por la televisión híbrida: banda ancha e internet a través del estándar europeo Hbb TV, consensuado por el sector y el Ministerio de Industria hace unos días. La televisión pública pondrá a disposición de los espectadores su servicio A la carta sin tener que renunciar a la gran pantalla. Una ampliación de su apuesta por el vídeo a demanda en todas las plataformas y pantallas que se ha convertido desde marzo pasado en la oferta audiovisual con mayor archivo vivo.
Otras cadenas públicas como TV3, privadas como Telecinco o de pago como Canal+ se han lanzado ya a la televisión híbrida para no perder el mercado del futuro. Sólo una cuarta parte de la audiencia puede ver televisión por internet. Y la mayoría todavía ve poca. Unas veces por la desconexión de los equipos, otras por una oferta aún escasa y de bajo atractivo. Pero el desembarco de las grandes cadenas y el lanzamiento de proyectos de convergencia como el de Microsoft con su Xbox 360 anuncian un cambio de actitud impulsado también por el consumo de televisión en móviles y tabletas.
Con las aplicaciones para televisores y la televisión por internet no se necesitan licencias ni concesiones, pero sí contenido de calidad y una propuesta atractiva para público y mercado. Las productoras independientes y el cine encontrarán nuevas pantallas imprescindibles para los consumidores y más importantes que nunca si el gobierno de Rajoy cumple su promesa de acabar con la financiación obligatoria del cine español con el cinco por ciento de los ingresos de la televisión privada.
Las cadenas encontrarán en las aplicaciones de la televisión conectada una pantalla para rentabilizar su catálogo.Las licencias pierden importancia, pero no la marca, los derechos y el uso de la televisión convencional como la gran máquina de promoción.
Los productores independientes y el cine encontrarán su público sin sujetarse a pantallas menos cómodas. Se abren nuevos modelos de negocio, de las microsuscripciones y los micropagos al crowfunding para participar en la producción con una suma modesta.
Junto a la oportunidad para el cine y la televisión se amplía el de otras marcas que producen contenidos especializados para sus clientes. A menudo más rentables y valorados que la publicidad convencional.
La unión de televisión e internet acabará con la pantalla boba. La televisión deja de ser un sistema independiente y regido por sus propias reglas propias, además de las políticas y administrativas. La hora del espectador activo, los contenidos a demanda, la recomendación y la televisión inteligente -la que ayuda a gestionar programas, recomendaciones y búsquedas- se acerca.
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Thursday, December 08, 2011
Internet TV
La televisión conectada avanza. Microsoft desata otra batalla en la televisión inteligente: control por voz para olvidar el mando a distancia, conexión a través de la videoconsola Xbox 360, el buscador Bing y respeto al negocio de cadenas y productoras. El televidente puede hablar a la pantalla y olvidarse tanto del incómodo mando como de las pantallas táctiles de móviles y tabletas. Canales de pago como Imagenio, Gol T o Canal+ están disponibles, igual que las grandes cadenas en abierto, abiertas al fin a la televisión conectada con nuevas aplicaciones y el aumento de su oferta en streaming.
Google TV y Apple TV son prácticamente desconocidas en España, pero Netflix, el gigante del streaming, se acerca con su oferta para televisión, tabletas, móviles y ordenador. Tuenti, la red social favorita de los jóvenes, experimenta con una tarifa plana audiovisual y a las empresas ya existentes como Filmin, dedicada al cine independiente, se unen nuevas como Youzee. Hace unos pocos días el Ministerio de Industria aprobó el estándar de televisión híbrida (HbbTV). Permitirá a fabricantes de televisores, cadenas y productores desarrollar aplicaciones para ver los contenidos en cualquier pantalla, sin el engorro de la fragmentación de marcas y servicios actual. Televisores conectados, descodificadores (STB) o videoconsolas son los principales equipos para la cuarta parte de la audiencia que ya puede ver la televisión a través de internet. Los nuevos interfaces más sencillos y los estándares permitirán simplificar la conexión.
Cuando la televisión sufre la crisis y las autonómicas se enfrentan a grandes recortes, la oferta crece, gratuita y de pago. Aumentan las suscripciones de bajo coste o vídeo bajo demanda y los proveedores, sin distinción entre pantallas. El desafío para el sector es ofrecer contenido premium a bajo precio, publicidad eficaz y sin saturación. Para el espectador, que la televisión sea suficientemente inteligente para encontrar lo que más le gusta sin obligar a esfuerzos incompatibles con la pantalla del ocio cómodo.
Columna en los diarios de Vocento
Google TV y Apple TV son prácticamente desconocidas en España, pero Netflix, el gigante del streaming, se acerca con su oferta para televisión, tabletas, móviles y ordenador. Tuenti, la red social favorita de los jóvenes, experimenta con una tarifa plana audiovisual y a las empresas ya existentes como Filmin, dedicada al cine independiente, se unen nuevas como Youzee. Hace unos pocos días el Ministerio de Industria aprobó el estándar de televisión híbrida (HbbTV). Permitirá a fabricantes de televisores, cadenas y productores desarrollar aplicaciones para ver los contenidos en cualquier pantalla, sin el engorro de la fragmentación de marcas y servicios actual. Televisores conectados, descodificadores (STB) o videoconsolas son los principales equipos para la cuarta parte de la audiencia que ya puede ver la televisión a través de internet. Los nuevos interfaces más sencillos y los estándares permitirán simplificar la conexión.
Cuando la televisión sufre la crisis y las autonómicas se enfrentan a grandes recortes, la oferta crece, gratuita y de pago. Aumentan las suscripciones de bajo coste o vídeo bajo demanda y los proveedores, sin distinción entre pantallas. El desafío para el sector es ofrecer contenido premium a bajo precio, publicidad eficaz y sin saturación. Para el espectador, que la televisión sea suficientemente inteligente para encontrar lo que más le gusta sin obligar a esfuerzos incompatibles con la pantalla del ocio cómodo.
Columna en los diarios de Vocento
Wednesday, December 07, 2011
Hablar a la televisión
Cuidado con lo que dices a la televisión, porque te entiende. Se acabó hablar con la televisión sólo para protestar o para alimentar la ilusión de que realmente nos acompaña. El mando a distancia ya es la voz. Microsoft estrena su gran apuesta por la televisión inteligente a través de su videoconsola Xbox 360. La integración con su sistema Kinect y su buscador Bing promete arrinconar los incómodos mandos y los teclados, alérgicos al disfrute del primer medio de ocio. El sueño de controlar la tecnología con la voz avanza.
Columna completa en Estrella Digital
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Monday, October 03, 2011
Prisa acelera su conversión digital
El País y Prisa aceleran en el mercado de la convergencia. Desde que Juan Luis Cebrián anunciara hace ya más de dos años la refundación digital del diario y de la compañía no se habían dado pasos tan rápidos. La crisis sigue apretando y con una enorme deuda aún por resolver Prisa quiere convertirse en una empresa digital de información y entretenimiento. Canal+ abandona la dependencia del satélite para mudar la televisión de pago a internet, los móviles, las tabletas y las televisiones conectadas. El País avanza en la reorganización de la redacción y los contenidos con el lanzamiento de su nueva apuesta internacional, sobre todo por Latinoamérica, un mercado donde aún hace valer su apodo de diario global.
Columna completa en Estrella Digital
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