Periodismo, medios e ideas | Journalism, media and ideas | Una mirada a los medios, los periodistas y las ideas de la sociedad de la información | A glimpse at the media, journalists and ideas in the information society
Thursday, August 12, 2010
Internet de peaje
Las telefónicas y los grandes de internet como Google quieren una internet de pago. Una red premium para cobrar por los contenidos y servicios de mayor calidad, con acceso a más velocidad y comodidad para los usuarios. Agrupará las nuevas plataformas digitales como los móviles y la televisión en internet. Convivirá con una internet pública y abierta, la red tal como la conocemos, con conexión fija y de menor velocidad. Es el resumen de las propuestas de la industria para redefinir la neutralidad de la red, el principio de que todos los datos son iguales y no pueden discriminarse por razones comerciales o de contenido.
Telefónica abrió la batalla en España, apoyada por Vodafone y por el ministro de Industria, Miguel Sebastián. La Comisión Europea ha abierto una consulta para redefinir uno de los principios fundacionales de internet. Propone primar la transparencia entre empresas y usuarios, que todo el mundo sepa qué paga, permitir diferentes grados de servicio con diferentes tarifas, y de esta manera animar a las telecos a seguir invirtiendo en las nuevas redes necesarias para los equipos móviles y el audiovisual.
Google, el gran buscador y comercializador de internet, y Verizon, una de las grandes telefónicas norteamericanas, se suman ahora a esa propuesta. Se comprometen a respetar la neutralidad de una internet pública pero excluyen a los móviles y a las nuevas plataformas digitales.
Los revisores la neutralidad apuestan por diferentes redes por usos y que los usuarios paguen en función de los contenidos y servicios a los que acceden, de las aplicaciones móviles a la televisión de alta definición en internet, el streaming de música o las videollamadas. Sus defensores reclaman esos servicios en internet como hasta ahora y que la red siga siendo abierta y no discrimine a los innovadores, los nuevos servicios y la competencia. La neutralidad está sentenciada. Habrá que vigilar la definición de esa internet abierta y pública que debería convertirse en derecho universal y agrupar los contenidos de servicio y dominio público.
Columna en los medios de Vocento