RTVE respira. El gobierno, también. Las televisiones privadas, más. Pero es una bocanada de oxígeno, porque la financiación de la televisión pública sigue en duda. El Tribunal de Justicia Europeo ha dado una sorpresa al considerar legal la tasa francesa a las empresas de telecomunicaciones para financiar la televisión pública, el modelo de la ex vicepresidenta Fernández de la Vega para retirar la publicidad de la televisión estatal.
RTVE confía en una sentencia similar para la tasa del 0,9% de los ingresos a las telecos españolas por sus servicios audiovisuales. Esa aportación junto al 3% de las cadenas privadas en abierto y el 1,5% de los ingresos de las de pago generan más de 215 millones de euros, una cuarta parte del presupuesto de la televisión estatal, a la baja por la crisis y la caída de ingresos tanto de televisiones como de operadores de telecomunicaciones.
Si la sentencia se confirma para España perderán los partidarios de la vuelta de la publicidad a TVE –anunciantes y políticos diferentes, de Montoro al PSOE-, pero el sistema de financiación seguirá siendo inestable y parcial al no afectar a las autonómicas y locales.
RTVE necesita estabilidad, pero también adelgazar y ahorrar dedicándose sólo al servicio público, no a competir con programación comercial. A los políticos les da pavor un canon como en otros países, lo que facilitaría una radiotelevisión pública más independiente. Las privadas quieren que se cobre a cada casa con tres tramos para toda la televisión pública: estatal, autonómica y local.
La solución es mixta para diversificar ingresos y evitar el pago directo por los ciudadanos: unificar la financiación de las cadenas públicas, permitir publicidad limitada a ciertas horas y programas (al estilo del actual patrocinio), y mantener tasas sobre el uso de dominio público y el resto de servicios audiovisuales.
Para que funcione la televisión pública debe adelgazar, centrarse en el servicio público, ser de verdad independiente -política y financieramente-, con total transparencia y responsabilidad económica y de servicio público.
Columna en los diarios de Vocento
Periodismo, medios e ideas | Journalism, media and ideas | Una mirada a los medios, los periodistas y las ideas de la sociedad de la información | A glimpse at the media, journalists and ideas in the information society
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Monday, July 01, 2013
Thursday, December 20, 2012
La Filmoteca Española y el No-Do en RTVE.es
Así es la web de la Filmoteca Española en RTVE.es
Una parte de los archivos de Filmoteca Española y el No-Do (Noticiarios y Documentales Cinematográficos), el noticiero cinematográfico que sufrimos bajo el franquismo y hasta 1981 ya se pueden ver en RTVE.es.
En cierto sentido una vuelta al pasado porque los archivos del No-Do estuvieron bajo custodia de RTVE para su utilización por las televisiones hasta que se traspasaron a la Filmoteca.
Por ahora son sólo un puñado de películas entre las que destaca Un perro andaluz de Luis Buñuel y 4.011 noticiarios con 700 horas de imágenes del Archivo Histórico de No-Do. Las tarifas para la utilización de las imágenes se rigen por una resolución de 2006.
Un ejemplo de digitalización de archivo, acceso multimedia y servicio público audiovisual, aunque aún escaso en cuanto al fondo cinematográfico.
Ojalá iniciativas como esta no se pierdan en el desmantelamiento de la radiotelevisión pública impulsado por el PP.
Una parte de los archivos de Filmoteca Española y el No-Do (Noticiarios y Documentales Cinematográficos), el noticiero cinematográfico que sufrimos bajo el franquismo y hasta 1981 ya se pueden ver en RTVE.es.
En cierto sentido una vuelta al pasado porque los archivos del No-Do estuvieron bajo custodia de RTVE para su utilización por las televisiones hasta que se traspasaron a la Filmoteca.
Por ahora son sólo un puñado de películas entre las que destaca Un perro andaluz de Luis Buñuel y 4.011 noticiarios con 700 horas de imágenes del Archivo Histórico de No-Do. Las tarifas para la utilización de las imágenes se rigen por una resolución de 2006.
Un ejemplo de digitalización de archivo, acceso multimedia y servicio público audiovisual, aunque aún escaso en cuanto al fondo cinematográfico.
Ojalá iniciativas como esta no se pierdan en el desmantelamiento de la radiotelevisión pública impulsado por el PP.
Monday, November 05, 2012
Demasiado deporte y política, pocas mujeres en la televisión pública
En las televisiones públicas sobran deportes (fútbol) y políticos y faltan mujeres. El último Informe sobre pluralismo político del Consejo Audiovisual de Andalucía vuelve a reafirmar algunos problemas endémicos del servicio público de radiotelevisión: el excesivo control y manipulación política, pero también unos telediarios demasiado volcados en la información deportiva y con un déficit de género persistente cuando las mujeres ocupan menos de una cuarta parte del tiempo de palabra en los informativos.
Tres datos preocupantes para el servicio público y la construcción de la realidad que los informativos más vistos crean en una población donde la televisión es el medio de información preferido para más de la mitad de la población (datos 2011).
El informe del Consejo Audiovisual de Andalucía muestra el dominio de los políticos en los informativos andaluces de acuerdo a su representación parlamentaria e institucional en los diferentes gobiernos y vuelve a denunciar la utilización de las televisiones locales como arma de propaganda municipal.
El partido que gobierna el ayuntamiento concentra el 84% del tiempo de palabra frente a un 16% de la oposición. En algunas televisiones como Fuengirola TV o Telemotril la oposición es casi inexistente en unas televisiones locales en las que los ciudadanos no confían: un 52,4% de los andaluces consideran que se utilizan para hacer propaganda de los gobiernos municipales.
En el gráfico superior se observa el reparto de contenidos en los informativos regionales de La 1. Los deportes ocupan un 20% del tiempo. La proporción prácticamente se mantiene en los informativos de Canal Sur donde los deportes ocupan un 18% del tiempo de los telediarios.
El reparto de contenidos es similar en prácticamente todos los telediarios, tanto públicos como privados. La dieta informativa de los españoles es abundante en fútbol y política, pero muy deficiente en otros temas y mantiene una abusiva desigualdad de género.
Con menos de una cuarta parte de presencia en los telediarios (gráfico de La 1, los datos en el resto de cadenas son aún peores), el papel de la mujer en la sociedad se reduce abusivamente y contribuye a mantener una situación de desigualdad muy perjudicial para el desarrollo de una sociedad avanzada.
Esa falta de representación informativa es el retrato de la desigualdad real en la sociedad, pero los informativos públicos deberían hacer un esfuerzo especial en reducir la brecha de géneros y en superar los roles más tópicos y convencionales asignados a la mujer.
En la información política el problema principal continúa siendo la manipulación, pero también la persistencia de cuotas en función de la representación que se alejan a menudo de la importancia e interés real de la actividad y los hechos políticos.
La manipulación exige reforzar la independencia de las televisiones públicas. Pero también cuestionar un sistema hinchado políticamente para extender el control y propaganda de los partidos.
Las cuotas son un atentado al derecho de información de los ciudadanos y la impugnación del periodismo. Los grandes partidos se aseguran el control de la información y la necesidad de reflejar su actividad y posiciones en función de su representación institucional contribuye a desviar el enfoque de la información de lo que se hace a lo que se dice: de los hechos a la propaganda.
Las cuotas empeoran el periodismo porque obligan a cubrir lo que no merece ser reflejado en los informativos y a incluir un exceso de opiniones en lugar de centrar la información en los hechos.
La solución a estos problemas en las televisiones públicas es más periodismo y menos política. Una redefinición del servicio público para asegurar la independencia de la radiotelevisión pública y mejorar los contenidos.
La discusión sobre la televisión pública no deben ser sólo los costes ni una privatización que en muchos casos encarece el servicio público y aumenta los riesgos de corrupción y manipulación politica enmascarada. El debate debería ser el concepto y ámbito del servicio público y cómo mejorar su eficiencia y costes.
La necesidad del servicio público existe, contrariamente a lo que sus opositores denuncian. Pese a todos sus problemas, los informativos públicos son los preferidos por la mayoría de los ciudadanos, por eso es importante aumentar su independencia y calidad.
Los telediarios de las televisiones públicas eran considerados más plurales y objetivos que los privados con una diferencia de 15 puntos en 2011. El cambio en RTVE y la erosión de su independencia por el PP está cambiando esa situación, que se refleja en la pérdida de espectadores. Pero el pluralismo no está garantizado en la televisión pública con el duopolio Mediaset/Antena 3.
La necesidad del servicio público pervive, como la urgencia de mejorarlo.
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Wednesday, October 31, 2012
En defensa de TV3 y las autonómicas, pero con mejoras
Un grupo de profesionales e investigadores publica un informe en defensa de TV3 y defiende la consideración del servicio público más allá de la contabilidad y los argumentos económicos, además de denunciar los intentos del PP de acabar con el modelo de televisión pública.
Los firmantes del manifiesto reivindican el "modelo de éxito, ahora amenazado, que se debe preservar". Como beneficios principales citan la normalización del catalán y la dinamización de la industria audiovisual.
Tienen razón. La trayectoria de TV3, el liderazgo en audiencia (superior al 14% en septiembre y una cifra alrededor de su media, con varios puntos de ventaja sobre las grandes privadas) y su papel como renovador de los formatos televisivos e impulsor de la industria audiovisual catalana son innegables.
La mayor parte del sector audiovisual catalán no tendría ni la dimensión ni la calidad actual sin el motor histórico de TV3.
Los datos, el informe los califica de "economicistas", importan. Y mucho, más allá de la presión "legítima" -dice el estudio- de las privadas para hacerse con el 8% de la cuota publicitaria que mantienen las autonómicas con un descenso dramático.
La Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (TV3 y Catalunya Radio) tiene un presupuesto de 378 millones de euros para 2012 (260 de financiación pública y 84 de publicidad), cien millones menos que en 2008. Pero ha conseguido defender mejor su audiencia y hasta crecer con sus 6 canales para superar el 19% de la audiencia en Cataluña frente a unas privadas que bajan su cuota respecto al 50% que tienen en el mercado nacional por la resistencia de la audiencia de la autonómica catalana.
Ojalá el próximo informe sirva para defender el el empleo, la exigencia profesional, la calidad, el pluralismo, la independencia y tantos otros factores sin encerrarse en el inmovilismo y el temor ni renunciar a seguir mejorando el servicio público y su eficiencia social, informativa y económica. Para los ciudadanos hace más falta que nunca en un escenario de abundancia necesitado de criterios sociales de calidad.
Los firmantes del manifiesto reivindican el "modelo de éxito, ahora amenazado, que se debe preservar". Como beneficios principales citan la normalización del catalán y la dinamización de la industria audiovisual.
Tienen razón. La trayectoria de TV3, el liderazgo en audiencia (superior al 14% en septiembre y una cifra alrededor de su media, con varios puntos de ventaja sobre las grandes privadas) y su papel como renovador de los formatos televisivos e impulsor de la industria audiovisual catalana son innegables.
La mayor parte del sector audiovisual catalán no tendría ni la dimensión ni la calidad actual sin el motor histórico de TV3.
Los datos, el informe los califica de "economicistas", importan. Y mucho, más allá de la presión "legítima" -dice el estudio- de las privadas para hacerse con el 8% de la cuota publicitaria que mantienen las autonómicas con un descenso dramático.
Sólo la Televisión de Galicia (TVG) y Aragón TV logran cuotas similares, aunque inferiores, pero superiores a la media de audiencia de las autonómicas.
TV3 también es líder en la televisión en internet, con un 22% de cobertura frente a un 14,5 de Telecinco y un 10,3% de Antena 3.
El informe defiende el modelo de producción propia de TV3 y justifica su presupuesto, la mitad que los de Mediaset o Antena 3, líderes del mercado, y una amplia plantilla de más de 2.600 trabajadores.
La radiotelevisión autonómica catalana cuesta 50 euros anuales por habitante (7,56 mill.) y 136 euros por hogar (2,78 mill.). Las subvenciones suponen 34 euros por habitante y 93,5 por hogar. La radiotelevisión catalana está entre las más caras de las autonómicas, con un coste medio de 30,6 euros por habitante y 83,7 euros por hogar, según la Forta.
Cataluña está en la franja baja del coste por habitante de la radiotelevisión pública, pero por encima de las televisiones regionales de Alemania o Francia.
Las subvenciones de las autonómicas vuelven a rondar este año los 1200 millones de euros, con una reducción muy baja respecto a la de RTVE o del resto de partidas de las administraciones públicas.
En la defensa de TV3 se echa en falta una visión crítica de la Corporación y propuesta para mejorar el servicio público audiovisual, imprescindible cuando aumenta la concentración televisiva con Mediaset (Telecinco y Cuatro) y Antena 3 (con La Sexta), dueños de más de la mitad de la audiencia y del mercado publicitario nacional.
Las cadenas autonómicas tienen que sobrevivir, pero con reformas que las hagan más competentes, eficaces, independientes y con mejor servicio público. Más plurales y transparentes.
Se echan en falta esas propuestas en la defensa de TV3 y Catalunya Ràdio. El informe alerta de "poner en riesgo el frágil equilibrio actual y general una espiral de pérdidas de calidad, de audiencia y de ingresos que acabe por destruir, de manera irreversible, el modelo de la CCMA".
Entre las fortalezas de la televisión pública catalana están unos informativos líderes, la defensa de la lengua, los dos tercios de su presupuesto que gasta en producción propia y la innovación en formatos y tecnologías que muchas veces ha liderado.
Esa preservación también exige adoptar cambios en el modelo de televisión cuando el futuro es la convergencia con internet y adaptarse, como las cadenas privadas, a un entorno de algo consumo y audiencia pero menos ingresos, publicitarios y en subvenciones.
Pero también cuando la información, base fundamental del servicio público, corre peligro por el cambio editorial en RTVE, el impacto de los recortes en los de TV3 y el enfoque comercial de los telediarios de las privadas.
Pero también cuando la información, base fundamental del servicio público, corre peligro por el cambio editorial en RTVE, el impacto de los recortes en los de TV3 y el enfoque comercial de los telediarios de las privadas.
No me cabe duda que TV3 tiene los profesionales adecuados para hacerlo. Por eso es un poco desasosegante que la televisión de referencia en España en muchos aspectos no afronte las estrecheces y los anuncios de más recortes para replantearse a sí misma con ayuda de todos los expertos que están a su favor.
Antes del verano un grupo de periodistas planteábamos en la Asociación de la Prensa de Madrid nuevos modelos para el servicio público de radiotelevisión. Divididos entre defensores y quienes ya consideran ese servicio irrelevante, me ratifico en los siete puntos que entonces proponía:
- Convergencia.
- Independencia.
- Sostenibilidad.
- Red pública: producción y servicio público en red.
- Contenidos públicos multipantalla.
- Social y socializada.
- Innovación e I+D en contenidos, tecnología y social.
Ojalá el próximo informe sirva para defender el el empleo, la exigencia profesional, la calidad, el pluralismo, la independencia y tantos otros factores sin encerrarse en el inmovilismo y el temor ni renunciar a seguir mejorando el servicio público y su eficiencia social, informativa y económica. Para los ciudadanos hace más falta que nunca en un escenario de abundancia necesitado de criterios sociales de calidad.
Monday, October 08, 2012
TVE oculta la independencia en el Camp Nou
Telediario - 21 horas - 07/10/12
Fútbol y política están indisolublemente unidos. El Barça es más que un club. Lo sabe cualquiera que haya vivido en Cataluña o frecuentado su estadio. Para muchos aficionados, fútbol es fútbol, pero en este país, como en tantos otros, muchos clubes son el símbolo de todo tipo de pasiones más allá del deporte.El Camp Nou clamó ayer por la independencia en el partido de los partidos: el Barça-Real Madrid. Más política, historia, ideología y poder económico sobre el campo, imposible. Los saben quienes gritaron a favor de la independencia, por eso lo hicieron, y quienes denuncian esos gritos.
Hubo gritos, muchos. En el minuto 17.14 del primer y segundo tiempo, como fue una bandera todo el campo al comenzar el partido. Los ciudadanos deben juzgar. Pero es mala política y peor periodismo hurtar los hechos para mantener la ensoñación de un fútbol inmaculado o, mejor, para esconder la cabeza con aquel fuese, y no hubo nada cervantino que tan bien describe las hipocresías viejas de los oropeles de un poder agotado.
TVE volvió a amortiguar ayer en el Telediario 2 -no en el 24 Horas ni en RTVE.es- la crida independentista catalana, como en la manifestación del 11 de septiembre que acabó con el cese de una editora del telediario. No es nuevo, el silencio de los gritos antimonárquicos es ya un clásico en la televisión española. Que cada cual juzgue el grito, pero la televisión pública no tiene el derecho de censurarlo. Todo lo contrario, tiene la responsabilidad de informar. Dos frases en el telediario no son suficientes ante el grito de una parte de Cataluña con el presidente de la Generalitat en el palco y unas elecciones convocadas para lograr una mayoría soberanista.
No sé si a España, pero el derecho a la información lo rompe más el silencio y la manipulación que los independentistas. Mariano Rajoy es un presidente silente. Lo denuncia incluso la prensa extranjera. Pero sus intereses o estrategia política no deberían volver a convertir la televisión pública en pura propaganda. Volvemos por ese camino tras unos años de mayor independencia y responsabilidad en la televisión pública estatal. Los telediarios no deberían volver a ser los de la sentenciada manipulación de la era Aznar. Perdemos todos.
Monday, July 02, 2012
El desafío de TVE
Casi cinco años de liderazgo de audiencia consecutivos. Es la mejor medalla para los telediarios de la televisión estatal y su ex responsable, Fran Llorente. Sin informativos de calidad el servicio público se resiente. Mientras RTVE estrena nuevo presidente, Leopoldo González-Echenique, la redacción de informativos de TVE despidió a su director con una ovación como no se escuchan casi nunca. El periodista de Telemadrid, Julio Somoano, tiene la obligación de sostener el liderazgo de unos informativos con índices de confianza y neutralidad desconocidos en las televisiones públicas.
El país no se merece volver a una TVE desacreditada como la que dejó el gobierno de Aznar, condena por manipulación incluida. González-Echenique debe demostrar que no llega para desmontar la televisión estatal, sino a reformarla y a crear un proyecto de futuro cuando la televisión ocupa todas las pantallas y converge con internet.
El nuevo director de informativos viene de una escuela sospechosa. Telemadrid es uno de los peores ejemplos de manipulación y sectarismo, denunciada sistemáticamente por profesionales, espectadores y por sus propios trabajadores. Somoano deberá demostrar que los cambios en los cargos profesionales no son sólo por filiación política.
Los informativos son el 29% de la audiencia en las autonómicas y el 40% en TVE frente al 16% de las privadas, según datos de Forta. Pero sólo algunas autonómicas como TV3, TVG o la televisión de Aragón mantienen telediarios líderes. Otras como la valenciana Canal 9 o Telemadrid han sufrido una permanente caída de audiencia y de credibilidad.
El gobierno se ha aplicado a apretar el presupuesto de RTVE y a permitir la privatización de las autonómicas, pero de reformas estructurales y un plan de futuro como se demanda en tantos ámbitos, nada. La televisión pública debe tener un futuro claro. Y sea el que sea, independiente y alejado de la política, como piden espectadores y profesionales. O habremos perdido un montón de años de inversión y esfuerzo económico y democrático.
Columna en los diarios de Vocento
Wednesday, June 13, 2012
Modelos para la televisión pública
Con la televisión pública en plena revisión, parte de las autonómicas privatizándose y RTVE ajustando presupuesto y renovando su presidente y Consejo de Administración es un momento clave para proponer nuevos modelos para el servicio público de radiotelevisión ahora que todavía no conocemos cuál es el del gobierno del PP.
La Asociación de la Prensa de Madrid nos propuso esa reflexión a un grupo de profesionales para Cuadernos de Periodistas, la revista profesional de la APM que unos cuantos profesionales encabezados por Fernando González-Urbaneja y Julio Alonso fundamos en 2004, y que aprovecha ahora para renovarse.
Las opiniones sobre la televisión pública se dividen fundamentalmente en dos: quienes creen que es innecesaria e irrelevante en tiempos de abundancia de contenidos y los que defienden una televisión más independiente, sostenible, de calidad y no competitiva con la oferta privada comercial.
En mi aportación me sitúo en una tercera línea: la que propone el cambio de la televisión de servicio público a la de una plataforma digital de dominio público. Un nuevo servicio público digital para garantizar el acceso de la ciudadanía a los contenidos procomunes (de dominio público o financiados con dinero público) y que crea un espacio digital abierto e independiente de las grandes empresas que dominan los nuevos servicios digitales.
Mi propuesta se asienta en siete principios:
1. Convergencia.
2. Independencia.
3. Sostenibilidad.
4. Red pública: producción y servicio público en red.
5. Contenidos públicos multipantalla.
6. Social y socializada.
7. Innovación e I+D en contenidos, tecnología y social.
El artículo con las propuestas del Consejo de Informativos de RTVE, Luis Ángel de la Viuda, Jorge del Corral, Rafael Díaz Arias, Diego Carcedo, Fernando González-Urbaneja, Manuel Martín Ferrand, Felipe Sahagún, Antonio San José y yo.
La Asociación de la Prensa de Madrid nos propuso esa reflexión a un grupo de profesionales para Cuadernos de Periodistas, la revista profesional de la APM que unos cuantos profesionales encabezados por Fernando González-Urbaneja y Julio Alonso fundamos en 2004, y que aprovecha ahora para renovarse.
Las opiniones sobre la televisión pública se dividen fundamentalmente en dos: quienes creen que es innecesaria e irrelevante en tiempos de abundancia de contenidos y los que defienden una televisión más independiente, sostenible, de calidad y no competitiva con la oferta privada comercial.
En mi aportación me sitúo en una tercera línea: la que propone el cambio de la televisión de servicio público a la de una plataforma digital de dominio público. Un nuevo servicio público digital para garantizar el acceso de la ciudadanía a los contenidos procomunes (de dominio público o financiados con dinero público) y que crea un espacio digital abierto e independiente de las grandes empresas que dominan los nuevos servicios digitales.
Mi propuesta se asienta en siete principios:
1. Convergencia.
2. Independencia.
3. Sostenibilidad.
4. Red pública: producción y servicio público en red.
5. Contenidos públicos multipantalla.
6. Social y socializada.
7. Innovación e I+D en contenidos, tecnología y social.
El artículo con las propuestas del Consejo de Informativos de RTVE, Luis Ángel de la Viuda, Jorge del Corral, Rafael Díaz Arias, Diego Carcedo, Fernando González-Urbaneja, Manuel Martín Ferrand, Felipe Sahagún, Antonio San José y yo.
Thursday, May 03, 2012
Dividendo para todos
El modelo de la TDT
muere. La saturación de canales no resiste la caída de la publicidad y de la
financiación pública. ¿Es hora de cerrar canales redundantes en contenidos y
con poca audiencia? El gobierno cree que sí, aprovecha la liberación de
frecuencias del dividendo digital para plantear una reestructuración con
menos canales, sobre todo públicos. Es la hora de apostar por la televisión híbrida con internet y
desarrollar un modelo de servicio público para empujar la sociedad de la
información.
Gastar 800 millones
de euros en resintonizar antenas y reubicar canales con menos de un uno por ciento de
audiencia no es rentable, ni económica ni socialmente, si no se desarrollan
contenidos y servicios de calidad. Esa es la oportunidad del dividendo digital
y las nuevas tecnologías, no más televisión redundante y de bajo coste.
El gobierno quiere
reducir las televisiones públicas, fórmula defendida por la patronal de las
televisiones (Uteca) y que las privadas –dominadas por el duopolio Telecinco y
Antena 3 - renuncien a algunos canales. Las privadas se quejan de la
disminución de su negocio y las públicas de la asfixia de los recortes y
privatizaciones.
Reducir la TDT
debería sintonizarse con la estrategia de redes ultrarrápidas para aumentar las
redes fijas y móviles de nueva generación a precio asequible. Esas redes son
los canales del dividendo digital, como fija la Agenda Digital para Europa,
pero también el futuro de la televisión y los contenidos cuando crece la
audiencia en las nuevas pantallas (TV conectada, móviles, tabletas,
videoconsolas), el streaming y el vídeo bajo demanda.
La nueva televisión
–a demanda, social y multipantalla- no está en las antenas, sino en las redes. Una
televisión con contenidos de calidad, producción propia para promover la
industria audiovisual, y digitalización del patrimonio y contenidos culturales
y científicos para aumentar el acceso de los ciudadanos al conocimiento, como
ya hace Gran Bretaña con The Space. Esa es la estrategia para una sociedad de
la información real, no una televisión redundante y una tecnología superada.
Columna en los diarios de Vocento
Wednesday, May 02, 2012
Un espacio multipantalla público
Un espacio donde todo el mundo pueda disfrutar de la cultura y el arte. Una puerta multipantalla, accesible en ordenadores, tabletas, móviles inteligentes y televisores conectados a internet. Es The Space, una iniciativa de la BBC y el Arts Council británico que enseña hacia dónde va el servicio público digital, evolución del servicio público de radiotelevisión para convertirlo en un YouTube de lo público.
La clave: ofrecer los mejores contenidos públicos (financiados con dinero público) en cualquier pantalla y convertirse en el mejor promotor del trabajo de artistas, instituciones, editores y productores para presentar su trabajo al mundo en las nuevas plataformas digitales.
Columna completa en Estrella Digital
La clave: ofrecer los mejores contenidos públicos (financiados con dinero público) en cualquier pantalla y convertirse en el mejor promotor del trabajo de artistas, instituciones, editores y productores para presentar su trabajo al mundo en las nuevas plataformas digitales.
Columna completa en Estrella Digital
Saturday, April 21, 2012
Golpe gubernamental a la televisión pública
El presidente de RTVE lo nombrará el gobierno con mayoría simple en el Congreso. Fin del tímido intento de independencia iniciado con la creación de la Corporación RTVE en 2006. Rajoy y el PP sentenciaron a la televisión estatal nada más llegar al poder y ahora formalizan su control con un presupuesto disminuido, sin rumbo, sin modelo de servicio público alternativo y sin pudor. El golpe gubernamental a la televisión pública se completa con la vía para privatizar las televisiones autonómicas, cerrarlas y repartir sus licencias, y acabar con los límites a la producción externa.
Columna completa en Estrella Digital
Columna completa en Estrella Digital
Saturday, March 10, 2012
¿Quién pagará 30 euros por la TV autonómica?
Las autonómicas se reivindican: como servicio público, por sus informativos, su contribución a la industria audiovisual y la defensa y promoción de las autonomías, con la lengua, la cultura y la cobertura territorial como principales valores. Todo por 30,6 euros por habitante y año (83,73 euros por hogar en 2010), un 30% menos de la media europea de 42,4 euros.
El presidente de la Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos (Forta), Pablo Carrasco, presentó un informe sobre las cadenas autonómicas que responde a otro anterior de Uteca (la patronal de las privadas) y a las declaraciones del gobierno. Carrasco afirmó que están “dispuestos a todo en el objetivo de garantizar el servicio público de televisión y de radio” frente a la privatización decretada por el gobierno.
¿Tiene futuro una televisión tan cuestionada social y políticamente?
Hablar de la televisión pública es desatar pasiones políticas. La obsesión del PP contra RTVE y la larga historia de utilización partidista de las cadenas públicas las convierte en objetivo de todos los ataques. ¿Pero tienen sentido las autonómicas en la era de la fragmentación y la saturación audiovisual?
Las autonómicas tienen un 10% de audiencia media. En Cataluña sube hasta el 15% y en Galicia, Aragón y Andalucía superan ese registro. La televisión pública acaparó en 2010 el 34% de los ingresos totales de las televisiones y las autonómicas lograron el 19,3%. Facturaron 226 millones de euros de publicidad -11% del total- y cayeron hasta el 8,8% en 2011, un 8,85% de la publicidad televisiva (Infoadex). Esa diferencia entre costes, a los que se suman dos mil millones de subvenciones, y audiencia es para muchos la prueba de su ineficiencia. Para sus defensores, el coste del servicio público.
¿Quieren los espectadores pagar 30 euros anuales por la televisión autonómica? ¿Para qué? El coste de las autonómicas debe bajar. Como el resto del sector audiovisual, deben ajustar sus costes y oferta en un mercado saturado. Pero sobre todo hay que redefinir el servicio público. Cuatro deberían ser los ejes principales: contenidos de calidad e interés público, lengua y contenidos propios, independencia política e impulso del sector audiovisual.
Las autonómicas defienden que cumplen en un 80% el servicio público. Pero sólo el uso de las lenguas propias, donde existen, y los informativos son razones claras. Los informativos son el 29% de la audiencia de las autonómicas -45% en TV3, 39% en TVG o 38% en Aragón- frente a un 16% en las privadas.
Ninguna cadena ha conseguido demostrar independencia política con una estructura que la garantice. Sin embargo, la distancia entre las más prestigiosas a las más denostadas es enorme. Algunas como TV3 mantienen reputación profesional mientras la valenciana Canal 9 o Telemadrid encabezan las protestas por manipulación.
Son un motor para el sector audiovisual. Sin RTVE y las autonómicas, la industria audiovisual sería mucho menor. Han obligado a la descentralización de la producción e invierten más de 265 millones de euros en las productoras nacionales. La reforma de la televisión pública defendida por el gobierno implica una fuerte reestructuración de todo el sector audiovisual para el que no se adivina una visión de conjunto.
Es la hora de la responsabilidad, para las televisiones públicas, el sector audiovisual y los políticos. Hay mucho espacio para la reforma audiovisual y del servicio público en la era digital. Pero lo importante es definir qué debe garantizar y con qué recursos. El resto es política.
Columna completa en Estrella Digital
El presidente de la Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos (Forta), Pablo Carrasco, presentó un informe sobre las cadenas autonómicas que responde a otro anterior de Uteca (la patronal de las privadas) y a las declaraciones del gobierno. Carrasco afirmó que están “dispuestos a todo en el objetivo de garantizar el servicio público de televisión y de radio” frente a la privatización decretada por el gobierno.
¿Tiene futuro una televisión tan cuestionada social y políticamente?
Hablar de la televisión pública es desatar pasiones políticas. La obsesión del PP contra RTVE y la larga historia de utilización partidista de las cadenas públicas las convierte en objetivo de todos los ataques. ¿Pero tienen sentido las autonómicas en la era de la fragmentación y la saturación audiovisual?
Las autonómicas tienen un 10% de audiencia media. En Cataluña sube hasta el 15% y en Galicia, Aragón y Andalucía superan ese registro. La televisión pública acaparó en 2010 el 34% de los ingresos totales de las televisiones y las autonómicas lograron el 19,3%. Facturaron 226 millones de euros de publicidad -11% del total- y cayeron hasta el 8,8% en 2011, un 8,85% de la publicidad televisiva (Infoadex). Esa diferencia entre costes, a los que se suman dos mil millones de subvenciones, y audiencia es para muchos la prueba de su ineficiencia. Para sus defensores, el coste del servicio público.
¿Quieren los espectadores pagar 30 euros anuales por la televisión autonómica? ¿Para qué? El coste de las autonómicas debe bajar. Como el resto del sector audiovisual, deben ajustar sus costes y oferta en un mercado saturado. Pero sobre todo hay que redefinir el servicio público. Cuatro deberían ser los ejes principales: contenidos de calidad e interés público, lengua y contenidos propios, independencia política e impulso del sector audiovisual.
Las autonómicas defienden que cumplen en un 80% el servicio público. Pero sólo el uso de las lenguas propias, donde existen, y los informativos son razones claras. Los informativos son el 29% de la audiencia de las autonómicas -45% en TV3, 39% en TVG o 38% en Aragón- frente a un 16% en las privadas.
Ninguna cadena ha conseguido demostrar independencia política con una estructura que la garantice. Sin embargo, la distancia entre las más prestigiosas a las más denostadas es enorme. Algunas como TV3 mantienen reputación profesional mientras la valenciana Canal 9 o Telemadrid encabezan las protestas por manipulación.
Son un motor para el sector audiovisual. Sin RTVE y las autonómicas, la industria audiovisual sería mucho menor. Han obligado a la descentralización de la producción e invierten más de 265 millones de euros en las productoras nacionales. La reforma de la televisión pública defendida por el gobierno implica una fuerte reestructuración de todo el sector audiovisual para el que no se adivina una visión de conjunto.
Es la hora de la responsabilidad, para las televisiones públicas, el sector audiovisual y los políticos. Hay mucho espacio para la reforma audiovisual y del servicio público en la era digital. Pero lo importante es definir qué debe garantizar y con qué recursos. El resto es política.
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Friday, March 09, 2012
El recorte en la TV pública amenaza los telediarios
¿Qué ocurrirá con la información televisiva con los recortes y la privatización de las televisiones públicas?
La fragmentación televisiva ha tenido un fuerte impacto en todos los ámbitos, pero uno de los programas que menos lo han sufrido son los telediarios. La oferta y la audiencia sigue concentrada en las grandes cadenas y en las autonómicas.
TVE lidera las audiencias desde hace 54 meses sin que sus competidores consigan achicar esos cinco puntos de audiencia que son la brecha de los telediarios públicos frente a los comerciales.
Las autonómicas son el otro bastión. Los programas informativos suponen el 29% de la audiencia de las autonómicas frente a un 16% en las privadas.
TV3 es la cadena con más peso de los informativos en la audiencia, un 45%, seguida de la Televisión de Galicia (39,6%) y La 1, con un 38,6%. El peso de los informativos baja en las autonómicas de segunda generación.
El peso de los informativos en la programación de las privadas es muy inferior. El 14,2% en Telecinco, por debajo del 13% en Cuatro y La Sexta, y un 28,5% en Antena 3, según datos de Barlovento Comunicación de 2011.
La 1 de TVE tiene casi la mitad de su programación centrada en los informativos y telediarios, un 47,8%, a la que se suma un 20% en La 2 y el Canal 24 Horas, el único superviviente nacional de información continua, a pesar de sus muchas limitaciones.
A los datos hay que sumar el análisis cualitativo. La escaleta de los telediarios públicos y privados es muy diferente. En los primeros domina la información política y de sociedad mientras los segundos son prácticamente magazines populares, con una fuerte tendencia al sensacionalismo y con los sucesos y las anécdotas como contenidos principales.
Pese a todas las limitaciones de los telediarios públicos y de las denuncias de manipulación política, especialmente en algunas autonómicas, se han creado audiencias distintas y muy poco permeables.
Es difícil que un televidente fiel de los telediarios de La 1 reconozca el país y la sociedad que retratan los informativos de las privadas. La afinidad es mayor entre telediarios de la televisión estatal y las autonómicas.
Los recortes en TVE y la privatización de la gestión de las autonómicas sacudirá el ecosistema informativo de la televisión. Los telediarios y Canal 24 Horas sufren los recortes, que se unen a sus propios problemas estructurales y de redacción. En las autonómicas se anuncian recortes sin garantías de aumentar la independencia de las cadenas.
Cuando una mayoría de la población continúa informándose por la televisión -más de ocho millones de audiencia diario de los telediarios-, la calidad y cantidad de los programas informativos no es baladí.
Uno de los grandes desafíos de la redefinición del servicio público.
Tuesday, March 06, 2012
Destruir RTVE
El PP lo tiene claro: hay que destruir RTVE. Es una obsesión del partido en el gobierno agudizada los últimos años. Nadie en el PP perdona a los informativos líderes los minutos dedicados al rosario de casos de corrupción de los últimos años ni las penas de telediario sufridas por los populares.
Las acusaciones de manipulación no las atemperan ni los consejeros del PP que pretendieron intervenir los contenidos de los informativos antes de su emisión ni el marianazo en el presupuesto. El PP se queja en la televisión pública y en el Congreso. Pero falta un destructor y cómo justificar el desmantelamiento. El gobierno de Rajoy no encuentra con quién rellenar el sillón de presidente de RTVE para su demolición. El coste profesional y el recorte de sueldos en las empresas públicas han ahuyentado a varios candidatos a terminator.
La alternativa es derrumbar la audiencia y el servicio público bajo el frágil mando de presidentes de turno –la situación actual- y nombrar jefe una vez rastrillados los despojos.
Al PP no le gustan las críticas ni las voces discordantes. Intenta acaparar más preguntas en la sesión de control del Congreso a RTVE para seguir fustigando a la televisión pública y ahogar a la oposición. El rodillo popular es implacable. Con gran parte de la prensa a su favor y la complacencia de las televisiones privadas, sólo RTVE es un tímido cicuta de sus políticas.
El derrumbe de la televisión pública provocará un terremoto en la industria audiovisual como la pérdida de la publicidad la ha provocado entre los anunciantes. Igual que se ha perdido audiencia comercial y GPRs en la publicidad se perderá público, financiación y tejido industrial en el audiovisual.
El cine sufrirá menos los recortes por el blindaje legal del 6% del presupuesto de RTVE para su financiación hasta que se cambie la ley, pero las productoras españolas, deportes como el motociclismo, el baloncesto o el tenis sufrirán la pérdida de ingresos por derechos y un público que no recuperarán con su emisión por los canales privados.
El PP odia a RTVE y no está interesado en el servicio público, como ha demostrado con la gestión de la valenciana Canal 9 o de Telemadrid, monumentos del sectarismo y la manipulación. El castigo al leviatán audiovisual puede llevarse por delante una industria que necesita reforma, sensatez y ajustes, pero no demagogia.
Interesados: Rajoy busca responsable de demolición..
Columna en Estrella Digital
Las acusaciones de manipulación no las atemperan ni los consejeros del PP que pretendieron intervenir los contenidos de los informativos antes de su emisión ni el marianazo en el presupuesto. El PP se queja en la televisión pública y en el Congreso. Pero falta un destructor y cómo justificar el desmantelamiento. El gobierno de Rajoy no encuentra con quién rellenar el sillón de presidente de RTVE para su demolición. El coste profesional y el recorte de sueldos en las empresas públicas han ahuyentado a varios candidatos a terminator.
La alternativa es derrumbar la audiencia y el servicio público bajo el frágil mando de presidentes de turno –la situación actual- y nombrar jefe una vez rastrillados los despojos.
Al PP no le gustan las críticas ni las voces discordantes. Intenta acaparar más preguntas en la sesión de control del Congreso a RTVE para seguir fustigando a la televisión pública y ahogar a la oposición. El rodillo popular es implacable. Con gran parte de la prensa a su favor y la complacencia de las televisiones privadas, sólo RTVE es un tímido cicuta de sus políticas.
El derrumbe de la televisión pública provocará un terremoto en la industria audiovisual como la pérdida de la publicidad la ha provocado entre los anunciantes. Igual que se ha perdido audiencia comercial y GPRs en la publicidad se perderá público, financiación y tejido industrial en el audiovisual.
El cine sufrirá menos los recortes por el blindaje legal del 6% del presupuesto de RTVE para su financiación hasta que se cambie la ley, pero las productoras españolas, deportes como el motociclismo, el baloncesto o el tenis sufrirán la pérdida de ingresos por derechos y un público que no recuperarán con su emisión por los canales privados.
El PP odia a RTVE y no está interesado en el servicio público, como ha demostrado con la gestión de la valenciana Canal 9 o de Telemadrid, monumentos del sectarismo y la manipulación. El castigo al leviatán audiovisual puede llevarse por delante una industria que necesita reforma, sensatez y ajustes, pero no demagogia.
Interesados: Rajoy busca responsable de demolición..
Columna en Estrella Digital
Thursday, January 26, 2012
El fin de una RTVE líder
RTVE no tiene margen. Ha sido el mensaje del Consejo de Administración de la Corporación RTVE, descabezada y con presidente rotatorio, a la vicetodo Soraya Sáenz de Santamaría.
Los consejeros piden recuperar el IVA (120 millones) o excluir los costes de las olimpíadas de Londres 2012 (70 millones) de las cuentas de la televisión estatal para poder asumir el marianazo de 200 millones a su presupuesto (de 1.200 a 1.000).
El coste del apretón presupuestario es la pérdida del liderazgo de audiencia, que con un 14,5% a diciembre de 2011, mantiene durante tres años consecutivos frente a sus competidores privados. Pero el gobierno no parece preocupado por perder el liderazgo público para favorecer el privado.
Columna completa en Estrella Digital
Columna completa en Estrella Digital
Saturday, January 14, 2012
Cómo desmantelar las televisiones autonómicas
El gobierno de Rajoy cumple su promesa y prepara la reforma de la Ley Audiovisual para permitir la gestión privada en las cadenas autonómicas. Es el principio del desmantelamiento de un sistema ineficiente, caro e insostenible. Pero la fórmula elegida por el ejecutivo pasará la factura de la reestructuración a las arcas públicas y beneficiará a grupos que no han conseguido sus objetivos económicos y de audiencia en la burbuja de la TDT. Ni cierre ni redefinición del servicio público audiovisual en la era digital.
¿A quién beneficia la gestión privada de los canales públicos?
¿A quién beneficia la gestión privada de los canales públicos?
Columna completa en Estrella Digital
Thursday, January 05, 2012
Un YouTube de lo público
La televisión pública se ahoga mientras las privadas se concentran en un duopolio. Su coste es insostenible, por la crisis y por su diferencia con las privadas. El gobierno recorta a RTVE 200 millones de euros y las autonómicas esperan fórmulas de privatización. Años de engorde alentados por políticos dueños de una gran pantalla de propaganda han creado un telestado desmesurado que explota con la burbuja de la TDT. Sólo la audiencia se mantiene, pero repartida entre canales multiplicados por el audiovisual en internet. El consumo no para, 239 minutos diarios por persona.
La publicidad tampoco aguanta. La TV perderá otro 8 o 10 por ciento este año, 2.250 millones con un 85% en manos del duopolio de Telecinco y Antena 3. Los anunciantes se quejan, ofrecen salvar a TVE con una vuelta a la publicidad responsable como la que plantea su Consejo, tres minutos por hora. Las privadas se resisten y presionan para dejar sin publicidad a las autonómicas. Pero no parece viable aumentar el coste de 2.300 millones en subvenciones que las televisiones públicas devoran al año.
Al gobierno le toca reordenar el caos y la insostenible financiación de RTVE. El mercado ya hace su parte con más concentración y cierre de canales. Crece la oferta de pago con el vídeo bajo demanda y 2012 será el año de la televisión conectada con internet con ubicuidad de pantallas y contenidos compartidos en las redes sociales.
Falta un servicio público para la sociedad digital. Convertir la televisión pública en una plataforma de acceso a la información, la cultura y los contenidos públicos. Un espacio digital de contenidos sociales, culturales y científicos que reúna la oferta de museos, bibliotecas, centros de investigación y anime la producción audiovisual de calidad. Un YouTube de lo público con informativos independientes y proyección en todo el mundo. Sin tanta audiencia ni tanto coste, pero sosteniendo los valores del servicio público y aumentando el acceso a la sociedad del conocimiento, la única capaz de salvarnos de tanta crisis.
Columna en los diarios de Vocento
La publicidad tampoco aguanta. La TV perderá otro 8 o 10 por ciento este año, 2.250 millones con un 85% en manos del duopolio de Telecinco y Antena 3. Los anunciantes se quejan, ofrecen salvar a TVE con una vuelta a la publicidad responsable como la que plantea su Consejo, tres minutos por hora. Las privadas se resisten y presionan para dejar sin publicidad a las autonómicas. Pero no parece viable aumentar el coste de 2.300 millones en subvenciones que las televisiones públicas devoran al año.
Al gobierno le toca reordenar el caos y la insostenible financiación de RTVE. El mercado ya hace su parte con más concentración y cierre de canales. Crece la oferta de pago con el vídeo bajo demanda y 2012 será el año de la televisión conectada con internet con ubicuidad de pantallas y contenidos compartidos en las redes sociales.
Falta un servicio público para la sociedad digital. Convertir la televisión pública en una plataforma de acceso a la información, la cultura y los contenidos públicos. Un espacio digital de contenidos sociales, culturales y científicos que reúna la oferta de museos, bibliotecas, centros de investigación y anime la producción audiovisual de calidad. Un YouTube de lo público con informativos independientes y proyección en todo el mundo. Sin tanta audiencia ni tanto coste, pero sosteniendo los valores del servicio público y aumentando el acceso a la sociedad del conocimiento, la única capaz de salvarnos de tanta crisis.
Columna en los diarios de Vocento
Friday, December 30, 2011
Rajoy condena a RTVE
Rajoy fuerza la reestructuración de RTVE. La reducción de 200 millones de euros en los 550 millones de aportación estatal, una rebaja del 36,5%, deja a la televisión pública con un presupuesto de mil millones para 2012, inferior a los 1.097 millones con los que contaba en 2009, antes del despliegue de la TDT y de su apuesta por la televisión conectada e híbrida.
Es el peor castigo para una televisión pública siempre criticada por el PP.
RTVE tendrá que abordar una reestructuración como la emprendida por la BBC para eliminar canales de sus múltiples y reducir servicios, la única forma de rebajar sus gastos de producción y recursos para asumir el ajuste.
La televisión estatal tendrá que elegir entre cerrar servicios y canales para mantener competitividad en La 1 o rebajar toda su oferta y perder su liderazgo de audiencia.
El telestado de Rajoy será más reducido en cuanto a titularidad pública, hará que el duopolio privado recupere parte del negocio perdido durante la crisis y confía en esa alianza para sostener su apoyo político.
Es el peor castigo para una televisión pública siempre criticada por el PP.
RTVE tendrá que abordar una reestructuración como la emprendida por la BBC para eliminar canales de sus múltiples y reducir servicios, la única forma de rebajar sus gastos de producción y recursos para asumir el ajuste.
La televisión estatal tendrá que elegir entre cerrar servicios y canales para mantener competitividad en La 1 o rebajar toda su oferta y perder su liderazgo de audiencia.
El telestado de Rajoy será más reducido en cuanto a titularidad pública, hará que el duopolio privado recupere parte del negocio perdido durante la crisis y confía en esa alianza para sostener su apoyo político.
Los recortes en el telestado son obligados en la situación de crisis actual, pero vuelve a faltar una definición del servicio público en la sociedad de la información, donde la oferta audiovisual es enorme.
Por no esperar, ni siquiera se ha sacado a RTVE de su interinidad tras la dismisión de Alberto Oliart para nombrar un presidente encargado de liderar la reestructuración.
Pero el servicio público continúa haciendo falta donde lo privado no llega, tanto en sus esencias -informativos, programación infantil, educación y divulgación, minorías y colectivos especiales- como para convertirse en una plataforma de contenidos y servicios ciudadanos orientada a garantizar el acceso a los contenidos financiados por todos o de dominio público.
Por no esperar, ni siquiera se ha sacado a RTVE de su interinidad tras la dismisión de Alberto Oliart para nombrar un presidente encargado de liderar la reestructuración.
Pero el servicio público continúa haciendo falta donde lo privado no llega, tanto en sus esencias -informativos, programación infantil, educación y divulgación, minorías y colectivos especiales- como para convertirse en una plataforma de contenidos y servicios ciudadanos orientada a garantizar el acceso a los contenidos financiados por todos o de dominio público.
Cada vez que se manosea RTVE, con más o menos financiación, se obvia la necesidad de repensar la función del servicio público. Cuando a la BBC se le ordenó recortar su presupuesto un 20%, lo primero que se hizo fue rediseñar el concepto de la corporación británica, su papel en la sociedad y en el mercado de medios, y su futuro.
Esa visión se vuelve a echar de menos en los recortes del gobierno de Rajoy igual que en la coja y poco ambiciosa Ley Audiovisual aprobada por el ejecutivo de Zapatero.
Las ideas, el concepto del servicio público y su desarrollo son la medida de la calidad de la televisión pública, no sólo el dinero.
Tuesday, October 11, 2011
La BBC explora un nuevo servicio público digital
La BBC comienza a explorar el sueño de un nuevo servicio público digital basado en el procomún y su distribución abierta a toda la sociedad. El Digital Public Space es un esfuerzo filosófico y técnico para hacer accesibles a los ciudadanos todos los contenidos sociales y culturales protegidos o financiados con dinero público o por instituciones como la Biblioteca Británica, el Museo Británico o Europeana, la gran biblioteca europea.
Es la revisión y la superación del viejo servicio público audiovisual, un concepto obsoleto en la sociedad de la información. El nuevo servicio público digital debe ser la base de un nuevo estado de bienestar digital que impacte en el mercado y el espacio público como el estado de bienestar social lo hizo tras la Segunda Guerra Mundial: creando una red de protección social básica y un acicate para el desarrollo del mercado rebajando la desigualdad (algunas ideas sobre el estado plataforma y una nueva gestión social).
La sociedad no se puede permitir perder la enorme riqueza de contenidos culturales, científicos, técnicos, sociales, etc. financiados con dinero público o a cargo de instituciones públicas, académicas o archivos.
Esa enorme riqueza puede por primera vez ser accesible a los ciudadanos a través de los medios y herramientas digitales. Esa es la visión de la Strategic Content Alliance británica al que el nuevo Espacio Público Digital impulsado desde la BBC intenta dar forma como una iniciativa social, de contenidos y tecnológica.
Es hora de repensar el servicio público para conseguir mayor beneficio social, aprovechar y rentabilizar los contenidos financiados con dinero público, crear un base de conocimiento compartida y abierta a todos los ciudadanos, y avanzar en la innovación tecnológica para construir herramientas y plataformas públicas, independientes de las plataformas comerciales de las grandes empresas de internet.
Un estado del bienestar de la cultura, la ciencia, la innovación y los contenidos. Y una forma de hacer rentable las grandes inversiones que ya sufragan una cantidad de iniciativas dispersas, limitadas al acceso de unos pocos o ocultas al gran público.
En la arquitectura de Bill Thompson, responsable de las alianzas del archivo de la BBC, me parece especialmente interesante esa descripción del proyecto como un gran archivo o repositorio de gestión de la digitalización y los contenidos para después crear diferentes servicios o productos.
Imagina la conversión de los actuales canales públicos audiovisuales en áreas de contenidos y servicios con un enfoque de popularización y descubrimiento en los medios convencionales con sus extensiones o servicios digitales donde llegar a los diferentes contenidos catalogados para su mejor acceso en diferentes áreas en función de su naturaleza y del uso por el público.
Es hora de abandonar las fútiles y agotadoras luchas por el control político y la propaganda en el servicio público audiovisual (estatal o autonómico) para acelerar la digitalización de los contenidos públicos, ampliar el acceso al dominio público y coordinar a instituciones y organismos públicos o con objetivos sociales con un sistema de gestión y distribución que mejore el acceso de los ciudadanos a sus productos o servicios.
El futuro digital y la creación de una nueva economía sostenible depende de iniciativas así, que permitirán crear una base social de conocimiento y tecnología sobre la que mejorar la iniciativa privada.
Es la revisión y la superación del viejo servicio público audiovisual, un concepto obsoleto en la sociedad de la información. El nuevo servicio público digital debe ser la base de un nuevo estado de bienestar digital que impacte en el mercado y el espacio público como el estado de bienestar social lo hizo tras la Segunda Guerra Mundial: creando una red de protección social básica y un acicate para el desarrollo del mercado rebajando la desigualdad (algunas ideas sobre el estado plataforma y una nueva gestión social).
La sociedad no se puede permitir perder la enorme riqueza de contenidos culturales, científicos, técnicos, sociales, etc. financiados con dinero público o a cargo de instituciones públicas, académicas o archivos.
Esa enorme riqueza puede por primera vez ser accesible a los ciudadanos a través de los medios y herramientas digitales. Esa es la visión de la Strategic Content Alliance británica al que el nuevo Espacio Público Digital impulsado desde la BBC intenta dar forma como una iniciativa social, de contenidos y tecnológica.
Es hora de repensar el servicio público para conseguir mayor beneficio social, aprovechar y rentabilizar los contenidos financiados con dinero público, crear un base de conocimiento compartida y abierta a todos los ciudadanos, y avanzar en la innovación tecnológica para construir herramientas y plataformas públicas, independientes de las plataformas comerciales de las grandes empresas de internet.
Un estado del bienestar de la cultura, la ciencia, la innovación y los contenidos. Y una forma de hacer rentable las grandes inversiones que ya sufragan una cantidad de iniciativas dispersas, limitadas al acceso de unos pocos o ocultas al gran público.
En la arquitectura de Bill Thompson, responsable de las alianzas del archivo de la BBC, me parece especialmente interesante esa descripción del proyecto como un gran archivo o repositorio de gestión de la digitalización y los contenidos para después crear diferentes servicios o productos.
Imagina la conversión de los actuales canales públicos audiovisuales en áreas de contenidos y servicios con un enfoque de popularización y descubrimiento en los medios convencionales con sus extensiones o servicios digitales donde llegar a los diferentes contenidos catalogados para su mejor acceso en diferentes áreas en función de su naturaleza y del uso por el público.
Es hora de abandonar las fútiles y agotadoras luchas por el control político y la propaganda en el servicio público audiovisual (estatal o autonómico) para acelerar la digitalización de los contenidos públicos, ampliar el acceso al dominio público y coordinar a instituciones y organismos públicos o con objetivos sociales con un sistema de gestión y distribución que mejore el acceso de los ciudadanos a sus productos o servicios.
El futuro digital y la creación de una nueva economía sostenible depende de iniciativas así, que permitirán crear una base social de conocimiento y tecnología sobre la que mejorar la iniciativa privada.
Monday, October 10, 2011
Fin del sueño audiovisual autonómico
La televisión autonómica se ahoga. Se acumulan recortes en los presupuestos, denuncias de mala gestión, sueldos abusivos y partidismo. La televisión pública sigue sufriendo el huracán del debate político, pero nadie parece dispuesto a realizar una reflexión seria para definir un nuevo servicio público en la era digital, sostenible, de valor social y tapando de una vez el tubo de escape de la máquina de propaganda. La crisis de las autonómicas amenaza a un sector audiovisual muy dependiente del dinero público.
Tablas de Uteca/Deloitte
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Thursday, September 15, 2011
Wifi municipal sin servicio público digital
Las administraciones públicas pueden ofrecer wifi gratis y abierto, pero con las condiciones de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT): registrarse, pagar una tasa, limitar el alcance y la velocidad del servicio, y no financiarlo con fondos públicos. Una sentencia de la Audiencia Nacional ratificando la sanción al Ayuntamiento de Málaga por no respetar esos requerimientos vuelve a avivar el debate a pesar de que más de 500 administraciones públicas ofrecen wifi con varios modelos, con o sin publicidad, en colaboración con empresas, etc. y se permite el wifi comunitario compartido entre vecinos.
La sociedad de la información necesita crear un nuevo servicio público digital. Un acceso a contenidos y servicios públicos y financiados con dinero público en condiciones diseñadas para ampliar el acceso de los ciudadanos.
Columna completa en Estrella Digital
La sociedad de la información necesita crear un nuevo servicio público digital. Un acceso a contenidos y servicios públicos y financiados con dinero público en condiciones diseñadas para ampliar el acceso de los ciudadanos.
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