Si estas navidades piensa regalarse una nueva televisión tenga cuidado al cambiar de pantalla. Asegúrese de comprar una tele con conexión a internet. La televisión va camino de mudarse a la Red con más velocidad de la esperada. Aunque aquí sigamos dale que te pego con el límite a los anuncios para que las cadenas no nos frían con telepromociones, las fusiones para acumular canales y una ley audiovisual que nace superada por la realidad, la televisión se muda a internet.
En Inglaterra la BBC ha conseguido aprobación para desarrollar el proyecto Canvas, la mayor iniciativa de televisión por internet y vídeo a demanda de Europa. La BBC quiere una plataforma común de televisión a la carta para los británicos. Con ella los televidentes podrán elegir ver los programas cómo y cuándo quieran. Muchos lo hacen ya a través de iPlayer, el servicio de la cadena pública que en octubre servía ya programas de radio y TV a más de un millón de espectadores en cualquier pantalla, del PC a los móviles o las consolas.
En Estados Unidos los grandes del cable, como Comcast, lanzan servicios de vídeo a demanda para sus suscriptores con la intención de no perder clientes y de ampliar la oferta para atraer a otros. Incluso Apple vuelve a la idea de convencer a los grandes de la televisión de ofrecer sus canales y programas en iTunes, la plataforma que revolucionó la música, a cambio de una suscripción.
Todavía no hay planes así en España a pesar de una mayor apuesta de las cadenas por sus webs y el vídeo en internet. La pelea está en hacerse con el control de la audiencia concentrando canales y oferta en la TDT cuando ya falta poco para el apagón analógico. Pero el "encendido digital", como a algunos les gusta llamarlo, no será pleno hasta un mayor avance en la convergencia. No será porque las cadenas no tengan estudios que indican ese camino. Por si acaso, si cambia de televisión, no se olvide de la conexión a internet.
Columna en los medios de Vocento