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Wednesday, March 20, 2013

Feedly crece con el fin de Google Reader


El RSS aún importa Tanto que el anuncio del fin de Google Reader hace unos días ha empujado a Feedly, la alternativa más popular, a lo alto de los ránkings de aplicaciones de noticias en todas las plataformas. Arriba se puede ver el impacto en Estados Unidos y abajo en España (datos de AppData) en iPhone y iPad, con un comportamiento similar en Android. Una escalada en las listas y una reacción de los usuarios que deja varias lecciones para las aplicaciones y los medios:
  • Los usuarios quieren controlar sus fuentes de información. La personalización es selectiva.
  • Los medios y las redes sociales no sustituyen al RSS: un uso más informal y de descubrimiento que de fidelización.
  • La sincronización multipantalla es esencial para consumidores multiplataforma.
  • El flujo de información es para los móviles; la lectura reposada de un medio informativo, para las tabletas.


Lo dije cuando Google anunció que Reader desaparecerá en julio: el RSS importa. Es el código de la mayoría de aplicaciones y agregadores de los grandes consumidores de información. La herramienta clave de todos aquellos que por afición o por motivos profesionales necesitan consultar y gestionar gran cantidad de información y fuentes: de periodistas a especialistas en cualquier campo hasta los consumidores intensivos de información.

El consumidor profesional o muy intensivo necesita personalizar sus fuentes de información y gestionarlas activamente. Pero también mantener la capacidad de archivo y de encontrar información mucho más difícil o lenta de recuperar en los buscadores e inaccesible en las redes sociales, todavía con una capacidad de búsqueda muy limitada.
Los agregadores sirven mejor cuando puedes controlar y gestionar fácilmente las fuentes a las que dan acceso.

Las redes sociales y las aplicaciones basadas en el flujo social son otra forma de consumir contenidos. Se basa más en la casualidad, la serendipia y en el descubrimiento gracias al criterio social que en el seguimiento y la alerta de las fuentes más fiables o necesarias para muchos grandes usuarios de contenidos.
En el RSS se busca una información y contenidos concretos sobre los que se tiene una valoración y criterio de las fuentes a las que se accede.
En las redes sociales y sus aplicaciones de lectura se descubre lo que no deberías perderte gracias a las recomendaciones.
Los datos de Flipboard, tanto en España como en Estados Unidos, muestran que el incremento de usuarios tras el anuncio del fin de Google Reader ha sido muy bajo y se ha desvanecido rápidamente.

La multipantalla demanda acceso en todos los dispositivos y sincronización. El consumidor es multipantalla y los contenidos se consumen en todas las plataformas y dispositivos, aunque de diferente forma. Esa es otra razón para el crecimiento de Feedly: a diferencia de Flipboard u otras alternativas como Pulse, se puede utilizar en navegadores como Chrome, donde supera los 660.000 usuarios y está calificada con la máxima puntuación.
El usuario necesita simplicidad, un interfaz común y sincronización de sus contenidos en todos sus dispositivos: ordenador, móvil y tabletas. La batalla de la distribución de los contenidos es multipantalla, por eso Facebook intenta convertirse en un diario personalizado y los medios no deben olvidar que el contexto y el soporte son igual de esenciales que cuando se distribuía en papel y ondas de radio o televisión.

Los móviles son el soporte para el flujo informativo y la actualización. En las tabletas aumenta el consumo directo y la fidelidad a la marca o cabecera. El crecimiento de Feedly como alternativa a Google Reader es mucho mayor en la aplicación para smartphones (tanto iOS como Android) que en iPad.
Lo mismo ocurre con Flipboard, mejor situada en la clasificación de iPhone que en la de iPad.
El atractivo de las aplicaciones de cada medio informativo crece en las tabletas frente a los móviles, donde en el caso de España también aparece Mobile RSS, otra de las aplicaciones de RSS más utilizadas.
Los usuarios de tabletas consumen más contenidos a través de la aplicación de la fuente original, lo que confirma la fortaleza de las tabletas como soporte para la televisión y la prensa.

Google por ahora saca poco provecho para Google Currents, su mejor alternativa a pesar de la obsesión por Google+, explicada por Brian Shih, antiguo product manager de Reader.

Friday, November 09, 2012

Estados Unidos vs. Europa: OTT frente a descargas


Una buena oferta de vídeo y entretenimiento en internet frena las descargas y gran parte de las quejas de la industria. El análisis de los mercados digitales de Estados Unidos y Europa muestra que la oferta de vídeo (OTT) y música (streaming) competitiva, eficaz y asequible cambia radicalmente el consumo de los usuarios tanto en líneas fijas como móviles.
El entretenimiento online es el 58,6% del total del tráfico digital desde conexiones fijas en Estados Unidos, con Netflix acaparando un 28,8% del tráfico total y un 33% del de bajada, dejando muy lejos a las descargas, con un 12% del tráfico, con BitTorrent acaparando un 10% del total.
En Europa la escasa y menos competitiva oferta, unida al bloqueo que televisiones y distribuidoras han conseguido imponer en muchos países, hace que el entrenimiento online sólo represente el 34,8% del tráfico mientras las descargas son el 20,3%, BitTorrent con un 14,9%.
Ese déficit de oferta de vídeo online (Over the Top) en Europa beneficia también a Google, que con YouTube acapara el 20% del tráfico total y la mayoría del consumo de vídeo.
Gran Bretaña, donde el mercado digital es mucho más competitivo, muestra que cuando hay oferta competitiva y bien promocionada, el usuario la adopta rápidamente. El streaming de BBC iPlayer consigue un 5,10% del tráfico total mientras Netflix y Lovefilm, los dos principales competidores comerciales de OTT alcanzan un 2,5 y un 1,46% del tráfico.

Los datos del análisis de tráfico de Sandvine vuelven a demostrar que la mejor política antipiratería es una buena oferta comercial. El problema, como siempre, es que para que cambie el mercado y el consumo de los usuarios debe haber una innovación disruptiva que irrumpa tan fuerte como Netflix en Estados Unidos. De lo contrario, las barreras monopolísticas y de los viejos mercados moderan los cambios pese a la igualdad en redes y dispositivos de acceso.
Por eso no tiene ningún sentido que los grandes distribuidores y las sociedades de gestión de derechos de autor sigan comportándose como monopolios que bloquean los nuevos negocios y aumentan el mercado irregular, con peor oferta para los consumidores y menor negocio para la industria. La contrapartida es el mantenimiento del control de los grandes, la vieja historia de los oligopolios.
Un problema que vuelve a ser de especial relevancia en España con la discusión de la nueva estructura del espectro radioeléctrico y el dividendo digital mientras esperamos una reforma de la Ley de Propiedad Intelectual de la que ya se filtran borradores inquietantes.
El estudio revela también diferencias de consumo interesantes entre ambos mercados. En el fijo en Europa hay mucho más tráfico web y de redes sociales mientras en ambos continentes el consumo de comunicación (Skype, videochats, etc.) es bastante estable, igual que el de plataformas de aplicaciones.


En el tráfico móvil se repiten las diferencias, el mercado de entretenimiento en tiempo real, sobre todo el vídeo y el streaming de música, acaparan la mitad del consumo, mientras en Europa es sólo un 34,2% y se mantiene un alto consumo de P2P, del 8,9%.
YouTube, con un 28% y la música de Pandora con un 4,74% del total del tráfico marcan la diferencia con Europa, donde los torrents son fuertes con un 6,82% del consumo y YouTube baja nueva puntos, hasta el 19%.
La otra gran diferencia es el mayor uso en Europa de aplicaciones y servicios de comunicaciones, de Skype a mensajes multimedia (WhatsApp y similares) para evitar los costes de telefonía.
El consumo de redes sociales también es mayor en Europa, un 14,6% del total frente a un 10,5% en Estados Unidos, con Facebook como acaparador de la mayoría del tráfico, un 13% en el Viejo Continente y un 7,95% en el americano.
Cuando se hace la proyección sobre el futuro del consumo aparecen tres grandes motores, tanto en fijo como en móvil: el vídeo en internet, el aumento de consumo en las aplicaciones (ahora mayor con la progresiva implantación de los nuevos sistemas operativos como Windows 8) y el crecimiento de la telefonía IP y las aplicaciones de mensajería.

Friday, September 28, 2012

La información se consume en móvil, redes sociales y vídeo


La internet del flujo social, el ecosistema de los streams, es la clave del nuevo consumo de información. Sólo las noticias en televisión resisten el aumento del consumo de información en redes sociales y móviles. En Estados Unidos los medios informativos digitales ya superan (39% de la audiencia) a los que oyen noticias en la radio (33%) o leen diarios (29%). Una tendencia que en países como España se ha acelerado desde 2010, cuando la audiencia de diarios digitales sobrepasó a la de papel.
Los dos grandes motores del consumo de información los dos últimos años -como saben todos los responsables de medios digitales, también en España y Latinoamérica- son el móvil y las redes sociales. En Estados Unidos un 19% de la audiencia consume noticias en las redes sociales -un aumento del diez por ciento respecto a 2010- y un 15% lo hace en el móvil, un incremento del 6% en dos años, según el último estudio de Pew Research.


En España, el consumo de prensa digital a diario en los móviles alcanza al 25% de los usuarios y creció un 4% este año respecto a 2011. El 37% de los usuarios de tabletas leen prensa online diariamente, un 12% más que el año pasado, según el último estudio de IAB y The Cocktail Analysis.
Los nuevos datos confirman una vez más la adopción de los teléfonos inteligentes (smartphones) y tabletas como dispositivos claves para la información. El consumo a través de redes sociales, móvil y vídeo es el nuevo ecosistema de la información, como han demostrado las olimpíadas de Londres 2012 o coberturas informativas como la de las protestas del 25S.


Especialmente entre el público más joven, los medios digitales se imponen a los tradicionales. La consolidación de las redes sociales y de la edición social de la información como nueva agenda informativa supera incluso a la prensa en papel en la mayoría de las edades, impulsada por su enorme penetración.
Incluso medios de referencia como Financial Times alcanzan ya el 20% de su tráfico en internet procedente de las redes sociales, mientras en otros como The New York Times está alrededor del 6%.
En los nuevos medios y los de nicho, el tráfico de redes sociales supera en muchos casos al de los buscadores, que mantienen un 33% del consumo de noticias, según Pew. Esa cifra está bastante ajustada a la media de las fuentes de tráfico de la mayoría de los medios digitales.



El consumidor de información es móvil y social. El smartphone es el acelerador de este consumo, tanto para la información como para las propias redes sociales y obliga a cambiar la estrategia de los medios informativos: impone una programación contextual de los contenidos -por intereses, actitud y dispositivo de consumo-, el aumento de la información en tiempo real y acompañar permanentemente a la audiencia con contenidos, servicios y utilidades, no conformarse simplemente con publicar noticias.
Cuando las pantallas móviles sustituyen al papel y a muchas pantallas fijas, los medios están obligados a convertirse en parte de la identidad de dominio público de los usuarios: la que se construye en las redes para compartir y que representa a cada usuario en el nuevo espacio público de las redes sociales y la hiperconexión.


El tiempo de consumo se desplaza hacia la televisión y los medios digitales, como en el caso de España y otros países. Las pantallas concentran el tiempo y la atención.


El consumo de noticias en aplicaciones también aumenta, especialmente en las aplicaciones de las televisiones, imprescindibles para ver bien los vídeos, el otro gran motor del consumo de la información.
Los datos de todos los estudios recientes ratifican el cambio estructural en el consumo de medios e información hacia las nuevas plataformas y dispositivos móviles. Un cambio disruptivo en el consumo de información.
Los dispositivos móviles no son diferentes a la web, no una mejora. Cuando se lleva un completo ordenador en el bolsillo, permanentemente conectado a internet, toda la realidad y la comunicación se impregna de lo digital. Los móviles conectan al fin el ciberespacio con lo real y reemplazan a los contenidos y a los viejos productos convirtiéndolos en software y permitiendo a nuevos servicios competir e inmiscuirse en cualquier actividad.
Las imágentes son claras: las calles y el transporte cambian cuando un mapa en tus manos permite geolocalizar al usuario, los lugares que le interesan o los amigos/conocidos que le rodean. Comprar ya no es lo mismo cuando dentro de cualquier comercio se usa el móvil para comparar precios y productos en una tienda virtual que se introduce en la cadena de valor del consumo tradicional.
Los negocios (transacciones) y los medios (contenidos) se convierten en software distribuido a través de plataformas (sistemas operativos) operados y propiedad de otros.
El cambio de ecosistema demanda una radical reinvención de los medios y la información para seguir siendo relevantes, conseguir la afinidad con el público, distribuir con más eficiencia sus contenidos y desarrollar nuevos servicios para un consumo a demanda (pull, no push), ubicuo, hiperconectado, en tiempo real y atado al flujo social.

Monday, September 24, 2012

Los internautas son los mayores consumidores de medios


Los internautas consumen más medios que el resto de la población. Los datos de EGM recopilados por Zenith vuelven a subrayar que los consumidores de contenidos de información y entretenimiento son digitales e internautas. Por eso la penetración de los medios es mayor que entre el resto de la población.
Estos datos ratifican los datos de consumo de diarios digitales y otros medios de 2010 y 2011 con la tendencia ya analizada: crece la audiencia pero desciende la frecuencia del consumo de medios convencionales al ser sustituida por los soportes digitales, lo que se refleja claramente en el tiempo de consumo de cada medio: 35 minutos para los diarios, dos horas y media para internet, casi tres para la radio y cuatro horas de televisión.
El resultado es la necesidad de una estrategia de medios contextuales, donde la marca y los contenidos acompañan a la audiencia a través de las diferentes plataformas y dispositivos.
La audiencia de los contenidos crece, la distribución del consumo entre medios y soportes es lo que cambia: fragmentación de pantallas y soportes.

Friday, July 13, 2012

Móvil: la clave para el negocio de la información digital

Los diarios necesitan acelerar su conversión digital y móvil para ganar más audiencia. Alrededor de 7,56 millones de ciudadanos leen noticias digitales diariamente (un 36% de los internautas), todavía muy por debajo de los 14,34 millones de lectores de diarios, 12,46 de ellos lectores de información general (EGM).
Pero el mayor problema está en el tiempo de consumo: los lectores dedican alrededor de 30 minutos diarios y una hora los domingos (4,1 horas semanales) a la prensa, una caída del 11% desde 2010 que contrasta con el aumento del consumo de televisión (16%) e internet (8%), según datos del último Mediascope Europe.
El consumo de noticias digitales, breve y conciso, no compensa esa pérdida de consumo a favor de otros medios y pantallas, especialmente las redes sociales.

El móvil, las redes sociales y el vídeo son las claves del nuevo consumo de información, seguidas por el crecimiento del uso de las tabletas.
Los medios ya están en internet. El 88% de los internautas leen prensa digital, dos tercios ven televisión online (8% diariamente) y un 62% escuchan radio online (uno de cada diez a diario). En estos dos últimos casos todavía es muy escaso el consumo diario, pero crece con fuerza.
Los diarios y las noticias digitales siguen siendo uno de los medios más consumidos en internet, aunque todavía por debajo de la media europea. Para los medios informativos, acelerar la conversión digital es urgente para fortalecer su posición digital frente al deterioro del mercado y la lectura impresa.


Mobile first: la conversión al móvil es clave. Los internautas intensivos ya están en el móvil. Con 15,9 millones de smartphones (datos de la CMT) en el mercado, 8,5 millones de usuarios se conectan a través del móvil, un 21% de los usuarios, alrededor de 10,1 horas semanales.
Las tabletas son utilizadas para conectarse por 2,2 millones de personas, un todavía escaso 5% de la audiencia.
Una gran parte de la audiencia fiel de noticias es usuaria del móvil, el dispositivo que junto a las tabletas realmente reemplaza al papel. Y lo hace porque los móviles son la extensión más simple de las capacidades cognitivas y de consumo de los usuarios, además de convertirse en parte de su identidad digital.
Los medios informativos no deben olvidar el móvil, además de concentrar a sus mayores consumidores, es el dispositivo clave de los nuevos lectores. Los nuevos lectores serán nativos móviles, no sólo digitales. Los dispositivos móviles de cualquier tipo -smartphones, tabletas, etc.- serán la clave del consumo de información igual que la portabilidad de los diarios (de su invención como formato impreso portátil a la búsqueda de formatos más sencillos como el tabloide) marcaron el crecimiento de la prensa durante siglo y medio. Y lo mismo se puede decir de la radio, que pasó de las mesas de las salitas de estar a ser ubicua en el esplandor de la radio portátil.
Los soportes y dispositivos móviles han sido la clave de la evolución del consumo de medios. A los citados se une el libro de bolsillo, el walkman o el iPod que comenzó la revolución de los contenidos móviles digitales hasta el smartphone y el iPad o el Kindle.
Las noticias acompañan a su público. La propia naturaleza de la información requiere el acceso continuo y en ubicuidad, la actualización y la relación con lo que nos rodea: los otros, redes sociales; el entorno, geolocalización, y los servicios como la publicidad de contacto, guías, ofertas, etc.
Es la clave de la convergencia 2.0: la integración de contenidos, servicios, lo social y lo físico en un aparato que identifica a cada ciudadano como usuario y consumidor.

El móvil es el dispositivo digital de la democratización del acceso a los contenidos y los servicios. Donde no llega el ordenador, está el móvil. Y la aceleración del crecimiento de smartphones (44% de los usuarios) lo demuestra. El ordenador es para trabajar o estudiar, pero para consumir y estar siempre en contacto y acompañados el móvil es imbatible.
También en eso se parece a la prensa -sobre todo a la popular-, al libro de bolsillo y a la música en el mp3 y el iPod.
El problema de la industria de los medios y los contenidos españoles con la movilidad es histórico. Los déficits en prensa popular y en libro de bolsillo, en ambos casos siempre muy por debajo de la media de otros países, han marcado gran parte de las deficiencias de nuestro mercado de contenidos.
Lo mismo ocurre en Latinoamérica con el libro -controlado en gran parte por editoriales españolas- y sólo se ha paliado esa carencia en parte con la prensa popular, aunque siempre con una escasez de prensa popular de calidad (no sensacionalista) que permita ayudar al desarrollo cultural, social y político de los ciudadanos.

El móvil primero significa una planificación contextual de los medios y el producto. Los diarios deben convertirse en medios contextuales: adaptados a un consumo ubicuo y en movilidad, con abundancia de oferta y donde la demanda vuelve a ser la clave a través de recomendaciones (redes sociales) y aplicaciones. Medios centrados en la audiencia, construidos no sólo enfocados en los contenidos, sino en la relaciones de los contenidos con la audiencia y entre los usuarios y sus relaciones sociales, de trabajo, en la vida cotidiana, en el entorno.
El móvil es el centro de la vida digital y la información debe no sólo insertarse en ese espacio sino convertirse en una herramienta clave para gestionar la vida de los nómadas digitales. La información debe ser tan relevante en un entorno que pone al usuario en el centro de sus actividades y conexiones como lo fue cuando su fortaleza estaba en ser uno de los pilares de la vida pública.
Esa relevancia se construye con contenido, pero también con precio adecuado, calidad, inmediatez, experiencia de usuario, afectividad y socialización, personalización y una plataforma de distribución eficiente. La tecnología, los contenidos, servicios y la experiencia de usuario son claves para construir los nuevos modelos de negocio que hagan sostenible el mercado de la información digital. Y sólo con ese tipo de desarrollos se puede superar el bache todavía existente entre publicidad convencional, digital y móvil, tanto en volumen como en CPM.

Friday, June 08, 2012

El tiempo es de las pantallas


La estructura del consumo de medios es cada vez más clara: el tiempo se agota en las pantallas. Una revisión de los datos del EGM en un gráfico de Zenith muestra cómo la televisión e internet se van despegando de la prensa en tiempo de consumo y audiencia.
La televisión sigue líder a mucha distancia, con 246 minutos de consumo en mayo y una penetración de casi el 90% en el primer trimestre del año.
Seis de cada diez personas escuchan la radio, revitalizada por internet y con más de dos horas de consumo diario, que crecen con el streaming. Casi uno de cada cinco internautas escucha radio a la carta. Spotify supera los tres millones de usuarios, seguido por Los 40 con 1,5 y MySpaces todavía con 862.000.
Internet se coloca claramente como el segundo medio, a pesar de ser todavía el tercero en ingresos publicitarios.
El consumo llega a los 152 minutos diarios, con los diarios y las redes sociales empatados en unos 12 millones de usuarios diarios.
Las emisoras de radio atraen a cuatro millones de usuarios únicos y la televisión roza los 3,5 millones.
Los diarios son leídos por 14,6 millones de personas (el 36,9% de la población), todavía más audiencia que los diarios digitales, excepto en las grandes cabeceras.
El consumo diario se reduce a menos de media hora en la mayoría y llega a los 40 minutos en el total.


Para los medios, especialmente para la prensa, es urgente la necesidad de convertirse en medios contextuales y multipantalla. Capaces de acompañar a la audiencia en todos los dispositivos y con ofertas diferentes, en contenido y experiencia de usuario, para distintos tipos de consumo.

Monday, June 04, 2012

Uppleva, la lección de Ikea TV



Muebles para el televisor. Son uno de los artículos más buscados en las tiendas Ikea. Tanto que la cadena de mobiliario sueca ha decidido vender el mueble con televisor, y así nace Uppleva. Ikea se lanza al mercado de la smart TV (televisión inteligente) y lo hace con marca propia y algunos detalles que ofrecen lecciones y pistas para el negocio y la evolución de los medios.

La televisión vuelve a ser el centro del ocio digital. La televisión conectada -también a los muebles- devuelve su poder a la gran pantalla y acaba con el interregno del ordenador y sus servidumbres. Quien controla la gran pantalla, controla el mercado de la televisión.

La televisión es la gran pantalla del hogar digital. La televisión digital y conectada es la gran ventana a los contenidos y el ocio digital, y en el futuro a gran parte de los servicios digitales para el hogar. Pero la televisión es también uno de los dominadores de la experiencia de usuario -junto a móviles y tabletas-, con un impacto directo en el consumo y el estilo de vida de los clientes. Ikea no quiere perder esa oportunidad

La televisión ya no es un sistema independiente. La televisión es una plataforma digital. El televisor es el principal dispositivo para un acceso compartido y en movilidad gracias a las aplicaciones y a la migración de los contenidos y cadenas a todos los canales de distribución digital capaces de servir programación, streaming o vídeo a demanda.
La mayor parte de la tecnología y componentes de la electrónica de un televisor son commodities, diseñados, fabricados y ensamblados por fabricantes que sobre esos materiales comunes suman una marca, su comercialización y una plataforma de contenidos y servicios (en algunos casos).
Ikea, con 287 tiendas en el mundo por las que han pasado 655 millones de visitantes en 2011, está en una buena posición para ofrecer televisores integrados en sus muebles. Tiene lo más importante: marca y clientes.

La experiencia de usuario también está en el salón. Móviles y tabletas ofrecen a la televisión algunas ventajas como acceso a múltiples servicios y aplicaciones -vídeo en internet, streaming, vídeo bajo demanda, etc.-, pero también conexión sencilla y sin los enojosos y feos cables. La televisión de Ikea no los elimina, pero los esconde e integra, igual que el Blue-ray o un equipo de sonido.


Televisión integrada y sencilla. Ikea sigue el mandato de integración, simplicidad y diseño que llevó a Steve Jobs a defender el atractivo de un Mac como un equipo integrado, con software y hardware vinculados para hacerlo único. Ahora Ikea va más allá de la pantalla y el equipo y exporta esa concepción a los muebles que acojen el televisor. De la importancia del equipo al poder del ambiente, donde la experiencia de usuario mejora. Y que mejor sito para hacerlo que la propia casa y el salón.
El software de la smart TV de Ikea y el diseño de un sencillo mando recuerda mucho a los principios de diseño de Apple.

La televisión es social, pero está en el salón. La televisión es cada día más social. Pero el salón sigue siendo el principal elemento de socialización, seguido por donde los muebles de Ikea no llegan: los vídeos, los chats y las redes sociales.


La televisión es el tercer mercado de la electrónica de consumo. Sólo los móviles y los ordenadores superan a los televisores en ventas. Ikea entra en un nuevo terreno hasta ahora desconocido con el poder de su marca y su poder de comercialización.

Ikea mira a Apple y sabe que vender electrónica en sus tiendas puede ayudarle a aumentar sus ventas, pero sobre todo sus beneficios y su margen de rentabilidad.
El gigante de los muebles de diseño y el mayor productor de software y hardware de diseño están cerca en número de tiendas.


Pero la rentabilidad de las tiendas de Apple, concentradas en productos de alto coste y con menor necesidad de superficie y de personal, son más rentables. Supongo que si se midiesen los kilómetros cuadrados que los visitantes de Ikea hacen por los pasillos de sus tiendas multiplicarían los paseos por las Apple Stores, mucho más enfocados a unos pocos productos.


Esas diferencias hacen que Apple consiga casi el doble de ventas por visitante en sus tiendas con un coste mucho menor (gráficos Asymco).
Ikea no será Apple pero algo está aprendiendo del negocio de otros para reinventar un negocio que ya es maduro y exitoso. Así que se lanza a un nuevo mercado apalancándose en sus fortalezas, en principio tan diferentes a la electrónica de consumo.
Posiblemente los primeros perjudicados si Uppleva funciona serán los fabricantes y los vendedores de televisores en grandes superficies y en internet. Ikea es uno de los monstruos del comercio online con 870 millones de visitantes en su web en 2011.
Una oportunidad de reinventar el negocio que se echa muy de menos en los medios. Algo podemos aprender de la cadena sueca.

Monday, May 07, 2012

Aumenta el consumo de noticias en aplicaciones


El consumo de información en las aplicaciones móviles continúa aumentando, según los últimos datos de Flurry.
Las redes sociales y las noticias son las ganadoras en el tiempo de consumo en el último año. Las redes sociales concentran cada vez más tiempo: 24 de los 77 minutos dedicados a las aplicaciones diariamente. Un enorme crecimiento del 60% que continúa demostrando la evolución de internet hacia la red de las personas.
Los usuarios de aplicaciones dedican 12 minutos diarios a las noticias, uno más que en 2011 y un 15% del tiempo total.
El consumo de entretenimiento se mantiene en diez minutos y los juegos bajan de 25 a 24.
La tendencia en el consumo de noticias en aplicaciones móviles coincide con el aumento de usuarios de las aplicaciones de medios en Facebook y vuelve a subrayar la importancia de crear medios contextuales y de aprovechar la edición social.

Thursday, April 26, 2012

La factura del niño

Federico se encontró con un recibo de 500 euros en su iTunes. Inexplicable hasta ver la retahíla de actualizaciones de juegos. Su hijo cayó en la trampa de los pagos en las aplicaciones con el frenesí del clic de un dedo. Federico se considera culpable por dejar su contraseña activada y no vigilar suficientemente de cerca a sus hijos. Otras familias no son tan comprensivas y la trampa de la facilidad de los pagos virtuales ha acabado en crisis y enfados. Apple y Facebook se enfrentan de nuevo a demandas en Estados Unidos por no controlar suficientemente las compras de los menores de edad.

Muchos nativos digitales son también hiperconsumidores compulsivos, acostumbrados al tiempo real, a poder acceder a todo y ya. Tanto Facebook como Apple piden control paterno o de un tutor para las compras de los menores, pero la realidad es bien diferente. Una gran parte de las aplicaciones son 'freemium': ofrecen su servicio gratis para cobrar por actualizaciones o complementos. La obligatoriedad de reintroducir la contraseña y los 15 minutos de vigencia introducidos por Apple muchas veces no son suficientes.

Algunas familias utilizan diferentes contraseñas para evitar problemas, pero los peligros de la identidad digital y la comodidad de los pagos digitales acechan. Las empresas luchan por conseguir el número de la tarjeta de crédito de los usuarios para facilitar su negocio; los usuarios, para comprar con un clic, sin esperas, pero la factura a veces puede ser demasiado onerosa.

El control de los menores en el mundo digital es una pugna constante. Las autoridades piden a las empresas más control, muchos padres se hacen amigos de sus hijos en las redes sociales para vigilar qué publican y comparten, pero casi ninguno cierra a los menores el atractivo y las oportunidades de las nuevas pantallas. Consumidores y empresas necesitan más confianza. La facilidad en las compras no debería estar reñida con la posibilidad de deshacer errores y pagos indeseados bajo ciertas condiciones. Los bienes comprados son virtuales, pero el daño es a menudo muy real.

Columna en los diarios de Vocento

Friday, December 16, 2011

Medios hiperpersonalizados

Diarios y revistas confían en los móviles y las tabletas como nuevos soportes para la lectura. Al fin aparatos que permiten concentrar la atención y escapar de la abundancia y la navegación ultrarrápida de la web, enemiga de la lectura atenta y de la atracción de la publicidad.
Pero los usuarios y la tecnología cambian más rápido que los medios. Agregadores como Flipboard o Zite se unen a redes de microblogging como Twitter para plantear nuevos medios hiperpersonalizados donde los usuarios eligen y descubren qué leer, ver o escuchar apoyados en otros usuarios, su localización, el flujo social, las fuentes que ya siguen y el tiempo real.

El poder de la demanda y la recomendación se impone al viejo dominio de los medios y la oferta. Las claves son la elección de contenidos basados en la influencia y gustos de otros usuarios, el descubrimiento de nuevas alternativas y sobre todo el poder del usuario para elegir y demandar contenidos personalizados y abiertos en lugar de aceptar la selección profesional y cerrada de los medios.

Flipboard y Zite son agregadores de contenidos. Nacieron para el iPad y acaban de extender su oferta al teléfono iPhone. Flipboard crea una revista basada en la cuenta del usuario en Twitter o en sus suscripciones (RSS) a diversos medios. Zite utiliza esas fuentes para crear una revista para cada usuario gracias sus algoritmos de personalización. Los dos optimizan la presentación en el interfaz de las pantallas táctiles y eliminan o reducen el impacto de la publicidad. Twitter se rediseña para incluir más contenidos y todos incluyen a las marcas como fuentes, sustituyendo la publicidad convencional por la oferta de información especializada para sus consumidores.

Para los usuarios las ventajas son claras: leen lo que quieren y lo que recomiendan la gente con la que comparten intereses. Tanto esa edición social como la tecnológica de los algoritmos les descubren lo inesperado. La sorpresa anima el consumo y aumenta el interés. La lectura se hace más fácil a través de cualquier soporte y la publicidad menos incómoda e intrusiva.

Para los medios es un nuevo desafío. Aumenta el poder de los usuarios y obliga a las fuentes a cuidar sus contenidos, su marca y su personalidad en las redes sociales para rentabilizar sus amigos y fans. Los medios deben ser sociales, pero además aprender a olvidar su paquete y forma tradicionales para convertirse en contenidos distribuidos a través de varios servicios, plataformas e interfaces con diferentes diseños y funcionalidades.

Otro desafío para el negocio, basado en rentabilizar al mismo tiempo marca, soporte, contenidos y formato. Ahora los medios deben ser contextuales, distribuidos, diseñados para el consumo en diferentes plataformas, compartidos y con distintos formatos en función de la actitud y pantalla del usuario.

Junto al cambio en la rentabilización se ahonda la crisis en el periodismo tradicional, enfrentado a la necesidad de crear y mantener un público que se reconozca en los contenidos y los medios como plataformas: espacios atractivos y críticos donde encontrar respuestas a su demanda. Un público al que hay que ganar a cada instante cuando el poder está a un toque de dedos sobre la pantalla y reconocerse con otros al compartir es tan importante como la propia información.

En definitiva, volver a crear públicos y comunidades, no sólo clientes y compradores. Y convencer a los anunciantes de que deben participar en esa creación de valor para un público exigente, selectivo y volátil.

Columna para Estrella Digital

Friday, October 14, 2011

Aplicaciones para todo el día


Las aplicaciones ganan tiempo de consumo a lo largo de todo el día. Los usuarios de aplicaciones para móviles y tabletas acceden a los contenidos durante todas las franjas horarias y amenazan incluso el largo reinado del prime time televisivo.
Un cambio en el consumo de contenidos y en los hábitos de lectura. Los dispositivos personales crecen cada vez más en uso y ganan terreno a los ordenadores y a la televisión convencional.
Un dato importante que también aparece en el estudio Televisión 2.0 que hemos realizado con The Cocktail Analysis y que está cambiando la cadena de valor de los medios. Los datos de Flurry muestran cómo aumenta el consumo de contenido en aplicaciones a todas las horas y no cae con el prime time.

Las búsquedas de Google también revelan ese uso de los móviles y tabletas fuera de las horas de trabajo, donde continúa mandando el ordenador. Por la tarde y noche aumentan las búsquedas desde móviles y las tabletas mandan cuando ya se está en el sofá o en la cama.
Los nuevos datos coinciden con los de lectura e iPhone e iPad de artículos guardados en Read It Later, una de las aplicaciones para la lectura demorada y con atención.


El resultado es que se completa el proceso del consumo digital, independiente ya del ordenador gracias a las conexiones y a los equipos móviles.
Se rompe así una de las barreras más importantes para el consumo de contenidos digitales. El impacto en la forma de uso obliga a repensar la edición y la oferta con una edición contextual y una programación horaria mucho más exigente que la vieja multiedición puesta en práctica por algunos medios. La historia, la información vuelve a ser lo importante. Editarla como un flujo adecuado a la secuencia informativa y a los hábitos de lectura en cada dispositivo es cada vez más urgente e importante para no caer en la simplificación de la herencia del papel o el digital first que no entiende de las virtudes de cada plataforma.


La oferta de los medios para los usuarios de aplicaciones, los mayores consumidores de contenidos, debe aprender de esos hábitos de lectura y aprender a ofrecerlos en el momento adecuado. De esta forma se puede diseñar una oferta que rompa la linealidad de la mayoría de los contenidos actuales y con la necesaria edición contextual -donde se tiene en cuenta tanto el contenido como la forma de lectura y el dispositivo o plataforma de acceso- se puede conseguir un mayor consumo y engagement del usuario. Y así aumentar el tiempo de consumo de las aplicaciones de noticias o entretenimiento frente a los juegos o las redes sociales.
De lo contrario los medios seguirán presos entre la levedad de la actualización y los pocos minutos dedicados a la lectura en profundidad. Sin engagement suficiente para sostener el negocio de los contenidos.

Monday, September 26, 2011

La conquista del tiempo por Facebook


La gente quiere estar donde está el resto de la gente. Relacionarse, comunicar y compartir. Este gráfico de Citigroup muestra cómo Facebook se ha aupado hasta el 16% del tiempo total pasado por los usuarios en internet en Estados Unidos, muy por encima del resto de grandes de internet y de otros medios.
Por eso los medios se unen a las nuevas aplicaciones de la red social para captar una parte de esa atención. Como han dicho sus responsables, se trata de ser friend centric, aprovechar la ley de Zuckerberg de que compartir es lo verdaderamente importante.
Para los medios no es sólo audiencia ni ingresos compartidos, sino de seguir siendo parte de la vida del público, especialmente para los nativos digitales, los que más abandonan los medios -tanto sus formatos convencionales como sus webs- para informarse en las redes sociales y contentarse con los tuiteos o las actualizaciones en Facebook.
Recuperar ese público y explorar la socialización de los contenidos son indispensables. Más que negocio a corto plazo es una inversión de futuro. Los medios deberán ser lo suficientemente inteligentes para no ser rehenes de una sola plataforma ni aplicación y desarrollar fórmulas para atraer a esos usuarios a sus propios canales y donde los contenidos puedan ser mejor rentabilizados.

Wednesday, June 01, 2011

Más medios, más audiencia

Contra la crisis, lo local. Con la digitalización, mayor consumo de medios, más participación e hiperconexión en el móvil. Son las grandes tendencias del consumo de medios analizadas en por el Baròmetre de la Comunicació i la Cultura de Cataluña.
La audiencia y el consumo de todos los medios ha crecido en el último año, encabezada por internet, las redes sociales y el móvil.
Aumenta el consumo de medios locales y en catalán hasta los 360 minutos diarios en 2010 frente a 336 minutos en 2008, un crecimiento del 7% que asciende al 40% en internet, con 59 minutos a fin de 2010.
Ese tiempo ha vuelto a aumentar en el primer trimestre de 2011: 60,8 minutos diarios de consumo de internet frente a 19,9 en los diarios, 94,8 de radio y 249,2 de televisión..
La prensa digital crece y es el segundo destino en internet (32,7% de los usuarios) tras los buscadores. Los blogs y webs personales son visitados ya por uno de cada cinco ciudadanos catalanes.

Las webs de diarios generalistas crecen un 52% y son visitadas por el 32% de los internautas. La prensa deportiva llega al 18%, con un crecimiento del 132%.
Junto a las tendencias generales, ya asentadas los últimos años, surgen la participación y los móviles como las dos grandes fuerzas de cambio: de una red de páginas y consumo de escritorio a una internet de las personas y en movilidad.
La participación ha crecido un 353% desde 2008 en cualquiera de sus formas, de redes sociales a chats y foros. Sólo un 8% de los internautas catalanes participaba entonces frente al 35% que lo hacen ahora.
Las redes sociales crecen un 282% y son utilizadas por un 53% de la audiencia digital.

Las tendencias son conocidas, pero los resultados del estudio vuelven a mostrar la resistencia de la mediamorfosis de Roger Fidler: los nuevos medios no reemplazan a los anteriores, sino que conviven y se transforman mutuamente.
Pero se acelera la sustitución de los soportes. Los móviles y tabletas comienzan a sustituir y complementar a los diarios en papel y las televisiones híbridas, conectadas a internet, a la televisión lineal, aunque con un desarrollo muy lento controlado por las grandes cadenas y la apuesta por una TDT obsoleta.
El consumo de medios, sobre todo los gratuitos, es contracíclico: cuanta más preocupación y más crisis, mayor consumo. Aunque esa crisis deja su huella a fuego en las cuentas de resultados.

Monday, May 09, 2011

El periodismo es para público fiel y participativo

Sólo un 7% de los usuarios son lectores frecuentes (más de diez visitas al mes) de los grandes medios norteamericanos. La mayor relación con las noticias se concentra en Facebook, de dónde provienen y a dónde se dirigen los usuarios para compartir información y comentarla. Google es la herramienta de los lectores infrecuentes, de los que buscan información concreta sin fidelidad a una marca: el 77% de la audiencia, que concentra un 30% del tráfico de los medios informativos.
Sólo un aumento de la fidelidad de los lectores puede garantizar la rentabilidad del periodismo, apoyado en un alto nivel de información de calidad y referencia para la participación, con más publicidad centrada en la exposición que en los resultados.
Son las conclusiones que muchos comparten dentro del concentrado negocio de la información a pesar de la carrera del periodismo cuantitativo por el tráfico para satisfacer la demanda publicitaria de páginas vistas.
Los datos revalidan las principales características de un periodismo mutante obligado a evolucionar a la velocidad de la tecnología y el público.

Un profundo estudio del consumo de información y los flujos de navegación realizado por el Pew Research Center’s Project for Excellence in Journalism sobre 25 medios estadounidenses permite avanzar algunas conclusiones sobre los contenidos, las fuentes de tráfico y el comportamiento de los usuarios respecto a los medios.
El principal es la necesidad de aumentar el público fiel. Sin una base de lectores frecuentes -power users en la terminología del estudio- con un consumo de noticias superior a una hora al mes es muy difícil asegurar la rentabilidad necesaria para producir información de calidad.

Los usuarios demandan información de calidad y participativa. Los medios deben ser abiertos, convertir la información en un proceso, un flujo social donde el público pueda participar y recomendar la información a otros.
Como en la era analógica, no sólo es cuestión de audiencia, sino de ser una referencia para la información y establecer una fuerte relación afectiva e intelectual con el público.
Los medios deben producir y editar contenidos de forma transparente, abierta y adaptados a un consumo social que acaba configurando la dieta informativa personal con más fuerza que la pura personalización.

Las redes sociales no compiten con los medios, los complementan. Desde la aparición de Facebook o Twitter se oye la misma duda que tanto se repitió con Google: si se aprovechan o roban la información de los medios. Los datos del estudio indican que cuando la información es de calidad, las redes devuelven más tráfico del que se llevan de los medios. Eso sí, en gran parte la participación se distribuye a través de ellas y se produce un efecto bumerán que reduce las páginas vistas y el tiempo de consumo de los medios.
Muchos usuarios prefieren seguir las conversaciones y la participación en las redes sociales en lugar de en los medios. La creación de espacios de comunidad adecuados y la inteligente integración de la identidad de los usuarios en los medios es crítica para convertirse o participar de las plataformas sociales donde se concentra la atención y el consumo de los internautas.
El impacto de las redes sociales y la facilidad y extensión de la participación con la hiperconexión móvil a través de los smartphones y las tabletas aumenta el poder del público.

Contenidos y formatos para aumentar la legibilidad y permitir la selección social (curation) de la información. Es la ventaja de los agregadores como Flipboard o Zite, y el objetivo del nuevo Delicious para convertirse en motores de inteligencia o de descubrimiento que permitan gestionar la abundancia digital de contenidos.

Un paso más allá en nuevos interfaces para la información con mejor experiencia de usuario. Desde mi punto de vista, en dos sentidos: los limpios, estructurados y con mayor legibilidad como los ofrecidos por aplicaciones como Read It Later o Instapaper; o la información como un flujo dinámico para su mejor seguimiento, como en Salon o Propublica. La elección de cada uno depende en gran medida del perfil de audiencia de cada medio.

El vídeo es cada vez más atractivo, pero las noticias siguen siendo textuales. Los datos de los medios analizados indican que el vídeo no está entre los principales destinos y consumos del público. Sólo las televisiones, y más las orientadas al entretenimiento y donde la posibilidad de vídeo bajo demanda es alta, concentran el consumo.
Para la mayoría de los medios informativos, el vídeo es por ahora más importante como formato publicitario y como motor del negocio que como contenido.

El negocio no está en la publicidad convencional ni en el clic. Ninguna de las webs de los anunciantes aparece entre los principales destinos de salida de los medios informativos. Coincido con los autores del estudio en que eso indica el bajo CTR de la publicidad digital y es la razón de la vuelta al crecimiento de la publicidad gráfica y de vídeo. Pero también indica la necesidad de un negocio 360º con modelos freemium, posibles sólo con alta fidelización del público y contenidos de alta utilidad, y con más fuentes de ingresos para la información.
Queda mucho debate y mucho por hacer en el desarrollo del negocio y los contenidos digitales de la información, pero estudios como este, con una mayor integración de datos y métricas, aportan nuevas pistas y confirman algunas tendencias ya avizoradas.
Es hora de la maduración del negocio y los contenidos digitales. Una buena parte de las premisas, rutinas y estrategias puestas en marcha en muchos medios provienen de la inmadurez de los contenidos digitales y de las dificultades para adaptarse a un ecosistema en evolución muy rápida, pero donde algunas tendencias se consolidan.

Friday, March 18, 2011

Datos para el pago en The New York Times

Más de 48,5 millones de visitantes mensuales en la web, 6,2 millones de aplicaciones de iPhone descargadas, otros 1,6 millones en iPad, 190.000 usuarios de la aplicación en Google Chrome, 1,2 millones de fans en Facebook y 3 millones de seguidores en Twitter.
Y una difusión de casi un millón de ejemplares de media que se puede defender o trasladar como premium a la web, igual que el 80% de los anunciantes en papel que también se anuncian en la web.
Son los principales datos de The New York Times para lanzar su nuevo modelo de pago con diferentes precios por dispositivo de acceso.
Paid Content señala que el 15% de los usuarios de Nytimes.com son lectores frecuentes, más de 7,2 millones sobre los visitantes totales y 4,65 sobre los de Estados Unidos.
Con conversión de un 1,17%, similar a la de TimesSelect, su oferta de pago en 2007, podría alcanzar más de medio millón de suscriptores y generar más de cien millones de dólares de ingresos por suscripción.

Los ingresos de The New York Times y el resto de diarios de la compañía ya dependen en un 41% de la difusión. Una facturación con menos descenso que la publicitaria. Hace unos pocos años la proporción era de 20% de ingresos por venta de ejemplares y del 80% por publicidad. Ahora el reparto de ingresos es más parecido al de los grandes diarios españoles.

Los diarios norteamericanos lograron una facturación publicitaria de 25.788 millones de dólares en 2010, con tres mil millones de la publicidad digital, un 12% del total.
La prensa norteamericana alcanza un poco más del 6% del total de la publicidad digital, según datos de Kantar Media.

Monday, January 24, 2011

Una propuesta para el canon y la ley Sinde

El tiempo para aceptar o rechazar la ley Sinde acaba. Ni los partidos ni los implicados se ponen de acuerdo. En el origen del desacuerdo está la obsesión por no reconocer la inevitabilidad del cambio en el acceso a los contenidos digitales; la necesidad de nuevos modelos de negocio y garantías legales para autores, distribuidores, comercializadores y consumidores; y un nuevo contrato entre todos con nuevos derechos y obligaciones que no invada ni pisotee los derechos y libertades fundamentales.

¿Hay solución? Es posible si una perspectiva comercial y de ampliación de derechos sustituye a la obsesión por imponer restricciones de acceso, consumo y negocio superadas por la tecnología, los hábitos y la oferta alternativa.

Los principios deberían ser garantizar el acceso a los contenidos como un bien público (ampliar el procomún), asegurar la compensación y los ingresos de los creadores por su trabajo, evitar abusos sobre los consumidores y no invadir las libertades.

Junto a ellos, dejar de perseguir el enlace, base de la arquitectura de internet y el acceso e intercambio de información, y desregular la copia para centrarse hacer útiles, accesibles y rentables los contenidos cuando están en la nube, en streaming o en servidores P2P.

Para lograrlo es necesario abordar el problema de las descargas y la distribución no autorizada de contenidos como un problema comercial, sin judicialización ni una estrategia punitiva amenazante e inservible, como se ha demostrado hasta ahora.

Una propuesta de solución para discutir puede pasar por:

  • La ampliación de las excepciones (Directiva 2001/29/CE) y límites (LPI) de los derechos de autor para introducir un derecho o licencia de distribución digital que cubra las descargas y el P2P.
  • La reforma del canon digital o compensación por copia privada para eliminarla y sustituirla por una licencia –solución comercial- o tasa –alternativa pública- sobre la distribución, intercambio y descarga de contenidos digitales.
    No sustituye a las licencias comerciales, pero garantiza el cobro por los contenidos subidos por usuarios y con comercialización irregular.
  • Reformar las sociedades de gestión colectiva de derechos para hacerlas transparentes e implementar un sistema de reparto de los derechos recaudados por una agencia estatal en el caso de la solución pública o para la coordinación en la recaudación y reparto de las licencias en la alternativa comercial.
  • Gravar con el canon sobre los contenidos digitales a los distribuidores y comercializadores, tanto servidores de internet (ISP) como proveedores de descargas y webs dedicadas principalmente a la redistribución con ánimo de lucro de esos contenidos en función de sus ingresos y del volumen de contenidos distribuidos.
  • Sustituir el control de la Sección Segunda de la Comisión de la Propiedad Intelectual por la supervisión de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones y el futuro Consejo Audiovisual (CEMA) para ejercer una supervisión efectiva del negocio de los contenidos digitales en cualquiera de sus formatos y proveedores, al estilo de la Ofcom británica, sin distinción de audiovisual, internet, telefonía, etc. como tampoco distingue ya el consumo ni el negocio.
    Un control técnico y comercial de la distribución y comercialización de contenidos digitales con los principios de máxima libertad y mínima intervención -light touch- seguidos hasta ahora por los reguladores de telecomunicaciones e impulsados por la Unión Europea.

Para los interesados en ahondar en la discusión y propuestas recomiendo las ideas de William Fisher (explicadas aquí junto a las de Richard Stallman), las propuestas de Bennett Lincoff o las de Neil Netanel, en parte recogidas en la propuesta de licencia voluntaria para las descargas de la Electronic Frontier Foundation.

En Europa destacan la licencia global propuesta por la Alliance Public-Artistes en Francia -basada en un estudio de la Universidad de Nantes-, la idea de licencias colectivas extendidas del Centro para Internet y la Sociedad de la Politécnica de Turín, la contribución creativa francesa alternativa a la ley Hadopi e impulsada por Philippe Aigrain, o la iniciativa de Flattr intentado aprovechar las donaciones y los micropagos.

El objetivo es garantizar el acceso, disponibilidad y rentabilidad de los contenidos digitales en un sistema de distribución descentralizado, social y viral. La demanda por contenidos al instante invalida modelos de negocio anteriores como la explotación con diferencias temporales por ventanas audiovisuales o el sostenimiento de un negocio basado en la venta de copias. Los consumidores quieren los contenidos al instante, en cualquier dispositivo y soporte, y los buscan allá donde los encuentran.

La salvaguarda para la oferta comercial es mejorar la calidad, accesibilidad, funcionalidades y experiencia de usuario, y hacerlo a un precio atractivo y considerado justo por el mercado, tanto por los consumidores finales como por los intermediarios y comercializadores.

Sin persecuciones penales o civiles. Sólo control de quienes negocian con los contenidos para imponer una compensación económica adecuada, igual que se cobra el IVA. Los ciudadanos ampliarán su acceso a los contenidos, aumentará la oferta legal, con calidad y sin engorros de contenidos digitales, y la industria de los contenidos tendrá que abrirse a una transformación obligada e irrefrenable.

El reparto de la recaudación debería hacerse entre las obras protegidas por derechos de autor, y un fondo para la financiación de los contenidos digitales que podría sustituir bastantes de las subvenciones que ahora otorgan gobierno y autonomías. Además de una línea de promoción para las de dominio público.

Seguirá habiendo quien encuentre la forma de burlar al sistema, pero disminuye su atractivo y justificación frente a la oferta legal.

Wednesday, January 12, 2011

Móviles, tabletas, TV conectada, ¿dónde está el futuro para los medios?

Este año 2011 ya ha sido nombrado el año de las tabletas por la industria, con permiso de los e-readers. Pero es también el año de la televisión conectada a internet y de los móviles inteligentes con banda ancha, como recuerda el informe La sociedad de la información 2010 de Telefónica.
En el eje de los nuevos dispositivos y forma de acceso a los contenidos están las aplicaciones y las plataformas digitales. Ambas permiten acceder a los contenidos de forma sencilla, recortar la abundancia de internet incitando al público a la fidelidad y ofrecen más ventajas para la protección de derechos de propiedad intelectual.
Pero también vuelven a vincular los contenidos al soporte y convierten a los proveedores de contenido en socios dependientes de los grandes de la distribución digital: Apple, Google, o Telefónica.
Y faltan estándares. Mientras iOS o Android confluyen en móviles y tabletas con ciertas especificaciones, la televisión conectada está todavía más lejos de la convergencia.

Los medios debaten a qué dispositivos y plataformas apostar. Hace falta inversión, tecnología y asumir costes de conectividad que no permiten a la mayoría de los medios, con excepción de los más grandes, realizar apuestas para estar en todas las pantallas con presencia optimizada.
La otra duda es la publicidad. Por ahora va despacio debido a las barreras de acceso de compañías como Apple, pero crece, con preferencia por el CPM frente a los resultados, lo que tranquiliza a los medios respecto a la rentabilidad, pero crece la segmentación por dispositivo y operadora, además de la presencia de las marcas con sus propias aplicaciones.

Los últimos datos del mercado español ayudan a entender la tendencia de la evolución de los nuevos soportes y la urgencia del desarrollo para los medios.
Entre los equipos con conexión a internet, crecen el móvil (25,4% de los hogares) y la televisión tanto a través de consolas (13,8%) como de discos duros multimedia (8,4%) e interactivos, además de las televisiones conectadas (3,8%), que avanzan con fuerza desde su lanzamiento a mitad del año pasado (datos del INE).
A pesar de su fuerte presencia mediática, las tablets como iPad tienen penetración sólo e un 0,8% de los hogares. Los e-readers, a pesar de la falta de oferta editorial y de apuesta por estándares tecnológicos, los superan con un un 1% de penetración. En ambos casos todavía con un potencial todavía muy por debajo del interés que despiertan en medios e hiperconsumidores.

Los móviles y la televisión conectada aparecen como los principales dispositivos para el desarrollo de los contenidos digitales. El 20% de la población ya ha accedido a la internet móvil y más de 7,5 millones de personas navegan desde móviles, según los últimos datos de Nielsen.
Un 5,8% de la población accede a internet con banda ancha móvil y Telefónica tiene más de 4,3 millones de usuarios de teléfonos inteligentes, el doble que el pasado año. Un 9,4% de los hogares ya poseen smartphones.
El tirón del 3D y las nuevas aplicaciones de vídeo e internet TV intentan tirar del mercado de televisores inteligentes después del esfuerzo del cambio de equipamiento en los hogares con la TDT.
Tanto en los móviles como en la televisión inteligente y en las tabletas y e-reader falta oferta competitiva en España y garantías para el consumidor sobre estándares para que no siga mareado de qué supone comprar uno u otro equipo.
Los dos primeros serán los grandes tractores del consumo de contenidos e información digital en los próximos años. La industria empieza a reaccionar y a crear alianzas y nuevos modelos de negocio en el exterior mientras aquí seguimos enfangados en un canon injusto y en la discusión de una ley Sinde que sólo persigue punitivamente a las descargas, sin promover acuerdos, estándares y alianzas, como por ejemplo ha pedido Asimelec con el plan de contenidos digitales que el ministro Miguel Sebastián se ha comprometido a desarrollar.
Más oferta, más modelos de negocio, más colaboración y menos proteger soportes y un negocio basado en la copia y la propiedad que cada vez tiene menos sentido.

Monday, January 10, 2011

Los ricos descargan más

Los datos adelantados del informe sobre la sociedad de la información de la Fundación Telefónica vuelven a mostrar que internet es cada vez más un mercado de hiperconsumo. La sociedad del ocio aplasta a la de la información y el conocimiento.
Los usuarios con rentas más altas descargan más porque también son los mayores consumidores. Un tercio de los usuarios con rentas de más de 2.700 euros por hogar descargan contenidos frente a un 28% de media y un 21% de aquellos con ingresos inferiores a 1.100 euros.
El consumo alimenta más consumo. El hiperconsumo confía en el criterio P2P para satisfacer sus gustos y responder a la presión social por estar a la última cuando la identidad se define en gran parte por las afinidades electivas y los contenidos que se comparten: la clave de la economía de la afectividad digital.
En ese hiperconsumo anida una fuerte brecha digital. Las mujeres tienen una visión de internet más utilitaria que los hombres, volcados al entretenimiento. Y como dice Evgeni Morozov, internet aumenta más el poder de los más ricos frente a los más pobres.
Las mujeres son mayores productoras y comparten más contenidos, frente a la tendencia más consumista de los hombres. Una brecha que se repite estudio tras estudio.
Como en los microcréditos y cuando se busca aumentar el desarrollo en situaciones de falta de conocimiento o recursos tendremos que confiar en las mujeres para desbrozar y aprovechar mejor el mundo digital.
El mayor peligro para la sociedad de la información es conformarse con una sociedad del entretenimiento. Volver a convertir internet en una televisión, como está ocurriendo con la audiovisualización digital de todos los medios y de la propia red.
En esa deriva aparece la privatización de la identidad y el espacio público, fundamentalmente a través de las redes sociales y el cloud computing, como una nueva feudalización donde empresas y grupos de interés fragmentan lo común e imponen un vasallaje agradecido de los usuarios a cambio de las herramientas y contenidos de la sociedad del ocio.
Un quiebre en la democratización de la sociedad y en la ampliación de lo público aprovechada por los grupos de poder y económicos para convertirse en los dueños del control 2.0.