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Monday, May 20, 2013

La guerra de la música


El presente y el futuro de la música están en el móvil y en internet. Google se suma a la oferta de streaming por suscripción, como Spotify y tantos otros, pero con la promesa de disfrutar de tu propia música en todos tus dispositivos. Algo que Apple no ha conseguido con el avejentado iTunes y que permitirá no perder todas las descargas –comerciales o no- que tantos usuarios han acumulado desde que la música se hizo digital. La música vuelve a cambiar como lo hizo con Napster y las descargas o con iTunes y el comienzo del fin de los álbumes.

Los aficionados a la música tienen tres grandes problemas: cómo descubrir música que les guste, escucharla en todos sus dispositivos sin demasiadas complicaciones y no perder una biblioteca donde CDs, álbumes, canciones, descargas en todos los formatos se amontonan. Y todo gratis, o al más bajo precio posible.

La radio no basta. Las emisoras no satisfacen a muchos oyentes aburridos de tanta música igual de comercial y aburrida. YouTube es el MTV del vídeo y para los más jóvenes el soporte fundamental de música gratis, variada y compartida. Ser dueño de los discos todavía es importante para muchos y los compran en formato digital (iTunes de Apple domina) o en CD (57% de la música vendida, según datos de la industria en 2012).


Pero un 20% de los ingresos de la música proceden ya del streaming (un 44% más que en 2011), más de un 30% en Europa. Google quiere ese pastel y volver a revolucionar el mercado como Apple lo hizo la década pasada con iTunes.

Ni Spotify ni el resto de servicios de streaming pueden competir con el poder de almacenamiento del gran buscador. Google quiere ser el mejor DJ con la potencia de sus algoritmos y la combinación con el poder social de Google+ y tus contactos en GMail. La plataforma de distribución en cualquier equipo es Android, la clave móvil y multiplataforma de Google.

Para los músicos y la industria la buena noticia es que el nuevo negocio es de pago y suscripción, atractivo para los más devotos. Para los demás la oferta gratuita mantendrá su poder.

Columna en los diarios de Vocento

Thursday, March 14, 2013

Google Reader cierra cuando el RSS es social y móvil


Google anuncia el cierre de Google Reader, el lector de fuentes RSS dominante y mayoritario tanto entre usuarios como en clientes. La paradoja y la oportunidad es que lo hace cuando el RSS (Rich Site Summary) se ha convertido en la base de una multitud de aplicaciones, agregadores y servicios para personalizar los contenidos en los nuevos dispositivos y navegadores.
Para los usuarios más intensivos, el cierre de Google Reader es una traición a la fidelidad. Desde su aparición en 2005 muchos lo hemos usado para organizar nuestras fuentes, hacer más eficiente la selección de información y gestionar contenidos difícilmente abarcables con otros medios.
Una industria ha nacido cuando el RSS se ha convertido en la base de muchas ofertas y servicios. Desde los medios que lo usan para agregar y seleccionar información, los servicios de visualización como Feedly hasta las aplicaciones como Flipboard, Pulse (en la mira de LinkedIn) o Zite (comprada por CNN) que lo utilizan para personalizar el contenido de sus usuarios.
Se incluye en las aplicaciones de los navegadores y alimenta y a la vez compite con las redes sociales y su flujo de contenidos compartido y continuo.
Por eso Google cierra Reader: es una aplicación sin rentabilidad directa para una empresa cada vez más orientada a los resultados, pero sobre todo es una ventaja que la propia Google da a sus competidores en la guerra de las plataformas, cuando la distribución de contenidos vuelve a ser clave, con su intento de consolidar Google Currents como revista digital personalizada para tabletas y móviles, y en la lucha de Google+ con el resto de las redes sociales, como la rediseñada Facebook, que quiere decir adiós al desorden para convertirse en el nuevo canal de distribución de contenidos, marketing y servicios personalizados.
Esa es la batalla que Google no puede perder, porque de ella, del control de los datos de los usuarios, pero también de sus contenidos y de su forma de consumirlos y compartirlos depende una gran parte de su negocio.
Esa razón es la que se esconde en la alusión a la "mejor experiencia de usuario" que el responsable de Reader, Alan Green, explica, más que una caída de usuarios directos (últimos datos de cuando Google apostaba por su lector) en favor del ecosistema de suscripción y la oferta de los competidores.
Por eso estoy de acuerdo con Marco Arment, creador de Instapaper, en que el cierre de Google Reader abre una nueva época de mayor competencia e innovación en los lectores de RSS y en sus aplicaciones en revistas, agregadores y aplicaciones digitales para las nuevas pantallas.
Feedly  y Flipboard ya se han apresurado con sendos anuncios de cómo pueden los usuarios salvar su selección y suscripciones de fuentes de Reader.
Pero para muchos, la simplicidad, sincronización y multipantalla de Google Reader nos hace lamentar su desaparición, además de volver a subrayar el control 2.0 que los grandes de internet y la tecnología tienen sobre nuestra vida, nuestros datos y nuestros contenidos.
Google, Don't kill Google Reader.

Friday, January 04, 2013

Google no es neutral, pero no manipula

Google no necesita manipular los resultados para dominar las búsquedas y la publicidad digital. Su conocimiento de los datos de los usuarios, acrecentado con Google+, su amplia cartera de anunciantes y las mayores bases de datos de contenidos, servicios e interacciones entre ellas y los usuarios en la web son la clave de su éxito. Una agresiva política de innovación, comercial y de contenidos, extendida ahora a las plataformas, sostiene su liderazgo digital siempre que sea útil y atractivo para usuarios y anunciantes. Es la conclusión del fin de la primera gran investigación oficial sobre las prácticas comerciales del buscador.

Google es bueno para los consumidores y el mercado porque aumenta la oferta y no favorece a sus propios contenidos y servicios. No manipula los resultados de las búsquedas de servicios y productos para beneficiar a su oferta propia frente a otros y tampoco exige contratos y condiciones exclusivas para utilizar su buscador en ordenadores y móviles, asegura la Federal Trade Commission (FTC) -la autoridad antimonopolio norteamericana- al cerrar su investigación de dos años con un acuerdo con el buscador.

Una resolución y un acuerdo que avanza el fin de la todavía pendiente de la Comisión Europea sobre la buena fe de las búsquedas y la gestión de publicidad.

Google será más flexible para eliminar contenidos (opt-out) de sus buscadores verticales sin penalizar los resultados orgánicos (no pagados) en el buscador general y permitirá exportar los datos de AdWords para manejar campañas publicitarias en distintos buscadores y servicios. Además colaborará en evitar demandas de patentes de tecnología móvil tras la compra de Motorola y sus 17.000 patentes que amplían su poder con Android en el mercado móvil.

La resolución de la FTC revela varias claves y elementos importantes para la nueva economía y el mercado digital.
  • La neutralidad de las búsquedas es irrelevante. Nadie se pregunta si existe tal neutralidad, lo importante es que las búsquedas sean útiles, no discriminen a otros por razones comerciales ni por la extensión de verticales o de resultados de pago.
    Parece muy difícil hablar de neutralidad en las búsquedas cuando ya se relacionan con la posición, los hábitos de cada usuario, su historial de compras o clics anteriores y la gente y empresas con las que se relaciona en las redes sociales y en la web.
    Los datos de los usuarios y de los anunciantes son la clave, no la manipulación del page rank cuando el viejo algoritmo se adapta a los móviles y las tabletas, la geolocalización y en definitiva a ofrecer el resultado más relevante para el usuario en cada momento y soporte.
  • El pagerank no es único ni neutral. El pagerank es el componente clave de los resultados de búsquedas en Google y la tecnología que permitió organizar las búsquedas con una base objetiva, pero otros elementos, datos de usuarios y tecnologías como el reconocimiento de lenguaje natural o la geolocalización también determinan los resultados. 
  • Google aprovecha mejor sus tecnologías en su oferta propia. La estrategia comercial de Google no es diferente a la del resto de empresas: cuando se posee la tecnología y los datos de los usuarios se pueden desarrollar productos y servicios con mayor eficiacia.
    Esa es la razón por la que muchos servicios de Google están tan bien posicionados en las búsquedas, además de ofrecerse en las barras, botones y páginas del buscador.
    La resolución de la FTC resalta un hecho clave: "Sin duda, Google realiza acciones agresivas para ganar ventaja sobre sus buscadores rivales. Sin embargo, la misión de la FTC es proteger la competencia, no a los competidores individualmente".
  • El usuario es el patrimonio y la riqueza del mercado digital. Google es plenamente consciente e intenta favorecerlo y no dañar sus búsquedas. Cuando las búsquedas están condicionadas por la situación del usuario, su historial de datos, navegación y compras, además de sus relaciones con otros usuarios privados o comerciales, el problema está en los datos, en la condición del usuario como mercancía para la oferta, no tanto en limitar la publicidad y las ofertas de otros.
  • El tamaño importa, pero Google no es monopólico. La investigación de la FTC no afecta en la cuestión del tamaño de Google ni en su posición de dominio tanto en el mercado de buscadores como en el de publicidad digital.
    Lo importante es la enormidad y escalabilidad de Google para la mejora de su propio negocio: cuantos más datos, contenidos, usuarios y soportes, más aprende y mejora su oferta.
La decisión asume la importancia de la innovación y de cómo nuevas empresas y tecnologías crean nuevos mercados que favorecen a consumidores y empresas. Esa es la gran fortaleza del mercado digital y de Google.

La innovación es la gran ventaja de Google. Con sus inventos revolucionó las búsquedas y la publicidad digital. Ahora las cosas son distintas. Amazon supera a Google como punto inicial de ventas (digitales y de comercio general), una fortaleza que ahora quiere aumentar con la expansión de la publicidad de terceros en su web, lo que se conoce como digital encaps.

Los móviles son la otra preocupación de Google a pesar de su fortaleza como plataforma gracias a la unión de software (su core business)+cloud computing+publicidad+contenidos+hardware: búsquedas,  aplicaciones, sistemas operativos como Chrome y móviles con Android; datos y contenidos en la nube; publicidad contextual, gráfica y móvil; contenidos propios en YouTube, Zagat, etc. y la capacidad de fabricación y patentes de Motorola.

La vieja pretensión algorítmica y neutral del pagerank ya no es la clave del negocio de Google ni de su competencia.

Sunday, December 16, 2012

Google vuelve a ganar a la prensa


La realidad vuelve a ganar a los diarios. Google vence a la prensa belga y marca el rumbo para su disputa con los editores españoles, franceses o alemanes. Aunque los diarios belgas anuncian una victoria pírrica en su batalla de seis años por cobrar al Gran Buscador, el resultado es inapelable. Google no pagará y sólo se compromete a hacer lo que ya hace, con la prensa y el resto de la web: ampliar su negocio publicitario y vincular más a los diarios con servicios como Google+.

Caras largas entre los defensores de la tasa Google: el canon por citar y enlazar contenidos. El buscador sólo pagará los costes legales y anunciará sus productos en los diarios, como ya hace en revistas y otros medios. Alrededor de cinco millones de euros frente a los 49 millones solicitados por Copiepresse, la sociedad de gestión de derechos de los editores como la que quiere imitar la española Aede. Una idea resistida por el gobierno y donde las disputas entre editores limitan su capacidad de presión. Nada que ver con la bien organizada Uteca, la patronal de la televisión, dominada por Mediaset y Antena 3, y siempre mimada por los políticos.

El acuerdo de Google con los periódicos belgas muestra un fracaso en entender cómo funciona el mercado digital y agudiza las diferencias entre la televisión –con control de la distribución y sus derechos de propiedad intelectual- frente a la desguarnecida prensa.

Imaginemos que los diarios quisieran cobrar a los kioscos por mostrar sus portadas. Eso es Google. Antes la gente llegaba al diario a través del kiosco y la prensa se devana los sesos para conseguir más puntos de venta: más oportunidades de mercado, atención y contacto con la audiencia y los lectores. Ahora la información se consume en gran parte a través de Google (30 a 50% de las visitas) y las redes sociales. No aprovechar los nuevos canales es seguir perdiendo audiencia y relevancia. Por eso los editores siempre amenazan sólo con salir de Google News, un canal casi irrelevante a pesar de su utilidad para los superconsumidores de información.

Cuando los diarios reivindican la tasa Google reconocen su incapacidad para dominar el nuevo mercado y negocio de los medios cuando no controlan el soporte y la distribución. Se preocupan por unos magros derechos de reproducción cuando la publicidad se escapa a raudales hacia los medios y soportes digitales. Cada vez tiene menos contenidos de calidad única por los que valga la pena pagar y el resto tienen baja capacidad comercial. Ese es el gran problema.

Google y los diarios se parecen, ambos trabajan con contenido ajeno. Los diarios, con la información, que es de todos. El periodismo crea productos –esos sí de editores y periodistas- con información pública. Hasta hace poco era el mejor lugar para la publicidad junto a la televisión.

Google hace su negocio con enlaces, contenidos de otros convertidos en un nuevo producto y canal –las búsquedas- al que suma su inventario y comercialización de publicidad en cualquier medio digital. La mitad de la publicidad digital ya es suya y arrebata esa riqueza sobre todo a la prensa.

El viejo código de los diarios -los artículos, las páginas, el periódico- superado por el código digital que cambia los algoritmos periodísticos por el page rank y la publicidad de Google.

La única protección para los diarios es retirar sus contenidos tras un muro de pago. Una opción analizada por los editores españoles con poco acuerdo. Pero sobre todo generar un nuevo mercado publicitario no sometido a un CPM de precio bajo y subastado en tiempo real, como hace Google y ahora cada vez más publicidad digital (ad exchanges, RTB, programmatic buying…).

La tasa Google no es la solución. Lo saben los diarios aunque no lo confiesen. Google, también. Por eso puede seguir resistiéndose a pagar por lo que cada vez se valora menos.

Artículo en ElDiario.es

Friday, October 26, 2012

¿Pueden abandonar Google los diarios? Un negocio para la fragmentación del mercado


Los diarios brasileños han abandonado Google News en protesta por la falta de acuerdo comercial con Google. Francia y Alemania preparan una tasa para obligar al buscador a pagar por ley a los editores. Una demanda apoyada por los editores españoles. El gobierno francés incluso ha bajado el poder de Google a tierra para recordarle que una empresa no debería amenazar a un gobierno democrático.
El abandono de Google News por los diarios tiene bajo coste. El problema es abandonar del todo Google y el impacto en el tráfico: entre el 30 y el 50% en la mayoría de los diarios. El crecimiento de las recomendaciones y el tráfico procedente de las redes sociales no compensa la pérdida de Google para los diarios pero además puede producir tres efectos importantes para el mercado y el consumo de información:
  1. El crecimiento del tráfico de medios nativos de internet y blogs, que reciben una proporción mayor de su tráfico de las redes sociales;
  2. El aumento del control de las nuevas plataformas de aplicaciones sobre el acceso y la distribución de contenidos;
  3. La pérdida de relevancia de los diarios en un mercado de abundancia informativa, aunque no de calidad, cuando la circulación de la edición impresa desciende en todos los mercados desarrollados.
El tráfico en los diarios brasileños ha descendido sólo un 5% en los primeros días del boicot a Google News, más o menos la audiencia que la mayoría de diarios reciben del buscador de noticias, mucho menos relevante que los resultados en Google, el buscador generalista y el verdadero motor de público para la información.
Los diarios brasileños decidieron dejar Google Noticias después de que problemas técnicos impidieran mostrar sólo el titular, como se había acordado con el buscador.
Google News nunca ha conseguido gran relevancia fuera de Estados Unidos y es utilizado sólo por una minoría de público divido prácticamente en dos mitades: los grandes consumidores de información, que también acceden a las webs de los diarios por otros métodos, y por los propio periodistas y profesionales de la comunicación para un uso profesional de la información.
En su carta al gobierno francés, Google protesta contra la anunciada tasa porque sería como "cobrar a un taxista por llevar un cliente a un restaurante" e indica que el 40% del tráfico de los medios franceses llega de Google, con un 28,4% proveniente de los términos de búsqueda. Google pone el ejemplo de la caída de tráfico de The Times al abandonar Google tras cerrar sus contenidos tras un sistema de pago.
Cumplidos diez años de existencia, Google News rastrea 50.000 medios en 30 lenguas y se publica en 72 ediciones y consigue 1.000 millones de clics cada mes, una cuarta parte de los 4.000 millones de clics que Google redirige mensualmente a los medios.
Google también recuerda que en 2011 pagó a los medios 6.500 millones de dólares por la publicidad de AdSense en 2011. Una publicidad de la que Google recibe el 27% de sus ingresos.
Esas cifras son la medida de la economía de la abundancia, pero también del deterioro de su valor. El coste por clic (CPC) de Google ha descendido un 15% en el último trimestre y empeora el ya bajo precio de su publicidad.
Para los medios el principal problema no es si Google o Facebook viven de sus contenidos o se quedan una parte de su audiencia -cada vez más porque crece el número de usuarios que no hacen clic en los enlaces- sino el deterioro de los contenidos y del valor de la publicidad.
Dos problemas completamente diferentes.

Google ha hecho crecer como nadie el mercado de la abundancia, donde ha sido líder indiscutido hasta la aparición de Facebook, aún muy lejos del buscador. Esa disrupción del tradicional mercado de la escasez ha empujado a muchos medios a trabajar y producir información para Google con objeto de maximizar el retorno de tráfico a sus páginas. Resultado: la información como commodity, redundante entre todos los medios y de muy bajo valor informativo y comercial.
Los medios han reducido recursos de la información de calidad para centrarse en la producción de volumen y contenido SEO, atractivo en los buscadores. Una tabloidización general del ecosistema informativo con grandes dosis de sensacionalismo y pérdida de valor.
El resultado es contenido de bajo coste para audiencia y productos de todavía menor valor.
Los sucesivos intentos de mejorar el algoritmo de Google News para premiar la información original, las exclusivas, etc. han sido su peor fracaso y han desvelado las deficiencias de la tecnología para ajustar el criterio de la información.
Las nuevas generaciones de agregadores, web semántica y aplicaciones basadas en la recomendación social empiezan a sustituir a Google News como descubridores y selectores de información de valor para el público.
En las recomendaciones y el acceso a través de aplicaciones más inteligentes o personalizadas con criterio social está el nuevo modelo de acceso a los contenidos, especialmente para el público más interesado en la información.

El precio de la publicidad masiva continúa devaluándose. El CPM baja y baja. Y lo seguirá haciendo por el continuo crecimiento del inventario. Sólo los medios, soportes y formatos más efectivos retienen un precio premium. El desafío de los medios es aumentar su inventario premium tanto por marca, contenidos y perfil de público como por efectividad comercial.
Apple es el antiGoogle. Su propuesta desde el lanzamiento de las aplicaciones es recortar el mercado de la abundancia. Cuando la navegación y la economía del enlace se reduce con las aplicaciones y los soportes móviles, crece el acceso directo a los medios o por recomendación. Esos dos tipos de consumo producen mayor valor, más calidad de público y más efectividad publicitaria que la procedente de los buscadores, pero también tienen sus problemas como el control y el coste de las nuevas plataformas.

La distribución y el modo de acceso a los contenidos es clave para el negocio y para definir los contenidos en función del consumo del público. Google ha sido disruptor al romper el paquete de los medios y facilitar el acceso directo a los artículos y contenidos. Frente a esa ruptura del producto informativo tradicional con la economía y la cultura del enlace, los nuevos soportes como los móviles y el iPad se han convertido en el nuevo kiosco de los medios. Vuelta al control de la distribución por los editores -compartido con las plataformas- y resurrección del paquete de producto. Ambos efectos mejoran la efectividad y el valor de la publicidad.
Las nuevas aplicaciones de agregación y recomendación social son otro paso en el que el control de la distribución es clave, sobre todo porque por ahora no han generado nuevo negocio (como si hizo Google), sino que explotan la misma cartera publicitaria y objetivos de los medios.

El problema para los medios no es sólo la fragmentación de audiencia, sino la fragmentación del mercado, de las pantallas y los soportes. Por eso los medios deben ser contextuales: adaptados a cada usuario, soporte, tipo de acceso y momento e interés de consumo.
Esa es la gran oportunidad del mercado de la abundancia.
El gran problema de los medios no es la migración del negocio tradicional a los nuevos soportes y mercados, sino desarrollar nuevos modelos de negocio que aprovechen la fragmentación de los mercados: tanto el de la abundancia (masivo, bajo coste, commodity), como el de aplicaciones (segmentado, acceso directo), el de agregadores (distribución tercerizada), y el de las redes sociales (desagregado, atomizado).
La clave no es abandonar Google ni cobrar una tasa con todos los problemas de reparto y la insuficiencia con la que nacerá.
El desafío es desarrollar modelos de negocio, precios y comercialización flexibles para los distintos mercados de los contenidos. Y maximizar el retorno (ROI) en cada uno de ellos para diseñar estructuras de costes adecuadas.
Un nuevo modelo de negocio flexible, por capas, modular e híbrido: con diferente oferta, precios, formatos, estilos y contenidos para cada canal basado en una estrategia freemium y multiproducto.

Friday, October 19, 2012

Google sufre la disrupción móvil, como los medios

Las acciones de Google cayeron un 11% después de conocerse sus resultados del tercer trimestre: un beneficio por acción del 9% frente a un esperado 10,65%. Además de la filtración antes de tiempo de sus datos, tres elementos son claves en la inesperada caída bursátil de una compañía acostumbrada a liderar en todo y a marcar récord tras récord:
  1. El móvil es una innovación disruptiva para Google. El consumidor multipantalla obliga a cambiar la estrategia y el negocio. Cambia la forma de buscar y comprar.
  2. El peso de la plataforma: Google crece en todas las pantallas, soportes y formatos. Obliga a cambiar la estrategia comercial y a crecer en mercados de alta inversión como la publicidad gráfica, el vídeo y el comercio electrónico.
  3. Google madura y padece la insaciable presión de los inversores cuando la compañía sacrificar márgenes para crecer e invertir en nuevos mercados.
Son males conocidos para otras industrias y negocios más maduros. Han sido el sufrimiento y la condena de muchos negocios como los medios cuando la innovación digital cambió el paradigma de la información y los contenidos, cuando el crecimiento obliga a sostener negocios deficitarios o cuando la codicia de los mercados ha dejado a empresas acostumbradas a grandes beneficios sin recursos para reinventarse.
Google comienza a enfrentarse a la disrupción que sufre todo negocio cuando aparecen nuevas situaciones, mercados y tecnologías que amenazan el centro de su negocio. Su respuesta condiciona y enseña algunas lecciones para los medios.


En los datos de Google hay algunos elementos clave:
La facturación ha sobrepasado los 14.000 millones de dólares en el tercer trimestre, un 45% más que en 2011, el 82% procedentes de Google y más de 2.500 millones de Motorola.
Los costes casi se han duplicado, de 6,6 miles de millones a 11,3, tanto por la absorción de Motorola -con pérdida de 527 millones, 151 millones atribuidos a este trimestre- como por los costes de Android, la expansión de YouTube y el crecimiento de los costes de comercialización.
Los clics pagados (paid clicks) de los anuncios contextuales, el corazón del negocio de Google, crecieron un 33%, mucho pero menos que en los tres trimestres anteriores. Pero el coste por clic (cost-per-click) lo que se paga por la publicidad, descendió un 15%, un 8% si no se tuviera en cuenta la debilidad del dólar respecto a otras monedas.
Los costes de comercialización, la inversión necesaria para generar más beneficios, se ha disparado. Google ha tenido que pagar bastante más a los sitios donde se muestran sus anuncios (traffic adquisition cost): un 26% de los ingresos publicitarios frente a un 24% hace un año, una diferencia de 560 millones. Pero también se han encarecido la comercialización propia con casi 1.600 millones de costes operativos, a lo que hay que sumar los de infraestructuras (data centers, servidores, conectividad, Android, lanzamiento de Nexus 7, coste de los pagos, etc.) que alcanzaron en este trimestre 3,78 miles de millones de dólares, un 27% de los ingresos frente a un 12% en el mismo período del año pasado.

En el lado del negocio,el diferencial de inversión en el móvil -a pesar de ser la publicidad que más crece- y su menor CPC por la falta de madurez del mercado -47 céntimos en móvil frente a 98 en los ordenadores- han hecho caer el ritmo de ganancias del Gran Ciberleviatán. Pero Google avisa que está en camino de lograr 8.000 millones de dólares de ingresos de móvil, tanto por publicidad como por aplicaciones de pago.
A pesar de su crecimiento en publicidad gráfica y en vídeo, la fuerte inversión en producción propia, derechos y canales de branded content en YouTube obligan a invertir en ventas mucho más de lo que Google acostumbraba a hacer cuando su dominio de las búsquedas y los contextuales empujaba sus cuentas trimestre a trimestre.
Google necesita ahora mucha más inversión, innovación y presencia en varios mercados para crecer, como reconocen sus responsables.

Es la obligación para casi todos los medios y compañías tecnológicas, sometidos a las mismas tendencias y situaciones que Google.
La "emergencia del consumidor multipantalla", en palabras de la compañía. Larry Page reconoce que la explosión móvil ha creado una "abundancia que causa disrupción". La empresa líder de la economía de la abundancia, sobrepasada por la necesidad de ser una plataforma y estar en todas las pantallas con una propuesta adecuada para cada usuario y cliente.
Google, como los medios, debe adaptarse a un escenario de menos búsquedas, con una gran parte del contenido y los contactos procedentes de aplicaciones, no de navegación. Como los medios, está obligado a cambiar la publicidad y su comercialización para hacer una propuesta más simple y útil en un mercado local y geolocalizado, exactamente como los medios.

O los medios se convierten en una guía útil para la vida cotidiana aprovechando el mercado local, la movilidad, la geolocalización, la segmentación y lo social, o sufrirán aún más su crisis.
Como dice Larry Page: "Estamos desarrollando publicidad que se aprovecha del contexto en el que los consumidores usan las diferentes pantallas". La necesidad de convertirse en medios contextuales: con contenidos y servicios adecuados a cada momento, situación y soporte de consumo.
Google está utilizando el negocio de su core business, los contextuales, para invertir en dos estrategias bien diferentes: un nuevo mercado de bajo rendimiento y mucho futuro, el de la movilidad y lo local con contactos y transacciones inmediatas (Google Shopping, etc.); y un mercado de alto rendimiento donde no estaba presente, el del vídeo y la televisión.
Google presume de tener ya 200 veces más anunciantes que una cadena de televisión media en Estados Unidos, pero por ahora con menos audiencia y precios bastante más bajos que los grandes de la televisión. El Ciberleviatán apuesta por ir estrechando esa ventaja.
En esas tendencias en esa necesidad de apalancarse en el negocio tradicional para financiar la innovación y la expansión está también el futuro de los medios.

Wednesday, September 26, 2012

The Times y The Sunday Times vuelven a Google

#Spidering is not allowed by our terms and conditions
#Authorised spidering is subject to permission
Es el texto del robot.txt de The Times para bloquear a los buscadores y agregadores desde que el diario y The Sunday Times se cerraron completamente con un paywall de pago impenetrable. Una decisión en revisión para volver a estar en Google y no perder el alcance que permitirá a la audiencia decidir si vale la pena abonarse a los diarios de News Corporation y a los anunciantes continuar viendo que existen.
La caída de la audiencia en internet fue inminente tras el cierre total al pago, pero ambos diarios han conseguido frenar la caída de la circulación, aunque con mayor sufrimiento que en los metered paywalls y porosos, donde se permite un número de noticias a los no suscriptores.
The Times ha logrado algo más de 137.000 suscriptores digitales, un 25% de su difusión mientras The Sunday Times supera los 126.000 abonados digitales, un 12% de su circulación total. Pero los dos están muy lejos de las cotas de digitales con modelo de pago flexible o poroso (a las redes sociales) como Financial Times (300.000 suscriptores digitales, 50% de la circulación) o de The New York Times, con 509.000 suscriptores y un 32% de su difusión en las plataformas digitales.
Por eso Rupert Murdoch echa marcha atrás y sus diarios se vuelven a abrir a Google para salir en los resultados de las búsquedas con los famosos snippets (sumarios) que tanto enojan a muchos editores pero que son el motor del tráfico que los diarios reciben de Google: entre el 30 y el 50% del total, en la mayoría de los casos.
El tráfico de los buscadores es cada vez menos relevante para la rentabilización directa, pero indispensable para tener el mínimo de audiencia que demanda la publicidad, sostener la relevancia de las cabeceras más allá de sus lectores fieles o atraer a nueva audiencia.
A pesar del enorme crecimiento de las redes sociales y las recomendaciones, Google es todavía el mayor de los motores de tráfico y visibilidad. The Times y The Sunday Times no pueden seguir con sólo unas pocas páginas indexadas en el buscador, aunque cada vez son más. A esta decisión puede seguir la de ampliar su promoción en Twitter y otras redes sociales, donde a pesar de la presencia de sus secciones y periodistas, sólo unas pocas noticias son accesibles como reclamo promocional.
Google sigue siendo imprescindible para la relevancia en internet y para promover tanto los contenidos como las cabeceras de la prensa. Los editores lo saben y por eso a pesar de tantas quejas e intentos de conseguir implantar un impuesto o tasa Google para permitirle reflejar sus noticias, ahí siguen, con muy pocos como Murdoch atreviéndose a ser opacos para los buscadores.


La decisión llega cuando la mayoría de los diarios con suscripción de pago digital reducen los artículos accesibles a los no suscriptores. The New York Times ha reducido los artículos gratis a diez hace unos meses y datos de Press+, el sistema de paywall líder en Estados Unidos indican que la media está ahora en 11 cuando al empezar 2012 se situaba en 13.
Muy pocos se atreven al cierre total y muchos promocionan artículos gratis en las redes sociales, como hace con intensidad Orbyt en España.
Sin Google y las redes sociales la influencia y la posibilidad de ampliar audiencia y atraer a nuevos suscriptores se desvanece. No hay ningún método ni recurso promocional más barato, por mucho que algunos se quejen.
Cada vez para más gente, la información está en Google, Facebook o Twitter. El problema para los medios no es estar o no estar sino cómo utilizar esas plataformas para aumentar audiencia, engagement y rentabilización.
El problema no es recortar el acceso y la abundancia, sino cómo aprovecharla y rentabilizarla. Los buscadores y las redes sociales son motores de descubrimiento, el desafío de los medios es fidelizar a los usuarios que llegan de esas plataformas.

Thursday, September 20, 2012

Google ya domina también la publicidad gráfica


El poder del Gran Ciberleviatán no deja de crecer. Google se convertirá este año en el líder de la publicidad gráfica en Estados Unidos, por delante de Facebook, y confirma el cambio en las tendencias del mercado publicitario. La publicidad textual, abundante y de bajo precio (dominada por Facebook y por el propio Google con los contextuales), deja paso al empuje de los móviles y el vídeo (con una fuerte reducción de precios y fuerte aumento de inventario), las dos grandes apuestas de la compañía de Larry Page y Sergey Brin con YouTube y Android.
El crecimiento de un 39% en 2012 de la publicidad gráfica de Google refleja además la eficacia de Google Ads, la Display Network que se ha convertido en una plataforma simple para anunciantes y editores de todo tipo, de profesionales a blogueros.
Todo lo contrario de la publicidad en redes sociales, donde a pesar del fuerte aumento de la inversión, todavía no se ha dado con los formatos y estrategias adecuadas.
Pese a todo, Google y Facebook concentrarán este año el 30% de toda la publicidad gráfica de Estados Unidos. Y una porción muy relevante en el resto de los mercados.


El camino del Gran Ciberleviatán iniciado con la compra de DoubleClick se consolida con su batalla por su conversión en la mayor plataforma de la convergencia: buscador, software, móvil, cloud computing y contenidos con un fuerte desarrollo comercial en sus propiedades -las que más crecen en rentabilidad en los últimos años- y en soportes ajenos.
Las estimaciones de eMarketer indican que Google concentrará este año el 41,3% de la publicidad digital en Estados Unidos y supera a Facebook con un 15,4% del mercado gráfico (banners, vídeo, móvil, rich media, etc.).
Google bate a Facebook y demuestra que en la estrategia de comercialización quien mejor controla la comercialización y la distribución sigue siendo el ganador.
Para el mercado publicitario, el crecimiento de Google refuerza el cambio de enfoque de la publicidad en busca de una mejor exposición, formatos más atractivos en los dispositivos (móviles) y contenidos (vídeo) más demandados. Tanto que baten al poder de las recomendaciones sociales.
Pero también muestra como aumenta la concentración económica y de poder en una sola empresa. El Ciberleviatán no afloja.

Thursday, June 28, 2012

Google Nexus: batalla por el control de las plataformas



Google despliega su estrategia para la gran guerra de las plataformas por el control del negocio de la convergencia.
Sus armas son el sistema operativo Android, actualizado con versión Jelly Bean para los nuevos móviles y tabletas Nexus, la nueva tableta de bajo precio Nexus 7 (US$ 199) y la esfera mágica Nexus Q como centro de entretenimiento del hogar digital para conectar todos los servicios, contenidos y dispositivos de Android con la televisión, la gran pantalla que sigue reinando.
La estrategia: hardware+software+cloud computing+contenidos. Los elementos para conseguir más usuarios, más consumo y sus datos para optimizar el negocio con pago y publicidad.

La guerra de las plataformas entre Apple, Amazon y Google, con Microsoft muy retrasada en la era post-PC de las plataformas y con Facebook como referente de plataforma social.
Google ya no es un buscador. Tampoco una empresa de internet. Ahora quiere ser más que nunca el Gran Ciberleviatán del negocio de la convergencia, donde las plataformas unen hardware (móviles y tabletas), software (sistemas operativos, navegador y aplicaciones), distribución desde la nube (Google Play, almacenamiento y gestión) de todo tipo de contenidos (vídeo, música, ebooks, aplicaciones) para llegar a los usuarios, sus datos y relaciones (Google+, redes sociales o el nuevo asistente personal Google Now que lo sabe todo sobre cada usuario) para rentabilizar cada elemento al máximo tanto con pago con contenidos como con publicidad, donde Google es el gran dominador en las búsquedas y aumenta su competencia en el display.



Google no está presentando nuevos dispositivos: está lanzando su estrategia de plataforma de contenidos y servicios. Frente al inicio de las plataformas como software (iTunes), la reingeniería de Apple con iPhone y iPad (iOS) las ha convertido en ecosistemas integrados de hardware y software para controlar el mercado de la hiperconectividad.
El soporte vuelve a ser importante cuando las plataformas se definen como sistemas y mercados integrados donde sistemas operativos, distribuidores, comercializadores, desarrolladores y proveedores de contenidos y servicios ofrecen sus productos a los clientes para su rentabilización a través de varios modelos de negocio.
Esa es la batalla del negocio de la convergencia.
Apple lleva ventaja. Ha sido el gran disparador del concepto de los smartphones y las tabletas, los dispositivos claves junto a la televisión para las plataformas. Las previsiones de Gartner indican que acapara casi 73 millones de las tabletas vendidas en 2012 frente a casi 38.000 de Android. Y ese liderazgo se mantendrá unos años.
Pero Amazon con Kindle Fire y ahora Google con Nexus 7 apuestan por la tableta de bajo coste para popularizar y hacer accesible definitivamente el soporte de acceso a los contenidos que marca la era de las plataformas.
El otro soporte clave es la televisión. Nexis Q intenta ahora lo que Apple TV no ha podido: convertirse en el centro del hogar digital desplazando a STBs (descodificadores y discos multimedia digitales) y conviviendo pero amenazando a las videoconsolas que conectan hoy a la mayoría de las televisiones a internet, y donde Microsoft sostiene su apuesta con XBox.

Para los medios cambia radicalmente el sistema de la distribución y la comercialización. El canal ya no es suyo y tienen que desarrollar las estrategias adecuadas para aprovechar los nuevos canales, donde una parte de los ingresos se va a los nuevos distribuidores sustitutos del papel, los kioskos o las viejas frecuencias, pero donde plataformas y aplicaciones replican el viejo negocio de los medios y se convierten en comercializadores no sólo de sus productos propios sino también de los propios contenidos.
Y, sobre todo, la audiencia se desplaza para convertir a gran parte de los usuarios en clientes de la plataforma más que de los medios.
Google lo anunció. Su ex consejero delegado, Eric Schmidt, aconsejó a los medios hace más de tres años que se convirtieran en plataformas.
Algunos lo están intentando mientras otros batallan en etapas muy anteriores. Muchos medios se parecen en exceso a Nokia y su declive de gran dominador del mercado de los teléfonos móviles a perdedor de los smartphones.
Apple, Amazon y Google ya tienen sus estrategias desplegadas, cada uno con sus fortalezas. El futuro de los medios pasa en gran parte por ganar espacio y negocio en las grandes plataformas, convertirse en pequeñas plataformas informativas y en aplicaciones líderes, aprovechando las oportunidades y no dejando que sean otros los que aprovechan sus contenidos para las nuevas ofertas que mejor satisfacen el cambio de hábitos, consumo y dispositivos de acceso del público.

Monday, May 21, 2012

Inteligencia Google



Basta de perderse, de saltar desesperadamente de enlace a enlace para acabar en páginas sin respuesta a lo que buscamos. Google quiere ser inteligente y dejar de responder a las consultas con páginas web para hacerlo con conocimiento. Al menos, relaciones entre datos. Esa es la promesa de su gráfico de conocimiento (Knowledge Graph).
Cuando haga una búsqueda, el usuario encontrará información en la página de resultados de Google. Una respuesta con personajes, lugares, cosas, etc. y sus relaciones: conocimiento entendido como relaciones entre cada búsqueda y los 500 millones de objetos (entidades) y los 3.500 millones de datos que el buscador ya rastrea y relaciona.
Google responde al gran desafío de la sociedad de la información: como evitar la intoxicación de la abundancia (infoxicación) y encontrar respuestas relevantes en menos tiempo y con el menor esfuerzo posible.
Es la mayor impugnación de Google a la ley de su famoso algoritmo, el page rank de la relevancia de cada página de internet. Hace unos meses incorporó también un social rank para incluir la búsqueda y las relaciones sociales, ahora añade inteligencia semántica para parecerse más a una Wikipedia –pero sin editores humanos- y saltar de la web para responder a cualquier necesidad de información sobre el mundo y las cosas.
La diferencia entre los datos y el conocimiento son las relaciones, el contexto. Vivimos un mundo con conocimiento de segunda mano, dice el filósofo Daniel Innerarity: contado por otros y al que accedemos con su interfaz y sus reglas. Ese peligro aumenta bajo el blanco objetivo de la cajita del buscador. Google busca más atención y tiempo de los usuarios en la web, los móviles y las tabletas, necesitado de retenerlos en sus páginas para ganar rentabilidad.
Google sigue atrapando contenidos para aumentar el negocio en sus páginas. Los usuarios encontrarán muchas ventajas, Google reducirá la complejidad del mundo y lo simplificará, pero será bueno recordar que la sumisión a la comodidad adormece la inteligencia.

Columna en los diarios de Vocento

Tuesday, November 08, 2011

Google+ quiere la relevancia social de los medios

Los medios deben estar atentos a los cambios en Google que obligan a diseñar la relevancia y el posicionamiento en una plataforma integrada de buscador, navegador, aplicaciones y red social. Entre el 30 y el 50% del tráfico dependiente del buscador en la mayoría de los medios está en juego. Google ha encadenado una serie de cambios en su algoritmo y en Google+ a los que el SEO debe estar atento para repensar los tiempos de publicación, la identificación de los artículos y las relaciones de contenidos, marcas, medios y usuarios en un universo cada vez más integrado.


Los periodistas son cada vez más importantes como marca personal. Google ahora los indexa y muestra en los resultados de las búsquedas en Google News.
La herramienta para destacar la autoría y la relevancia es Google+, la red social del buscador que está empezando a convertir en un elemento clave de su adaptación a la red de las personas, donde las relaciones son tan importantes como el contenido.
Pero en la propuesta de Google a los periodistas hay un exceso de control del negocio y una alteración de la relevancia. Google no destaca a los mejores periodistas ni a los más relevantes por sus contenidos o su presencia y seguimiento en las redes, sino sólo a los que están en Google+ por encima de su actividad en Twitter, la preferida por su carácter de distribuidor de información, o en Facebook.

Google anunció ayer la entrada de marcas y medios con perfiles en Google+. Presencia corporativa en la red social como ya ocurre en las otras redes. La intención es conectar "personas, lugares y cosas", de "negocios locales a marcas globales", deja claro Vic Gundotra, vicepresidente de Ingeniería, en la presentación donde se avanza la posición privilegiada de las marcas con página en Google+ en los resultados del buscador gracias a Direct Connect: "para transformar búsquedas en valiosas conexiones".
El posicionamiento en el viejo algoritmo incluye ahora la acción social y de marketing, tanto de las marcas como de los medios.
Google demanda actividad y promoción de su plataforma para obtener el máximo rendimiento de su botón +1 -su versión del Like de Facebook- y premia a quienes más le ayuden a fortalecer su red social, por ahora con 40 millones de usuarios y relativamente baja actividad, muy lejos de sus competidoras.
Pero a esa integración social y su impacto en el buscador hay que sumar la que se consigue en los anuncios contextuales y sobre todo en la plataforma integrada en la que se está convirtiendo Google.
Google y sus datos se extienden e integran por el buscador, la publicidad contextual, el correo electrónico, el navegador Chrome y el sistema operativo Android, además de sus aplicaciones en iOS de Apple.
Ninguno de sus competidores tiene una extensión y dominio semejante de las plataformas. Están presentes en ellas, pero no manejan sus datos y operativa.
La relevancia y el posicionamiento en el universo Google dependen cada vez más de una estrategia integral y de marketing social más allá del SEO. Una estrategia donde Google pide esfuerzo a los medios y marcas para mejorar sus resultados. Una alianza donde el marketing altera el viejo sueño de la transparencia y objetividad del algoritmo.

Por último, Google ha cambiado sus resultados para primar el contenido más reciente todavía más de lo que ya lo hacía. El impacto en los medios se agudiza:. No sólo obliga a volver a pensar en la actualización, el ritmo de publicación y su vinculación con Google+ para aprovechar el marketing y el flujo social: fuerza a revisar las estrategias de volcado de las ediciones impresas, que en muchos medios continúan siendo la parte fundamental del contenido tanto en cantidad como en calidad.
¿Cuál es la mejor hora para publicar los contenidos de la edición impresa? ¿Cómo administrar su redistribución en el flujo social y la aparición en las búsquedas?
La gestión en tiempo real del SEO se acentúa y orienta a los medios hacia las nuevas herramientas de análisis en tiempo real, que sustituyen a las mediciones tradicionales con períodos de análisis más amplios.

Google propone mayor integración en su plataforma y su negocio a los medios para seguir rentabilizando sus contenidos. Al esfuerzo en contenidos y publicación (volumen y actualización), además de todos los requerimientos de las páginas para aumentar su rapidez de descarga y estructura de indexación, Google anhela ahora las relaciones, el engagement entre medios, periodistas y audiencia, el valor clave en el nuevo paradigma de la información y los medios sociales.

Thursday, September 22, 2011

Guerra en las redes sociales

Google y Facebook se emplean a fondo en la batalla de la red. El trofeo es convertirse en el dominador de la nueva internet, donde redes sociales y plataformas de aplicaciones –móviles, televisión conectada o en los navegadores- concentran la atención, el tiempo de los usuarios y su consumo de contenidos. El vídeo y los móviles son el territorio de la última batalla.
Google+ deja de ser una red exclusiva para usuarios del correo electrónico GMail. Después de varios meses aumentado audiencia y mejorando sus funcionalidades, Google+ se abre a cualquier internauta. Para superar sus veinte millones de usuarios, Google+ estrena buscador, pero sobre todo potencia las quedadas, la aplicación de vídeo que permite verse y comunicarse cara a cara, y a partir de ahora también compartir vídeos, documentos o dibujos.
Google socializa el vídeo para superar la comunicación textual de las redes sociales con la imagen e incorpora funciones ofrecidas hasta ahora sólo por aplicaciones de telefonía por internet como Skype.
Facebook quiere convertirse en un gran socializador de contenidos. Si Google es el dominador de las búsquedas y el mayor distribuidor de tráfico a los medios digitales, la red social de Mark Zuckerberg quiere ser el gran recomendador y socializador de contenidos entre sus 800 millones de usuarios. Los rumores apuntan que presentará en su conferencia de desarrolladores la integración de proveedores de vídeo y música como Hulu o Spotify. Los usuarios podrán compartir contenidos como ya hacen con juegos y otras aplicaciones, gratuitas o de pago con los créditos de la propia red social.
El aperitivo lo ha puesto ya el diario económico The Wall Street Journal con el lanzamiento de WSJ Social, una aplicación que permite leer una buena parte de su información recomendada por sus editores.
Google y Facebook luchan por dominar una red donde la navegación se sustituye por las recomendaciones y la saturación se soluciona con el criterio social compartido entre usuarios con gustos similares. Dominar el canal de distribución y la publicidad que acarrea es la recompensa.

Columna en los diarios de Vocento

Monday, August 22, 2011

Google, de bits libres y gratis a móviles y TV

El móvil primero. Es el lema seguido por Google desde que su presidente Eric Schmidt lo acuñara como política principal del Gran Buscador. Y con los móviles y la convergencia audiovisual, la televisión, en la que Google TV se ha topado con muros todavía infranqueables. El móvil y la televisión están cambiando tanto a Google que empieza a abandonar algunos de sus rasgos genéticos: la independencia del algoritmo (y el software) y su credo iniciático de que la información es libre y gratuita.

Es el anuncio de un cambio de era y estrategia para la mayor empresa de internet, la gran comercializadora de la red y el símbolo de la era de los navegadores y las búsquedas. Google siempre ha declarado que su misión es organizar la información para hacerla accesible a los usuarios. Pero el mundo digital ha cambiado con los móviles, las plataformas y la convergencia audiovisual. Ese giro copernicano justifica la compra de Motorola Mobility por la compañía de Larry Page y Sergey Brin.

Internet ya no es una república de los usuarios, como proclamaba la Declaración de Independencia del Ciberespacio, sino un nuevo mercado y un territorio cada vez más integrador de lo analógico.

El móvil es su mando y su dispositivo clave de acceso para los usuarios: con total conectividad y ubicuidad, pero siempre geolocalizado; con acceso a todos los servicios de la convergencia, social y en tiempo real. La televisión conectada es el centro del hogar digital, el mayor espacio de consumo de contenidos y servicios. Ninguno de esos mercados es libre ni gratuito. Los dos requieren intermediarios como las telefónicas, proveedores de contenido profesional y dueños de derechos como las productoras de cine y televisión, pero también comercializadores de productos como teléfonos móviles o descodificadores (set-top boxes) donde la calidad de la integración de contenidos, interfaz y servicios, junto a la distribución y la atención al cliente son fundamentales.

Google ha podido crecer hasta ahora pese a la oposición de diarios y revistas, la cruzada de la televisión contra YouTube y a las protestas contra su concentración de la publicidad digital. Siempre lo ha hecho al mejorar la búsqueda y acceso de los usuarios, pero también con sus aplicaciones para acceder a todo tipo de contenidos, de mapas a libros, y a su capacidad de convertirlos en soportes comerciales.

Pero con Android y Google TV no es suficiente. La fragmentación del sistema operativo móvil le hace perder las fortalezas de plataformas como Apple, donde la integración de hardware y software aumenta el atractivo de sus productos y simplifica su uso.

Google TV todavía es un experimento para meter el buscador en la televisión que choca con los dueños de los contenidos y con los proveedores de televisión de pago, con sus propios canales optimizados para el audiovisual y descodificadores especializados, muchos de ellos con tecnología o fabricación de Motorola. Pero también con el streaming de empresas como Netflix, con sus propios algoritmos de recomendación y su modelo de negocio que permite a los dueños del contenido rentabilizar mejor su catálogo.

Frente a Google, Apple y su dominio del diseño de aparatos de alto atractivo para los consumidores y su poder de integración. Facebook y su capacidad de fidelizar a los usuarios y de atarlos al tiempo real de la red social. Y el nuevo sistema de plataformas digitales donde sus dueños gestionan acceso, usuarios, contenidos y servicios.

Google y sus productos están en todas, pero muchos expertos dudan de que se haya convertido en una verdadera plataforma, un ecosistema y un mercado donde los usuarios y los proveedores acuden para compartir oferta y demanda.

Más bien Google es un proveedor más, con sus servicios y funcionalidades accesibles a través de distintas plataformas y equipos. Con su navegador Chrome, con Android, Google TV y con Motorola, pero también con su propia red social, Google aspira a hacer realmente suyos a los usuarios. Compra patentes y capacidad de fabricación de dispositivos, pero sobre todo empieza a dejar de ser una pura empresa de internet, la más exitosa y simbólica de todas, para evolucionar hacia una compañía de gran consumo digital. Lo que Apple ha conseguido con Steve Jobs al frente y lo que Mark Zuckerberg espera ser como gran plataforma digital social.

Google es más que nunca el Gran Ciberleviatán digital. Está en todo, de las búsquedas a los sistemas operativos y los móviles. En los bits y en los átomos, pero con sus grandes litigios en Europa y Estados Unidos, los móviles y la televisión, y su necesidad de las 17.000 patentes de Motorola para evitar demandas y frenos legales, ya sabe que la tecnología y la información no son ni libres ni gratuitas cuando los dueños de las redes y de los contenidos vuelven a recuperar control con los nuevos dispositivos y plataformas que fidelizan a los usuarios, por los contenidos y por su dispositivo y vía de acceso al universo digital.

Columna para Estrella Digital

Friday, June 17, 2011

Chromebook, un ordenador para la nube

El ordenador para los hiperconectados ya está aquí. Todo está en la red: los programas, los documentos, los archivos. Olvide la dictadura de Windows, las molestas actualizaciones, los programas caros y ese lento arrancar que nos desespera.
Google lanza Chromebook, el ordenador pensado para la nube –cloud computing- cuando todo está en internet, accesible desde cualquier lugar. Rápido, sencillo, liviano. Con los programas en red, la mayoría gratuitos.
Un ordenador webcéntrico, con internet como nervios y cerebro. El fin de la era del PC autónomo. Pero llega tarde, por detrás de tabletas como iPad y las plataformas de aplicaciones que permiten acceder a cualquier contenido y servicio. Una revolución que se antoja obsoleta desde que Google anunció su desarrollo a finales de 2009.

Columna en Estrella Digital

Friday, February 18, 2011

Los editores rechazan las suscripciones de Apple

Las condiciones de las suscripciones para aplicaciones de Apple son insoportables para los medios, tanto para los diarios como para la música en streaming.
"Los editores simplemente no pueden afrontar la inversión en nueva tecnología, productos y servicios cuando la plataformas les cobra el 30% de los ingresos totales, que en Europa, tras el IVA, puede aproximarse al 50%". Es la queja de los editores de diarios reunidos por la International Newsmedia Marketing Association (INMA)en Londres.
Los medios piden a Apple, dominador del mercado de aplicaciones de pago en iPhone y iPad, una "asociación justa" en un mercado emergente para "ofrecer a sus consumidores acceso al contenido en cualquier equipo o plataforma a un precio razonable", en palabras de Grzegorz Piechota, presidente de INMA Europa.
Los editores, igual que los responsables de los nuevos servicios de música en streaming, recuerdan que es imposible sostener el negocio de los contenidos a bajo precio con una comisión del 30%. Google se ha apresurado a contestar a la oferta de Apple con un sistema de pago para web y aplicaciones con un 10% de comisión.
Los editores reclaman una relación directa con los consumidores, acceder a sus datos y ofrecer promociones, imposibles con la propuesta de Apple.
Pero además exigen el fin del control de los contenidos por Apple, con censura de algunas páginas, y más transparencia en la plataforma y el desarrollo de las aplicaciones.
Los medios asociados a la INMA son más optimistas con One Pass, el sistema de Google, a pesar de la historia de demandas de los editores al buscador.

Thursday, February 17, 2011

Google: del pagerank al socialrank


Google hace sus búsquedas más sociales. La era de los buscadores tiene que convivir con el tiempo real y el flujo social. Cuando las personas están en la red, el criterio social es tan importante como el page rank. Ya no valen sólo los algoritmos, la confianza entre personas y el boca a boca se incorporan a las búsquedas de Google. Por ahora sólo en Estados Unidos.
"La relevancia no está sólo en las páginas, sino también en las relaciones", explica con acierto la nota de Google donde se introducen las novedades sociales.
Cuando un usuario está registrado en Google verá las referencias sociales en las búsquedas, que antes aparecían al final de los resultados desde la introducción de Google Social Search en 2009.
También las anotaciones de la gente con la que un usuario está conectado en las redes sociales. Tu entorno o grafo social en las búsquedas.
Blogs y sitios sociales como Flickr y Twitter tendrán más relevancia porque Google tiene dificultades para indexar Facebook por el control de sus datos y la interoperabilidad.
Google aumenta de esta forma la importancia del criterio social. El boca a boca llega al buscador.
Para manejarlo se crea un nuevo socialrank, como explica Mike Cassidy, director de producto de Google. Ese algoritmo social medirá el valor de cada usuario en las redes sociales en función de los seguidores y la repercusión que consigue en las redes.
Los usuarios son cada vez más importantes y Google primará tanto aquellos con los que te conectas -con los que compartes red, intereses y confianza- como a los más activos y populares para crear guías o curators (una de las palabras de moda) en las búsquedas.

Google y Apple pelean por el pago


Apple y Google andan a la greña por el esperado negocio del pago por contenidos. Anhelado por todos, aunque por ahora sea pequeño, y todavía más para la información. Si Apple escuchaba en parte las demandas de los medios y anunciaba un sistema para permitir las suscripciones en sus aplicaciones, Google ha contestado con One Pass un día después, un sistema de pago para web, móviles y tabletas con el que ya han firmado acuerdos Prisa, Axel Springer o Le Nouvel Observateur, interesados en lanzar productos de pago.
Si Apple es inclemente para sostener su comisión del 30% sobre los pagos y las suscripciones, Google cobrará sólo el 10% y reafirma su “apoyo a los editores, al periodismo y al acceso a contenidos de calidad”. Con una comisión como la de Apple, el negocio del pago es insostenible para la mayoría de los medios, obligados a rebajar sus precios y a asumir un coste similar a la comercialización de la prensa en papel.

Análisis completo en Estrella Digital

Monday, January 24, 2011

El algoritmo vuelve al mando; la política, para viejos

Las empresas deben reinventarse si no quieren perder negocio. El éxito de hoy no garantiza el de mañana. La tensión entre asegurar los resultados y diseñar el futuro es constante y los ejecutivos y compañías que tardan demasiado, pierden. Y más en mercados como el digital y de los medios, sacudidos por la tecnología y los nuevos competidores. En ese desafío está la razón de la sustitución de Eric Schmidt como CEO de Google tras una década que ha convertido la compañía en la sinécdoque de internet y su marca en un verbo.
El algoritmo vuelve al mando. Los dos fundadores, Larry Page y Sergey Brin, acaban con la tutela para insuflar nuevos bríos a la compañía y no perder la estela de Apple ni ser atrapados por Facebook.

Columna completa en Estrella Digital

Tuesday, November 02, 2010

Google es casi el 7% del tráfico de internet

Nadie es más grande que Google. Y continúa creciendo. El gran ciberleviatán supone ya casi el 7% del tráfico total de internet, muy por encima de cualquier otro servicio o proveedor y al nivel de un tier 1, los grandes servidores troncales de internet.
Y sigue creciendo ante la mirada voraz de las operadoras de telecomunicaciones que le reclaman más dinero por todos los recursos que requiere para funcionar y llegar a los usuarios