Es hora de cambiar el servicio público de radiotelevisión por uno de contenidos digitales cuando la convergencia borra barreras entre medios, una necesidad que debería incluir la ley general audiovisual elaborada por el Gobierno. Luis Fernández, presidente de la Corporación RTVE, ha afirmado que "los contenidos seguirán siendo la clave" de los medios públicos, la tecnología ayuda a aumentar y a mejorar el servicio público.
¿Vale la radiotelevisión pública lo que cuesta? Las cadenas estatales y autonómicas captaron 2.040 millones de euros –subvenciones y publicidad- entre junio de 2008 y 2009. Más del doble del presupuesto del Ministerio de Cultura para 2010 (867,2 millones) y casi lo mismo que la inversión en innovación prevista por el de Ciencia. Es el desafío de la convergencia para una radiotelevisión pública sin publicidad –por ahora sólo la estatal- en la nueva esfera pública donde los ciudadanos son consumidores y productores. Pero también donde los contenidos y la información digital son un impulso para el desarrollo, la economía y la cultura de los países, como repite la Comisión Europea. Algunas ideas para un nuevo servicio público digital:
Multiplataforma. Abolir la vieja concepción legal del servicio público de radiotelevisión como la "producción, edición y difusión de un conjunto de canales" para abarcar contenidos con esos criterios a través de cualquier plataforma.
Red pública. Convertirse en una red audiovisual integrada por las empresas estatales, autonómicas y locales, pero también por el resto de organismos e instituciones públicas que producen esos contenidos.
Ampliar el acceso y el dominio público a través de la producción, digitalización y distribución de los contenidos producidos y subvencionados con dinero público. Convertirse en el eje de distribución de contenidos de dominio público, del cine que no se ve por falta de pantallas, de la música alejada de los superventas, los contenidos para niños y colectivos especiales o de la información desatendida por los medios comerciales.
Contenidos ciudadanos. Ampliar el concepto de servicio público cuando los ciudadanos son prosumidores: consumidores y productores a los que se puede dotar de plataformas y herramientas donde desarrollar contenidos públicos y dotarlos de visibilidad y organización.
Participativo y abierto. En el nuevo espacio público la tarea de los profesionales de la radiotelevisión pública no se limita a producir contenidos, pueden facilitar y organizar la distribución y gestión de contenidos ciudadanos y de dominio público.
Sostenible, independiente y transparente. Criterios imprescindibles para su gobernanza y la rendición de sus cuentas y efectividad a los ciudadanos, sus financiadores.
Columna en Público