Periodismo, medios e ideas | Journalism, media and ideas | Una mirada a los medios, los periodistas y las ideas de la sociedad de la información | A glimpse at the media, journalists and ideas in the information society
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Wednesday, November 14, 2012
El saqueo digital de Google, Amazon, Apple o Facebook
Ya no son sólo los diarios, los gobiernos se levantan contra las grandes corporaciones tecnológicas que se aprovechan de las leyes aprobadas por esos mismos políticos para evadir impuestos y pagar menos a las haciendas de los países donde actúan. La innovación tecnológica, la globalización y la vibrante economía de inversión que catapulta a esas empresas en Estados Unidos amenaza en convertirlas en los grandes depredadores de las riquezas intelectuales, inmateriales, de contenidos y económicas ajenas. La cuestión es si lo que aportan a la sociedad de la información justifica semejante privilegio o amenazan con convertirse en grandes empresas extractivas, explotadoras de las riquezas de otros, para seguir la terminología de Daron Acemoglu y James Robinson.
Hacienda vigila a Google, Facebook o Apple por dejar de ingresar mill millones de euros al fisco cada año a pesar de dominar sus respectivos mercados. Sólo Google acapara más de la mitad de la economía de internet en España -casi 450 millones de euros- a pesar de declarar pérdidas de casi 75.000 euros en 2001 y de 640.000 en 2010.
En Francia, donde los editores de prensa del mercado más regulado y cerrado de Europa, encabezan la cruzada contra Google por los derechos de las informaciones, se prepara una multa de más de cien millones de euros por no declarar sus ganancias correctamente entre 2008 y 2012 al facturar desde Irlanda, como en el resto de Europa. En el mismo casos están Amazon y otras compañías digitales.
En Alemania también se prepara una ley para proteger la propiedad intelectual de los editores, en muchos casos no reconocida a los periodistas al considerarse los diarios obras colectivas, como ocurre en España.
Y al fin el escándalo del saqueo tecnológico ha llegado a Gran Bretaña, donde su insularidad europea, el poder de la City y la exclusiva relación con Estados Unidos han convertido al viejo imperio en la cabeza de puente de la ofensiva europea de las multinacionales digitales norteamericanas.
Google desde Irlanda o Amazon desde Luxemburgo son tan diestros en aprovechar los resquicios fiscales internacionales como en las búsquedas o el comercio electrónico. Ambos siempre han defendido la cultura de aumentar su oferta y productos con la menor inversión posible en todo lo que no sea innovación y tecnología.
Google facturó 3.144 millones de euros en 2011 y pagó sólo un 0,4%: 4,24 millones de euros. Amazon sólo cotizó el año pasado un 2,5% de sus ventas de más de 4.100 millones de euros y consiguió rebajar el IVA de los ebooks de un 20% legal para pagar sólo un 3%. Apple paga menos de un 2% de impuestos en Reino Unido y Facebook no llegó a 300.000 euros a pesar de ser uno de los grandes comercializadores de publicidad gráfica.
Además de aprovechar los agujeros legales como el resto de grandes empresas multinacionales, ¿tienen las ganancias de estos grandes innovadores y creadores de riqueza digital algún derecho especial por su contribución a la sociedad de la información?
La residencia fiscal en países con menores impuestos y acuerdos de doble imposición como Irlanda y el uso abusivo de los precios de transferencia: lo que las propias subsidiarias de las compañías pagan por sus productos y servicios. Las grandes consultoras ayudan en esas técnicas y alertan del endurecimiento de la regulación fiscal en casos como España.
Google no cumple su mandato de no ser dañino, el famoso Don´t Be Evil, ni el de servir a los usuarios y menos el de la responsabilidad fiscal. Y lo mismo el resto de grandes digitales.
En el caso de España el saqueo fiscal digital es especialmente grave porque la economía digital alcanza un porcentaje muy pequeño del PIB: Google lo calculó en el 2,2%, una cifra que se mantiene, debido a la baja innovación, la escasa inversión y la baja productividad. Una economía más volcada al consumo digital que a la producción y la innovación.
No somos una sociedad de la información sino más bien hemos multiplicado la sociedad de consumo a los productos digitales con una innovación muy baja, la persistencia de una legislación económica y de propiedad intelectual que desanima a la nueva economía y los emprendedores, y con una sostenida situación de oligopolios -en telecomunicaciones, redes, distribución, derechos de contenidos, comercialización, etc.- que son lastres para el crecimiento.
Google, Amazon, Apple, Facebook se han convertido en negocios extractivos en lugar de ser todo lo inclusivos que las nuevas tecnologías, la interactividad, la participación ciudadana y su condiciones de plataformas -de usuarios, negocios, aplicaciones, etc.- permiten.
Se han unido a las élites extractivas no por el inmovilismo que caracteriza a muchos viejos monopolios -entre ellos gran parte del sector público- sino por lo su posición de poder, la maldición de convertirse en demasiado grandes para caer (too big to fail) como el sector financiero que ha provocado la grave crisis que vivimos.
El retorno de su actividad y de su generación de riqueza no es suficiente para todos porque está aumentando la desigualdad, tanto entre diferentes negocios -como la prensa- que alimentan el suyo, sino por la desigual distribución de la riqueza que crean. Vuelven a concentrarla en un sólo país y en unas pocas manos.
Como explican Acemoglu y Robinson en su libro, las instituciones (negocios) extractivas acaparan el trabajo de muchos para beneficiar a unos pocos, desprotegen los derechos de propiedad de los demás y tienden a convertirse en monopolios.
Es el retrato de cualquiera de estas compañías con algunos matices nuevos, principalmente dos: su apuesta por la innovación y el conocimiento frente a los monopolios anteriores que los erosionaban y su carácter de plataformas, sistemas donde se desarrolla la innovación, el trabajo y el negocio de otros (dejamos para otra discusión si con un reparto sostenible).
Las élites extractivas no son sólo la clase política del capitalismo castizo, como ha dicho César Molinas. También las compañías más innovadoras ejercen ese nefasto papel cuando olvidan su compromiso con sus usuarios, que son consumidores y productores, como relata toda la teoría de los prosumidores (prosumers).
Ese es el principal error de empresas como Facebook, que posiblemente se habrían librado de sus males en bolsa, si hubieran convertido en accionistas a sus usuarios, en una auténtica estrategia de economía participativa.
Pero el mal de las élites extractivas anida en los bonus, las acciones de sus directivos que se venden a grandes precios y en la presión del mercado y los resultados para ser cada vez más grandes, más fuertes, más globales, más rentables.
Como en el caso de Google y los diarios -el gráfico de arriba, tan famoso estos días, es inadecuado porque compara mercados que no son equiparables: publicidad en papel en EE UU con publicidad digital en todo el mundo, mucha creada por la propia innovación de Google- el problema es que más allá de sus propios activos (inmateriales o materiales) la economía digital se basa en la comunidad, en la actividad de los usuarios y sus lazos y relaciones -el procomún-, además de en sus propios contenidos en gran parte.
Google, Facebook y los diarios se parecen en que su riqueza no es suya, sino el resultado de la actividad social y el espacio público o el privado que se decide compartir: los hechos noticiosos en el caso de los diarios, la economía del enlace a los contenidos ajenos en Google o la vida publicada y los contenidos compartidos de los usuarios en Facebook.
La nueva economía con las reglas de buena voluntad y oportunidades que nos enseñó Kevin Kelly se convierte en tan injusta como cualquier otro capitalismo extractivo cuando quienes se hacen dueños del mercado no redistribuyen adecuadamente los beneficios.
Pagar impuestos justos que revierten en toda la sociedad es mejor que pagar tasas para una sola parte de los contenidos, la industria, los usuarios y el espacio público. Ninguna nueva y sectorial tasa Google -Facebook, Apple, etc.- sería tan justa como pagar los impuestos como otra empresa y ciudadano más sin retorcer en exceso las ventajas fiscales de las grandes empresas.
Otra cosa es si se debe pagar por el snippet de Google a la prensa o no: materia de otro artículo.
Don´t be evil, pagad, dueños de la economía digital (y también los del resto).
Wednesday, October 01, 2008
La crisis no aprieta al Rey y a las instituciones
Los reyes suelen salvarse de las crisis hasta el día que pierden el trono. Juan Carlos I y su casa no tendrán que apretarse el cinturón. El presupuesto de libre disposición del monarca continúa su subida año tras año hasta los 8,90 millones de euros, un 2,7% más que en 2008.
Y el apoyo a la gestión administrativa de la Casa Real será de otros 6,5 millones, de los que 6,2 corresponden a sueldos.
Un alza a la que acompañan eso que se llama altas instituciones del Estado: el desprestigiado y politizado Consejo General del Poder Judicial aumenta su partida un 5,8% (76,8 millones) y le acompañan el Tribunal de Cuentas, con un alza del 5,2% (60 millones), y el Constitucional, que recibe 27,52 millones, un 4,9% más.
¿Ayudará algo que los ciudadanos nos apretemos y las instituciones no en la diligencia de la justicia?
Las Cortes aumentan su presupuesto un 2% hasta los 237,06 millones y esa reliquia llamada Consejo de Estado tendrá 12,15 millones de euros, un 3,5% más.
Lo que si se congelan son los sueldos de los altos cargos, desde el presidente del Gobierno y los ministros hasta los presidentes de los órganos de la justicia.
Continúa faltando gestión en las instituciones. Es fácil congelar sueldos en el presupuesto, pero vendría bien a todos hacer más eficientes la burocracia y las instituciones, tanto en tiempo de crisis como de bonanza.
Y el apoyo a la gestión administrativa de la Casa Real será de otros 6,5 millones, de los que 6,2 corresponden a sueldos.
Un alza a la que acompañan eso que se llama altas instituciones del Estado: el desprestigiado y politizado Consejo General del Poder Judicial aumenta su partida un 5,8% (76,8 millones) y le acompañan el Tribunal de Cuentas, con un alza del 5,2% (60 millones), y el Constitucional, que recibe 27,52 millones, un 4,9% más.
¿Ayudará algo que los ciudadanos nos apretemos y las instituciones no en la diligencia de la justicia?
Las Cortes aumentan su presupuesto un 2% hasta los 237,06 millones y esa reliquia llamada Consejo de Estado tendrá 12,15 millones de euros, un 3,5% más.
Lo que si se congelan son los sueldos de los altos cargos, desde el presidente del Gobierno y los ministros hasta los presidentes de los órganos de la justicia.
Continúa faltando gestión en las instituciones. Es fácil congelar sueldos en el presupuesto, pero vendría bien a todos hacer más eficientes la burocracia y las instituciones, tanto en tiempo de crisis como de bonanza.
Tuesday, May 20, 2008
Trillo y Palacio declararán por el caso Couso
El juez Santiago Pedraz cita a los ex ministros de Defensa y Exteriores por la muerte de José Couso en el Hotel Palestina.
Los ex ministros deberán aclarar en la Audiencia Nacional "por qué los americanos les dieron cuatro versiones distintas y el Gobierno español dio por buenas las cuatro", según Javier Couso, hermano del cámara de Telecinco.
La ex sargento norteamericana Adrienne Kinne ha revelado que la inteligencia militar señaló como objetivo el hotel donde se alojaban los periodistas, convirtiéndolo en diana, y que el ejército espiaba a periodistas y ONG en Irak.
Los ex ministros deberán aclarar en la Audiencia Nacional "por qué los americanos les dieron cuatro versiones distintas y el Gobierno español dio por buenas las cuatro", según Javier Couso, hermano del cámara de Telecinco.
La ex sargento norteamericana Adrienne Kinne ha revelado que la inteligencia militar señaló como objetivo el hotel donde se alojaban los periodistas, convirtiéndolo en diana, y que el ejército espiaba a periodistas y ONG en Irak.
Tuesday, April 08, 2008
Cinco años persiguiendo justicia para Couso
La familia Couso sigue su lucha por la justicia y reclama al gobierno que ejecute las órdenes de detención contra los militares norteamericanos presuntos autores del homicidio del cámara de Telecinco hace cinco años.
El juez Santiago Pedraz cursó orden de detención en octubre de 2005 contra el sargento Thomas Gibson, autor del disparo contra el Hotel Palestina, el capitán Philip Wolford, que dio la orden, y el teniente coronel Philip DeCamp, superior de ambos.
La Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional archivó las diligencias en marzo de 2006 por no haber asesinato ni acción dolosa, sólo un "acto de guerra contra un enemigo erróneamente identificado", en línea con la investigación del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), que hoy recuerda el aniversario de la muerte de Couso y el cámara de Reuters Taras Protsyuk, además del ataque a las oficinas de la televisiones árabes Al Jazeera (donde murió otro periodista) y Abu Dhabi TV aquella misma mañana.
En diciembre de 2006, el Tribunal Supremo dio la razón a la familia Couso frente a la Audiencia Nacional y sentenció que la justicia española es competente para investigar la muerte del cámara.
El CPJ denuncia que siguen sin aclararse todos los detalles de las muertes de los periodistas, exige a las autoridades militares norteamericanas que "investigue completamente los incidentes y haga públicas las conclusiones", pero también que "implemente procedimientos para señalar a las tropas la presencia de periodistas en el campo de batalla".
La organización insiste en que los mandos militares norteamericanos sabían que en el Hotel Palestina sólo había periodistas pero no informaron a las tropas que bombarderon desde un tanque las posiciones de los corresponsales.
David Schlesinger, director de Reuters, indica que la agencia "no está satisfecha con la rapidez o la objetividad" de las investigaciones de los homicidios. El responsable de la agencia internacional cree que "el frente debe hacerse tan seguro como sea posible para los no combatientes como los periodistas".
Un principio que las tropas norteamericanas no han seguido en Irak.
Por eso la familia Couso, apoyada por muchos profesionales y ciudadanos, continúa su lucha para que se esclarezca la verdad y Estados Unidos y sus tropas no estén por encima de la ley.
Desde que empezó la guerra de Irak en marzo de 2003, 127 periodistas y 50 personas de apoyo a sus labores informativas han muerto, según el CPJ.
Es ya el conflicto más sangriento para los informadores muy por delante de los 66 periodistas muertos en los 20 años de la guerra de Vietnam o los 68 informadores muertos en la II Guerra Mundial.
Íñigo Sáenz de Ugarte reconstruye aquella mañana en el Hotel Palestina, cuando los disparos habían cesado y en el silencio el tanque que comanda el sargento Thomas Gibson gira su cañón hacia el hotel. Pide permiso al capitán Wolford para disparar y mata a Couso y Protsyuk tras 15 minutos de calma.
El juez Santiago Pedraz cursó orden de detención en octubre de 2005 contra el sargento Thomas Gibson, autor del disparo contra el Hotel Palestina, el capitán Philip Wolford, que dio la orden, y el teniente coronel Philip DeCamp, superior de ambos.
La Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional archivó las diligencias en marzo de 2006 por no haber asesinato ni acción dolosa, sólo un "acto de guerra contra un enemigo erróneamente identificado", en línea con la investigación del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), que hoy recuerda el aniversario de la muerte de Couso y el cámara de Reuters Taras Protsyuk, además del ataque a las oficinas de la televisiones árabes Al Jazeera (donde murió otro periodista) y Abu Dhabi TV aquella misma mañana.
En diciembre de 2006, el Tribunal Supremo dio la razón a la familia Couso frente a la Audiencia Nacional y sentenció que la justicia española es competente para investigar la muerte del cámara.
El CPJ denuncia que siguen sin aclararse todos los detalles de las muertes de los periodistas, exige a las autoridades militares norteamericanas que "investigue completamente los incidentes y haga públicas las conclusiones", pero también que "implemente procedimientos para señalar a las tropas la presencia de periodistas en el campo de batalla".
La organización insiste en que los mandos militares norteamericanos sabían que en el Hotel Palestina sólo había periodistas pero no informaron a las tropas que bombarderon desde un tanque las posiciones de los corresponsales.
David Schlesinger, director de Reuters, indica que la agencia "no está satisfecha con la rapidez o la objetividad" de las investigaciones de los homicidios. El responsable de la agencia internacional cree que "el frente debe hacerse tan seguro como sea posible para los no combatientes como los periodistas".
Un principio que las tropas norteamericanas no han seguido en Irak.
Por eso la familia Couso, apoyada por muchos profesionales y ciudadanos, continúa su lucha para que se esclarezca la verdad y Estados Unidos y sus tropas no estén por encima de la ley.
Desde que empezó la guerra de Irak en marzo de 2003, 127 periodistas y 50 personas de apoyo a sus labores informativas han muerto, según el CPJ.
Es ya el conflicto más sangriento para los informadores muy por delante de los 66 periodistas muertos en los 20 años de la guerra de Vietnam o los 68 informadores muertos en la II Guerra Mundial.
Íñigo Sáenz de Ugarte reconstruye aquella mañana en el Hotel Palestina, cuando los disparos habían cesado y en el silencio el tanque que comanda el sargento Thomas Gibson gira su cañón hacia el hotel. Pide permiso al capitán Wolford para disparar y mata a Couso y Protsyuk tras 15 minutos de calma.
Monday, February 12, 2007
De Juana, la crisis evitable
El Tribunal Supremo enmienda a la Audiencia Nacional y reduce de 12 años y siete meses a tres años la pena impuesta al etarra Iñaki de Juana Chaos, en huelga de hambre con grave riesgo para su vida, por un delito de amenazas terroristas.
De Juana no será excarcelado de inmediato.
La decisión del Supremo convierte en absurda toda la polémica, la crispación y el ruido mediático creado con la condena impuesta a un terrorista para que no saliera de la cárcel. Dos artículos de prensa le condujeron a una rigurosa condena por amenazas impuesta para enmendar el repudio surgido por su libertad gracias a beneficios penitenciarios.
Cuando la crisis por la politización de la justicia está en su momento más álgido con el nombramiento de un nuevo ministro de Justicia protestado con saña por el PP, la sentencia será una nueva arma de unos contra otros que daña a la democracia y a las instituciones
Unos dirán que los jueces están dominados por el gobierno. Los otros que se hace justicia. Habrá quien recelará de la oscilación salomónica de la judicatura tras la recusación de Pérez Tremps en el Constitucional.
Unas decisiones para un lado, otras para el otro. Justicia politizada y judicialización de la política, constante desde hace unos años.
La justicia ya no es ciega en España. Ve, y a menudo ve sesgado. La desconfianza de los ciudadanos aumenta tanto por las sentencias y decisiones más polémicas como por los retrasos y la ineficacia cotidianas.
La crisis De Juana -su huelga de hambre y el enfrentamiento político- se hubiera evitado si el Supremo hubiera sido más rápido en dirimir el recurso del reo. Posiblemente si los criterios judiciales fueran más firmes y la presión mediática y política no alterase la letra de la ley, la condena por amenazas al etarra hubiera sido menos rigurosa, sin aplicación directa por otro delito de la doctrina Parot.
La democracia vuelve a enredarse en la lucha contra el terrorismo. Pierde cada vez que los políticos abren dudas sobre la ley. Pierde cada vez que la diferencia moral entre quienes dialogan y los asesinos se estrecha por el fango de las sospechas.
Sólo se recupera un poco porque el Tribunal Supremo ha vuelto a entender que la justicia democrática no es verdugo de nadie. La justicia y la democracia no se vengan, sólo juzgan con arreglo a la ley.
P21 | De Juana Chaos, la justicia y la muerte
De Juana no será excarcelado de inmediato.
La decisión del Supremo convierte en absurda toda la polémica, la crispación y el ruido mediático creado con la condena impuesta a un terrorista para que no saliera de la cárcel. Dos artículos de prensa le condujeron a una rigurosa condena por amenazas impuesta para enmendar el repudio surgido por su libertad gracias a beneficios penitenciarios.
Cuando la crisis por la politización de la justicia está en su momento más álgido con el nombramiento de un nuevo ministro de Justicia protestado con saña por el PP, la sentencia será una nueva arma de unos contra otros que daña a la democracia y a las instituciones
Unos dirán que los jueces están dominados por el gobierno. Los otros que se hace justicia. Habrá quien recelará de la oscilación salomónica de la judicatura tras la recusación de Pérez Tremps en el Constitucional.
Unas decisiones para un lado, otras para el otro. Justicia politizada y judicialización de la política, constante desde hace unos años.
La justicia ya no es ciega en España. Ve, y a menudo ve sesgado. La desconfianza de los ciudadanos aumenta tanto por las sentencias y decisiones más polémicas como por los retrasos y la ineficacia cotidianas.
La crisis De Juana -su huelga de hambre y el enfrentamiento político- se hubiera evitado si el Supremo hubiera sido más rápido en dirimir el recurso del reo. Posiblemente si los criterios judiciales fueran más firmes y la presión mediática y política no alterase la letra de la ley, la condena por amenazas al etarra hubiera sido menos rigurosa, sin aplicación directa por otro delito de la doctrina Parot.
La democracia vuelve a enredarse en la lucha contra el terrorismo. Pierde cada vez que los políticos abren dudas sobre la ley. Pierde cada vez que la diferencia moral entre quienes dialogan y los asesinos se estrecha por el fango de las sospechas.
Sólo se recupera un poco porque el Tribunal Supremo ha vuelto a entender que la justicia democrática no es verdugo de nadie. La justicia y la democracia no se vengan, sólo juzgan con arreglo a la ley.
P21 | De Juana Chaos, la justicia y la muerte
Thursday, January 25, 2007
De Juana Chaos, la justicia y la muerte
El etarra José Ignacio de Juana Chaos seguirá en prisión pese a su huelga de hambre. El pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha desestimado con 12 votos a favor y 4 en contra las peticiones de libertad de sus abogados y de prisión provisional atenuada realizada por la fiscalía (auto en pdf).
De Juana Chaos morirá en prisión: en el hospital donde es vigilado y donde se le alimenta a la fuerza con suero cuando su cuerpo ya consume sus órganos. Parece que la única posibilidad para salvar su vida era suspender su huelga de hambre al abandonar la cárcel.
La fiscalía pedía con ese fin la prisión provisional atenuada, en su domicilio y bajo vigilancia. Para que una condena de 12 años y 7 meses de prisión no se convierta en una pena de muerte. En cuanto superara su estado crítico de salud, De Juana volvería a la cárcel para seguir cumpliendo su pena.
El asesino de 25 personas pondrá previsiblemente fin a su vida en protesta por su última condena por amenazas por dos artículos (El escudo, Gallizo) en Gara. Fue la única salida que la justicia encontró para evitar la excarcelación del etarra, beneficiado por ser condenado con un código penal que luego fue reformado para elevar las penas por terrorismo.
Ningún reo muere en España en las condiciones en las que lo hará De Juana. La diferencia entre la ley democrática y quienes la violan es que el estado de derecho respeta la vida de todos, hasta la de quienes se apoderan de la de los demás.
Esa lógica basta para la inexistencia de la pena de muerte y es la que arguyen los magistrados para mantener la situación del reo:
La justicia no pudo castigar adecuadamente los crímenes del etarra y en noviembre de 2006 lo condenó por amenazas en un fallo muy condicionado políticamente y por la indignación de víctimas del terrorismo y de muchos ciudadanos por la posible salida de prisión de un monstruo.
La muerte sigue siendo un problema difícil de solucionar para la justicia de los hombres.
De muerte más allá de la política va este caso. Si De Juana muere será un mártir etarra. Si saliera de prisión y superara su estado crítico volvería a la cárcel para seguir cumpliendo su condena.
Justicia no es venganza.
La venganza de estado no existe, es cosa personal. El terrorismo no se vence con la venganza, sólo con la justicia y la democracia.
La política, el dolor de las víctimas, la indignación de muchos y las dudas de tantos han escrito líneas del auto de los jueces.
En una cama hay un hombre cerca de la muerte. Nunca compadeció a sus víctimas y por eso ha sido condenado. Por eso sus amenazas se han tomado con la severidad con las que no se repara en otras.
La democracia no debería ser su verdugo, sólo su juez. La autoridad moral y el respeto a la vida obligan. Sólo con esos principios el estado puede mantener el monopolio de la fuerza. Implacable y sin miedo. Justo hasta donde la sociedad puede serlo.
Escolar | De Juana Chaos
De Juana Chaos morirá en prisión: en el hospital donde es vigilado y donde se le alimenta a la fuerza con suero cuando su cuerpo ya consume sus órganos. Parece que la única posibilidad para salvar su vida era suspender su huelga de hambre al abandonar la cárcel.
La fiscalía pedía con ese fin la prisión provisional atenuada, en su domicilio y bajo vigilancia. Para que una condena de 12 años y 7 meses de prisión no se convierta en una pena de muerte. En cuanto superara su estado crítico de salud, De Juana volvería a la cárcel para seguir cumpliendo su pena.
El asesino de 25 personas pondrá previsiblemente fin a su vida en protesta por su última condena por amenazas por dos artículos (El escudo, Gallizo) en Gara. Fue la única salida que la justicia encontró para evitar la excarcelación del etarra, beneficiado por ser condenado con un código penal que luego fue reformado para elevar las penas por terrorismo.
Ningún reo muere en España en las condiciones en las que lo hará De Juana. La diferencia entre la ley democrática y quienes la violan es que el estado de derecho respeta la vida de todos, hasta la de quienes se apoderan de la de los demás.
Esa lógica basta para la inexistencia de la pena de muerte y es la que arguyen los magistrados para mantener la situación del reo:
"Lo que entraña grave peligro para la salud de De Juana Chaos no es, precisamente, el internamiento, sino su voluntad de no comer por las circunstancias que considera convenientes, lo que es muy distinto. No es la situación de prisión lo que agrava su salud (...) Por su propia voluntad se ha puesto en tal situación de peligro; esto es,se trata de una autopuesta en peligro libre y voluntaria."De Juana Chaos nunca reparó en acabar con la vida de los demás y ahora usa la suya como instrumento político y para doblegar a la justicia. Su actitud recuerda la famosa huelga de hambre de los presos del IRA que convirtió a Bobby Sands en un héroe mártir.
La justicia no pudo castigar adecuadamente los crímenes del etarra y en noviembre de 2006 lo condenó por amenazas en un fallo muy condicionado políticamente y por la indignación de víctimas del terrorismo y de muchos ciudadanos por la posible salida de prisión de un monstruo.
La muerte sigue siendo un problema difícil de solucionar para la justicia de los hombres.
De muerte más allá de la política va este caso. Si De Juana muere será un mártir etarra. Si saliera de prisión y superara su estado crítico volvería a la cárcel para seguir cumpliendo su condena.
Justicia no es venganza.
La venganza de estado no existe, es cosa personal. El terrorismo no se vence con la venganza, sólo con la justicia y la democracia.
La política, el dolor de las víctimas, la indignación de muchos y las dudas de tantos han escrito líneas del auto de los jueces.
En una cama hay un hombre cerca de la muerte. Nunca compadeció a sus víctimas y por eso ha sido condenado. Por eso sus amenazas se han tomado con la severidad con las que no se repara en otras.
La democracia no debería ser su verdugo, sólo su juez. La autoridad moral y el respeto a la vida obligan. Sólo con esos principios el estado puede mantener el monopolio de la fuerza. Implacable y sin miedo. Justo hasta donde la sociedad puede serlo.
Escolar | De Juana Chaos
Tuesday, December 05, 2006
La justicia vuelve a Couso
El Tribunal Supremo estima el recurso interpuesto por la familia del cámara frente a la anterior decisión de la Audiencia Nacional que había archivado las diligencias del juez Santiago Pedraz al considerar que no había habido asesinato, sólo un "acto de guerra contra un enemigo erróneamente identificado".
Los acusados, el teniente coronel Philip De Camp, el capitán Philip Wolford y el sargento Shawn Gibson, miembros de la formación de carros de combate que mató a Couso y al cámara de Reuters Taras Protsyuk, siempre han defendido que alguien dirigía disparos contra ellos desde el Hotel Palestina.
Se abre de nuevo la esperanza de conseguir cierta justicia frente a los abusos militares norteamericanos.
P21 | La justicia abandona a José Couso
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