Periodismo, medios e ideas | Journalism, media and ideas | Una mirada a los medios, los periodistas y las ideas de la sociedad de la información | A glimpse at the media, journalists and ideas in the information society
Sunday, October 16, 2011
La revolución cotidiana del #15O
Columna completa en Estrella Digital
Monday, May 30, 2011
Los rescoldos del #15m
El PP gana con la estrategia del silencio de Rajoy y su argumentario para culpar al gobierno de la profundidad y duración de la crisis.
El PSOE emprende un camino hacia la coronación del vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba con la eliminación rauda de la candidatura de Carme Chacón. De debate, nada.
Ni Zapatero, ni Rubalcaba, ni Rajoy han dedicado mucho tiempo a reflexionar sobre las demandas de la llamada #spanishrevolution y de tantos ciudadanos que comparten algunas de ellas, sobre todo la apelación a una democracia más abierta y responsable, menos corrupta y burocrática.
En los medios la huella continúa y pelea minutos y columnas con la derrota socialista. La comunicación en la red es horizontal y abierta, pero llegar a la agenda mediática es clave para ganar difusión e influencia.
Columna completa en Estrella Digital
Thursday, May 26, 2011
El 22M desplaza al #15m en los medios
Si los medios tardaron en reaccionar al impacto e influencia del 15m en las elecciones, ahora la cobertura se diluye, como también la influencia de #spanishrevolution en muchos de sus seguidores en las redes sociales.
Los datos de cobertura recopilados por Seguired los últimos días muestran un descenso progresivo de la cobertura en los diarios.
Es relevante como la atención de los diarios nacionales, los más ideologizados y de mayor cobertura política, se va desvaneciendo para centrarse en la política partidaria y el nuevo escenario postelectoral.
Contrariamente a la reacción entre el 15 y el 22 de marzo, a partir de entonces diarios locales y regionales son los más intensivos en número de noticias y artículos publicados, que descienden más en La Gaceta, El Mundo, El País o Público.
Los datos muestran cómo tras el impacto de las movilizaciones, la atención se concentra en el futuro de la política y el gobierno real. Sin embargo, la caída no es abrupta y demuestra que el #15m también se ha oído en el periodismo.
Posiblemente a futuro la agenda informativa estará más abierta a los movimientos de base y a la participación política de los ciudadanos en internet y las redes sociales, ahora que ha quedado demostrada su influencia.
¿Ocurrirá lo mismo con la renovación o refundación en el PSOE? La actividad de los partidos sigue estando muy lejos de la red y la participación abierta.
Patxi López se atrevió a desafiar a Zapatero con un tuiteo y un post en su blog para pedir un congreso extraordinario. Pero la mayoría de los cargos del partido mantienen un cauto silencio en las redes. La conversación es interna, a pesar de las reacciones de muchos militantes, votantes, simpatizantes o ciudadanos en general en la web.
Sunday, May 22, 2011
Elecciones para otra democracia
Son elecciones locales y autonómicas, pero no busque propuestas sobre ciudades y provincias. Las elecciones de hoy son presidenciales en un país de democracia parlamentaria, un plebiscito sobre la gestión de la crisis y un referéndum sobre una partitocracia que ha impulsado a jóvenes y muchos ciudadanos a tomar las calles y las plazas tras una gran movilización en las redes sociales. Estos comicios muestran la erupción social contra una democracia burocratizada, sorda y encerrada en esferas de poder muy alejadas de la vida cotidiana de los ciudadanos.
España vota alcaldes y concejales, diputados autonómicos mientras una gran parte de la ciudadanía reclama una reinvención de la democracia. La gente anhela una democracia real, más participativa, capaz de gestionar las crisis de la globalización y los desafíos del siglo 21. Una democracia que no abandone el estado del bienestar para no condenar a las nuevas generaciones a vivir peor que sus padres. Una democracia en tiempo real. Al ritmo de las redes sociales y activa en los nuevos espacios públicos abiertos en internet.
La campaña tradicional ha muerto. Empezó con la discusión de si la coalición de la izquierda abertzale vasca, Bildu, la primera que pide a ETA el fin del terrorismo, podía presentarse a las elecciones y acaba con la jornada de reflexión, una antigualla herencia de una Transición temerosa de los extremistas, superada por las concentraciones de miles de ciudadanos en las calles. La llamada #spanishrevolution. La revuelta de la ciberdemocracia contra un sistema caro, ineficiente y que la crisis económica ha reventado por los costurones de la falta de ideas de la política profesional.
¿Qué votamos hoy los españoles? Anhelos de otra democracia.
Saturday, May 21, 2011
El #15m de los medios (2), datos de cobertura
Tras un arranque de cobertura tímido se intensificó tras la prohibición de la Junta Electoral de Madrid, como mencioné en el análisis. A partir de entonces las distintas cabeceras reaccionaron con mayor cobertura cuantitativa y cualitativa.
Destaca la mayor cobertura de diarios de espectro ideológico y reacción ante los manifestantes y sus reivindicaciones completamente distinta. Público, El Mundo y La Gaceta son quienes más informaciones han publicado, además de Ideal de Granada, ciudad donde la movilización ha sido importante.
Datos que ayudan a entender la dinámica periodística ante el 15m proporcionados por Paco Muñoz.
El #15m de los medios
Pero la mayoría de los medios y los periodistas estaban ausentes. Con el agravante de que algunos periodistas, columnistas y editores de medios digitales han sido activos tanto en el debate sobre las descargas y la propiedad intelectual como después en #nolesvotes y en los inicios de #democraciarealya.
Antes de la erupción de #spanishrevolution ya sufríamos una democracia amordazada por las cuotas electorales y el control de los partidos sobre la información y las imágenes de la campaña.
Muchos periodistas se sumaron a #sinpreguntasnocobertura, pero el reflejo real en la cobertura de la campaña ha sido escaso.
Políticos y periodistas han mantenido una agenda apartada del objetivo real de unas elecciones locales y autonómicas y del surgimiento de una enmienda civil a la gestión restrictiva de la democracia.
La partitocracia es sorda. El periodismo, también.
El #15m los medios tardaron en reaccionar. Sólo unos pocos como El País en su web, 20 Minutos y la televisión catalana TV3 tenían en su agenda la previsión del éxito de la protesta.
En el análisis gráfico de @montera34 se puede observar el seguimiento de la #acampadasol en las portadas de varios grandes diarios.
Sólo tres llevaron a su portada el 15m el lunes y hasta el jueves con la prohibición de la Junta Electoral de Madrid y la decisión de mantener la protesta, la presencia en las portadas no se hizo mayoritaria.
Y casi todos han adoptado una línea editorial que refleja el impacto de la protesta sobre la política electoral y se aparta a menudo de la indagación en los hechos y los protagonistas. La explicación al público general de los porqués, los quiénes, el cómo, el cuándo y las consecuencias de una movilización que supera las barreras de la democracia formal y ha resucitado el debate sobre la extensión de los derechos fundamentales, el papel de los partidos y la falta de conexión y participación de los ciudadanos en una política solipsista.
Como los ciudadanos, los periodistas y los medios debemos reflexionar. No estamos preparados para una democracia en tiempo real y en red donde las ideas y los movimientos no tienen líderes y no hacen ruedas de prensa mientras se gestan.
Pero está el debate, los participantes y sus documentos. Está la democracia en ejercicio en la red. Y no está suficientemente atento y rápido el periodismo.
Los medios y los periodistas debemos hacer una reflexión profunda sobre la cobertura del 15m, como ayer discutíamos en el Laboratorio de la APM y hoy refleja Arsenio Escolar.
En los defectos de esa cobertura coincide el enfoque estrecho de los medios sobre la información, encerrado en las esferas de poder y los intereses de la partitocracia (coincido de nuevo con Toni).
Que cada cuál juzgue la estrategia y la información de cada medio.
Muchos convendrán en que los intereses políticos de las cabeceras, sus filiaciones partidistas y los defectos de un periodismo donde la calle se sustituye por las salas del poder y las redes sociales no es competente para la sociedad del siglo 21.
La mirada, el enfoque y la investigación sigue siendo estrecha y lastra las posibilidades del periodismo profesional para responder adecuadamente a su deber social y a garantizar el derecho a la información de los ciudadanos.
Estamos en las redes, pero el periodismo no se ha adaptado todavía con eficacia a un nuevo ecosistema y su impacto en la información.
Las redacciones han comenzado a abrirse y muchos periodistas y directores están en Twitter o usan Facebook para ampliar su audiencia y el marketing de sus contenidos. Pero hay que reiventarse para convertirse de verdad en plataformas sociales, situar de nuevo al periodismo en los nuevos espacios públicos de las redes y la realidad.
Falta periodismo. Escasea el análisis informativo. Sobra opinión.
Es hora de una autocrítica responsable y exigente. Lo pide el público, lo anhelan muchos periodistas. La ciudadanía y el futuro no nos perdonarán esa reflexión.
Actualización: Datos cronológicos y cuantitativos de cobertura


Friday, May 20, 2011
El impacto electoral de #acampadasol
Cinco votos a favor, cuatro en contra y una abstención reflejan la tensión de una decisión con graves consecuencias. Para la democracia y la defensa de los derechos fundamentales, y para el propio proceso electoral que la decisión pretende proteger.
La sordera de los partidos provocará víctimas en las elecciones del 22-M. Por eso todos han reaccionado de una forma u otra. Tímida, a sabiendas de que nadie puede rentabilizar esta protesta partidariamente.
¿O sí?
Columna completa en Estrella Digital
Thursday, May 19, 2011
Democracia en red
La red ha tomado la Puerta del Sol como muchas calles y plazas de otras ciudades. Participativa, organizada a ritmo de tuiteo y móvil. Son los hijos de un mundo en crisis. La primera generación del tambaleante estado del bienestar que vivirá peor que sus padres. En la posmodernidad puede no haber futuro, pero el presente es continuo y obstinado, como la nómina y la hipoteca. Denuncian a los políticos sordos, tercos, lejanos. Y con ellos al poder económico y mediático, beneficiario de una partitocracia alejada de los ciudadanos, encerrada en prebendas y una pobreza de ideas que asusta. Políticos y tertulianos reaccionan con igual incomprensión.
Un buen ejercicio es comparar los tuiteos de #15m
#democraciarealya o #nonosvamos con los de los políticos en campaña. Ninguna imagen mejor para entender el desapego. La partitocracia encerrada en su discurso endogámico, sus promesas vacías y sus ataques. Los manifestantes reclamando a los políticos democracia responsable, listas abiertas, una ley de acceso a la información pública, austeridad para gobernar y limpieza en la financiación, derechos digitales y una salida social a la crisis.
Democracia en red y en tiempo real. Sin líderes, con ideas y sentimientos comunes, pero también opciones distintas. Indignados por la ignorancia política de reivindicaciones ciudadanas: de la frustración por el paro y la crisis al rechazo a la ley Sinde antidescargas, de la insatisfacción electoral a la corrupción.
No son sólo jóvenes airados, son ciudadanos indignados por una democracia sorda y lenta. Demandan política útil, ilusionante, con respuestas a los problemas con la velocidad de la globalización. A paso de calle, no de coche oficial. En las manifestaciones y las acampadas conviven ideas compartidas y discutidas en red.
Una nueva política participativa y en tiempo real. La democracia llega donde lo hace la tecnología que permite el espacio público. Un comienzo para ampliar la democracia y el control político, una oportunidad para impregnar con ideas y reivindicaciones a los poderes y hacerlos más responsables.
Columna en los medios de Vocento
Wednesday, May 18, 2011
Sostener el #15M: tomar la red
Este segundo argumento demuestra la necesidad de esta movilización por una democracia más participativa, abierta y donde el control político por los ciudadanos se pueda hacer en tiempo real.
Parece contradictorio que quienes piden el voto responsable, como reconoce la Junta Electoral de Madrid, puedan otra cosa que contribuir a un voto más meditado por los ciudadanos.
Tampoco parece que una concentración no partidista y sin más mensaje único que la regeneración democrática pueda alterar la campaña. Si lo hace, será para que partidos y candidatos se esfuercen, expliquen y escuchen más.
La decisión es recurrible (la Junta Electoral Central fijará mañana criterio), pero debe acatarse para evitar el descrédito de un movimiento cívico y democrático. Este es el momento de demostrar a la sociedad la madurez y la responsabilidad de quienes se han sumado a este grito contra la partitocracia.
El impacto mediático ha sido enorme. Una retirada cívica para continuar en la red y recurrir la decisión es una victoria y un gesto para toda la sociedad. La Puerta del Sol no es imprescindible, la red y el debate democrático, sí. Con ellos se organizó #nolesvotes, #democraciarealya y las concentraciones.
Y ahí se puede seguir porque en la red no se aplican limitaciones al derecho de reunión ni cabe limitar la libertad de expresión individual por un delito electoral.
El futuro del #15m está en la red y en impregnar a la sociedad y la política, como escribía ayer. En volver a la calle como estos días, sin que nadie pueda quejarse. Lo importante son las ideas, es la política real, el aumento del espacio público, ampliar la voz, convertirse en una plataforma de ideas y herramientas para mejorar la democracia con las posibilidades de las nuevas tecnologías.
Derechos ciudadanos que a nadie deben molestar ni se pueden prohibir.
Sostener las ideas, aumentar el espacio público, ampliar los derechos ejerciéndolos no violentarán ninguna interpretación de la libertad del voto de los electores.
Crear esa plataforma, alimentarla y participar en ella permitirá su pervivencia. Y eso es lo importante, como también han dicho Enrique Dans o Juan Freire.
En la red, en sus herramientas aplicadas al proceso democrático y en entender la política como un espacio abierto y participativo está el triunfo de #15m.
No perdamos esa capacidad y su influencia por una decisión que a muchos nos parece restrictiva de las libertades fundamentales e injusta.
La democracia en tiempo real está en la red. Desde allí se puede hacer mucho para mejorarla, sin violencia ni reacciones que a menudo perjudican a todos y alimentan la política del miedo.
Sin que el desalojo por las Fuerzas de Seguridad o el guante blanco sea utilizado partidistamente por intereses ajenos a la convocatoria.
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Tuesday, May 17, 2011
¿Qué hacer después del #15M?
Desalojados. La acampada en Sol (Madrid) ha sido desalojada tras las manifestaciones por una #democraciarealya el #15m. Era de esperar. La democracia formal se sorprendió el domingo cuando miles de personas se lanzaron a la calle en toda España para protestar contra la partitocracia y una política sorda a sus expectativas y reclamaciones.
Sus poderes: políticos, medios de comunicación, fuerzas de orden público, no supieron calibrar la insatisfacción del movimiento generado y organizado en internet.
Los manifestantes, sí. La cuestión es cómo canalizar la protesta para mejorar la democracia y no perder esta resurrección de la política de base. Acordaos de Vivienda Digna o de Nunca Máis, plataformas de movilización ciudadana y desencanto con fines concretos que abrieron el debate y reclamaron responsabilidad.
El desafío es no abandonar la movilización ni abocarse al olvido, como ocurrió tras aquel 13 de marzo de 2004 en el que las smart mobs y los sms hicieron su aparición en la política española.
No volver a un régimen desgastado y desprestigiado, como está ocurriendo en Túnez o Egipto, los países de la primavera árabe, convocada e impulsada en las redes sociales como la #15Mani.
La situación recuerda mucho a la evolución de los movimientos sesentayochistas tras mayo del 68 y los debates sobre la estrategia de la New Left. Entonces se discutía si era necesario crear un nuevo partido o el radicalismo podía generar un nuevo contrato social que impregnase a los partidos de la democracia formal.
La respuesta fue la cerrazón del general De Gaulle en Francia o los inicios de la revolución conservadora en demócratas y republicanos con las presidencias de Lyndon Johnson y Richard Nixon en Estados Unidos. Pero aquellos movimientos y el repudio del comunismo soviético tras la Primavera de Praga serían también la génesis de la moderna socialdemocracia impulsada desde el laborismo británico y el SPD alemán.
El eurocomunismo acabaría con la égida revolucionaria de los viejos partidos marxistas leninistas.
En los años 80, la nueva explosión social tras las crisis económicas de la década anterior y la emergencia de los nuevos problemas sociales, económicos, ecológicos y demográficos haría nacer a los verdes. El movimiento ecologista se metamorfoseó en parte en partido para defender las nuevas reclamaciones sociales.
¿Debe la movilización del 15m convertirse en partido?
Los partidos de izquierda parecen al fin preocupados. Más les vale. El PP puede seguir tranquilo con sus listas contaminadas de corrupción y con un votante fiel, impermeable a la crítica.
Pero la izquierda tiene su origen epistemológico en la crítica hegeliana. O se adapta, cambia y responde, o es repudiada.
Cuando después de muchos años todavía no ha sabido renovarse e integrar el voluntarismo social representado por muchas ONGs, la nueva ciberpolítica de la globalización los excede.
No entienden sus lazos frágiles y ocasionales, su crítica sistémica y a la vez coyuntural, las nuevas reivindicaciones de los hijos del estado del bienestar y una insatisfacción que une la rabia por pagar una crisis a la que gran parte de la población fue abocada por una pequeña parte de la plutocracia con la crisis de una arquitectura constitucional que ha multiplicado la burocracia sin lograr una descentralización que realmente haga al poder más cercano, responsable, controlable y abierto.
Pero bajo las etiquetas de #democraciarealya, #nolesvotes y el resto de las usadas los últimos tiempos como epítetos de la insatisfacción democrática surgen, crecen y se encuentran muchas ideas, sensibilidades e intereses.
Imposible crear un partido. Posiblemente inútil aunque algunos como Proyecto Equo, heredero de los movimientos de sesentayochistas y de los verdes, se haya acercado, como Attac y otros de los que reúnen muchas de las reivindicaciones expresadas en las redes sociales.
Decía John Dewey, el teórico de la democracia participativa que ha inspirado muchos movimientos de ciberpolítica de base en Estados Unidos, que los males de la democracia se curan con más democracia. Y con tecnología, a la que siempre definió como la última frontera de la democracia.
La revuelta árabe como antes Irán, China, Indonesia, Filipinas, etc. y la política de la Internet Freedom del gobierno Obama demuestran su certeza.
La nueva política crece donde llega el espacio público creado por las demandas ciudadanas sostenidas en las plataformas de las nuevas tecnologías. Pero la revolución sólo triunfa cuando sus demandas se hacen reales, se propagan, impregnan la política cotidiana y la sociedad adopta sus reclamaciones y conductas.
La democracia P2P o ciberdemocracia es una estrategia y una plataforma, no un programa ni un partido.
Su mejor contribución puede ser hacer lo que mejor puede hacer:
- Extender el espacio y la discusión pública.
- Convertirse en una plataforma de ideas y activismo capaz de movilizarse con demandas concretas para reforzar el control democrático.
- Planificar poco y coordinar mucho: reaccionar con rapidez y eficacia para la defensa de la ciudadanía ante abusos y excesos políticos.
- Crear herramientas y grupos colaborativos más eficientes y rápidos para el control político, investigar, denunciar y difundir los debates públicos.
- Defender internet, sus herramientas y libertades como espacios abiertos y democráticos. Liberados tanto del control político y de las grandes empresas como del control 2.0 del nuevo feudalismo de los datos y el espacio público.
- Aumentar el capital social: construir el tejido que pueda volver a hacer confiar a los ciudadanos en la necesidad del debate y la acción política para mejorar la realidad política, social y económica.
- Amplificar las demandas ciudadanas para su máxima difusión a través de las herramientas digitales con el propósito de llegar al máximo de conocimiento por la población para que cada cual juzgue y actúe según su voluntad, ideas y posición.
- Ser viral en todo el sistema político, económico y cultural: contaminar a las personas, los partidos, poderes, medios de comunicación, etc.
- Repudiar la concentración del poder -económico, político, social- y defender la redistribución real del capital social y político.
Estas son las grandes ventajas de las redes y la oportunidad de los movimientos ciberpolíticos para agrupar, debatir, sistematizar y defender las principales reivindicaciones democráticas sin que todos sus miembros participen de unas ideas, ideología u organización común.
Una democracia más libre y participativa para reiniciar la política hacia un nuevo sistema operativo con una democracia como verdadera plataforma ciudadana.
Actualización | Tras la decisión de la Junta Electoral Central, una reflexión
Error 500 | Diez puntos para intentar entender "Democracia Real Ya", el #15m y #spanishrevolution
Sunday, May 15, 2011
#15m, revuelta contra una democracia agotada
Domingo, #15m, la etiqueta usada para agrupar la comunicación en las redes sociales se extiende junto a #democraciarealya y #nolesvotes. Siete días antes de las elecciones municipales y autonómicas y cuando las encuestas reflejan el aumento de indecisos y el voto de castigo al PSOE.
Recuerda aquella tarde del 13 de marzo de 2004, cuando los SMS y los blogs señalaron la irrupción de la política 2.0 en la democracia española. Aquella tarde cuando una insatisfacción y una ira tan grande como la de hoy dieron un vuelco a las expectativas electorales tras la tragedia del 11-M.
Los grandes medios han tardado en reaccionar. Lentos y duros de oídos como la política en la que se encierra su criterio y su enfoque.
Al principio de las manifestaciones sólo El País en su red social Eskup, 20 Minutos y la autonómica TV3 entre los grandes medios reflejaban la convocatoria. La única televisión nacional de noticias, 24 Horas, lo obviaba, demostrando una vez más las carencias del servicio público audiovisual.
Al comprobar la repercusión en las redes sociales y la cantidad de gente en la calle, poco a poco han ido reflejando una protesta cuyo significado y repercusión escapa a una gran parte de los poderes de la democracia formal.
#democraciarealya y #nolesvotes son manifestaciones de una ciudadanía harta de no ser escuchada. Un ejemplo de activismo en red, de comunidades donde conviven intereses diversos y donde la revuelta hiperconsumista contra la ley Sinde se une al espanto de una corrupción que mancha las listas de candidatos a las elecciones. A muchos de los que pasean banderas republicanas por las protestas les asombra ver a gente de iPhone, iPad o el último teléfono con Android a grito pelado. Pero las movilizaciones y las revueltas del siglo XXI necesitan y aprovechan un sustrato tecnológico y social donde coinciden aspiraciones, desconfianza y reivindicaciones diversas.
La revolución no llegará de una lucha de clases superada por el estado del bienestar. Ni de la democracia étnica aventada por algunos nacionalismos y por la derecha xenófoba. Tampoco de una democracia que sustituye más la vieja reivindicación de los medios de producción por la demanda de un trabajo digno y adecuado a las aspiraciones de las generaciones más formadas de la historia.
Trabajo digno, participación (ser escuchados) y el bienestar necesario para seguir consumiendo están en el fondo de la indignación de muchos.
Estos días se vuelve a hablar mucho de Christopher Lasch y su denuncia de la cultura del narcisismo y la revuelta de las élites como pecados capitales de la postdemocracia y la globalización. El eco de su influencia se oye en los gurús 2.0 y en los disconformes de una nueva izquierda fracasada.
En esos manifestantes de smartphone y Twitter airado se recupera la indignación tantas veces olvidada. Pero esta vez es distinto. Las redes facilitan la comunicación, un activismo de compromiso fácil y la democracia en tiempo real. Tuiteos y gritos pueden callar y volver a escucharse cuantas veces sea necesario. Con más de la mitad de la población en internet y la mayoría de ellos en las redes sociales, leer los machacones mensajes de los candidatos entre los tuiteos de la protesta digital, tan pendientes de sí mismos como de su repercusión en los medios, indican que algo está cambiando.
La crisis de la democracia representativa y del sistema de medios de comunicación que la hizo posible se acelera cuando los manifestantes controlan en tiempo real la magnitud de su movilización.
Llega la hora de reinventar la democracia cuando un tuiteo puede valer más que un voto.
Para seguir el debate: ¿Qué hacer después del #15m?