Periodismo, medios e ideas | Journalism, media and ideas | Una mirada a los medios, los periodistas y las ideas de la sociedad de la información | A glimpse at the media, journalists and ideas in the information society
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Monday, December 03, 2012
El soberanismo gana en los medios catalanes
"El periodismo catalán tiene dificultades para establecer una agenda propia. Hay un efecto pinza entre el poder político mayoritario (CiU) y las redes sociales, en las que los soberanistas están muy movilizados". Las palabras de Juancho Dumall, director adjunto de El Periódico de Catalunya, resumen una campaña electoral donde la cuestión soberanista ha dominado entre los políticos, en los medios y en la red.
El debate catalán ha estado plagado de propaganda y manipulación, pero también de una información muy polarizada por el sesgo plebiscitario de la consulta. Cuando los ciudadanos han votado, la realidad ha vuelto a ser más compleja y diversa que las columnas de la prensa y el flujo de Twitter.
¿Representan los medios y el periodismo catalán a la sociedad o están atrapados en una agenda partidista?
A Vicent Partal, director de Vilaweb, le sorprendió la virulencia de la prensa de Madrid y las reacciones "poco elegantes" de algunos medios catalanes. La Brunete mediática volvió a cargar contra el nacionalismo, esta vez apoyada por medios de otra orientación editorial pero críticos también con el soberanismo. El borrador policial sobre la presunta corrupción de Artur Mas y Jordi Pujol publicado por El Mundo fue el arma de destrucción masiva que, como en las acusaciones de Bush contra Irak, se fue desvaneciendo una vez conseguido el objetivo.
"Los medios españolistas venden un relato maniqueo y reduccionista, que no cala en Catalunya", opina Àlex Gutiérrez, jefe de Medios del diario Ara y presidente de Escacc, una fundación de estudio de la comunicación en Cataluña. Los datos lo confirman: los diarios, la radio y la televisión en catalán ganaron audiencia durante la larga campaña electoral. Las ediciones en castellano de los diarios catalanes y la prensa de Madrid perdieron lectores, con excepción de El País, según los datos de EGM y del Baròmetre de la comunicació i la cultura, el principal estudio de audiencia catalán.
Los analistas repiten la conclusión sobre las elecciones: el soberanismo centra un debate donde la crisis económica y los recortes en el Estado de bienestar son la cuestión de fondo, tanto para quienes están a favor de la independencia como los contrarios. Resultado: CiU ha perdido su órdago por la mayoría absoluta, los soberanistas de siempre ganan escaños y los pequeños partidos crecen tanto a favor como en contra de la independencia. Reflejo de una sociedad compleja y lejos del pensamiento único que a veces proyectan tanto los medios como las redes sociales.
"Aunque diarios como el nuestro intentaron que el debate en la campaña fuera más allá del soberanismo, de hecho, creamos una sección llamada 'La Catalunya recortada', hay que reconocer que el eje soberanismo/independentismo fue el que más interés despertó en los medios", explica Dumall. Para Partal, la cobertura de los medios "en general fue bastante adecuada" y no cree que los resultados electorales tengan impacto en una reflexión o cambio de orientación editorial en los medios. Las columnas y editoriales de estos días le dan la razón.
El director adjunto de El Periódico no concuerda. "El impacto ha sido fuerte entre quienes apostaban claramente por una mayoría excepcional de Convergència. Ahora viviremos unas semanas de resituación, una especialidad de la prensa catalana, con larga tradición. Creo que diarios como el nuestro, más de centroizquierda y no nacionalistas, lo tienen más fácil, pero para otros será complicado".
En audiencia los medios soberanistas ganan. Las públicas TV3 y Catalunya Ràdio, además de RAC1, la radio de La Vanguardia, son los principales beneficiados. Con una caída general en la audiencia de diarios, La Vanguardia –impulsada por su edición en catalán, ya mayoritaria– y Ara crecen según los datos del Baròmetre. El EGM mejora los resultados de El Periódico y no de La Vanguardia.
Entre la prensa de Madrid sólo El País, con larga tradición en Cataluña y el diario estatal con una visión más moderada, aumentó lectores –en EGM y Baròmetre– frente a las pérdidas de El Mundo, ABC o La Razón.
En la caída de la prensa influye su propia crisis y la visión de un exceso de proximidad entre políticos y periodistas, sobre todo columnistas. Desde Ara, Gutiérrez cree que esa contaminación "se deja notar sobre todo en los grandes medios tradicionales". Partal reconoce que "partidos minoritarios como Ciutadans, la CUP o Solidaritat tienen muchos problemas para ser vistos".
La realidad y la gente son más ricas que la visión propuesta desde los medios. Un diagnóstico compartido. "Los medios catalanes tienen que seguir explicando el país desde la complejidad. Los resultados de las elecciones refuerzan esta noción: los catalanes no han optado por el modelo mesías sino que, muy a la catalana, han preferido el todos juntos", afirma Gutiérrez. Para Juancho Dumall, "la sociedad catalana es plural y muy compleja, aunque fuera de Catalunya se siga con los tópicos reduccionistas".
El director adjunto de El Periódico hace una lectura política útil también para los medios: "Bajan los partidos de orden (CiU, PSC) y suben los partidos de protesta (Ciudadanos, CUP, Esquerra), menos implicados en tareas de gobierno y, por tanto, vírgenes en la gestión de la crisis".
Muchos ciudadanos reclaman también medios con otra visión, donde las minorías críticas no sean ahogadas por el pensamiento mayoritario. El resultado de las elecciones en Cataluña, como antes las gallegas, vascas y las últimas generales, repite la demanda de otras voces y visiones. Más pluralismo, más cercanía, más información sobre la vida cotidiana. Un periodismo más apegado al público y más independiente del poder.
Análisis en ElDiario.es
Monday, November 26, 2012
Lecciones de las elecciones catalanas
Foto de Lluis Gene (AFP/EL País)
Jordi Pujol atisba desde el balcón del Hotel Majestic y no lo cree. La realidad ha ganado a la política mesiánica. La gente no cede a la propaganda. Cataluña es una nación y tiene un destino, pero sin dejar a nadie atrás ni aventurarse en una orilla incierta de Europa. El soberanismo no acaba con la crisis y la vida cotidiana es más rica y compleja que las simplificaciones y los arquetipos rígidos de la propaganda. No gana España, como vuelve a equivocarse La Vanguardia y los periodistas más ocupados del poder y la pluma que de la gente.
La gente vota, quiere política y soluciones, no discursos. La visión del paralaje que transmuta la realidad por el desplazamiento voluntario del observador no cuela. Los ciudadanos están en el núcleo de la realidad.
Es mi resumen de lo ocurrido en las elecciones catalanas de ayer. La derrota personal de la victoria de Artur Mas es el fracaso de la política oportunista y mesiánica. Con Cataluña volcada en el voto (69,5%) la sociedad ha mostrado su pluralismo, su división y su falta de confianza en los chamanes.
La sospecha de la corrupción y el borrador policial aireado por El Mundo han vuelto a emponzoñar la política y a indignar a todos sin que nadie aporte pruebas ni responsabilidades. El espectáculo de un presidente del gobierno apegado al silencio, como siempre, mientras su vicepresidenta y varios ministros aireaban sospechas sin acusaciones responsables al tiempo que el responsable de Interior afirmaba desconocer los maledicentes informes son otra lección de cinismo político y de maltrato a una democracia devaluada por los profesionales de la política.
España, mejor dicho el actual statu quo español, ha ganado las elecciones catalanas, para un largo, largo, periodo históricoNo hay vuelta al status quo. La crisis, la reforma de la situación institucional y política de Cataluña en el estado y en Europa está por resolver. Los catalanes votaron contra aventuras inciertas, pero apoyan en su mayoría el cambio de una situación insostenible.
— Enric Juliana Ricart (@EnricJuliana) November 25, 2012
En el principio está el dinero con un sistema de financiación autonómica injusto y desproporcionado. La crisis y la insatisfacción con la gestión de las finanzas públicas exacerba la demanda de cercanía a la gestión. Pero no será el campeón de los recortes al estado de bienestar construido durante 30 años quien patronee con una "mayoría excepcional" ese giro. El capitalismo castizo no se supera con cuentas de botiguer.
Gana la dignidad ciudadana y nacional, a menudo pisoteada, desdeñada y atacada por los filibusteros de la crispación. El choque de nacionalismos daña a todos cuando la democracia debe ser más razón que emoción. Ante tanto fuego cruzado los ciudadanos quieren respeto: unos, para defender su derecho a decidir; otros, para no ser despreciados como ciudadanos de segunda sólo por no coincidir plenamente con la mayoría.
La democracia vuelve a demostrar que su esencia es el respeto a las minorías, el pluralismo y la integración, no el totalitarismo de los discursos mayoritarios que olvidan a quienes no los comparten.
El Parlament de Cataluña está más dividido y cada cual más en su sitio: no hay mayorías ni liderazgos de excepción, los independentistas reales ganan escaños pero dentro de una izquierda que debe atender la crisis y las demandas cotidianas de los ciudadanos con urgencia y sensibilidad social, se hunde el PSC en otro peldaño del desplome de un PSOE inútil, resiste el PP como gran partido del centroderecha español y se multiplica la resistencia antinacionalista de Ciutadans.
La democracia de las pequeñas cosas, de los problemas reales y cotidianos, gana. Sea cual sea el modelo de estado, lo importante es la gente.
Pujol fuerza los ojos y otea incrédulo desde el Majestic. Tanta propaganda, tantos medios públicos y privados, con La Vanguardia y TV3 al frente, con una visión tan sesgada de la sociedad de Cataluña. Tantos envites desde la derecha mediática madrileña. Tanto ruido. En las urnas, más razón democrática de la esperada.
Quién nos iba a decir que en la redacción de EL MUNDO tendríamos la sensación de haber ganado unas elecciones autonómicas en Cataluña!El Mundo no ha ganado las elecciones y ha contribuido un poco más a devaluar cierta política y cierto periodismo. El periodismo debe investigar y denunciar, pero con la veracidad, transparencia y credibilidad tan ausentes en el affaire del borrador, un caso Dreyfus que ante la ausencia de zolas -aunque sobren postulantes- espera reacción ciudadana.
— Pedro J. Ramirez (@pedroj_ramirez) November 25, 2012
Pero la democracia ha ganado. Cinco conclusiones subjetivas:
- La realidad es lo primero. La política de las cosas cotidianas, de la economía real, el trabajo, la salud, la educación y la inclusión social es más importante que las banderías y los inventos políticos que abandonan a muchos.
- Sin líderes. Una elección más se comprueba la falta de líderes en una sociedad necesitada de voces más participativas y abiertas. Una sociedad en red donde la deliberación cotidiana y la participación crean un tejido necesitado de liderazgos transparentes, abiertos y confiables. Ninguno de los grandes líderes políticos cumple esas premisas, como muestran todas las valoraciones.
- Un país dividido. Cataluña es hoy un país más dividido y fragmentado. Una mayoría quiere el derecho a decidir su futuro, pero atendiendo a las necesidades cotidianas y sin arrasar al resto de una sociedad plural con decisiones traumáticas. Frente al ruido político y mediático de la tensión España vs. Cataluña, se imponen debate, acuerdos, inteligencia y respeto.
- Otra izquierda frente a un PP de mayorías. El PSOE acentúa su camino hacia la irrelevancia, aunque se salva de un despeñamiento augurado por unas encuestas que se equivocaron persistentemente. Una nueva izquierda con Bildu, Esquerra+CUP y Alternativa Galega empuja desde las naciones históricas mientras IU e ICV recogen parte de la indignación pero también sufren la presión de los nuevos planteamientos.
El PP, tras las generales, gallegas, vascas y catalanas, se consolida como el único gran partido de gobierno que mantiene mayorías absolutas. La fragmentación de la oposición refuerza su poder y obliga a repensar el escenario político de los próximos años. - Demasiada propaganda, mucha insidia, poco periodismo. El periodismo de los grandes medios de comunicación es otro de los grandes dañados de la batalla electoral. La división entre medios de poder y medios de gente se agudiza. El periodismo debe reflexionar. El fracaso del exceso de opinión sesgada, arrumbada al discurso del poder es patente. La credibilidad no puede estar fundada en borradores y acusaciones sin pruebas ni mayor investigación. La sospecha no debe marginar a la verdad. Ayuda la persistente corrupción de los grandes partidos y la esclerosis estéril de las investigaciones judiciales demoradas durante años.
El periodismo como discurso de poder y como arma partidista tan visto en esta campaña no es el que debiera acompañarnos en una mejor democracia.
La sociedad lo demanda.
Wednesday, November 07, 2012
Gamificando las elecciones norteamericanas
Una tendencia sorprendió anoche en la cobertura de las elecciones que han dado a Barack Obama su segundo mandato: la gamificación de las elecciones para conseguir mayor engagement del público no ya con la escasa información disponible en los comicios hasta que cierran los colegios, sino para aprovechar las emociones políticas y convertir a los votantes y al público en sujeto activo y participativo del medio al que entrega su atención.
Junto a la gamificación destaco de la cobertura de ayer el triunfo del HTML5 y el Javascript para adaptar la web a los nuevos soportes móviles, como bien adelantó Alberto Knapp, fundador de The Cocktail. Pero también la vuelta de la fotografía al papel protagonista cuando diarios y aplicaciones para tabletas la vuelven a explotar con inteligencia y elegancia con la familia presidencial más fotogénica de la historia desde JFK.
The New York Times nos dejó boquiabiertos con The Words of a Nation donde una flashmob de ciudadanos rojos y azules como los partidos norteamericanos corría formando palabras para reflejar su humor y emociones el día electoral. Sutil, sugerente y elegante. Algunos no pudimos despegar los ojos de la parte superior de la home durante un buen rato. Absortos y esquivos del resto de la información. Con permiso de su otro elemento de participación: Instagram a todo voto.
En The Washington Post cada votante podía enorgullecerse y proclamar su voto -adiós al voto secreto en la era de las redes sociales- con un badge o chapa donde mostrar a su candidato una frase (un tuit) del porqué de su voto.
En ambos casos destaca la fiesta de la democracia en la era de la vida publicada. Nada de sostener el voto secreto, una democracia sin miedo proclama con satisfacción el sentido de su voto y sus razones. Todo un síntoma y argumento para pensar sobre la democracia y su tratamiento en la información.
Con el triunfo de Obama rivalizaron las nuevas pantallas. El presidente de las redes sociales fue ayer el líder de las tabletas. Muchos medios, encabezados por CNN, se afanaron por ofrecer su información en formatos adaptados para que nadie se perdiera un gráfico, una galería de fotos, un vídeo o una noticia por las incomodidades de Flash y similares.
CNN incluso cambió completamente su aplicación para tabletas con una capa de elecciones con diseño y estructura diferente a la habitual sin que los usuarios tuvieran que actualizar la herramienta. Un triunfo para las pequeñas pantallas.
Otra vez el poder de la fotografía. Todos los medios ofrecieron un recital impresionante de gráficos en tiempo real y visualizaciones de datos de gran calidad, aunque a veces algunos acabáramos empachados como el gran Alberto Cairo.
Pero las fotos volvieron a demostrar su poder -ahora democrático y distribuido- cuando la política es imagen, empatía y esperanza. En muchas portadas se puede ver esa preeminencia de la imagen fotográfica. Poderosa cuando tienes a un presidente como Obama con esa mujer que une maneras de reina del soul con la prestancia de mujer profesional e independiente, clave para la victoria de su marido.
Entre todas me quedo con The Washington Post por la sencillez, el poder y el contraste de la imagen del presidente y esa sutil cinta con los colores de los partidos que resume en un cintillo los resultados de la gran elección.Una portada de texto y foto. Pura prensa clásica. Sin complejos.
Entre las conceptuales, Businessweek llevando al futuro lo que muchos pensamos cada vez que miramos al presidente: ¡Cómo ha envejecido este hombre desde que fue elegido! Ahora vemos las arrugas de los próximos cuatro años.
Y para espectáculo, para ese gran entertainment que son siempre las elecciones norteamericanas nada mejor, otra vez, que la CNN y su infografía de luces sobre el Empire State. Pocas veces se ven tantos símbolos juntos de esa manida frase de la fiesta de la democracia.
That´s entertainment!!
Junto a la gamificación destaco de la cobertura de ayer el triunfo del HTML5 y el Javascript para adaptar la web a los nuevos soportes móviles, como bien adelantó Alberto Knapp, fundador de The Cocktail. Pero también la vuelta de la fotografía al papel protagonista cuando diarios y aplicaciones para tabletas la vuelven a explotar con inteligencia y elegancia con la familia presidencial más fotogénica de la historia desde JFK.
The New York Times nos dejó boquiabiertos con The Words of a Nation donde una flashmob de ciudadanos rojos y azules como los partidos norteamericanos corría formando palabras para reflejar su humor y emociones el día electoral. Sutil, sugerente y elegante. Algunos no pudimos despegar los ojos de la parte superior de la home durante un buen rato. Absortos y esquivos del resto de la información. Con permiso de su otro elemento de participación: Instagram a todo voto.
En The Washington Post cada votante podía enorgullecerse y proclamar su voto -adiós al voto secreto en la era de las redes sociales- con un badge o chapa donde mostrar a su candidato una frase (un tuit) del porqué de su voto.
En ambos casos destaca la fiesta de la democracia en la era de la vida publicada. Nada de sostener el voto secreto, una democracia sin miedo proclama con satisfacción el sentido de su voto y sus razones. Todo un síntoma y argumento para pensar sobre la democracia y su tratamiento en la información.
Con el triunfo de Obama rivalizaron las nuevas pantallas. El presidente de las redes sociales fue ayer el líder de las tabletas. Muchos medios, encabezados por CNN, se afanaron por ofrecer su información en formatos adaptados para que nadie se perdiera un gráfico, una galería de fotos, un vídeo o una noticia por las incomodidades de Flash y similares.
CNN incluso cambió completamente su aplicación para tabletas con una capa de elecciones con diseño y estructura diferente a la habitual sin que los usuarios tuvieran que actualizar la herramienta. Un triunfo para las pequeñas pantallas.
Otra vez el poder de la fotografía. Todos los medios ofrecieron un recital impresionante de gráficos en tiempo real y visualizaciones de datos de gran calidad, aunque a veces algunos acabáramos empachados como el gran Alberto Cairo.
Pero las fotos volvieron a demostrar su poder -ahora democrático y distribuido- cuando la política es imagen, empatía y esperanza. En muchas portadas se puede ver esa preeminencia de la imagen fotográfica. Poderosa cuando tienes a un presidente como Obama con esa mujer que une maneras de reina del soul con la prestancia de mujer profesional e independiente, clave para la victoria de su marido.
Entre todas me quedo con The Washington Post por la sencillez, el poder y el contraste de la imagen del presidente y esa sutil cinta con los colores de los partidos que resume en un cintillo los resultados de la gran elección.Una portada de texto y foto. Pura prensa clásica. Sin complejos.
Entre las conceptuales, Businessweek llevando al futuro lo que muchos pensamos cada vez que miramos al presidente: ¡Cómo ha envejecido este hombre desde que fue elegido! Ahora vemos las arrugas de los próximos cuatro años.
Y para espectáculo, para ese gran entertainment que son siempre las elecciones norteamericanas nada mejor, otra vez, que la CNN y su infografía de luces sobre el Empire State. Pocas veces se ven tantos símbolos juntos de esa manida frase de la fiesta de la democracia.
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Tuesday, November 06, 2012
Obama y Romney disparan el CPM
El aumento de los precios da idea de la batalla en internet y las redes sociales entre los dos candidatos presidenciales y el impacto en los medios, encabezados por la televisión, donde los candidatos llevan más de 730 millones de dólares gastados, según este gran informe de The Washington Post.
En las redes sociales, Obama vuelve a ganar a su oponente, como ya ocurrió en 2008 al convertirse en el primer presidente multimedia con su inteligente explotación de los recursos digitales.
Tanto en actividad en la campaña digital
como en respuesta del electorado
Monday, October 22, 2012
¿Es tiempo de otra información política? Éxito de Salvados y hundimiento de TVE frente a las autonómicas
TVE pinchó ayer en la cobertura de las elecciones autonómicas de Galicia y Euskadi con sólo un 5,5% de cuota y 1,16 millones de telespectadores. Es lógico que una vez más la autonómicas correspondientes concentren la audiencia: TVG con 276.000 espectadores y un 26% de share, y ETB con 261.000 espectadores y un 27%, datos similarea a los de las anteriores autonómicas y municipales de 2011.
Los datos de la cobertura electoral: 1,7 millones en total, más unos pocos más en otras cadenas, contrastan con el récord de Salvados: 2,89 millones de audiencia y un 13,7% de cuota en prime time con el retrato y la entrevista a Artur Mas.
Las elecciones pierden frente a la política del personaje y a esa otra forma de retratar la política y la economía desarrollada por Jordi Évole.
La política de los partidos. La política de esta España desencantada cada vez importa menos. Crece la abstención comicio a comicio y la audiencia da la espalda a la información política y a quienes informan y opinan.
No es para menos. TVE ayer daba pena. El lío de declaraciones de políticos fue fenomenal en medio de un panel de periodistas muy cuestionable, no sólo porque todos menos una, Anabel Díaz (El País), representaban posiciones y medios de derechas, sino porque con otra excepción, la del gallego Fernando Ónega, ninguno era experto ni en la política vasca ni en la gallega.
La televisión estatal de Julio Somoano se parece cada vez más a la lamentable Telemadrid, donde los comentarios de ayer son inenarrables para nadie que no pertenezca al ala más derecha del PP. Por eso los telediarios van perdiendo audiencia frente a su competencia. Además de cortar repetidamente a la candidata de Bildu, Laura Mintegi, la realización se desvivió tanto por mostrar a todos los portavoces del PP que Feijóo, Basagoiti, Cospedal y Carlos Floriano se sucedían para repetir las mismas reacciones.
En Cataluña arrasó Salvados. En el resto de España, también, sólo amenazado por la serie Aída en Telecinco y la película Oceans Twelve (otra que se repite como las elecciones) en Antena 3.
Podría parecer una sucesión de anécdotas de la noche, pero creo que hay algo más profundo en las audiencias de ayer.
Jordi Évole se ha convertido en la voz de mucha gente. Un tipo normal, que pregunta y se fija en las cosas que sorprenden a mucha gente. Preguntas y observaciones con la profunda perspicacia del sentido común. Pero sobre todo, yendo al fondo de las cosas sin soberbia. A ras de suelo. Sin tópicos y argumentarios que envían los partidos a los tertulianos repetidos hasta la saciedad.
Los tertulianos aburren; su letanía es apta sólo para creyentes de uno u otro dogma. Los tertulianos distorsionan, se repiten tantos tópicos, medias mentiras, ignorancias y manipulaciones que el televidente acaba confuso y aturdido en algún país y alguna realidad que no es la que se asoma a la ventana de su salita de estar.
Évole es el Juan de Mairena de Twitter y la tele. La mirada y el discurso del ciudadano común, tirando a clase media baja. La calle. Y su aire fresco anuncia la necesidad de otra información política: seria, rigurosa, accesible, no contaminada por los intereses y el discurso de los partidos. Información para la gente sobre las cosas que de verdad importan, no de autoafirmación endogámica para el clan de políticos y periodistas.
Ya va siendo hora. No sólo en televisión.
Actualización | El debate sigue en Menéame y en un nuevo artículo
Los datos de la cobertura electoral: 1,7 millones en total, más unos pocos más en otras cadenas, contrastan con el récord de Salvados: 2,89 millones de audiencia y un 13,7% de cuota en prime time con el retrato y la entrevista a Artur Mas.
La política de los partidos. La política de esta España desencantada cada vez importa menos. Crece la abstención comicio a comicio y la audiencia da la espalda a la información política y a quienes informan y opinan.
No es para menos. TVE ayer daba pena. El lío de declaraciones de políticos fue fenomenal en medio de un panel de periodistas muy cuestionable, no sólo porque todos menos una, Anabel Díaz (El País), representaban posiciones y medios de derechas, sino porque con otra excepción, la del gallego Fernando Ónega, ninguno era experto ni en la política vasca ni en la gallega.
La televisión estatal de Julio Somoano se parece cada vez más a la lamentable Telemadrid, donde los comentarios de ayer son inenarrables para nadie que no pertenezca al ala más derecha del PP. Por eso los telediarios van perdiendo audiencia frente a su competencia. Además de cortar repetidamente a la candidata de Bildu, Laura Mintegi, la realización se desvivió tanto por mostrar a todos los portavoces del PP que Feijóo, Basagoiti, Cospedal y Carlos Floriano se sucedían para repetir las mismas reacciones.
En Cataluña arrasó Salvados. En el resto de España, también, sólo amenazado por la serie Aída en Telecinco y la película Oceans Twelve (otra que se repite como las elecciones) en Antena 3.
Podría parecer una sucesión de anécdotas de la noche, pero creo que hay algo más profundo en las audiencias de ayer.
Jordi Évole se ha convertido en la voz de mucha gente. Un tipo normal, que pregunta y se fija en las cosas que sorprenden a mucha gente. Preguntas y observaciones con la profunda perspicacia del sentido común. Pero sobre todo, yendo al fondo de las cosas sin soberbia. A ras de suelo. Sin tópicos y argumentarios que envían los partidos a los tertulianos repetidos hasta la saciedad.
Los tertulianos aburren; su letanía es apta sólo para creyentes de uno u otro dogma. Los tertulianos distorsionan, se repiten tantos tópicos, medias mentiras, ignorancias y manipulaciones que el televidente acaba confuso y aturdido en algún país y alguna realidad que no es la que se asoma a la ventana de su salita de estar.
Évole es el Juan de Mairena de Twitter y la tele. La mirada y el discurso del ciudadano común, tirando a clase media baja. La calle. Y su aire fresco anuncia la necesidad de otra información política: seria, rigurosa, accesible, no contaminada por los intereses y el discurso de los partidos. Información para la gente sobre las cosas que de verdad importan, no de autoafirmación endogámica para el clan de políticos y periodistas.
Ya va siendo hora. No sólo en televisión.
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Monday, November 21, 2011
Rajoy también ganó en Twitter
Fuente: PP
A pesar de llegar más tarde, @marianorahoy también ganó en Twitter a @conRubalcaba, ahora @_Rubalcaba_. Menos propuestas, pero más respuestas a los usuarios en porcentaje, aunque no en tuiteos totales: 2.800 de Rajoy contra 6.500 del candidato socialista.
El equipo de Rubalcaba precisa que su efectividad fue mayor: "Rajoy tuvo 114.671 seguidores y le retuitearon 29.601 veces. RbCb tuvo 77.561 seguidores y 69.091 retuiteos".
Pero la empatía con el candidato popular también funcionó en Twitter.
A pesar de llegar más tarde, @marianorahoy también ganó en Twitter a @conRubalcaba, ahora @_Rubalcaba_. Menos propuestas, pero más respuestas a los usuarios en porcentaje, aunque no en tuiteos totales: 2.800 de Rajoy contra 6.500 del candidato socialista.
El equipo de Rubalcaba precisa que su efectividad fue mayor: "Rajoy tuvo 114.671 seguidores y le retuitearon 29.601 veces. RbCb tuvo 77.561 seguidores y 69.091 retuiteos".
Pero la empatía con el candidato popular también funcionó en Twitter.
Monday, November 14, 2011
El bipartidismo aguanta
Los sondeos confirman las sospechas: la victoria del PP parece inapelable y el PSOE se hunde aún más. La confianza en los candidatos sigue siendo escasa, pero Rajoy mejora y Rubalcaba se desgasta. El bipartidismo se erosiona un poco, pero mucho menos de lo esperado tras la indignación de muchos ciudadanos, la protesta contra los recortes sociales y el debate en varias comunidades por las políticas restrictivas de los nuevos gobiernos autonómicos.
Por ahora no hay alternativa y otra vez se demuestra la brecha social y política entre la protesta en internet y las redes sociales, y la movilización de los ciudadanos más activistas frente a la mayoría de los votantes.
Columna completa en Estrella Digital
Por ahora no hay alternativa y otra vez se demuestra la brecha social y política entre la protesta en internet y las redes sociales, y la movilización de los ciudadanos más activistas frente a la mayoría de los votantes.
Columna completa en Estrella Digital
Saturday, November 12, 2011
La censura del PP y el control 2.0
Al PP no le gusta la sátira y ni la parodia. La fama y la imagen de los políticos son de cristal, más en campaña electoral. Mariano Rajoy y su equipo la han emprendido contra @nanianorajoy, un perfil de Twitter creado para satirizar al candidato conservador.
Twitter, diligente, se ha apresurado a censurar la página aludiendo usurpación de identidad, una disculpa tan estúpida como antidemocrática.
Si Aristófanes o Quevedo hubieran tenido que lidiar con semejantes timoratos no nos quedaría el retrato agudo de su época. Con tales abades los aplicados monjes escribanos no hubieran podido dejar entre sus piadosas glosas el humor que no sólo es patrimonio de la inteligencia, sino también de la libertad.
El PP se equivoca censurando internet. Primero, porque revela muy poco aprecio por las libertades que tanto enarbola como gallardete electoral. Pero también porque la reacción en las redes sociales –la etiqueta #freenaniano o el clon @nanianorajoy2- vuelve la censura en contra del censurador y atrae mucha más atención.
Tan preocupante como la falta de cuajo democrático del PP es la privatización de los nuevos espacios públicos. El control y censura 2.0 de empresas como Facebook o Twitter. Ambas sentencian y censuran sin juicio ni defensa posible. Pasó en las elecciones de mayo con la página de Democracia Real en Facebook y acaba de ocurrir en Francia al semanario Charlie Hebdo tras el incendio de su redacción por su sátira sobre el partido islamista tunecino.
El control 2.0 deja a los ciudadanos sin derechos ni juicio. El nuevo espacio público de las redes, recortado por las opiniones arbitrarias y a menudo timoratas de empresas sin control social ni de sus usuarios cuando su riqueza está en los contenidos, el pensamiento y las palabras del público convertidas en páginas y relaciones.
El humor y la parodia son tan importantes para la democracia como nuestra santificada Constitución. Desafían al poder desde el principio de los tiempos y son el mayor estímulo para el pensamiento crítico de los ciudadanos. Como el premio nobel Harold Pinter nos recordó, “el lenguaje se usa hoy para mantener al pensamiento en un aprieto”. El lenguaje político sólo busca el poder. Mariano Rajoy lo cimenta a base de silencios prolongados y a la repetición de eslóganes que no admiten parodia. Quizá @nanianorajoy le provocara dudas en su propio discurso.
A Twitter, Facebook y demás oligopolios digitales es hora de recordarles que tan importante como garantizar la privacidad es la libertad. Y no se puede recortar con arbitrariedad, sin control legal y democrático por mucho que el espacio público sea cada vez más privado.
Twitter, diligente, se ha apresurado a censurar la página aludiendo usurpación de identidad, una disculpa tan estúpida como antidemocrática.
Si Aristófanes o Quevedo hubieran tenido que lidiar con semejantes timoratos no nos quedaría el retrato agudo de su época. Con tales abades los aplicados monjes escribanos no hubieran podido dejar entre sus piadosas glosas el humor que no sólo es patrimonio de la inteligencia, sino también de la libertad.
El PP se equivoca censurando internet. Primero, porque revela muy poco aprecio por las libertades que tanto enarbola como gallardete electoral. Pero también porque la reacción en las redes sociales –la etiqueta #freenaniano o el clon @nanianorajoy2- vuelve la censura en contra del censurador y atrae mucha más atención.
Tan preocupante como la falta de cuajo democrático del PP es la privatización de los nuevos espacios públicos. El control y censura 2.0 de empresas como Facebook o Twitter. Ambas sentencian y censuran sin juicio ni defensa posible. Pasó en las elecciones de mayo con la página de Democracia Real en Facebook y acaba de ocurrir en Francia al semanario Charlie Hebdo tras el incendio de su redacción por su sátira sobre el partido islamista tunecino.
El control 2.0 deja a los ciudadanos sin derechos ni juicio. El nuevo espacio público de las redes, recortado por las opiniones arbitrarias y a menudo timoratas de empresas sin control social ni de sus usuarios cuando su riqueza está en los contenidos, el pensamiento y las palabras del público convertidas en páginas y relaciones.
El humor y la parodia son tan importantes para la democracia como nuestra santificada Constitución. Desafían al poder desde el principio de los tiempos y son el mayor estímulo para el pensamiento crítico de los ciudadanos. Como el premio nobel Harold Pinter nos recordó, “el lenguaje se usa hoy para mantener al pensamiento en un aprieto”. El lenguaje político sólo busca el poder. Mariano Rajoy lo cimenta a base de silencios prolongados y a la repetición de eslóganes que no admiten parodia. Quizá @nanianorajoy le provocara dudas en su propio discurso.
A Twitter, Facebook y demás oligopolios digitales es hora de recordarles que tan importante como garantizar la privacidad es la libertad. Y no se puede recortar con arbitrariedad, sin control legal y democrático por mucho que el espacio público sea cada vez más privado.
Columna en Estrella Digital
Nota: Hace unas horas Twitter bloqueó la URL de la columna en Estrella Digital, al final la razón está en el malware de la web de la publicación.
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Tuesday, November 08, 2011
Un debate a dos tiros
La campaña se jugaba a un solo tiro en televisión. Rubalcaba sólo tenía una bala: movilizar a la izquierda indecisa y desconfiada con el miedo a la derecha. A Rajoy le bastaba con un tiro: el miedo a la crisis. Los dos esquivaron al otro, el candidato popular con mortero bombardeando las miserias del gobierno de Zapatero. El socialista apuntando con precisión a los resquicios del programa del PP.
Análisis para Estrella Digital
Análisis para Estrella Digital
Monday, November 07, 2011
Reiniciar el debate
Leer los detalles del encorsetado y atado y bien atado debate entre Rubalcaba y Rajoy es un insulto a la democracia y a los ciudadanos.
Por eso no extraña que la respuesta en las redes sociales sea contundente. Temas, tiempos, posición de los candidatos y la cámaras, movimientos y, sobre todo, sin público, la triste imagen de la lejanía entre políticos y ciudadanía.
PP y PSOE no aceptaron el debate abierto en internet y plantean un debate con mordaza entre dos candidatos perdedores entre los que elegirá sin pasión ni confianza una ciudadanía cada vez más indignada, como ha vuelto a demostrar el último sondeo del CIS.
#Reiniciaeldebate es la respuesta a la pantomima de R&R.
Columna completa en Estrella Digital
Por eso no extraña que la respuesta en las redes sociales sea contundente. Temas, tiempos, posición de los candidatos y la cámaras, movimientos y, sobre todo, sin público, la triste imagen de la lejanía entre políticos y ciudadanía.
PP y PSOE no aceptaron el debate abierto en internet y plantean un debate con mordaza entre dos candidatos perdedores entre los que elegirá sin pasión ni confianza una ciudadanía cada vez más indignada, como ha vuelto a demostrar el último sondeo del CIS.
#Reiniciaeldebate es la respuesta a la pantomima de R&R.
Columna completa en Estrella Digital
Thursday, November 03, 2011
Programas para el telestado
La sociedad de la información está en los programas de los partidos. Rajoy y Rubalcaba se han acordado de internet y las redes de nueva generación, del gobierno abierto, la Administración sin papeles y del canon digital. Pero sobre todo de la crisis del telestado con la TDT y los males de las televisiones públicas. Rajoy aprovecha todas las polémicas de la cibersociedad contra el Gobierno y Rubalcaba abandona sus enmiendas a la política de Zapatero para apostar por la continuidad.
El PP quiere los votos de los indignados contra la ley Sinde y promete un canon digital solo por «uso efectivo» de las obras. Como reclaman sus barones, el PP pretende atajar el telestado con techos de deuda y presupuestos. Pero nada de privatizar las televisiones autonómicas, Rajoy se conforma con aumentar la participación privada en medios de titularidad pública. Un paso más en la privatización de la gestión y la producción sin renunciar al control de la gran máquina de propaganda.
El PSOE reivindica el Plan Avanza y los miles de millones de subvenciones, la reforma de RTVE -tan criticada por el PP- y a las televisiones autonómicas. Insiste en crear un Consejo Audiovisual (CEMA) y lo multiplica con émulos autonómicos mientras el PP lo reduce a una única autoridad de la convergencia integrada con la CMT.
Rubalcaba no reniega del canon ni de una protección de la propiedad intelectual que no favorece el desarrollo de nuevas ofertas y medios digitales. Los socialistas se acuerdan del IVA de los ebooks para rebajarlo al 4%, como los viejos tomos de papel. Muchas promesas y poco plan.
Ninguno define un nuevo servicio público digital más allá de una televisión pública cuya financiación y objetivos son inciertos. A ambas propuestas les falta política: visión de una sociedad que, además de instrumentos, precisa de nuevos principios de colaboración para compartir más y entenderse mejor. Un estado plataforma con mecanismos para una sociedad más participativa y creativa, con menos barreras a la innovación. El telestado vuelve a condicionar un futuro con más pantallas en busca de más sociedad.
Columna en los diarios de Vocento
El PP quiere los votos de los indignados contra la ley Sinde y promete un canon digital solo por «uso efectivo» de las obras. Como reclaman sus barones, el PP pretende atajar el telestado con techos de deuda y presupuestos. Pero nada de privatizar las televisiones autonómicas, Rajoy se conforma con aumentar la participación privada en medios de titularidad pública. Un paso más en la privatización de la gestión y la producción sin renunciar al control de la gran máquina de propaganda.
El PSOE reivindica el Plan Avanza y los miles de millones de subvenciones, la reforma de RTVE -tan criticada por el PP- y a las televisiones autonómicas. Insiste en crear un Consejo Audiovisual (CEMA) y lo multiplica con émulos autonómicos mientras el PP lo reduce a una única autoridad de la convergencia integrada con la CMT.
Rubalcaba no reniega del canon ni de una protección de la propiedad intelectual que no favorece el desarrollo de nuevas ofertas y medios digitales. Los socialistas se acuerdan del IVA de los ebooks para rebajarlo al 4%, como los viejos tomos de papel. Muchas promesas y poco plan.
Ninguno define un nuevo servicio público digital más allá de una televisión pública cuya financiación y objetivos son inciertos. A ambas propuestas les falta política: visión de una sociedad que, además de instrumentos, precisa de nuevos principios de colaboración para compartir más y entenderse mejor. Un estado plataforma con mecanismos para una sociedad más participativa y creativa, con menos barreras a la innovación. El telestado vuelve a condicionar un futuro con más pantallas en busca de más sociedad.
Columna en los diarios de Vocento
Monday, October 31, 2011
Elecciones de perdedores
La realidad es terca. El pasado y el rastro de los actos no se borra fácilmente. La suerte de las elecciones del 20-N parece echada y los candidatos son impotentes para cambiarla, igual que sus campañas, diseñadas para convencer a ciudadanos desmemoriados y acríticos. Los dos aspirantes de los grandes partidos han abandonado la política por las promesas y el olvido. Promesas incumplidas antes, olvido de su responsabilidad en el gobierno y la oposición los últimos cuatro años.
Son candidatos del pasado. Uno vencido hasta que la crisis encumbra su inacción. El otro, responsable y mudo en la crítica hasta su paso de vicepresidente a candidato.
Uno ganará las elecciones y será presidente del gobierno. Sea quien sea, perdemos todos por falta de liderazgo, responsabilidad e ideas. Los candidatos del bipartidismo no están a la altura de los desafíos y demandas de una nueva política.
Columna completa en Estrella Digital
Son candidatos del pasado. Uno vencido hasta que la crisis encumbra su inacción. El otro, responsable y mudo en la crítica hasta su paso de vicepresidente a candidato.
Uno ganará las elecciones y será presidente del gobierno. Sea quien sea, perdemos todos por falta de liderazgo, responsabilidad e ideas. Los candidatos del bipartidismo no están a la altura de los desafíos y demandas de una nueva política.
Columna completa en Estrella Digital
Monday, October 17, 2011
Rubalcaba/Rajoy: otro no debate
Los partidos mayoritarios, PP y PSOE, vuelven a pactar un sólo debate electoral el 7 de noviembre en la Academia de la Televisión y abierto a todas las cadenas. Otra vez amenaza ser tan cerrado, acordado y encorsetado que volveremos a la sucesión de monólogos. De nuevo la estrategia de los partidos desprecia a la ciudadanía y se olvidan las promesas de una democracia más abierta y participativa.
Como en 2008, no habrá el ciberdebate abierto que tantos reclamamos y que 20 Minutos se había vuelto a ofrecer para organizar con la participación de otros medios.
Elena Valenciano y Ana Mato son las firmantes de un cambalache que vuelve a despreciar las demandas de los ciudadanos, su derecho a la información y a valorar a los candidatos con una confrontación directa de posturas y propuestas.
Óscar López por el PSOE y González Pons por el PP se encargarán del guión que convierte cada debate en una pantomima. Y aún así son vistos y reconocidos por los ciudadanos, ávidos de conocer mejor no sólo las propuestas de los candidatos, sino su tono y temple.
Como muchos periodistas y ciudadanos reclaman ya a los responsables de los partidos, la propuesta de un único debate entre los dos principales candidatos es insuficiente.
Los debates no están exentos de polémica en ningún país. En Estados Unidos son organizados desde 1987 por la Commission on Presidential Debates, donde el excesivo poder de los grandes partidos siempre ha sido criticado. En 2004 una alianza de asociaciones creó la Citizens' Debate Commission y propuso abrir más el debate tanto a partidos no mayoritarios como a los ciudadanos y mejorar el formato con más flexibilidad y viveza.
En las elecciones de 2008, los responsables de las campañas socialista y popular, José Blanco y José Luis Ayllón, prometieron debates más abiertos para la próxima convocatoria.
Otra vez se olvidan las promesas.
El debate entre Rajoy y Rubalcaba no sólo no cumplirá las propuestas para un debate abierto, a la ciudadanía, a otros partidos y a todos los medios. El PP vuelve a vetar a Televisión Española con esa persecución enfermiza y obsesiva que supura cada vez que llegan las elecciones. PSOE y PP son incapaces de cumplir ni una sola de las promesas de democracia más transparente y responsables que tanto airean y vuelven a demostrar que su uso de los medios, nuevos o convencionales, es puramente instrumental y propagandístico.
Nuevas herramientas para vieja política.
Otra ocasión desperdiciada. Otra tenaza del bipartidismo. Otro desprecio a la ciudadanía.
¡Bienvenidos a las campañas de la partitocracia!
Como en 2008, no habrá el ciberdebate abierto que tantos reclamamos y que 20 Minutos se había vuelto a ofrecer para organizar con la participación de otros medios.
Elena Valenciano y Ana Mato son las firmantes de un cambalache que vuelve a despreciar las demandas de los ciudadanos, su derecho a la información y a valorar a los candidatos con una confrontación directa de posturas y propuestas.
Óscar López por el PSOE y González Pons por el PP se encargarán del guión que convierte cada debate en una pantomima. Y aún así son vistos y reconocidos por los ciudadanos, ávidos de conocer mejor no sólo las propuestas de los candidatos, sino su tono y temple.
Como muchos periodistas y ciudadanos reclaman ya a los responsables de los partidos, la propuesta de un único debate entre los dos principales candidatos es insuficiente.
Los debates no están exentos de polémica en ningún país. En Estados Unidos son organizados desde 1987 por la Commission on Presidential Debates, donde el excesivo poder de los grandes partidos siempre ha sido criticado. En 2004 una alianza de asociaciones creó la Citizens' Debate Commission y propuso abrir más el debate tanto a partidos no mayoritarios como a los ciudadanos y mejorar el formato con más flexibilidad y viveza.
En las elecciones de 2008, los responsables de las campañas socialista y popular, José Blanco y José Luis Ayllón, prometieron debates más abiertos para la próxima convocatoria.
Otra vez se olvidan las promesas.
El debate entre Rajoy y Rubalcaba no sólo no cumplirá las propuestas para un debate abierto, a la ciudadanía, a otros partidos y a todos los medios. El PP vuelve a vetar a Televisión Española con esa persecución enfermiza y obsesiva que supura cada vez que llegan las elecciones. PSOE y PP son incapaces de cumplir ni una sola de las promesas de democracia más transparente y responsables que tanto airean y vuelven a demostrar que su uso de los medios, nuevos o convencionales, es puramente instrumental y propagandístico.
Nuevas herramientas para vieja política.
Otra ocasión desperdiciada. Otra tenaza del bipartidismo. Otro desprecio a la ciudadanía.
¡Bienvenidos a las campañas de la partitocracia!
Thursday, August 11, 2011
Por un debate abierto
¿Escuchan los partidos o volveremos a sufrir un simulacro de debate electoral? Al final del encorsetado cara a cara de 2008 entre Zapatero y Rajoy los jefes de campaña prometieron que las próximas elecciones serían la oportunidad para un debate abierto a la ciudadanía, con participación en internet y transmitido en red. Parece que volverán a incumplir sus promesas.
El PSOE ya ha aceptado la invitación de la Academia de la Televisión y de las cadenas nacionales privadas. El PP siempre va a remolque, pero acabará aceptando un debate tan tasado en temas, tiempos y formas que será, como siempre, una sucesión de monólogos propagandísticos donde sólo la mímica y la reacción emocional de los candidatos depara algún interés.
Es hora de institucionalizar estos debates electorales, sin que dependan de la discrecionalidad de los partidos, y de cambiar el viejo formato televisivo por un debate abierto para la era multimedia, en internet, neutral, accesible desde cualquier equipo y plataforma, y abierto a la ciudadanía.
Si los políticos quieren escuchar de verdad, como prometen tras las protestas del 15M y el desapego ciudadano reflejado en las encuestas, lo primero que deben hacer es contestar a sus preguntas y dejar de repetir sus machacones y retóricos mensajes de campaña.
No hay ninguna razón para que el debate sea propiedad de una televisión, comercial o pública, y de sus profesionales. Televisión e internet juntas pueden ofrecer un debate abierto, con preguntas del público para romper la monotonía de la propaganda, y moderadores elegidos por los ciudadanos.
Un debate donde puedan participar más candidatos para romper la trampa del bipartidismo y donde los candidatos que quieran puedan seguir contestando preguntas tras la emisión. Gestionado por una fundación con participación de medios, partidos, asociaciones y colectivos sociales que se encargue de la organización y de una plataforma para todas las elecciones.
Se intentó en 2008 pero no se consiguió. Ahora es la hora de un debate abierto. Si de verdad queremos mejorar la democracia, empecemos por democratizar sus ritos.
Columna en los diarios de Vocento
El PSOE ya ha aceptado la invitación de la Academia de la Televisión y de las cadenas nacionales privadas. El PP siempre va a remolque, pero acabará aceptando un debate tan tasado en temas, tiempos y formas que será, como siempre, una sucesión de monólogos propagandísticos donde sólo la mímica y la reacción emocional de los candidatos depara algún interés.
Es hora de institucionalizar estos debates electorales, sin que dependan de la discrecionalidad de los partidos, y de cambiar el viejo formato televisivo por un debate abierto para la era multimedia, en internet, neutral, accesible desde cualquier equipo y plataforma, y abierto a la ciudadanía.
Si los políticos quieren escuchar de verdad, como prometen tras las protestas del 15M y el desapego ciudadano reflejado en las encuestas, lo primero que deben hacer es contestar a sus preguntas y dejar de repetir sus machacones y retóricos mensajes de campaña.
No hay ninguna razón para que el debate sea propiedad de una televisión, comercial o pública, y de sus profesionales. Televisión e internet juntas pueden ofrecer un debate abierto, con preguntas del público para romper la monotonía de la propaganda, y moderadores elegidos por los ciudadanos.
Un debate donde puedan participar más candidatos para romper la trampa del bipartidismo y donde los candidatos que quieran puedan seguir contestando preguntas tras la emisión. Gestionado por una fundación con participación de medios, partidos, asociaciones y colectivos sociales que se encargue de la organización y de una plataforma para todas las elecciones.
Se intentó en 2008 pero no se consiguió. Ahora es la hora de un debate abierto. Si de verdad queremos mejorar la democracia, empecemos por democratizar sus ritos.
Columna en los diarios de Vocento
Tuesday, August 02, 2011
Ciberelecciones con freno a la sociedad de la información
Las elecciones del 20N se disputarán más que nunca en internet. Los grandes partidos se han lanzado a internet y a las redes sociales. Acabada la campaña de 2008, expertos y responsables electorales ya anunciaron que las próximas elecciones serían en internet. El impacto del 15M y de movimientos como #nolesvotes muestran su influencia en una política que cada día más se debate y promueve en la televisión e internet. El candidato socialista se ha lanzado a reinventarse en las redes sociales con @conRubalcaba y el PP se ha apresurado a mostrarse abierto con yocambiaria.es, donde se recogen propuestas ciudadanas. Pero la política en las redes no evitará el freno del desarrollo de la sociedad de la información con un parón legislativo que retrasará todavía más su lento caminar.
Análisis completo en Estrella Digital
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Friday, July 29, 2011
Zapatero, de la TDT a la política 3.0
Fin de la era Zapatero. El presidente anuncia el adelanto electoral algo más de siete años después de su victoria sobre un Aznar vencido por el 11-M, el Prestige y la soberbia política. Las crisis se acumulan. La primera, la económica. Junto a ella, la del descrédito político y la de los medios de comunicación, víctimas y parte en las burbujas que han estallado. Por primera vez el adelanto electoral se anunció oficial y simultáneamente en Twitter y Facebook, un síntoma de los cambios en la comunicación y en los medios vividos estos años.
Zapatero arrancó la era del talante y se va con la siempre repetida crispación, enfermedad endémica de la partitocracia. Estrenó la burbuja audiovisual con el gran proyecto de Zapatero TV: la reforma de RTVE y la multiplicación de canales de la TDT. Se va con la televisión pública en crisis, sin modelo ni consenso político, con Mediaset como gran ganador de la concentración televisiva y en alianza con Telefónica para controlar las nuevas plataformas digitales. Con los grandes grupos de comunicación atrapados por la crisis publicitaria y una expansión audiovisual cuya fascinación ha reducido la innovación y la apuesta por otros negocios en la era del fin de la prensa y cuando la reinvención digital es obligada.
Los SMS empujaron la victoria socialista el 14 de marzo de 2004 con los medios divididos entre la crítica a la gestión de Aznar y las teorías conspirativas sobre los atentados del 11-M. La legislatura acaba con la mecha del 15-M prendida. La mayor movilización ciudadana contra la democracia sorda y recortada de la partitocracia ha puesto en jaque una forma de hacer política, pero también a un periodismo poco atento a las críticas y a las relaciones y debates de los ciudadanos en las redes sociales, el nuevo espacio público de la globalización.
Zapatero comenzó su mandato en los albores de la política 3.0 y lo acaba cuando ese nuevo sistema operativo de la globalización vive la crisis de los poderes, resistentes en su resiliencia, esa palabra de moda para explicar porqué la crisis del capitalismo ha traído más dictadura de los mercados o cómo el neofeudalismo digital y el control de plataformas, herramientas, contenidos y datos personales avanza en la web y sucede a los viejos oligopolios, que mantienen una gran cuota de poder.
Los medios están en la peor crisis de su historia. La caída de la publicidad, el aumento de la competencia y la explosión digital, el cambio de plataformas, de hábitos de consumo de los ciudadanos y la coronación del móvil como aparato esencial para la hiperconexión los aplasta.
La burbuja de la TDT ha saturado de canales un espacio demasiado grande para la publicidad. Los rellenos low cost de tertulias y programas de saldo no alcanzan mientras los hiperconsumidores esperan la llegada de la televisión 2.0, a la carta, social y con una oferta amplia a precios bajos, como la de Netflix en Estados Unidos que ya se anuncia en España.
Los diarios ven cómo huyen la publicidad y los lectores hacia los medios digitales. Las redes sociales se adueñan de la información de los medios y la publicidad emigra hacia las ofertas de los grandes comercializadores digitales: de Google a las ofertas de Groupon.
El País, diario de cabecera socialista, pedía elecciones anticipadas el 18 de julio. Zapatero las convoca para el 20 de noviembre con intención de acabar con la incertidumbre. Tanto simbolismo de fin de era como el que se vivió con la transición es oportuno. #nolesvotes renace en la red como lo hizo en las elecciones de mayo y los medios se alinean.
A un lado, la política silente de Rajoy. Al otro, un Rubalcaba que se reinventa en las redes sociales y se abre a ideas externas para intentar escuchar la política 3.0, que está en las redes, se organiza sin líderes y debate y organiza. En medio, las sempiternas encuestas y el empuje del CIS al candidato socialista.
Los medios ponen un ojo en las elecciones y el otro en sus cuentas de resultados, a la espera de ese fin de la incertidumbre anunciado por el presidente saliente. Pero en política y en comunicación, esta nueva era requiere abrirse a los ciudadanos, pasar del negocio de los contenidos al de las relaciones en una sociedad en red e innovar con fuerza, imaginación y la rapidez que la era móvil demanda.
Análisis de la convocatoria electoral desde el punto de vista de los medios y la comunicación para Estrella Digital
Zapatero arrancó la era del talante y se va con la siempre repetida crispación, enfermedad endémica de la partitocracia. Estrenó la burbuja audiovisual con el gran proyecto de Zapatero TV: la reforma de RTVE y la multiplicación de canales de la TDT. Se va con la televisión pública en crisis, sin modelo ni consenso político, con Mediaset como gran ganador de la concentración televisiva y en alianza con Telefónica para controlar las nuevas plataformas digitales. Con los grandes grupos de comunicación atrapados por la crisis publicitaria y una expansión audiovisual cuya fascinación ha reducido la innovación y la apuesta por otros negocios en la era del fin de la prensa y cuando la reinvención digital es obligada.
Los SMS empujaron la victoria socialista el 14 de marzo de 2004 con los medios divididos entre la crítica a la gestión de Aznar y las teorías conspirativas sobre los atentados del 11-M. La legislatura acaba con la mecha del 15-M prendida. La mayor movilización ciudadana contra la democracia sorda y recortada de la partitocracia ha puesto en jaque una forma de hacer política, pero también a un periodismo poco atento a las críticas y a las relaciones y debates de los ciudadanos en las redes sociales, el nuevo espacio público de la globalización.
Zapatero comenzó su mandato en los albores de la política 3.0 y lo acaba cuando ese nuevo sistema operativo de la globalización vive la crisis de los poderes, resistentes en su resiliencia, esa palabra de moda para explicar porqué la crisis del capitalismo ha traído más dictadura de los mercados o cómo el neofeudalismo digital y el control de plataformas, herramientas, contenidos y datos personales avanza en la web y sucede a los viejos oligopolios, que mantienen una gran cuota de poder.
Los medios están en la peor crisis de su historia. La caída de la publicidad, el aumento de la competencia y la explosión digital, el cambio de plataformas, de hábitos de consumo de los ciudadanos y la coronación del móvil como aparato esencial para la hiperconexión los aplasta.
La burbuja de la TDT ha saturado de canales un espacio demasiado grande para la publicidad. Los rellenos low cost de tertulias y programas de saldo no alcanzan mientras los hiperconsumidores esperan la llegada de la televisión 2.0, a la carta, social y con una oferta amplia a precios bajos, como la de Netflix en Estados Unidos que ya se anuncia en España.
Los diarios ven cómo huyen la publicidad y los lectores hacia los medios digitales. Las redes sociales se adueñan de la información de los medios y la publicidad emigra hacia las ofertas de los grandes comercializadores digitales: de Google a las ofertas de Groupon.
El País, diario de cabecera socialista, pedía elecciones anticipadas el 18 de julio. Zapatero las convoca para el 20 de noviembre con intención de acabar con la incertidumbre. Tanto simbolismo de fin de era como el que se vivió con la transición es oportuno. #nolesvotes renace en la red como lo hizo en las elecciones de mayo y los medios se alinean.
A un lado, la política silente de Rajoy. Al otro, un Rubalcaba que se reinventa en las redes sociales y se abre a ideas externas para intentar escuchar la política 3.0, que está en las redes, se organiza sin líderes y debate y organiza. En medio, las sempiternas encuestas y el empuje del CIS al candidato socialista.
Los medios ponen un ojo en las elecciones y el otro en sus cuentas de resultados, a la espera de ese fin de la incertidumbre anunciado por el presidente saliente. Pero en política y en comunicación, esta nueva era requiere abrirse a los ciudadanos, pasar del negocio de los contenidos al de las relaciones en una sociedad en red e innovar con fuerza, imaginación y la rapidez que la era móvil demanda.
Análisis de la convocatoria electoral desde el punto de vista de los medios y la comunicación para Estrella Digital
Monday, May 23, 2011
La TV pública gana las elecciones
Las televisiones públicas arrasaron en la cobertura electoral y las autonómicas dominaron en sus territorios. La cobertura de las públicas barrió al intento de Antena 3 de mantenerse como referencia informativa.
La elección de los televidentes ahonda la polarización de la audiencia hacia las cadenas públicas para la información y las privadas para el entretenimiento.
Una tendencia en alza mes a mes con la diferencia de audiencia entre los telediarios de TVE y las privadas, superadas también por muchos informativos autonómicos.
Análisis completo en Estrella Digital
La elección de los televidentes ahonda la polarización de la audiencia hacia las cadenas públicas para la información y las privadas para el entretenimiento.
Una tendencia en alza mes a mes con la diferencia de audiencia entre los telediarios de TVE y las privadas, superadas también por muchos informativos autonómicos.
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Friday, May 20, 2011
El impacto electoral de #acampadasol
Cinco votos a favor, cuatro en contra y una abstención reflejan la tensión de una decisión con graves consecuencias. Para la democracia y la defensa de los derechos fundamentales, y para el propio proceso electoral que la decisión pretende proteger.
La sordera de los partidos provocará víctimas en las elecciones del 22-M. Por eso todos han reaccionado de una forma u otra. Tímida, a sabiendas de que nadie puede rentabilizar esta protesta partidariamente.
¿O sí?
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Saturday, May 14, 2011
Campaña, pero no política 2.0
La mejor campaña 2.0 es la que no existe. En la campaña en las redes sociales sobra electoralismo y falta política. “Quien solamente utilice las redes sociales en campaña no será creíble, no contará”, la reflexión de Ernest Benach, ex presidente del Parlament de Catalunya e impulsor del parlamento 2.0, se puede aplicar a los candidatos que inundan Twitter y Facebook estos días.
En las entrañas de la partitocracia anidan los enemigos de la política 2.0: las listas cerradas y la maquinaria endogámica y poco participativa partidaria distancia a políticos y ciudadanía. La capacidad de hacer política cercana y con libertad, sin la égida de los aparatos y la disciplina de partido es mínima.
Y el ciudadano hiperconectado demanda política directa e inmediata.
Columna completa en Estrella Digital
En las entrañas de la partitocracia anidan los enemigos de la política 2.0: las listas cerradas y la maquinaria endogámica y poco participativa partidaria distancia a políticos y ciudadanía. La capacidad de hacer política cercana y con libertad, sin la égida de los aparatos y la disciplina de partido es mínima.
Y el ciudadano hiperconectado demanda política directa e inmediata.
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Wednesday, February 09, 2011
Rebelión contra las cuotas electorales
Los ciudadanos suspenden a los políticos. Partidos y política son el tercer problema del país según el último barómetro del CIS, sólo por detrás del paro y la crisis. Su descrédito ha aumentado más de un tercio en un año. Con tal panorama no extraña que intenten sostener el poder como sea, incluso cercenando el derecho a la información. La reforma de la Ley Electoral impone a las televisiones privadas cuotas electorales, minutos de propaganda en función de los escaños. Cadenas y periodistas se rebelan en defensa del periodismo y la libertad de información.
Los ciudadanos suspenden a los políticos. Partidos y política son el tercer problema del país según el último barómetro del CIS, sólo por detrás del paro y la crisis. Su descrédito ha aumentado más de un tercio en un año. Con tal panorama no extraña que intenten sostener el poder como sea, incluso cercenando el derecho a la información. La reforma de la Ley Electoral impone a las televisiones privadas cuotas electorales, minutos de propaganda en función de los escaños. Cadenas y periodistas se rebelan en defensa del periodismo y la libertad de información.
¿Por qué perder tiempo con declaraciones redundantes sin fondo? ¿Por qué primar las propuestas de los grandes partidos y ahogar las de los pequeños o las de quienes no están todavía en las instituciones?
Las cuotas informativas sometían hasta ahora sólo a los medios públicos, obligados a respetar la pluralidad y como defensa preventiva contra la manipulación. Pero ni la promesa de ahorrar dinero en las campañas ni la lucha contra la abstención justifican que los políticos acaben con la libertad de información de las cadenas privadas.
La Federación de Asociaciones de Periodistas, la Asociación de la Prensa de Madrid y el Colegio de Periodistas de Cataluña pedirán a la Defensora del Pueblo que presente un recurso de inconstitucionalidad mientras en Cataluña se recogen firmas contra los bloques electorales. Directores de informativos de 16 cadenas privadas y públicas apoyan el recurso y se rebelan contra una censura que ya denunció la patronal de las televisiones en octubre pasado.
Es otro paso en el control de la imagen y la información. Hace años que los partidos restringen la información en los mítines, aumentan las ruedas de prensa sin preguntas, editan los vídeos que envían a las cadenas y controlan la imagen que sale en los telediarios. Sólo así aseguran ese entusiasmo permanente de los militantes y la declaración justa, sincronizada con el minutado de los informativos.
Los responsables de los telediarios reconocen que en la mayoría de las cadenas todavía no se ha decidido una postura. La mayoría han ahorrado dinero y enojos aceptando las imposiciones de los partidos. Ahora el control va más allá de ese maridaje entre política y televisión cuyo origen está en la concesión de las licencias ¿Tanto temen los políticos a la información sin ataduras? Ni ellos se sienten seguros de sus palabras y promesas. Poner a la Junta Electoral de redactor jefe es sólo otra muestra de desprecio por los ciudadanos, los únicos que deben elegir libremente entre información veraz.
Y es otra medida inútil. ¿Impondrán también cuotas a los diarios o a internet? El peso de la televisión es enorme, pero cuando la democracia se informa en tiempo real más minutos de televisión sólo aburrirán un poco más incluso a los convencidos.
Columna para Estrella Digital
Los ciudadanos suspenden a los políticos. Partidos y política son el tercer problema del país según el último barómetro del CIS, sólo por detrás del paro y la crisis. Su descrédito ha aumentado más de un tercio en un año. Con tal panorama no extraña que intenten sostener el poder como sea, incluso cercenando el derecho a la información. La reforma de la Ley Electoral impone a las televisiones privadas cuotas electorales, minutos de propaganda en función de los escaños. Cadenas y periodistas se rebelan en defensa del periodismo y la libertad de información.
¿Por qué perder tiempo con declaraciones redundantes sin fondo? ¿Por qué primar las propuestas de los grandes partidos y ahogar las de los pequeños o las de quienes no están todavía en las instituciones?
Las cuotas informativas sometían hasta ahora sólo a los medios públicos, obligados a respetar la pluralidad y como defensa preventiva contra la manipulación. Pero ni la promesa de ahorrar dinero en las campañas ni la lucha contra la abstención justifican que los políticos acaben con la libertad de información de las cadenas privadas.
La Federación de Asociaciones de Periodistas, la Asociación de la Prensa de Madrid y el Colegio de Periodistas de Cataluña pedirán a la Defensora del Pueblo que presente un recurso de inconstitucionalidad mientras en Cataluña se recogen firmas contra los bloques electorales. Directores de informativos de 16 cadenas privadas y públicas apoyan el recurso y se rebelan contra una censura que ya denunció la patronal de las televisiones en octubre pasado.
Es otro paso en el control de la imagen y la información. Hace años que los partidos restringen la información en los mítines, aumentan las ruedas de prensa sin preguntas, editan los vídeos que envían a las cadenas y controlan la imagen que sale en los telediarios. Sólo así aseguran ese entusiasmo permanente de los militantes y la declaración justa, sincronizada con el minutado de los informativos.
Los responsables de los telediarios reconocen que en la mayoría de las cadenas todavía no se ha decidido una postura. La mayoría han ahorrado dinero y enojos aceptando las imposiciones de los partidos. Ahora el control va más allá de ese maridaje entre política y televisión cuyo origen está en la concesión de las licencias ¿Tanto temen los políticos a la información sin ataduras? Ni ellos se sienten seguros de sus palabras y promesas. Poner a la Junta Electoral de redactor jefe es sólo otra muestra de desprecio por los ciudadanos, los únicos que deben elegir libremente entre información veraz.
Y es otra medida inútil. ¿Impondrán también cuotas a los diarios o a internet? El peso de la televisión es enorme, pero cuando la democracia se informa en tiempo real más minutos de televisión sólo aburrirán un poco más incluso a los convencidos.
Columna para Estrella Digital
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