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Friday, March 11, 2011

El depósito legal se hace digital

El Consejo de Ministros ha estudiado el anteproyecto de reforma del depósito legal, la obligación de depositar las publicaciones para su archivo y conservación del patrimonio cultural. Los editores y no los impresores serán los responsables del depósito y los centros del depósito legal (la Biblioteca Nacional y las autonómicas) podrán archivar recursos y publicaciones de internet.
El anteproyecto también rebaja de cinco a dos los ejemplares de depósito obligatorio -muchos editores habían protestado porque consideraban cinco ejemplares un impuesto excesivo- y se hace realidad la transferencia a las comunidades autónomas para descentralizar la gestión.
El cambio de responsabilidad del impresor al editor es la superación de un atavismo propio de la era de las licencias para la impresión. Quizá ahora habría que plantearse ir más allá y hacer titular al autor. Ese cambio de titularidad ayudaría a despejar cuestiones de propiedad intelectual y de relación en el propio mercado editorial.
Sobre el depósito legal digital hay una interesante reflexión los últimos años, desde los deseosos de archivar todo lo digital hasta quienes defienden el carácter perecedero de algunos formatos.
La infinitud de internet acaba con la primera discusión, a la que dan respuesta algunas iniciativas como el Internet Archive.
El anteproyecto permite a las bibliotecas y centros depositarios rastrear internet para archivar lo que consideren de interés. Exime a los editores de sitios web de la obligación del depósito legal, pero permite el depósito voluntario y parece que obliga a las publicaciones restringidas o cerradas bajo cualquier sistema a permitir el acceso a sus contenidos.
Algunas bibliotecas han empezado a trabajar en serio en el filtrado y conservación de los materiales digitales, pero hay muchas incógnitas y trabajo por hacer.
Pioneros como la British Library mantienen una doble vía a través del depósito voluntario y se archivan periódicamente muchas webs para mantener el patrimonio digital.
En Estados Unidos, la Biblioteca del Congreso colabora con Internet Archive para mantener el legado digital sin obligación de depósito legal, como plantea ahora la legislación española.
El anteproyecto de ley de depósito legal moderniza esta obligación y se basa en documentos elaborados por las principales bibliotecas y bibliotecarios.
Pero la reflexión sobre cómo y qué conservar de la cultura digital persiste y es una de las claves del patrimonio digital del futuro.

Wednesday, April 14, 2010

Bibliotecas para el siglo XXI

Las bibliotecas deben cambiar. Cuando el libro comienza a digitalizarse y el acceso a una gran cantidad de las obras se realiza desde internet, a través de formatos y aparatos digitales, las bibliotecas deben cambiar si quieren sostener su función y ayudar a los lectores a orientarse, a mejorar sus búsquedas y su acceso a los contenidos, a consolidar un acervo común en la era de la dispersión y la saturación de contenidos.
Joaquín Rodríguez propone un decálogo para las nuevas bibliotecas con varios puntos interesantes:
1. Extender sus funciones al ámbito digital: préstamo digital, centros de comunicación.
2. Conservar sus funciones tradicionales de patrimonio y archivo.
3. Redefinir su posición y convertirse en nuevos espacios de acceso a la información.
4. Cogestión y participación ciudadana.
5. Gestionar nuevos modelos de propiedad intelectual: copyleft, Creative Commons, etc.
6. Desconfiar de los intermediarios digitales y los formatos propietarios.
7. Reforzar la esencia de la profesión bibliotecaria.

Me sumo, pero incorporo algunos puntos o matices más en refuerzo de sus funciones digitales para la discusión.

Crear una red de gestión cultural abierta y participativa. En la era del acceso y la conexión las bibliotecas no deben ser salas cerradas, sino nodos interconectados que orienten a su público y le ofrezcan sus servicios a lo largo de una gran red de conocimiento y archivos.

Gestoras del patrimonio común, el dominio público y las obras abiertas y colectivas. Como viejas guardianas del patrimonio común, las bibliotecas tienen con la digitalización de los contenidos la gran oportunidad de convertirse en escaparate, promotoras y gestoras de todos aquellos contenidos abiertos para el público, tanto los de dominio público, como el acceso a procomunes y como difusoras de todos los contenidos con derechos libres que permiten su acceso y uso al público. Especialmente los de investigación, contenidos educativos, científicos y de nueva creación.

Integradas en un nuevo servicio público digital de contenidos y acceso. Integradas en una red de instituciones, centros y servicios públicos -bibliotecas, universidades, centros educativos y sociales, centros de investigación, radio y televisión pública- donde se produzcan, gestionen, alberguen, digitalicen, difundan y promuevan los contenidos y servicios de dominio público, de derechos abiertos y financiados con dinero público. De la ciencia a la cultura abierta. Y cada uno cumpliendo la función que mejor puede desempeñar. La de las bibliotecas sobre todo la categorización, archivo y gestión documental, tanto de fondos como para facilitar su consulta.
Además de ofrecer el acceso y la conectividad adecuada para su uso por los ciudadanos.

Abiertas al exterior como centros de difusión cultural y científica. Desde la retransmisión de todo tipo de actos -ejercida en ese nuevo servicio público por la radiotelevisión digital pública- a la integración y difusión de contenidos en redes sociales y espacios donde se hagan visibles y accesibles los contenidos.

Obras huérfanas para las bibliotecas

Al fin se oye a algún responsable oficial español una apelación razonable al uso y disponibilidad de las obras huérfanas, sin derechos de autor conocidos. Milagros del Corral, directora de la Biblioteca Nacional, denunció ayer la "orgía jurídica contraria al sentido común" de los excesos de la propiedad intelectual.
Del Corral exigió la disponibilidad de esas obras, sin ningún tipo de licencia ni tasa, para las bibliotecas. Y yo añado: y para el resto de uso no comercial, también.

Tuesday, December 22, 2009

El papel atenaza al ebook

Los ebook serán una de las estrellas de la navidad. El libro digital arranca tras mucha expectación y poca realidad. Los editores están aferrados a su negocio, temen la piratería y las peticiones de los escritores para aumentar sus derechos de autor. Mientras en Estados Unidos las grandes librerías y buena parte de las editoriales se han lanzado al mercado digital, en España los libros siguen siendo de papel. Y el acceso digital a las bibliotecas, todavía bajísimo.

Cultura rebaja el IVA de los ebook al 4%, el mismo del papel, y cumple una recomendación europea. Al tiempo presenta Enclave, un proyecto que convierte a la Biblioteca Nacional en un portal para la venta de libros online. Desde la Biblioteca Digital Hispánica se pueden comprar ya 629 títulos de 90 editoriales. La mayoría caros y poco atractivos. Pero el Gobierno ha preferido gastar 410.000 euros de dinero de todos en promover el negocio privado en lugar de digitalizar obras de dominio público, lograr un acuerdo sobre obras huérfanas –sin derechos de autor conocidos- y descatalogadas o lanzar un sistema de préstamo digital.

Francia frena el plan de Google de digitalización de libros con una condena por "falsificación de derechos de autor". Google Books tendrá que dejar de incluir libros franceses en los más de diez millones de títulos ya digitalizados. Su pecado es escanear obras para su buscador y que puedan ser compradas desde sus páginas. Google incluye las obras huérfanas y las descatalogadas. Una iniciativa que muchos consideran monopolística porque el gran buscador se convertiría en comercializador de esas obras gracias a un acuerdo con los editores, todavía a examen judicial en Estados Unidos.

Francia alardea de una batalla ganada y el presidente Sarkozy anuncia más dinero para digitalizar su cultura. Lo mismo se espera en Alemania. En España, por ahora, los editores practican el tancredismo y parecen inclinados a aceptar el trato de 60 dólares por obra digitalizada y el 63% de los beneficios. La Comisión Europea apoya el acuerdo, harta del bloqueo a la digitalización. Por eso ha puesto la revisión de los derechos de autor de los libros entre las prioridades digitales de los próximos años.

Sólo un 1% de las obras de las bibliotecas públicas europeas están digitalizadas y la oferta de ebook es escasísima. En Europeana, la biblioteca europea, un 47% de las obras son francesas. Sólo el 0,6% son españolas, muy por debajo de países como Finlandia, Suecia, Grecia o Eslovenia. Zapatero tendrá que arrear si quiere convertirse en campeón de la nueva economía en su presidencia europea. Y los poderosos editores españoles deben decidir si su enorme negocio se sostendrá en el futuro o compraremos ebook en las librerías extranjeras.

Columna en Público

Tuesday, December 15, 2009

Comprar libros desde la Biblioteca Nacional


Enclave ya está en funcionamiento. A partir de ahora se pueden comprar ebooks con derechos de autor en la Biblioteca Nacional. Un proyecto de la Biblioteca Nacional y la Federación de Gremios de Editores subvencionado por el Plan Avanza.
A través de las fichas de los libros se puede acceder a sus datos editoriales, un resumen y un ejemplo de sus contenidos. Pero también a un enlace a las plataformas comerciales de las editoriales participantes, donde se pueden comprar estos ejemplares.
Participan 90 editoriales y con 1.300 títulos, de los que por ahora hay accesibles 629. La iniciativa pretende "definir y desarrollar modelos de integración de contenidos sujetos a derechos de autor en bibliotecas digitales" e "impulsar la innovación entre los agentes de la cadena de valor del libro".
Una idea similar a la de El portal de música, lanzada recientemente para estimular el comercio digital de contenidos. Pero esta vez, en lugar de promover la creación de una plataforma comercial de las editoriales, se apuesta por utilizar como ventana de exposición una biblioteca pública que hasta el momento sólo daba acceso a obras de dominio público.
Desde el Ministerio de Cultura se destaca la potencia de la BNE, con 1,3 millones de accesos en noviembre frente a sólo 270.000 en enero. Una muestra del poder de atracción de las bibliotecas digitales.
Habrá que esperar a las conclusiones del proyecto, que se analizarán en primavera próxima, pero en el ámbito de una biblioteca pública se echa de menos aprovechar la ocasión para estudiar y desarrollar sistemas de préstamos de los ebook, como ocurre ya en bibliotecas universitarias -en la Universitat Oberta de Catalunya está en pruebas- o extranjeras.
Entre los déficits del mercado editorial español están todavía lograr un acuerdo sobre la digitalización y el uso de obras huérfanas, como pide la Comisión Europea, adoptar estándares para los libros digitales más funcionales que los pdf que dominan en Enclave y crear una plataforma menos atomizada que la actual, donde editoriales y distribuidores compiten con nuevos portales y diferentes soportes que todavía confunden a los potenciales usuarios de ebooks.
La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, aprovechó la presentación del proyecto para anunciar también la rebaja del IVA de los ebooks al 4%, el mismo de los libros de papel. Una medida necesaria que cumple una recomendación europea. Los lectores de libros digitales, considerados electrónica de consumo, seguirán gravados al 16%.

Wednesday, October 21, 2009

Prisa digital en Europa

A la Comisión Europea le han entrado las prisas digitales. El ejecutivo europeo no está dispuesto a dejar seguir pasar el tiempo sin que la industria cultural y del entretenimiento europea entre en la era digital. La Comisión ha lanzado una ofensiva sobre la música, los libros y el cine para estimular a los autores y productores a los nuevos mercados y herramientas.
Sólo un día después de que la industria del entretenimiento española volviera a entonar la letanía de quejas por el P2P y las descargas, las comisarias Vivian Reding y Neelie Kroes han anunciado un acuerdo entre compañías como iTunes, Nokia o Amazon, discográficas como EMI o Universal y varias sociedades de gestión de derechos de autor para impulsar la creación de nuevas plataformas para la música digital y un modelo de gestión de los derechos de autor que permite un mercado único europeo para los contenidos digitales, el sueño de la Comisión.
El precio y la gestión de los derechos de autor en cada país europeo continúan siendo uno de los grandes frenos para las radios online y los servicios de streaming y descargas. Los firmantes del acuerdo piden apertura, transparencia y no discriminación en el acceso a los derechos para poder desarrollar plataformas digitales que puedan difundir y comercializar la música con facilidad de acceso para los europeos. Y, sobre todo, que cuando se pagan derechos en un país, no deban volver a pagar en otros, como ahora ocurre a menudo.
El 40% de las obras de la Biblioteca Británica son huérfanas, se desconocen sus derechos de autor. Y a pesar de las ingentes partidas de dinero público empleadas, sólo un 1% de los libros y documentos de las bibliotecas europeas está digitalizado. Los comisarios Charlie McCreevy y Viviane Reding quieren acabar con una situación que puede llevar a que los norteamericanos y ciudadanos de otros países puedan acceder libremente a obras europeas a través de Googe Books mientras los ciudadanos del Viejo Continente ven como las disputas por la propiedad intelectual les privan del acceso a su propia cultura.
"No podemos dejar que languidezca el rico patrimonio de las bibliotecas europeas", se queja un poco desesperado el comisario de Mercado Interior, Charlie McCreevy, y su colega de Viviane Reding exhorta a los editores y a los responsables culturales a no dejar que sea Google el que se quede con el patrimonio europeo. Así que la Comisión va a comenzar una ronda de consultas para encontrar un "comercio de derechos simple y rentable referido a la digitalización masiva y la difusión en línea de las colecciones de las bibliotecas que están aún protegidas por derechos de autor". En definitiva, recuperar los libros muertos, descatalogados, agotados y las obras de las que no se conocen los propietarios de los derechos.
Un tercio de los cines europeos podría cerrar si no digitaliza sus equipos. En Estados Unidos el 90% de las películas ya se distribuyen con una copia digital, pero en Francia, el mayor productor cinematográfico europeo, menos de la mitad de las películas están disponibles en este formato. Y eso que la distribución de la copia digital puede ser diez veces más barata que la de las viejas películas de 35 mm. Pero sólo 2.428 cines europeos han adaptado su tecnología, menos de una cuarta parte de los 12.000 ya preparados en todo el mundo.
Algunos gobiernos ya están ofreciendo ayudas a los cines para modernizar sus equipos, pero la mayoría de los países aún no han puesto en marcha ninguna iniciativa.
¿Es posible la digitalización desde fomentada por los poderes públicos? La larga y lenta marcha de los proyectos europeos en estos ámbitos lo pone en duda. En una mayoría de los casos las barreras de protección a los viejos negocios resisten pese a las ayudas, los informes y las consultas. Pero ahora que el ebook se abre paso con la expansión de las grandes librerías norteamericanas (Amazon y Barnes&Noble), cuando baja la asistencia en los cines y se cuentan las descargas en internet, y cuando una gran parte de los músicos ya están convencidos de que su público está en la Red, quizá sea el momento en que se oigan las llamadas de la Comisión Europea, siempre bien dotadas de subvenciones y apoyo de dinero público.

Para Soitu.es

Friday, November 21, 2008

La caída de Europeana

Europeana, la biblioteca de bibliotecas europeas, sigue caída un día después de su estreno. Y sus responsables anuncian que no estará de nuevo en funcionamiento hasta mediados de diciembre.
A los problemas de gestión de derechos y acceso a los fondos que subrayábamos ayer (también recogidos por José Antonio Millán) se une la falta de previsión sobre la expectación y los usuarios que podría atraer en su estreno.
Europa todavía no calcula bien el impacto de la cultura digital. Sólo así se puede entender la imprevisión y la falta de robustez de un sistema en teoría pensado para un acceso universal a los archivos y bibliotecas europeas y a sus documentos de texto, imagen y audiovisuales.
Falta de digitalización de muchísimos fondos, entre ellos los españoles: sólo un 1,4% de los contenidos accesibles mientras más de la mitad son franceses y el 10% británicos. Europeana debe contar además con los sistemas adecuados de indexación, búsqueda, estándares e interfaz de usuario para que sea útil (más sobre la gestión de las bibliotecas digitales).
No basta con proclamar que será una biblioteca 2.0 con todas las herramientas de etiquetas, comentarios o personalización y auxiliada por expertos, sino que esa interacción entre instituciones, expertos y usuarios debe funcionar y ser activa para que Europeana no sea una biblioteca solitaria, infinita, inútil y enredada en sus propios lenguajes sólo aptos para especialistas. La maldición de la Biblioteca de Babel de la que alertó el escritor Jorge Luis Borges.
La Comisión europea dedicará 119 millones de euros en 2009 y 2010 para subvencionar la digitalización de archivos, uno de los problemas principales debido al coste, que todavía varía mucho en función de la tecnología y la escala de lo digitalizado.
Pero también es importante avanzar en la gestión de los derechos de autor y propiedad intelectual para que las obras accesibles a través de Europeana. Las obras siguen gestionadas por cada país, por las instituciones que las albergan y por sus propietarios, pero en el proyecto europeo deberían tener un marco legal común adecuado a los fines de la nueva biblioteca y para facilitar el acceso de los usuarios.
De lo contrario el agujero negro que comienza en el siglo XX se prolongará por las restricciones de los derechos de autor vigentes.
Los grupos de expertos que trabajaron en los informes previos para la Comisión Europea urgen la adopción de medidas para incorporar las obras huérfanas (sin titulares de los derechos identificados) y los libros descatalogados. Y lo mismo con la información científica. Diversos expertos consultados por la Comisión coinciden en que una gran parte de la producción científica y cultural europea esta sufragada por fondos públicos. La ciudadanía debería tener derecho de acceso a esas obras que han sido pagadas con sus impuestos. "Los datos de la investigación financiada íntegramente con fondos públicos deberían ser accesibles a todos", pidió la Comisión en el año 2007 en una comunicación al Parlamento Europeo que repetía las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de 2004
Europeana ha fallado en su estreno. Esperemos que su renacimiento a mitad de diciembre sea mejor.

Artículo en Soitu.es

Thursday, November 20, 2008

Biblioteca sin agujeros

Europa estrena biblioteca digital. Europeana es la apuesta europea para reunir su acervo cultural y científico y no depender de una empresa como Google, que anhela convertirse en la gran biblioteca y archivo de la era digital.
El éxito de la iniciativa depende de que sea capaz de superar el gran agujero del siglo XX, las obras con derechos de autor vigentes.
Europeana quiere superar a la Biblioteca de Alejandría, de la que se dice que reunía el 70% de todo el conocimiento de su época. Para eso debe evitar la maldición de la Biblioteca de Babel imaginada por Jorge Luis Borges, perdurar “solitaria, infinita, perfectamente inmóvil, inútil”.

Europeana es un buscador de los contenidos de bibliotecas, museos y archivos europeos. Su objetivo es que los usuarios encuentren textos, imágenes y material audiovisual sin tener que acudir a los sitios nacionales. Las obras se digitalizan en cada país e institución y el resultado de las búsquedas se visualiza en la web que las alberga. Es una biblioteca tutelada por expertos a los que se pide contenidos y criterio para los usuarios a través de herramientas sociales y de recomendación.

Por ahora sus dos millones de obras pertenecen en su mayoría al dominio público tras extinguirse sus derechos de autor. El gran desafío es incorporar las obras del siglo XX, con derechos vigentes y explotados comercialmente en la mayoría de los casos. Otra vez la tensión de la sociedad de la información entre la cultura libre y la propiedad intelectual.
Sin acuerdos europeos, los 125 millones de dólares que Google ha pagado para compensar los derechos de autor y su oferta de nuevos negocios para los editores puede ser más atractivo que el proyecto de la Unión Europea. La Comisión exhorta a gobiernos, autores y gestores culturales y científicos a llegar a acuerdos para hacer accesibles las obras.
Es un momento para decidir qué modelo de cultura futura quiere Europa, cuando un reciente estudio demuestra que a los editores españoles lo que más les inquieta del futuro digital es definir su modelo de negocio.

Columna en los diarios de Vocento y otros medios
Más opiniones en Público

Tuesday, May 13, 2008

Cien mil firmas contra el préstamo de pago en bibliotecas

Cien mil firmas en un año contra el préstamo de pago en las bibliotecas. 350.000 si se suman todas las campañas. Pocos si se tiene en cuenta que más de seis millones de españoles utilizan las bibliotecas, un 17,6% de la población, según las estadísticas oficiales (pdf). El 42,5% de los lectores, según los editores, pdf.
Por internet sólo accedieron un 4,6%. Hacen falta más bibliotecas 2.0, que reúnan y acojan a libros y lectores.

No al préstamo de pago en bibliotecas

Friday, February 29, 2008

Del dominio público al copyright digital

Las obras de la Biblioteca Digital Hispánica siguen siendo de dominio público. Pero la Biblioteca Digital Hispánica como base de datos es propiedad intelectual de la empresa Ex Libris y la Biblioteca Nacional de España.
La contradicción por la que se preguntan 20 Minutos (artículo original en Consumer) y José Antonio Millán es repetida y habitual cuando se trata de la digitalización de obras.
Ahí ha residido la pelea de muchas bibliotecas con el proyecto de Google para convertirlas en bits.
Ya ocurrió con la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes y con toda obra que se digitaliza para una base de datos, red social o una plataforma de contenidos de usuarios.
El artículo 12 de la Ley de Propiedad Intelectual lo deja claro. Y lo mismo el derecho sui generis sobre las bases de datos de la misma ley. Ambas recogidas en la legislación europea.
Afortunadamente el artículo 134 reconoce los derechos del usuario legítimo y el 135 fija las excepciones al derecho sui generis.
Pero la contradicción existe: las obras de dominio público aparecen bajo propiedad cuando se digitalizan.
Es una laguna evidente de nuestro sistema de protección de la cultura. Eso que tanto se proclama y que desgraciadamente acaba a menudo en manos de unos pocos después de ser de todos.
La disposición adicional tercera de la modificación del texto refundido de la ley de propiedad intelectual aprobado en 2006 exhorta al fomento de la difusión de obras digitales y dice que "el Gobierno favorecerá la creación de espacios de utilidad pública y para todos" con obras de dominio público.
Y proclama además que esos "espacios serán preferentemente de acceso gratuito y de libre acceso por sistemas telemáticos, mediante estándares de libre uso y universalmente disponibles".
Pero se olvidó de ampliar el dominio público. Ese es el gran problema de las digitalizaciones y de la cultura libre.
Las obras de dominio público editadas y difundidas con fondos públicos deberían mantenerse libres de derechos en cualquier soporte o formato.
Y todas las obras financiadas o subvencionadas con dinero público deberían revertir cuanto antes al dominio público o gestionarse con derechos flexibles para la utilización no comercial.
Esas son las propuestas necesarias para fomentar una auténtica cultura libre de interés público.
De lo contrario Cervantes y tantos autores siguen cautivos.

Saturday, December 15, 2007

Un millón y medio de canon a las bibliotecas

El estado pagará este año el canon a las bibliotecas por el préstamo de libros impuesto por la Unión Europea según una ley de 1992 aún no aplicada.
A partir de 2008 el canon por préstamo de libros en las bibliotecas tendrán que pagarlo el Ministerio de Cultura, las autonomías y los ayuntamientos, según anunció esta semana el ministro César Antonio Molina.
Será entonces cuando la injusticia de este canon que grava dos veces los libros y convierte en más caros los destinados a bibliotecas públicas amenace más su dotación.
Nadie ha explicado todavía si este canon, impuesto por la Unión Europea para fomentar las bibliotecas y la edición en países donde no existen ayudas como en España, sustituirá de alguna forma a las actuales subvenciones para edición de libros con destino a bibliotecas públicas o se convierte sin más en un nuevo impuesto indirecto (20 céntimos por libro) a recaudar por las entidades de gestión de derechos, fundamentalmente Cedro, Dama y la SGAE.
Los libros de las bibliotecas serán más caros. Habrá para menos, a no ser que se aumenten las dotaciones o se reestructuren las partidas de gasto.
Las bibliotecas españolas compraron libros el año pasado por 23,19 millones de euros. Fue el canal de comercialización que más subió: un 65,7%.
Nadie entiende que este esfuerzo se vea gravado ahora por un nuevo impuesto a la lectura.
La injusticia de la medida impulsa a los defensores de otras alternativas como el precio por lectura. Si los libros de las bibliotecas tienen un canon de préstamo quizá lo adecuado sería que fuesen los autores y editores quienes los donaran en usufructo manteniendo su propiedad y sólo cobraran una tasa por cada vez que es leído o prestado.
Lo que parece injusto es que se pague el libro, normalmente antes subvencionado en muchos casos y después se aplique el impuesto.
El mercado del libro necesita una buena reforma para seguir creando lectores y sostener ese negocio de más de 3.000 millones de euros en 2006, según el último informe de la Federación de Gremios de Editores de España (pdf).

Tuesday, March 27, 2007

Bibliotecarios contra el préstamo de pago

Bibliotecarios de toda España se pronuncian contra el canon para el préstamo en las bibliotecas impuesto por la Unión Europea y apoyado por algunos editores y autores con la oposición de otros.
Copio y pego:
¿Por qué los bibliotecarios decimos no al préstamo de pago?
1. Como afirma la UNESCO, los bienes y servicios culturales no deben ser considerados como mercancías o bienes de consumo, por tanto, no debemos dejar que la lógica del mercado entre en la biblioteca.
2. La imposición de este canon terminará repercutiendo en los presupuestos destinados a la adquisición de libros, lo que dañará tanto a autores como a usuarios.
3. Las bibliotecas no compiten con autores y editores, sino que son sus aliadas, ya que garantizan la permanencia y disponibilidad de sus obras mucho mejor que las librerías.
4. El préstamo gratuito de libros y otros materiales culturales no perjudica las ventas.
5. Las bibliotecas ya pagan derechos de autor cada vez que compran un ejemplar de cualquier obra.
6. El dinero recaudado no irá para los autores sino a las entidades de gestión de derechos de autor que son entidades PRIVADAS.
7. El derecho a ser leído es la más importante significación del derecho de autor.
8. Los ciudadanos, a través de los impuestos, financian multitud de ayudas distribuidas entre autores y editores por el Estado.
No al préstamo de pago
P21 | Menos canon y más bibliotecas

Monday, March 19, 2007

Menos canon y más bibliotecas

Cuando sólo el 55,5% de los españoles lee es un sarcasmo trágico la nueva embestida de algunos autores y editores para cobrar a canon a las bibliotecas por el préstamo de libros.
Quienes tanto olvidan que su autoría debe mucho a los lectores y a las obras de los demás, así como a la cultura popular, de dominio público, deberían recordar al menos que la directiva europea que se pretende trasponer con retraso (Derechos de alquiler y préstamo y otros derechos afines a los derechos de autor en el ámbito de la propiedad intelectual) está pensada para asegurar la viabilidad económica de las actividades de autores y editores.
Pero si esos autores y editores perciben otras subvenciones y ayudas según la legislación de cada país, el canon por préstamo está ya pagado. Especialmente si se ha disfrutado de subvenciones para la edición de libros para bibliotecas.
Sin bibliotecas los autores tendrán menos lectores (sólo algo más de una cuarta parte de los lectores acuden a las bibliotecas). Sin crear lectores los escritores no sobrevivirán. El autor también tiene obligaciones. Entre las más importantes: animar a la lectura.
Estoy con José Luis Sampedro en su maldición de los autores y editores economicistas, más bien avaros.
Pero si quieren regirse por el mercado y tasa el préstamo bibliotecario con valor económico, que tengan coraje y no cobren por sus libros: fíjese un sistema de precio por lectura en sustitución del precio de tapa para los libros de biblioteca. Cobrar es justo. Hacerlo dos veces, no.
Quizá entonces quienes se preocupan tanto de cobrar ese canon a las bibliotecas se darán cuenta de que sus libros no son tan valorados por los lectores.
La ley del mercado es dura. No es honrado ser mercachifle bajo el manto protector de las subvenciones, premios públicos y becas. Si autores y editores quieren mercado, que lo tengan y se atengan a sus reglas.
Quizá entonces una buena parte de la GRAN cultura, la que nos interesa a tantos, estará fuera del mercado.
A muchos les pesará.
Es lo que tiene la codicia. Harían bien algunos autores y editores en recordar las palabras de Dante:
"Por tener y dar mal, no gozarán
del bello mundo, y seguirán riñendo (...)
El corto aliento, hijo, aquí estás viendo
del bien que se confía a la fortuna,
por el que están los hombres compitiendo;
que todo el oro que hay bajo la luna,
y hubo ya, de tanta alma fatigada
reposo no podría darle a una".

Divina Comedia, Canto VII, círculo IV (de la traducción de Ángel Crespo)

No al préstamo de pago
JA Millán | La noche del eclipse
P21 | Precio por lectura

Thursday, January 25, 2007

Cervantes sigue cautivo

El rescate. Miguel de Cervantes pasa gran parte de su vida perseguido por el lastre de pagar por su vida misma. Los préstamos de los 500 escudos necesarios para liberarlo del cautiverio en Argel ahogarán al autor del Quijote durante años.
A Cervantes, autor y recaudador de impuestos, quizá no le gustaría que la biblioteca virtual que lleva su nombre siguiera entendiendo la cultura 500 años después con criterios tan antiguos (vía Escolar).
Dice la presentación de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes que "nació con el objetivo de desarrollar la expansión universal de las culturas hispánicas a través de la utilización y aplicación de los medios tecnológicos más modernos a obras relevantes de la literatura, las ciencias y la cultura española e hispanoamericana".
Por eso causa estupor su abusiva y restrictiva norma de enlaces y su interpretación proteccionista de los derechos de autor, reproducción y distribución. Y eso a pesar de su esfuerzo por fijar la fecha de 1919 como límite de conservación de los derechos de los autores fallecidos, que entiende extendidos durante 80 años.
Ni rastro de cultura libre ni de una búsqueda e interpretación de las leyes con más facilidades para la extensión digital de la cultura sin menoscabo del respeto a los autores.
Los patronos y mecenas de Cervantes Virtual (con universidades, cuatro ministerios, una comunidad autónoma, la Real Academia y grandes empresas) siguen apegados a viejas ideas que limitan las posibilidades del mundo digital para la extensión de los valores, ideas y cultura que proclaman quienes se consideran "vehículo para propiciar la extensión de las culturas hispánicas".
Una interpretación más flexible de los derechos de autor, cita, enlace y distribución seguramente haría a esta gran biblioteca hispánica más útil y más pública.
Mal embajador para Cervantes, empeñado de por vida en la persecución de su valía como autor, su libertad y el derribo de los molinos de su época. Algunos aún cargan con sus aspas contra quijotes.

P21 | Bibliotecas de dominio público

Saturday, April 22, 2006

Precio por lectura

¿Cuánto vale un libro? ¿El precio de tapa o se debe pagar cada vez que se lee?
Hasta ahora los libros se pagaban una sola vez y el lector podía leerlos cuantas veces quisiese. Incluso un libro podía tener varios lectores (familia, amigos) siempre que no hubiese comercialización ni copia. Y cada vez que un libro cambiaba de manos alguien volvía a leer o se creaba un nuevo lector. Y los lectores son voraces. Empiezas a leer y cada vez quieres más.
Pero el abandono es una losa pesada. Cuando alguien deja los libros volver a leer es cada vez más difícil y penoso, desaparece la atención y el tiempo necesarios.
Los autores, insisten ahora los catalanes, exigen que las bibliotecas paguen derechos de autor por el préstamo de libros.
Son como los creadores audiovisuales, que quieren cobrar a las televisiones por emitir sus obras y a los televidentes que las graban para volverlas a ver.
Supongo que dentro de poco intentarán perseguir el bookcrossing como persiguen el P2P para impedir que el mundo sea una biblioteca.
¿Pero dónde puede vivir un escritor mejor que en una biblioteca? Sin bibliotecas casi no existirían los autores, allí se han formado generaciones de ellos.
Los escritores esgrimen la nefasta legislación europea (en España nos hemos hecho los locos hasta el momento) mientras el Plan de Fomento de la Lectura apuesta por las bibliotecas y la ampliación de sus fondos cuando menos del 30% de los españoles las usa.
Son viveros de lectores. Empiezas en la biblioteca, te empapas de historias y sueños mientras miras a la chica/o de al lado y acabas comprando libros de los que no te puedes desprender. Algunos hasta se atreven con un poema.
El 61% de los usuarios de bibliotecas utiliza el préstamo de libros. Si los editores y autores quieren cobrar derechos quizá haya llegado el momento de cambiar el sistema de las librerías y el negocio del libro: que los libros sean entregados en depósito a las librerías por editores y autores, y se pague sólo por cada lectura o préstamo.
Pago por lectura. El precio de cada libro determinado sólo por las veces que se lea.
¿Es mejor sistema?
La edición electrónica y los nuevos métodos de comercialización tienden hacia el pago por lectura, primo del pago por visión y el nuevo mercado de la música digital.
Dentro de poco veremos libros con DRM que se autodestruirán una vez sean leídos. Las letras irán desapareciendo conforme la vista las recorre. Leeremos libros para ver caer las letras y las ideas impresas. Libros de una sola lectura, sin historia, sin tesoro, sin aquella flor seca entre páginas ni los subrayados del lector estudioso.
Cada vez los lectores compran más libros y menos provienen de las bibliotecas, sólo un 3,5% en 2005, según los estudios de hábitos de lectura.
Los libros son algo más que un objeto de consumo, de usar y tirar. Son cultura. De todos, no sólo de sus autores. ¿Por qué no deberían pagar los autores al resto de la sociedad por el idioma que emplean?
Si los libros son sólo negocio entonces el pago por lectura es justo, pero viviremos bajo el peligro de perecer en el reino de los best sellers. ¿A quién le interesará escribir y editar libros para pocos lectores? Dan Brown también es el rey de las bibliotecas españolas junto a Ken Follet.
El negocio de libro pasa más por la calidad que por la saturación. La edición electrónica sumará nuevas fórmulas de comercialización como ya ocurre con la música.
Los libros son para leer. Una y cuantas veces se quiera. ¡Pobres de los libros de una sola lectura! El problema de los autores no es cobrar por cada préstamo en la biblioteca sino empezar a pensar en otra literacidad, otro texto y otras formas de financiar la creación.

P21 | Los abusos de los autores

Friday, November 04, 2005

Editores y autores se cuelan por sus propios agujeros

Google Print ha comenzado a funcionar pese a las protestas de autores y editores por sus derechos. Google y Amazon replican con la idea de vender trozos en lugar de obras en una gran sinécdoque como la de iTunes, que volvió a poner de moda las canciones frente a los long plays. A mí, personalmente, me da un poco de miedo colarme entre los agujeros de tanto fragmento.
No entiendo tanta queja cuando la Biblioteca Virtual Cervantes lleva tiempo funcionando con éxito y no oigo que a nadie perjudique.
Lo mismo la Biblioteca Digital Vasca, nacida el año 2004. Microsoft ya está digitalizando la Biblioteca Británica después de que la BBC amplíe cada vez más sus archivos en internet.

Más en Vida Digital | Ratoncitos ciegos en un mundo de agujeros
Otras referencias imprescinbibles para entender qué está pasando:
NYTimes | Search and Rescue
NYTimes | Want 'War and Peace' Online? How About 20 Pages at a Time?
Brétemas | Barandiarán y Millán
P21 | BookExpo América analiza el desafío digital
Proyecto Gutenberg | Catálogo on line
iBiblio | Biblioteca libre digital

Monday, October 24, 2005

Los abusos de los autores

Los autores quieren cobrar derechos por la lectura de sus libros en las bibliotecas. Curiosa idea. Entonces que en vez de libros publiquen en un sistema de pago por lectura, como los ya ampliamente desarrollados en internet.
¿Se pagan los libros por cuántos lectores los leen? Pondrán un chip chivato si pasas de ¿cuántas lecturas? Si leo un libro varias veces porque me gusta e interesa, ¿tendré que pagar más por él?
Condenados a no releer para no pagar otra vez. Para algunos es mejor un libro muerto en las estanterías que vivo en la mente de sus lectores, que se animarán quizás a comprarlo, a buscar otro título del autor o a citarlo para que siga siendo un autor respetado y autorizado.
Estos genios de la codicia de los derechos intelectuales pretenden cargarse las bibliotecas y la cita, cuna de la civilización y del progreso intelectual de la humanidad. Quizá les quieran pasar la factura atrasada a los monjes.
Los herederos de Aristóteles se van a forrar.
Si los universitarios españoles no compran libros académicos quizá habría que preguntarse si esos títulos sirven a quienes van dirigidos o si la educación actual se apoya realmente en ellos.
Todos conocemos muchos libros malísimos sólo escritos para engodar el currículo o justificar y optar a una plaza de profesor, catedrático, etc. Y todos hemos sufrido a los profesores desvergonzados que imponen en la bibliografía sus propios libros.
Los grandes y buenos libros siempre acaban bien reconocidos y bien vendidos, aunque cueste verlos entre la saturación de mamotretos.
El libro está pagado cuando se compra para la biblioteca. Los mismos editores y libreros españoles argumentan que una de las causas de su crisis es la escasa inversión pública en dotación bibliotecaria. Y no les falta razón.
Pero todo tiene un límite. Quienes defienden la cultura, y especialmente quienes escriben libros de consulta y técnicos, los más consultados en las bibliotecas, deberían recordar cómo han escrito sus libros y cuántas obras consultaron para llegar a la suya.
Basta ya de esta locura codiciosa, sepulta las reclamaciones justas en un montón de ignominia.