¡Qué sería de nosotros sin el móvil! Perder el móvil es perder media vida para los nómadas digitales, acostumbrados a comunicarse, informarse, ver vídeos, jugar o escuchar música en su teléfono inteligente. Nuestros contactos ya están en el móvil y en nuestro ordenador a la vez, como nuestros amigos en las redes sociales, ahora sólo falta que los contenidos que consumimos estén en todas partes. El sueño del nómada digital: llevar su vida, sus intereses y sus placeres en el bolsillo.
Dos de cada tres usuarios digitales están dispuestos a abandonar los soportes físicos de la música, las fotos, los vídeos o la prensa para consumirlos sólo en digital. La ventaja: acceso permanente y desde cualquier lugar.
Ya ocurre con las noticias o algunos programas de televisión, pero los medios todavía se aferran a sus soportes, cada vez más abandonados por quienes pueden tener todo al alcance de la mano en un móvil o una tableta.
Móviles, tabletas y videoconsolas son los aparatos deseados. Los datos de la industria indican que sus ventas crecen mientras bajan las de televisiones, ordenadores y teléfonos sin internet. Comunicarse, jugar, ver, escuchar y leer en un solo aparato, personal e íntimo. Esa es la fascinación del nómada móvil.
La industria empieza a reaccionar. Amazon anuncia que cada CD que se compre en la gran tienda digital tendrá una copia accesible en la nube. El cine confía en sistemas como Ultraviolet para ofrecer acceso en streaming a las películas que se compren en DVD. Google o Apple ya ofrecen música, películas y vídeos para cualquier pantalla, pero la unión de ejemplar físico y digital está aún en la infancia. Libros y música todavía diferencian unas copias de otras. Si aún valoras el tacto de un libro no puedes tenerlo a un toque de dedos en tu móvil.
El nómada digital prefiere prescindir de los soportes físicos. No deberíamos estar obligados a tal decisión. La copia digital es tan barata que debería acompañar siempre el libro, el disco o la revista. Mantendríamos la sensualidad y atractivo de lo físico con la comodidad digital.
Columna en los diarios de Vocento
Periodismo, medios e ideas | Journalism, media and ideas | Una mirada a los medios, los periodistas y las ideas de la sociedad de la información | A glimpse at the media, journalists and ideas in the information society
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Monday, January 14, 2013
Monday, January 07, 2013
Éxitos de casa
Las series y el cine español triunfan. Las series, mucho; el cine, menos. El audiovisual patrio parece acabar con la maldición del repudio del público. Los programas creados y producidos aquí se benefician de una mayor inversión por las televisiones, mejor posición en la parrilla y el favor de los telespectadores. Llega el momento de reconstruir una industria audiovisual que ha sufrido y todavía sufre muchos complejos y ataduras.
La ficción española lidera las audiencias con el éxito de Águila Roja tirando de Isabel, Cuéntame o Amar en tiempos revueltos. La historia triunfa. Una tendencia patente desde hace años en las librerías, donde proliferan las novelas de recreación histórica y las sagas a veces interminables.
La televisión ha convertido a las series en el producto estrella. Las cadenas ya no necesitan esperar a Los Soprano o El Ala Oeste de la Casa Blanca para unir calidad y audiencia. El audiovisual español trabaja duro y las cosas empiezan a marchar. Tampoco es ajeno al triunfo nacional que las mejores series norteamericanas ya han sido vistas por muchos, especialmente el público joven y el más interesado, gracias a las descargas. El televidente no espera ya a las famosas ventanas que nos castigan a ver con retraso los éxitos de otros países.
El triunfo de las series y el crecimiento del cine español: un 17,9% de cuota de pantalla en 2012, la más alta en 27 años a pesar de su modestia, muestra el poder de la unión entre televisión y productores. Tanto las series como las películas se benefician de la producción y la promoción de las grandes cadenas. Lo imposible, Tadeo Jones o Tengo ganas de ti son películas de Mediaset, Antena 3 y Telefónica.
El sector y el gobierno están en marcha para reformar la financiación del cine. Imposible sin pensar el sector audiovisual en su integridad: con el disfrute de los contenidos y su sinergia de promoción y negocio en diferentes pantallas. Como los creadores y productores, la industria debe tomar nota: dar a la gente lo que quiere y cuando quiere es la mejor receta para el éxito.
Columna en los diarios de Vocento
La ficción española lidera las audiencias con el éxito de Águila Roja tirando de Isabel, Cuéntame o Amar en tiempos revueltos. La historia triunfa. Una tendencia patente desde hace años en las librerías, donde proliferan las novelas de recreación histórica y las sagas a veces interminables.
La televisión ha convertido a las series en el producto estrella. Las cadenas ya no necesitan esperar a Los Soprano o El Ala Oeste de la Casa Blanca para unir calidad y audiencia. El audiovisual español trabaja duro y las cosas empiezan a marchar. Tampoco es ajeno al triunfo nacional que las mejores series norteamericanas ya han sido vistas por muchos, especialmente el público joven y el más interesado, gracias a las descargas. El televidente no espera ya a las famosas ventanas que nos castigan a ver con retraso los éxitos de otros países.
El triunfo de las series y el crecimiento del cine español: un 17,9% de cuota de pantalla en 2012, la más alta en 27 años a pesar de su modestia, muestra el poder de la unión entre televisión y productores. Tanto las series como las películas se benefician de la producción y la promoción de las grandes cadenas. Lo imposible, Tadeo Jones o Tengo ganas de ti son películas de Mediaset, Antena 3 y Telefónica.
El sector y el gobierno están en marcha para reformar la financiación del cine. Imposible sin pensar el sector audiovisual en su integridad: con el disfrute de los contenidos y su sinergia de promoción y negocio en diferentes pantallas. Como los creadores y productores, la industria debe tomar nota: dar a la gente lo que quiere y cuando quiere es la mejor receta para el éxito.
Columna en los diarios de Vocento
Thursday, December 20, 2012
Éxito del estreno multipantalla de Carmina o Revienta
Casi 280.000 espectadores y más de 76.500 en vídeo bajo demanda y descargas en internet con una recaudación de 664.000 euros frente a los 100.000 que se invirtieron en promoción en una película de muy bajo coste. Son los datos de Carmina o Revienta, la película de Paco León que ha marcado un hito en el cine español con su estreno multipantalla simultáneo.
Un muy buen resultado a favor del cambio de las ventanas de exhibición y de la distribución del cine: la comisión ministerial para la financiación del cine debe tomar buena nota y modernizar un mercado atado a monopolios y con abuso de los derechos exclusivos.
El director Paco León y Juan Carlos Tous, de Filmin, apostaron por aprovechar el estreno para distribuir simultáneamente en cine e internet (vídeo bajo demanda y descargas de pago), plataformas de televisión de pago (IPTV y pago por visión), DVD y una promoción con el diario El País.
El resultado es más que satisfactorio para una película que con una distribución normal hubiera durado muy poco en las salas y que hubiera perdido gran parte del marketing y la promoción de su estreno.
La estrategia de promoción viral en internet, de simultaneidad en los canales de distribución y la disponibilidad en cualquier dispositivo se demuestra esencial para las películas de bajo presupuesto y sin una enorme campaña de marketing y publicidad como la acostumbrada por las grandes productoras y distribuidoras.
El director y el responsable de Filmin se preguntan si la cinta hubiera logrado los mismos resultados con una distribución tradicional. La respuesta más probable es que no por el encarecimiento de la distribución y promoción, además de la amenaza de desaparecer demasiado rápido de las salas. Una maldición que los cineastas conocen bien.
La experiencia de Carmina o Revienta vuelve a reivindicar la eficacia del estreno simultáneo cuando los espectadores quieren la mayor disponibilidad y el acceso a través de cualquier plataforma y dispositivo: desde las salas de cine a las televisiones conectadas o las tabletas.
Junto a la estrategia de precio flexible en función de diferentes márgenes y costes de distribución (5,95 en DVD, 1,95 en streaming), configura una gran alternativa para el cine y la televisión, con el añadido de reducir la piratería y las descargas no comerciales por la facilidad de acceso y los precios asequibles.
El problema del cine y los contenidos audiovisuales es de distribución, no de demanda. La gente consume más vídeo, cine y televisión que nunca, pero no ya no espera. Cambian los hábitos, los canales de acceso y lo que se está dispuesto a pagar.
Frente a esta estrategia de simultaneidad de lanzamiento y disponibilidad en todos los canales, el cine y las series de televisión están constreñidas por unas ventanas de distribución pensadas para maximizar la rentabilidad en un escenario de escasez que ya no existe. En el mercado tradicional se mantiene el oligopolio de los distribuidores -cine o televisión- y los derechos exclusivos que acaban perjudicando a los creadores y sus obras.
Juan Carlos Tous, como otros, es un firme defensor de la distribución por ventanas dinámicas y la comercialización de cine y televisión en mercados secundarios para evitar la desaparición de los contenidos: cuando acaba la exhibición en un canal comienza en otro y se puede comercializar al tiempo en varios con diferentes precios, calidades y experiencia de usuario.
Acceso a los contenidos dónde, cuándo y cómo quiero. El espectador manda. Si la industria y los autores no escuchan perderán audiencia, negocio y la capacidad de crear más canales y fórmulas de distribución de las obras que benefician a todos excepto a los grandes comercializadores y dueños de derechos.
La Filmoteca Española y el No-Do en RTVE.es
Así es la web de la Filmoteca Española en RTVE.es
Una parte de los archivos de Filmoteca Española y el No-Do (Noticiarios y Documentales Cinematográficos), el noticiero cinematográfico que sufrimos bajo el franquismo y hasta 1981 ya se pueden ver en RTVE.es.
En cierto sentido una vuelta al pasado porque los archivos del No-Do estuvieron bajo custodia de RTVE para su utilización por las televisiones hasta que se traspasaron a la Filmoteca.
Por ahora son sólo un puñado de películas entre las que destaca Un perro andaluz de Luis Buñuel y 4.011 noticiarios con 700 horas de imágenes del Archivo Histórico de No-Do. Las tarifas para la utilización de las imágenes se rigen por una resolución de 2006.
Un ejemplo de digitalización de archivo, acceso multimedia y servicio público audiovisual, aunque aún escaso en cuanto al fondo cinematográfico.
Ojalá iniciativas como esta no se pierdan en el desmantelamiento de la radiotelevisión pública impulsado por el PP.
Una parte de los archivos de Filmoteca Española y el No-Do (Noticiarios y Documentales Cinematográficos), el noticiero cinematográfico que sufrimos bajo el franquismo y hasta 1981 ya se pueden ver en RTVE.es.
En cierto sentido una vuelta al pasado porque los archivos del No-Do estuvieron bajo custodia de RTVE para su utilización por las televisiones hasta que se traspasaron a la Filmoteca.
Por ahora son sólo un puñado de películas entre las que destaca Un perro andaluz de Luis Buñuel y 4.011 noticiarios con 700 horas de imágenes del Archivo Histórico de No-Do. Las tarifas para la utilización de las imágenes se rigen por una resolución de 2006.
Un ejemplo de digitalización de archivo, acceso multimedia y servicio público audiovisual, aunque aún escaso en cuanto al fondo cinematográfico.
Ojalá iniciativas como esta no se pierdan en el desmantelamiento de la radiotelevisión pública impulsado por el PP.
Monday, December 10, 2012
Más pantallas para el cine
Una foto con mucha gente. Es el resumen de la primera reunión de una comisión entre el gobierno y la industria para diseñar el futuro de la financiación del cine español. Entre tantos aún faltaban los que todos menos los consumidores siempre relegan: el vídeo en internet. Tan presente con las descargas en las pantallas y aún incipiente en una oferta legal sometida a los intereses de una industria poco dispuesta a cambiar.
En la comisión mandan las televisiones y las grandes distribuidoras. Las teles quieren librarse de la obligación de financiar el cine con el 5% de sus ingresos. Las segundas mantener ventanas de exhibición –el lapso entre las diferentes formas de ver cine: salas, televisión de pago, DVD, vídeo bajo demanda, etc.- que castigan a los cineastas con falta de salas y desaparición de sus películas de las pantallas durante muchos meses. Además empujan a los aficionados a las descargas por la imposibilidad de ver las películas o las series que más gustan cuando se oye hablar de ellas.
El cine y la televisión quieren secar la vaca. El peligro es acostumbrar a los espectadores a otras alternativas de consumo inmediato, multipantalla y gratificación instantánea. Nadie quiere esperar para consumir ni para compartir. Es el mandamiento de una economía digital resistida por los que han sido dueños durante casi un siglo.
No es nuevo. El cine nació como un monopolio que se mudó a Hollywood para romper el cártel original hasta que convertirse en otro oligopolio. La televisión ha vivido de la exclusividad de las licencias hasta que internet ha borrado fronteras legales y entre pantallas.
Unos reclaman ventanas dinámicas para exhibir series y películas bajo demanda (VoD) cuando no están en otras pantallas: fin de la exclusividad de exhibición y aprovechar todo el catálogo que no se puede ver. Los productores, no depender de las televisiones ni del Estados y financiar el cine con un impuesto sobre la taquilla. La mejor solución es más oferta cuando la gente quiere verla, pero la resistencia de los lobbies es enorme.
Columna en los diarios de Vocento
Tuesday, November 13, 2012
Canal+ Yomvi y Cinesa: televisión y cine unidos en internet
Canal Plus Yomvi, la oferta por internet de la cadena de pago, se une a la exhibidora de cine Cinesa para unir una oferta de televisión y cine por internet. Yomvi en Cinesa ofrece dos alternativas: una tarifa plana de 7,95 euros (9,62 con IVA) por estrenos de cine, series de televisión y documentales además del canal Canal+2. Para los aficionados al fútbol suma a esa oferta de cine y televisión un paquete con Canal+ Liga y la Champions League por 14,94 euros (18 euros al mes con IVA).
La oferta de Canal+ y Cinesa une por primera vez el vídeo bajo demanda (VoD) y la televisión por internet para batir al resto de ofertas digitales (OTT) que se concentran en canales de televisión por internet o en vídeo bajo demanda.
La asociación de las dos compañías es un ejemplo de cómo desempaquetar la tradicional oferta de la televisión de pago -una suma de canales más un servicio de taquilla (pay per view)- y personalizarla por perfiles de público con la oferta de cine disponible para internet en vídeo bajo demanda.
Canal+ y Cinesa intentan algo así como la suma de Netflix, el mayor servicio de vídeo bajo demanda del mundo, con TV Everywhere, la migración de la oferta de pago de la televisión a las nuevas pantallas.
Cinesa entra con este acuerdo en la exhibición en internet con parte de su catálogo para cine y Prisa aumenta los paquetes de oferta de Canal+.
La oferta mejora los precios de Canal+ Yomvi y entra de lleno en la guerra de precios de la OTT.
El vídeo y la televisión por internet crecen a pesar de su todavía pequeña cuota de mercado. Como se demuestra en otros mercados, la oferta legal de calidad a precios asequibles es atractiva para los usuarios y aumenta el mercado y el negocio.
Pero también acelera la migración del modelo de televisión tradicional, resistido por los grandes de la televisión porque implica una disrupción de su negocio tradicional, a pesar de que por ahora el bajo consumo de televisión en internet y vídeo bajo demanda permite a las empresas regular y acomodar la oferta.
El retraso en España del crecimiento de la oferta digital, resistida tanto por la industria de la televisión y el cine, como por las barreras de los distribuidores y las sociedades de gestión de los derechos de autor, impide el crecimiento de una oferta independiente y favorece la migración de las cadenas de televisión a las nuevas pantallas digitales.
Esa es la línea de desarrollo en la que se ha embarcado con ímpetu Canal+ con sus productos de la convergencia entre pantallas. La empresa sabe que la televisión de pago crece cuando se aumenta la oferta tanto de posibilidades de contenido bajo demanda como de dispositivos de acceso.
Ahora se une uno de los grandes exhibidores de cine en salas. El mercado audiovisual comienza a cambiar en serio después de la experiencia de estreno simultáneo de la película Carmina o revienta y el continuo crecimiento del vídeo bajo demanda y del visionado de programas de televisión y canales convencionales en las nuevas pantallas.
Thursday, November 01, 2012
Disney y Lucasfilm: el poder de las marcas en la economía de la atención
En la economía de la atención nada tan valioso como las grandes marcas: el verdadero poder de la fuerza. Todavía más si se convierten en franquicias cuyo negocio se extiende con la explotación del contenido y su propiedad intelectual en todos los medios, soportes y oportunidades de comercialización: de los parques de atracciones a los videojuegos y el merchandising.
Convergencia y concentración vertical para explotar los contenidos, su imagen y marcas como franquicias en un ecosistema donde cada marca se publicita y retroalimenta con cada uno de los elementos y negocios de su franquicia. Cada dólar de inversión en la marca, su contenido, imagen y productos alimenta toda la cadena del negocio maximizando el retorno. El poder de los ecosistemas.
El gran negocio del branded content: el contenido y la imagen de marca es la mejor promoción de la propia franquicia, sin tener que depender de la publicidad que rompe la atención del espectador, sino alimentándola con más contenido de la propia franquicia.
Y el negocio perfecto de la economía de la atención: el atractivo de los contenidos y la inexorable ley de la redundancia que alimenta su consumo porque los consumidores se identifican sobre todo con las marcas. Las redes y el ecosistema digital, con su mercado de abundancia y la capacidad de que los propios clientes sean los promotores de cada marca, multiplican el valor del negocio de las franquicias.
Para el cine y la televisión tienen además otro gran valor: nada permite predecir mejor el éxito futuro que los éxitos pasados. Por eso crecen las secuelas y precuelas, hasta el punto de que en 2011 coparon con las adaptaciones de éxitos de otros medios (libros, videojuegos) 14 de las 15 películas más vistas en Estados Unidos. Todas ellas propiedad de los grandes estudios que pelean en el negocio de las franquicias.
Disney se ha convertido en un gran gestor de marcas (brand manager) de la economía de la atención. Por eso encabeza la lista de beneficios de los medios. La compañía dirigida por Robert A. Iger combina un enorme portfolio de contenidos con alto valor de propiedad intelectual: Disney, Pixar, Marvel y ahora La Guerra de las Galaxias con la compra de Lucasfilm, con un ecosistema multimedia y multiproducto para explotar cada franquicia a lo largo de toda la cadena de valor.
Iger lo deja claro en el anuncio de la compra de Star Wars: "This transaction combines a world-class portfolio of content including Star Wars, one of the greatest family entertainment franchises of all time, with Disney's unique and unparalleled creativity across multiple platforms, businesses, and markets to generate sustained growth and drive significant long-term value."
En esta ocasión, como en la adquisición de Pixar, la empresa de animación fundada por Steve Jobs y John Lasseter, Disney compra además tecnología e innovación para aplicar en todas sus marcas y seguir aumentando su valor.
Ese crecimiento del negocio en toda la cadena de comercialización es lo que valoran los analistas. Anthony DiClemente, de Barclays, explica: “Disney is perhaps the best media company at monetizing its IP and rolling it through the Disney ecosystem. In addition to the box office, Star Wars IP lens itself to the theme parks (where Disney already has Star Wars attractions), to cable TV (particularly Disney XD) and to consumer products, which we think could be the biggest driver of value.”
Disney funciona como una plataforma, su otra ventaja respecto a otros grandes estudios y majors. La fortaleza está en el ecosistema de negocio que cada medio crea, con su crecimiento, defensa y ciclo orgánico de la rentabilidad. Disney deja la creatividad en manos de cada una de sus unidades, con independencia para no agotar antes de lo previsto su valor. Separa la explotación comercial, la distribución y el marketing de los contenidos y la producción.
La tercera gran riqueza de Disney es el poder del mercado adolescente al que dirige la mayor parte de sus marcas, contenidos, marketing y merchandising. Un mercado que crece cuando los consumidores más fieles, los fans de las marcas, se comportan como consumidores adolescentes mucho más tiempo que el resto de los clientes.
La Guerra de las Galaxias, con 35 años en el mercado y más de 4.400 millones de dólares recaudados sólo en las taquillas, es otro gran activo del negocio de las marcas y la atención de Disney.
Tuesday, July 10, 2012
Carmina o revienta: éxito del cine multipantalla
La película de Paco León Carmina o revienta alcanza 62.000 espectadores en el primer fin de semana de su estreno multipantalla y multiplataforma.
La película ha conseguido la sexta mejor media de espectadores por copia en las salas de cine, con 4.545 espectadores en 20 salas. En internet y las plataformas de VoD en televisión conectada y tabletas se han alquilado 17.650 visionados, cuyos espectadores el Ministerio de Cultura cuenta por dos por stream.
En DVD ya se han vendido 11.000 de las 15.000 copias lanzadas.
Filmin, una de las webs pioneras en cine en internet, ha sido la mayor exhibidora, con 8.000 alquileres, el doble que la segunda y el 40% de los visionados.
La película de Paco León ha sido la más vista hasta ahora en Filmin o en Canal+ Yomvi, la plataforma multipantalla de la televisión de pago. En la taquilla de pago por visión de Canal+ ha sido la segunda más comprada.
Las cifras de Carmina o revienta muestran la avidez del público español por los estrenos simultáneos y el cine multiplataforma. El parque de televisores conectados ha crecido con fuerza, tanto por conexión directa como a través de videoconsolas (rondará los dos millones de televisores a final de año) y los internautas frecuentes ya usan la videoconsola (20,8%) y las tabletas (14,3%) como dispositivos de conexión que facilitan el consumo de contenido audiovisual.
Las salas y los distribuidores tradicionales son los perdedores del experimento de Paco León, aunque menos de lo esperado dado el buen resultado de las salas. Un nuevo mercado nace tanto para los distribuidores independientes (Filmin y otros) como para la televisión de pago multiplataforma (Canal+ Yomvi).
La industria del cine está ante un doble reto: cambiar su modelo de negocio y evitar que las grandes plataformas de la distribución como iTunes, Google Play o Amazon reemplacen a las grandes majors norteamericanas como gigantes de la nueva industria audiovisual.
Frente a las quejas, innovación. Si de verdad se quiere fortalecer la industria del cine español y europeo es hora de trabajar y apoyar los nuevos modelos de negocio antes de que las grandes multinacionales norteamericanas dominen un mercado incipiente, pero donde hay una gran oportunidad para desarrollar modelos de negocio más beneficiosos para la producción y la distribución independiente, española y europea.
La resistencia al cambio de modelo de negocio sólo facilitará el dominio de los grandes.
Junto a la innovación en la distribución y la exhibición, la otra lección de Carmina o revienta es la necesidad de cambiar el pricing de las obras audovisuales para adoptar un precio flexible en función de plataformas que facilite el consumo, empuje el pago por contenidos y desactive el atractivo de la piratería.
La película de León se ha comercializado para ver online a 1,95 euros, en DVD a 5,95 euros y al precio habitual de los cines. La elección de precios en función del formato y el lugar de visionado del consumidor es otro de los elementos claves del mercado digital.
Monday, July 09, 2012
Cine multipantalla
Cuando vivimos
rodeados de pantallas parece una contradicción tener que ir al cine para
disfrutar de una película de estreno. El actor y director Paco León ha querido
romper esa obligación y ha estrenado su primera película, Carmina o revienta, simultáneamente en cines (pocos porque al parecer le han
declarado un boicot), internet y DVD. El cine se mueve a las pantallas de la
gente y no espera que los espectadores vayan a las salas.
Parece de
perogrullo, pero al cine le cuesta dar este paso. Distribuidores y salas de
cine defienden el negocio del que viven, con sus ventanas de exhibición y sus
tiempos entre cada pantalla. Pero el público no espera. El hiperconsumo de
contenidos es impulsivo, inmediato y en cualquier pantalla. Si la película no
está en la pantalla legal, muchos la verán pirateada.
Con televisión plana
y de alta definición, con tanto iPad ir al cine ya no es obligatorio. Ir al
cine es salir, disfrutar de la mayor pantalla y el mejor sonido siempre que el
crujir de las palomitas o la escuadra impenitente de las butacas no te agote.
Ir al cine es vivirlo con otros, porque se disfruta más cuando se va
acompañado. Pero desde tu casa, en tu pantalla preferida, muchas veces la
calidad compensa y la socialización está en las redes sociales, tuiteando
impunemente sin molestar con la luz del móvil.
Las películas se ven
sobre todo cuando se estrenan. Entonces los focos alumbran al director, al
reparto, la historia. La cobertura en medios y televisiones –productoras y
distribuidoras- es intensa. ¿Por qué perder esa potencia promocional si al
público no le interesa ir al cine ese fin de semana que la película está en
todas partes? Un clic y listo. A disfrutarla. Y a diferentes precios, más
barata en internet y más cara en DVD o en las salas.
Es una revolución
para el cine. Pero el paso que una gran parte del público lleva esperando mucho
tiempo. La película de León llegó al primer puesto de Filmin, iTunes, Google Play, etc.
enseguida. Por la expectación, claro, y por los pocos estrenos disponibles.
El cine ya no vive sólo en las salas.
El cine ya no vive sólo en las salas.
Columna en los diarios de Vocento
Thursday, April 05, 2012
Carta de ajuste
Recortes. Es el mensaje tras el código QR con el que se han presentado los Presupuestos del gran ajuste. Un mal augurio para un sector audiovisual sin señales de nuevo modelo.
En pantalla solo una dura carta de ajuste. Rajoy y su gobierno no sintonizan la televisión y el cine futuros. Dos años después del apagón analógico, la TDT vive una crisis anunciada y la vuelta al duopolio de las grandes cadenas privadas: Telecinco y Antena 3.
La TDT apaga los nuevos canales y las viejas privadas mantienen el poder pese a la caída de la publicidad. La televisión pública está en derribo, el audiovisual hace cábalas sobre el futuro de la producción sin apuesta decidida por los nuevos negocios digitales y el cine agota un modelo de subvenciones ineficiente sin alternativa a la vista. Un paisaje devastado que puede dejar solo despojos y pérdidas tras lo invertido tantos años.
RTVE se hunde. Sigue sin presidente tras la dimisión de Oliart en julio de 2011 y sus ejecutivos comienzan a huir antes de ser cesados. Un Consejo de Administración sin confianza ni revovación es incapaz de tomar decisiones para planificar el recorte de más de 200 millones de euros de presupuesto.
El Gobierno no avanza más plan para la televisión estatal que la inanición y los partidos, enrocados en ideología, fobias y reparto de regalías ni dibujan alternativas ni renuevan el mando de la Corporación. De nuevo falta independencia y un modelo de servicio público. La audiencia de La 1 se desploma por debajo del 13%, la más baja de su historia, y solo el fútbol y los informativos resisten cuando las reposiciones y los viejos programas rellenan horas mientras se aparcan las nuevas producciones.
Los productores no atisban futuro. RTVE y las autonómicas han sido motores del crecimiento de una industria que pierde público y recursos. El recorte de un 35% en la financiación del cine -de 76 millones a 49- dejará butacas para películas extranjeras sin desarrollo de un negocio alternativo. Después del gran recorte debería haber un nuevo modelo para la convergencia. Por ahora, sin noticias.
Columna en los diarios de Vocento
En pantalla solo una dura carta de ajuste. Rajoy y su gobierno no sintonizan la televisión y el cine futuros. Dos años después del apagón analógico, la TDT vive una crisis anunciada y la vuelta al duopolio de las grandes cadenas privadas: Telecinco y Antena 3.
La TDT apaga los nuevos canales y las viejas privadas mantienen el poder pese a la caída de la publicidad. La televisión pública está en derribo, el audiovisual hace cábalas sobre el futuro de la producción sin apuesta decidida por los nuevos negocios digitales y el cine agota un modelo de subvenciones ineficiente sin alternativa a la vista. Un paisaje devastado que puede dejar solo despojos y pérdidas tras lo invertido tantos años.
RTVE se hunde. Sigue sin presidente tras la dimisión de Oliart en julio de 2011 y sus ejecutivos comienzan a huir antes de ser cesados. Un Consejo de Administración sin confianza ni revovación es incapaz de tomar decisiones para planificar el recorte de más de 200 millones de euros de presupuesto.
El Gobierno no avanza más plan para la televisión estatal que la inanición y los partidos, enrocados en ideología, fobias y reparto de regalías ni dibujan alternativas ni renuevan el mando de la Corporación. De nuevo falta independencia y un modelo de servicio público. La audiencia de La 1 se desploma por debajo del 13%, la más baja de su historia, y solo el fútbol y los informativos resisten cuando las reposiciones y los viejos programas rellenan horas mientras se aparcan las nuevas producciones.
Los productores no atisban futuro. RTVE y las autonómicas han sido motores del crecimiento de una industria que pierde público y recursos. El recorte de un 35% en la financiación del cine -de 76 millones a 49- dejará butacas para películas extranjeras sin desarrollo de un negocio alternativo. Después del gran recorte debería haber un nuevo modelo para la convergencia. Por ahora, sin noticias.
Columna en los diarios de Vocento
Saturday, February 25, 2012
Cine en internet, pero más barato
Internet puede no ser todavía negocio para el cine, como dijo el presidente de los cineastas, Enrique González Macho, en la entrega de los Goya, pero ya es una de las butacas preferidas por los espectadores. Televisiones como Telecinco o Canal+ se apresuran tras ellos y ponen las películas de los Goya en la red mientras el cine y los gobiernos van demasiado lentos para el mercado del tiempo real. Como en todas las carreras, los más rápidos tienen ventaja.
Columna completa en Estrella Digital
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Monday, February 20, 2012
Cine vs. internet, el peor guión de los Goya
“Todos somos internautas”, declaró en los Premios Goya Enrique González Macho, presidente de la Academia del Cine, pero en el cine hay muy pocos empresarios y profesionales de internet y los medios digitales. Cuando el presidente de los cineastas afirma que "internet no forma parte todavía de la actividad económica del cine" debería preguntarse a qué están esperando. El público es impaciente y no aguarda.
Datos, estudios y la experiencia cotidiana lo dejan claro: la gente no quiere esperar. Si una película no está accesible en cualquier pantalla, la alternativa son las descargas. El vídeo bajo demanda crece y consume catálogo y estrenos, pero la industria es reacia a cambiar su modelo de ventanas y escasez artificial frente a la economía de la demanda y la distribución social.
Columna completa en Estrella Digital
Datos, estudios y la experiencia cotidiana lo dejan claro: la gente no quiere esperar. Si una película no está accesible en cualquier pantalla, la alternativa son las descargas. El vídeo bajo demanda crece y consume catálogo y estrenos, pero la industria es reacia a cambiar su modelo de ventanas y escasez artificial frente a la economía de la demanda y la distribución social.
Columna completa en Estrella Digital
Friday, May 20, 2011
Tabletas y móviles son para la televisión
El 70% de los usuarios de tabletas -iPad, fundamentalmente- y el 68 por ciento de los de smartphones usan estos dispositivos mientras ven televisión, según un estudio de Nielsen en EE. UU. Es otro dato más que muestra la migración de la televisión a los dispositivos móviles.
En España ese consumo se ha disparado desde el segundo trimestre de 2010. Así se ha llegado a un consumo de 36,4 minutos por usuario en marzo, con una audiencia de 19,2 millones de vídeo en internet (OTT).
El impulso fundamental ha llegado de las tabletas y la explosión de smartphones gracias a las ofertas de las operadoras de telecomunicaciones, como muestran los datos de streaming de las televisiones.
Y falta la popularización de la televisión conectada, que crece tanto a través de las propias pantallas como de las videoconsolas.
El nuevo escenario de consumo personal y en movilidad cambia radicalmente el mercado de los contenidos digitales y empuja una revisión de la distribución y de las ventanas de exhibición que por ahora sólo parece que empuje Fapae, los productores audiovisuales, y las empresas de videoclub online y OTT.
Otro estudio de Nielsen sobre la disposición al pago y las suscripciones por los usuarios vuelve a dar pistas sobre el precio de los contenidos y la viabilidad de los modelos de suscripción para televisión, cine, libros o información.
Los usuarios parecen dispuestos a pagar por música, revistas o cine siempre que no se sobrepase la barrera de los 9,99 dólares. El mercado potencial se duplica por debajo de cinco.
El problema fundamental vuelve a ser para el periodismo frente al entretenimiento. La disposición de los usuarios a pagar por las noticias baja a un 30% por debajo de 9,99, aunque un 24%, una cifra cercana al público de entretenimiento, aceptaría un precio de suscripción mensual inferior a cinco dólares.
Los medios informativos y los kioscos digitales requieren una fuerte redefinición de sus costes y del todo el negocio para responder a un mercado de tan bajo coste.
Dos tercios de los usuarios siguen resistiendose a pagar por la información.
En España ese consumo se ha disparado desde el segundo trimestre de 2010. Así se ha llegado a un consumo de 36,4 minutos por usuario en marzo, con una audiencia de 19,2 millones de vídeo en internet (OTT).
El impulso fundamental ha llegado de las tabletas y la explosión de smartphones gracias a las ofertas de las operadoras de telecomunicaciones, como muestran los datos de streaming de las televisiones.
Y falta la popularización de la televisión conectada, que crece tanto a través de las propias pantallas como de las videoconsolas.
El nuevo escenario de consumo personal y en movilidad cambia radicalmente el mercado de los contenidos digitales y empuja una revisión de la distribución y de las ventanas de exhibición que por ahora sólo parece que empuje Fapae, los productores audiovisuales, y las empresas de videoclub online y OTT.
Otro estudio de Nielsen sobre la disposición al pago y las suscripciones por los usuarios vuelve a dar pistas sobre el precio de los contenidos y la viabilidad de los modelos de suscripción para televisión, cine, libros o información.
Los usuarios parecen dispuestos a pagar por música, revistas o cine siempre que no se sobrepase la barrera de los 9,99 dólares. El mercado potencial se duplica por debajo de cinco.
El problema fundamental vuelve a ser para el periodismo frente al entretenimiento. La disposición de los usuarios a pagar por las noticias baja a un 30% por debajo de 9,99, aunque un 24%, una cifra cercana al público de entretenimiento, aceptaría un precio de suscripción mensual inferior a cinco dólares.
Los medios informativos y los kioscos digitales requieren una fuerte redefinición de sus costes y del todo el negocio para responder a un mercado de tan bajo coste.
Dos tercios de los usuarios siguen resistiendose a pagar por la información.
Wednesday, May 18, 2011
Telecinco abre un videoclub web
El futuro de la televisión está en internet y en la convergencia de pantallas. Telecinco sigue explorando la convergencia vertical de todos sus negocios y el vídeo bajo demanda (vod) con el estreno de Ágora, la película de Alejandro Amenábar, en televisión y en el videoclub de Telecinco Cinema, la productora de la cadena.
Esta noche se estrena Ágora en televisión y en la web de forma simultánea. Más tarde se podrá ver en el videoclub de Telecinco Cinema por 1,42 euros pagados por SMS o con una llamada telefónica.
Telecinco desarrolla una forma de rentabilizar su catálogo en el vídeo bajo demanda a bajo precio, prácticamente la mitad del coste de estas películas en otros videoclubs online o en IPTV (televisión por internet).
Un desarrollo de negocio vertical y multiplataforma para explotar toda la cadena de valor del audiovisual: creación y producción, distribución y programación en cine y TV, y rentabilización del catálogo en una plataforma propia de vídeo bajo demanda.
Del cine y la televisión en abierto hasta la larga cola del catálogo.
Telecinco quiere mantener el control de la distribución, la vieja fortaleza de las cadenas anclada en el poder de las licencias. Ahora se trata de crecer a lo ancho (horizontalmente), con la absorción de Cuatro, y a lo alto (verticalmente) en todo el proceso y el mercado del audiovisual.
Llegar a todas las pantallas bajo la misma marca para no perder el liderazgo de hoy con más del 25% de la audiencia y el 44% de los ingresos publicitarios de toda la televisión.
Ni Netfflix, ni Hulu. El vídeo bajo demanda de Telecinco apuesta por la plataforma y la distribución propias frente a modelos como Netflix de alquiler de películas en streaming a través de una plataforma externa o Hulu, donde varias cadenas ofrecen sus series y programas como un agregador conjunto.
Las series y las películas de Telecinco están en su web cuando ya hay más de 19 millones de televidentes en internet y el consumo diario de vídeo en internet supera los 36 minutos.
Telecinco ha servido 25,6 millones de vídeos (streams) en marzo, según datos de comScore. Pelea con RTVE y su apuesta de vídeo a la carta y con Antena 3 por convertirse en la referencia en la internet TV. Un mercado y una audiencia que se ha disparado desde el segundo trimestre del año pasado, cuando la irrupción de los televisores conectados (directamente o a través de videoconsolas) y el consumo a través de móviles y tabletas como iPad han empujado una oferta que las televisiones han frenado hasta hace bien poco.
Pero la convergencia multiplataforma ya no es una opción. Es una necesidad de un consumo que no entiende de división entre pantallas, transparentes para los consumidores.
Esta noche se estrena Ágora en televisión y en la web de forma simultánea. Más tarde se podrá ver en el videoclub de Telecinco Cinema por 1,42 euros pagados por SMS o con una llamada telefónica.
Telecinco desarrolla una forma de rentabilizar su catálogo en el vídeo bajo demanda a bajo precio, prácticamente la mitad del coste de estas películas en otros videoclubs online o en IPTV (televisión por internet).
Un desarrollo de negocio vertical y multiplataforma para explotar toda la cadena de valor del audiovisual: creación y producción, distribución y programación en cine y TV, y rentabilización del catálogo en una plataforma propia de vídeo bajo demanda.
Del cine y la televisión en abierto hasta la larga cola del catálogo.
Telecinco quiere mantener el control de la distribución, la vieja fortaleza de las cadenas anclada en el poder de las licencias. Ahora se trata de crecer a lo ancho (horizontalmente), con la absorción de Cuatro, y a lo alto (verticalmente) en todo el proceso y el mercado del audiovisual.
Llegar a todas las pantallas bajo la misma marca para no perder el liderazgo de hoy con más del 25% de la audiencia y el 44% de los ingresos publicitarios de toda la televisión.
Ni Netfflix, ni Hulu. El vídeo bajo demanda de Telecinco apuesta por la plataforma y la distribución propias frente a modelos como Netflix de alquiler de películas en streaming a través de una plataforma externa o Hulu, donde varias cadenas ofrecen sus series y programas como un agregador conjunto.
Las series y las películas de Telecinco están en su web cuando ya hay más de 19 millones de televidentes en internet y el consumo diario de vídeo en internet supera los 36 minutos.
Telecinco ha servido 25,6 millones de vídeos (streams) en marzo, según datos de comScore. Pelea con RTVE y su apuesta de vídeo a la carta y con Antena 3 por convertirse en la referencia en la internet TV. Un mercado y una audiencia que se ha disparado desde el segundo trimestre del año pasado, cuando la irrupción de los televisores conectados (directamente o a través de videoconsolas) y el consumo a través de móviles y tabletas como iPad han empujado una oferta que las televisiones han frenado hasta hace bien poco.
Pero la convergencia multiplataforma ya no es una opción. Es una necesidad de un consumo que no entiende de división entre pantallas, transparentes para los consumidores.
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Wednesday, March 16, 2011
El cine español pierde 4,5 millones de espectadores
Las cifras de 2010 del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales certifican el mal año del cine español, pero mejor de lo que se había anunciado. Algo menos de trece millones de espectadores frente a 17,4 en 2009, una cuarta parte menos.
Las películas españolas recaudaron 80,2 millones de euros, un 12,73% de la taquilla total de 662,3 millones de euros.
El cine español pierde 24 millones de euros frente a los 104,3 de 2009, cuando la recaudación total fue de 671 millones de euros.
Ignasi Guardans, el relevado director del ICAA que intentó imponer un nuevo modelo para la cinematografía, puede mantener que 2009 fue el mejor año del cine español desde 2004, con un 15% de cuota en un año con películas como Ágora, Planet 51 0 Celda 211.
Avatar arrasó en la taquilla en 2010 con 50,4 millones de recaudación. La mitad consiguió Toy Story 3 (24,8 millones) seguida por la Alicia de Tim Burton con 22,8 millones.
La película española más taquillera fue Tres metros sobre el cielo, con 8,4 millones y 1,3 millones de espectadores, seguida de Los ojos de Julia, con 6,8 millones de taquilla y un millón de espectadores.
A las televisiones les sigue funcionando el cine, aunque menos que el año anterior. Antena 3 Films fue la productora con mayor recaudación, 29 millones.
El cine británico casi iguala en espectadores y cuota al español con películas como Origen (16,9 millones de recaudación), Harry Potter y las reliquias de la muerte ((13,1 mill.) o Furia de Titanes, con doce millones.
La gran esperanza del cine español este año es Torrente IV, que arrasó en su estreno.
Actualización: Gonzalo Martín analiza los últimos datos con perspectiva y la conclusión es que la marcha del cine español es una tendencia constante a la baja. Crece en producciones durante los últimos años empujado por las subvenciones, pero la taquilla se reduce con demasiado dependencia de unas pocas películas de éxito, como en 2009 o este año con Torrente.
Las películas españolas recaudaron 80,2 millones de euros, un 12,73% de la taquilla total de 662,3 millones de euros.
El cine español pierde 24 millones de euros frente a los 104,3 de 2009, cuando la recaudación total fue de 671 millones de euros.
Ignasi Guardans, el relevado director del ICAA que intentó imponer un nuevo modelo para la cinematografía, puede mantener que 2009 fue el mejor año del cine español desde 2004, con un 15% de cuota en un año con películas como Ágora, Planet 51 0 Celda 211.
Avatar arrasó en la taquilla en 2010 con 50,4 millones de recaudación. La mitad consiguió Toy Story 3 (24,8 millones) seguida por la Alicia de Tim Burton con 22,8 millones.
La película española más taquillera fue Tres metros sobre el cielo, con 8,4 millones y 1,3 millones de espectadores, seguida de Los ojos de Julia, con 6,8 millones de taquilla y un millón de espectadores.
A las televisiones les sigue funcionando el cine, aunque menos que el año anterior. Antena 3 Films fue la productora con mayor recaudación, 29 millones.
El cine británico casi iguala en espectadores y cuota al español con películas como Origen (16,9 millones de recaudación), Harry Potter y las reliquias de la muerte ((13,1 mill.) o Furia de Titanes, con doce millones.
La gran esperanza del cine español este año es Torrente IV, que arrasó en su estreno.
Actualización: Gonzalo Martín analiza los últimos datos con perspectiva y la conclusión es que la marcha del cine español es una tendencia constante a la baja. Crece en producciones durante los últimos años empujado por las subvenciones, pero la taquilla se reduce con demasiado dependencia de unas pocas películas de éxito, como en 2009 o este año con Torrente.
Monday, March 14, 2011
Torrente arrasa
Torrente 4. Lethal Crisis, la caspa en 3D de Santiago Segura arrasa en la taquilla. Más de un millón de espectadores y 8,2 millones de euros de recaudación que podrían superar los 23 millones en total, según algunos cálculos. El mejor estreno español de la historia y el cuarto de todo el cine. Dos de cada tres personas fueron a ver Torrente el día del estreno y la cuota de pantalla del cine español se ha disparado al 57%.
Seguirá la discusión sobre si Torrente sigue la senda del esperpento, de Berlanga y otros grandes como los guiones de Rafael Azcona o el teatro de Jardiel Poncel. Si es más landismo o la superación de la caspa y la españolada o un aullido cutre y cínico como el de El Víbora en otros tiempos.
Pero en taquilla es oro.
Y la crisis del cine parece disiparse con la banda sonora de la ley Sinde y las disputas sobre la financiación pública mientras se suceden los lamentos por los recortes en el programa Media, una inversión de 1.700 millones en cine europeo en 20 años.
Pero los datos de taquilla son claros: el cine comercial triunfa, mejor si es comedia y con famoseo en el reparto, más que grandes actores. Ocurre en Alemania con Kokowääh o en Italia con su larga tradición de comedias y Manuale d'amore 3 o La vita facile.
Detrás del éxito hay algunos detalles para avistar este cine taquillero:
Una marca convertida en franquicia. Por la cuarta y sumando. Torrente es un personaje hecho saga, construido a la espalda de una tradición cutre que hereda y explota.
Con una productora a la medida, Amiguetes Entertainment, de la que es patrimonio y negocio principal, según las cifras de Box Office.
Respaldada y lanzada con un fuerte apoyo promocional de una gran televisión. Antena 3 ha apostado todo por Torrente. Su empuje promocional y su respaldo financiero son su espina dorsal.
Promoción, promoción, promoción. Por todos los lados, de la televisión a los premios Goya, pasando por Twitter, Facebook, Tuenti o las aplicaciones para iPhone. Pero sobre todo Santiago Segura omnipresente, marketiniano, desvergonzado. Conjurado para vender su película allá donde va. Convencido. Y ahora en 3D, más pegajoso y repelente.
Y muchos elementos de la telebasura reunidos en la gran pantalla.
En otras palabras: industria, cine comercial en su máxima expresión, sin complejos. No será una obra maestra, pero factura y recoge muchos años y películas de experiencia.
Guste o no, Torrente es un fenómeno comercial. Nadie lo puede negar. Lo que sí vale la pena es discutir si este es cine que se debe financiar con dinero público y cómo. Con préstamos y ayudas orientadas a la industria o a la realización de obras encuadradas en eso que se suele llamar cultura.
Si la frontera es tenue en toda la cultura popular, quizá el cine comercial es el mejor ejemplo de un debate sin cerrar.
Tuesday, March 01, 2011
Twitter no empuja a los Oscars
36,4 millones de tuiteos durante los Oscars. Una respuesta enorme al gran espectáculo del cine desde que James Franco abrió la gala presentando su iPhone con sus tuiteos y vídeos en directo al público.
Y se animó más cuando el hashtag #oscars apareció en pantalla (como se ve en el gráfico). La tele volvió a tirar de la participación en las redes. Parece dudoso que ese empuje se haya dado al revés.
Los Oscars tenían toda la atención de las redes sociales, aplicaciones de pago para iPad y iPhone donde ver las bambalinas, perfil en Twitter, página en Facebook y toda la atención de la televisión de todo el mundo.
Pero pierden audiencia: 37,6 millones de norteamericanos, cuatro millones menos que el año pasado y un 35% menos que en su récord de 1998, cuando el triunfo de Titanic fue visto por 57 millones de telespectadores.
¿Se ha ido la audiencia a otros medios?
Los Oscars han perdido el 12% de los espectadores entre 12 y 49 años. Menos que la caída del 21% de taquilla de las películas.
Los tuiteos de los Oscars fueron inferiores a los de la Super Bowl, 38,5 millones. A pesar de que la conversación del sofá se evade a las redes sociales, la pasión por comentar no ha mejorado la expectación por una gala que ha gustado poco a los críticos.
Y se animó más cuando el hashtag #oscars apareció en pantalla (como se ve en el gráfico). La tele volvió a tirar de la participación en las redes. Parece dudoso que ese empuje se haya dado al revés.
Los Oscars tenían toda la atención de las redes sociales, aplicaciones de pago para iPad y iPhone donde ver las bambalinas, perfil en Twitter, página en Facebook y toda la atención de la televisión de todo el mundo.
Pero pierden audiencia: 37,6 millones de norteamericanos, cuatro millones menos que el año pasado y un 35% menos que en su récord de 1998, cuando el triunfo de Titanic fue visto por 57 millones de telespectadores.
¿Se ha ido la audiencia a otros medios?
Los Oscars han perdido el 12% de los espectadores entre 12 y 49 años. Menos que la caída del 21% de taquilla de las películas.
Los tuiteos de los Oscars fueron inferiores a los de la Super Bowl, 38,5 millones. A pesar de que la conversación del sofá se evade a las redes sociales, la pasión por comentar no ha mejorado la expectación por una gala que ha gustado poco a los críticos.
Sunday, February 13, 2011
Operación Goya
Los Goya, la gran fiesta del cine español, llega engalanada con la polémica ley Sinde, la renuncia del presidente de la Academia, Álex de la Iglesia, por su comprensión postrera de la oposición a esa ley y los malos resultados de taquilla.
La recaudación ha bajado en 2010 y las películas españolas han logrado menos de 77,5 millones de euros, la peor butaca desde el año 2000.
Los internautas han lanzado la Operación Goya para protestar contra la ley antidescargas. Directores, productores y actores entonan su sempiterna letanía de quejas.
Pero la ficción del cine no dejará que se embarre la alfombra roja y sus lujos, desplegada esta vez en el Teatro Real a la espera de las limusinas. Demasiado lujo para tan poco negocio y para ser tan malqueridos.
Es la gala de la división entre los propios cineastas y con el público. Lujo y escotes no la disimularán. Cuanta peor taquilla y menos aprecio del público, más fiesta. Cuando la crisis aprieta, más focos, más escenografía, más espectáculo. That´s entertainment!
Al cine le falta humildad y le sobra ego. Más realidad y menos ficción, al menos en las cuentas. Cuando la recaudación en taquilla cae muy por debajo de los 121 millones de subvenciones estatales y autonómicas recibidas en 2009, y más aún de los 197 millones de euros invertidos por las televisiones (datos de 2008, los últimos del Ministerio de Cultura), más que fiestas la Academia del Cine debería dar explicaciones.
Las televisiones, obligadas por ley, y las subvenciones públicas forman la economía del cine español. Entre las dos salvan las cuentas. El mal principal es la falta de conexión con el público. Los fastos desaforados, con abundante presencia de políticos incluidos, no ayudan al público a sentir este cine como suyo. Y sin emoción el cine es aburrimiento.
Con tan poca taquilla al cine debería preocuparle sobre todo tener más pantallas de exhibición y hacerse querer. Con sus precios y limitaciones exageradas para la exhibición en nuevos medios como el vídeo bajo demanda o el streaming en internet va en contra de los hábitos de los consumidores. Aumentando la persecución tampoco lograrán más atención ni cariño. Pero es más cómodo quejarse y reclamar más subvenciones y publicidad sin crítica.
Menos ego, más modestia en la producción, menos galas y menos soberbia. Elementos para que el cine empiece a ser de todos y la división sea sólo qué pantalla se prefiere, en casa o en las salas. Y no esta repetida cruzada de los que viven del público contra quienes les pagan.
Columna para Estrella Digital
La recaudación ha bajado en 2010 y las películas españolas han logrado menos de 77,5 millones de euros, la peor butaca desde el año 2000.
Los internautas han lanzado la Operación Goya para protestar contra la ley antidescargas. Directores, productores y actores entonan su sempiterna letanía de quejas.
Pero la ficción del cine no dejará que se embarre la alfombra roja y sus lujos, desplegada esta vez en el Teatro Real a la espera de las limusinas. Demasiado lujo para tan poco negocio y para ser tan malqueridos.
Es la gala de la división entre los propios cineastas y con el público. Lujo y escotes no la disimularán. Cuanta peor taquilla y menos aprecio del público, más fiesta. Cuando la crisis aprieta, más focos, más escenografía, más espectáculo. That´s entertainment!
Al cine le falta humildad y le sobra ego. Más realidad y menos ficción, al menos en las cuentas. Cuando la recaudación en taquilla cae muy por debajo de los 121 millones de subvenciones estatales y autonómicas recibidas en 2009, y más aún de los 197 millones de euros invertidos por las televisiones (datos de 2008, los últimos del Ministerio de Cultura), más que fiestas la Academia del Cine debería dar explicaciones.
Las televisiones, obligadas por ley, y las subvenciones públicas forman la economía del cine español. Entre las dos salvan las cuentas. El mal principal es la falta de conexión con el público. Los fastos desaforados, con abundante presencia de políticos incluidos, no ayudan al público a sentir este cine como suyo. Y sin emoción el cine es aburrimiento.
Con tan poca taquilla al cine debería preocuparle sobre todo tener más pantallas de exhibición y hacerse querer. Con sus precios y limitaciones exageradas para la exhibición en nuevos medios como el vídeo bajo demanda o el streaming en internet va en contra de los hábitos de los consumidores. Aumentando la persecución tampoco lograrán más atención ni cariño. Pero es más cómodo quejarse y reclamar más subvenciones y publicidad sin crítica.
Menos ego, más modestia en la producción, menos galas y menos soberbia. Elementos para que el cine empiece a ser de todos y la división sea sólo qué pantalla se prefiere, en casa o en las salas. Y no esta repetida cruzada de los que viven del público contra quienes les pagan.
Columna para Estrella Digital
Thursday, December 23, 2010
Contra la desinformación de los "creadores"
Los creadores -como si no hubiera muchos más que también lo somos- protestan indignados en El País, su diario de cabecera que hoy hace una cobertura muy sesgada por el rechazo de la ley Sinde. La furia es especialmente notable en el caso de los cineastas a pesar de voces dubitativas como la de Isabel Coixet.
El mensaje es que el cine español se hunde por la piratería ilegal. En ABC, Álex de la Iglesia proclama que somos el segundo país en piratería del mundo cuando los datos de la International Intellectual Property Alliance (IIPA), por ejemplo, nos sitúan mucho más abajo, con Grecia, Italia, Canadá o Noruega por encima.
Nadie puede negar que las descargas han impactado negativamente en los negocios de contenidos digitales. Y mucho menos que ni la cultura ni el entetenimiento pueden vivir del todo gratis. Pero en el debate de la revolución tecnológica y de la revuelta de los consumidores contra los abusos de los dueños del mercado, se manipulan a menudo las cifras.
El cine en España no ha parado de crecer en la última década, según los datos oficiales del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Visuales (Ministerio de Cultura, Informe 2009 pdf).
De una recaudación de 496 millones en 1999 a 671 millones en 2009. Eso sí, pierde espectadores aunque en 2009 se recuperan un poco, pese a la crisis, gracias a innovaciones como el cine digital y el 3D.
Si se analiza la producción, tanto los rodajes como los estrenos han aumentado continuamente. De 82 producción en 1999 a 186 en 2009. Los estrenos se han triplicado y los rodajes son casi el doble.
Cuando los cineastas se quejan tanto de que no se protege la cultura, se olvidan siempre de citar los 75,8 millones concedidos en ayudas por el Estado y los otros 45 millones destinados por las autonomías, además de otras ventajas y subvenciones indirectas no contabilizadas en estos datos. Casi 121 millones en ayudas públicas, un 18% del total del negocio del cine sufragado por todos los ciudadanos. Una cifra muy superior a la recibida por otras industrias y negocios.
A esos ingresos hay que sumar la obligación de las televisiones de invertir un 5% de su facturación en la producción cinematográfica, del 6% en el caso de las públicas.
Donde las cifras son peores es en el mercado de vídeo. La venta y alquiler de películas en soporte físico descendió un 35% en 2009, hasta 112,5 millones de euros, según los datos de Asimelec, la patronal de los contenidos digitales.
Y por primera vez disminuyó el alquiler de películas en la televisión de pago (-17,3%), aunque aumenta el consumo de televisión y su facturación en los canales temáticos, la TDT e internet. La nueva televisión está comenzando a sustituir a la oferta anterior y plataformas como Imagenio siguen sumando abonados de pago.
La distribución de música digital creció un 10,6% en 2009, un volumen de negocio de 34,4 millones de euros. El 15,2% del mercado discográfico, lejos de la media mundial del 27%.Pero la gente paga por nuevos negocios o por no hacer cola para entrar en los conciertos de Alejandro Sanz, uno de los indignados de hoy.
Achacar los problemas de los contenidos digitales a las descargas es olvidar el resto. La escasez de la oferta legal y competitiva de contenidos digitales ha sido denunciada por el propio Instituto de la Cinematografía o la patronal Asimelec.
El todo gratis no es un modelo de negocio. Es una revuelta del hiperconsumo contra los abusos del mercado y un cambio estructural de hábitos de consumo y acceso a los contenidos que no se resuelve persiguiendo a los usuarios ni manipulando datos.
En la propia cobertua de El País se oyen voces más mesuradas y honestas como las de Juan Aguirre (Amaral) o los escritores Kirmen Uribe y José Luis Pardo. Reconocen la crisis tecnológica y estructural del modelo y abogan por nuevos modelos de negocio y un replanteamiento de la propiedad intelectual como el que defendemos quienes no estamos a favor del todo gratis ni de los excesos de los oligopolios del entretenimiento y la industria cultural.
Menos desinformación, menos maximalismos y amenazas. Es hora de repensar los problemas en beneficio de todos, pero también de olvidar los abusos sobre los consumidores y el mantenimiento de negocios agotados. La alta definición, el 3D o nuevas formas de distribución y comercialización como el streaming muestran el camino al aumentar la experiencia de usuario.
Las plataformas digitales que ya se preparan tras los recortes a la neutralidad de la red y la aprobación de los servicios dedicados unirán el negocio de la distribución y el de los contenidos. El modelo de suscripción irá sustituyendo paulatinamente al de las copias. Un nuevo escenario para pensar y desarrollar, no para acusaciones y gritos.
El mensaje es que el cine español se hunde por la piratería ilegal. En ABC, Álex de la Iglesia proclama que somos el segundo país en piratería del mundo cuando los datos de la International Intellectual Property Alliance (IIPA), por ejemplo, nos sitúan mucho más abajo, con Grecia, Italia, Canadá o Noruega por encima.
Nadie puede negar que las descargas han impactado negativamente en los negocios de contenidos digitales. Y mucho menos que ni la cultura ni el entetenimiento pueden vivir del todo gratis. Pero en el debate de la revolución tecnológica y de la revuelta de los consumidores contra los abusos de los dueños del mercado, se manipulan a menudo las cifras.
El cine en España no ha parado de crecer en la última década, según los datos oficiales del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Visuales (Ministerio de Cultura, Informe 2009 pdf).
De una recaudación de 496 millones en 1999 a 671 millones en 2009. Eso sí, pierde espectadores aunque en 2009 se recuperan un poco, pese a la crisis, gracias a innovaciones como el cine digital y el 3D.
Si se analiza la producción, tanto los rodajes como los estrenos han aumentado continuamente. De 82 producción en 1999 a 186 en 2009. Los estrenos se han triplicado y los rodajes son casi el doble.
Cuando los cineastas se quejan tanto de que no se protege la cultura, se olvidan siempre de citar los 75,8 millones concedidos en ayudas por el Estado y los otros 45 millones destinados por las autonomías, además de otras ventajas y subvenciones indirectas no contabilizadas en estos datos. Casi 121 millones en ayudas públicas, un 18% del total del negocio del cine sufragado por todos los ciudadanos. Una cifra muy superior a la recibida por otras industrias y negocios.
A esos ingresos hay que sumar la obligación de las televisiones de invertir un 5% de su facturación en la producción cinematográfica, del 6% en el caso de las públicas.
Donde las cifras son peores es en el mercado de vídeo. La venta y alquiler de películas en soporte físico descendió un 35% en 2009, hasta 112,5 millones de euros, según los datos de Asimelec, la patronal de los contenidos digitales.
Y por primera vez disminuyó el alquiler de películas en la televisión de pago (-17,3%), aunque aumenta el consumo de televisión y su facturación en los canales temáticos, la TDT e internet. La nueva televisión está comenzando a sustituir a la oferta anterior y plataformas como Imagenio siguen sumando abonados de pago.
La distribución de música digital creció un 10,6% en 2009, un volumen de negocio de 34,4 millones de euros. El 15,2% del mercado discográfico, lejos de la media mundial del 27%.Pero la gente paga por nuevos negocios o por no hacer cola para entrar en los conciertos de Alejandro Sanz, uno de los indignados de hoy.
Achacar los problemas de los contenidos digitales a las descargas es olvidar el resto. La escasez de la oferta legal y competitiva de contenidos digitales ha sido denunciada por el propio Instituto de la Cinematografía o la patronal Asimelec.
El todo gratis no es un modelo de negocio. Es una revuelta del hiperconsumo contra los abusos del mercado y un cambio estructural de hábitos de consumo y acceso a los contenidos que no se resuelve persiguiendo a los usuarios ni manipulando datos.
En la propia cobertua de El País se oyen voces más mesuradas y honestas como las de Juan Aguirre (Amaral) o los escritores Kirmen Uribe y José Luis Pardo. Reconocen la crisis tecnológica y estructural del modelo y abogan por nuevos modelos de negocio y un replanteamiento de la propiedad intelectual como el que defendemos quienes no estamos a favor del todo gratis ni de los excesos de los oligopolios del entretenimiento y la industria cultural.
Menos desinformación, menos maximalismos y amenazas. Es hora de repensar los problemas en beneficio de todos, pero también de olvidar los abusos sobre los consumidores y el mantenimiento de negocios agotados. La alta definición, el 3D o nuevas formas de distribución y comercialización como el streaming muestran el camino al aumentar la experiencia de usuario.
Las plataformas digitales que ya se preparan tras los recortes a la neutralidad de la red y la aprobación de los servicios dedicados unirán el negocio de la distribución y el de los contenidos. El modelo de suscripción irá sustituyendo paulatinamente al de las copias. Un nuevo escenario para pensar y desarrollar, no para acusaciones y gritos.
Wednesday, October 27, 2010
Un cine demasiado dependiente
Al cine español le podrían aplicar la ley de dependencia. El relevo de Ignasi Guardans como director del Instituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) por Carlos Cuadros, un antiguo colaborador de la ministra Ángeles González-Sinde en la Academia del Cine, ha vuelto a airear los problemas de un sector endogámico, dependiente de la financiación pública y de las televisiones, con estructuras anquilosadas en muchos organismos y donde los resultados de auditorías como la realizada en la Filmoteca Nacional o las prácticas de algunos festivales de cine preocupan a los responsables del sector.
Columna en Estrella Digital
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