El nuevo presidente electo, José Luis Rodríguez Zapatero, se estrena con dos gestos infrecuentes. Un minuto de silencio por las víctimas del 11-M y su compromiso con los jóvenes que en la jornada de reflexión protestaron ante las sedes del PP y demandaron la noche electoral ante la del PSOE una nueva política:
Política 3.0
Esta nueva política se define por la globalización, la estructura de redes e Internet, presentes en los últimos fenómenos globales, de la economía al terrorismo.
La estructura de la Política 3.0 gira alrededor de la democratización y la globalización: de la información, las ideas, el dinero, el trabajo y el terror.
El sistema operativo público de la globalización es la Política 3.0, bien diferente del descreimiento, la satisfacción hedonista y el espléndido aislamiento de los años 90.
La globalización necesita un sistema operativo para ser usado por los ciudadanos: Política 3.0.
Afloró en las protestas del sábado de reflexión, cuando miles de manifestantes se convocaron por mensajes de teléfono móvil y foros de Internet para romper el marco formal de la democracia, que prohíbe protestas políticas 24 horas antes de las elecciones.
El sistema operativo tiene superusuarios, expertos capaces de usar las nuevas tecnologías para comunicar y actuar, como hicieron muchos el pasado sábado a través de los móviles y la Red. El primer desafío del nuevo sistema es no convertir la brecha digital en un abismo ciudadano. Por eso los políticos hará bien en poner a la sociedad del conocimiento en sus prioridades.
Internet, el 11-S y los neoconservadores dinamitaron nuestro mundo anterior. Un nuevo escenario nació de la caída del Muro (1989) y el boom de la nueva economía. La felicidad de esos pocos años voló por los aires con el estallido puntocom y el 11-S.
El 11-M madrileño ha reventado la prosperidad de los años de Aznar y ha reenfocado la invasión de Irak, la burbuja inmobiliaria, la crispación de la vida pública y la mancha negra del Prestige.
Esos acontecimientos han llevado a primer plano la mentira. Las falsedades y la manipulación han provocado el vuelco electoral. Los ciudadanos pedían el sábado información y verdad. En su busca han votado.
La Política 3.0 devuelve lo público al terreno de la moral. Lo hicieron los neocons desde su Proyecto para un Nuevo Siglo Americano y ahora resurge en Europa como corriente subyacente de la izquierda.
El nuevo sistema operativo se define por la participación y el debate en red, la movilización virtual, el glocalismo (sincretismo de internacionalismo solidario y nacionalismo socioeconómico) y el resurgimiento de una nueva ética civil.
Las opciones políticas se sitúan en un marco de dos ejes, más allá de la derecha y la izquierda. El primero separa a integracionistas y aislacionistas de la globalización. El segundo a los que quieren acomodar la globalización con un sostén social y los neoliberales, partidarios de que cada cual cuide de sí.
Zapatero hará bien en escuchar.