Es el resumen simple de la experiencia que acumulan los medios sociales. El anonimato pierde valor cuando las redes sociales vuelven a destacar a los usuarios, sus contenidos y la red (relaciones) en las que actúan. Lo importante no es la identidad real, sino la identidad de dominio público, la creada para mostrar y compartir en las redes, para poner en relación la gente con la que nos relacionamos con los contenidos que nos interesan. Y para hacernos presentes en el debate público.
El periodismo abierto y social debe aprender a explotar esas identidades, sus necesidades de contenidos y sus posibilidades de relación, con el propio medio, sus periodistas y el resto del público, para hacerse más atractivo y necesario.
Vuelvo a estas reflexiones tras analizar las actitudes para una redacción social destacadas por Toni Piqué en Media140.
Esos puntos coinciden con muchas propuestas explicadas en Ideas para la participación de calidad o en Los medios como plataformas sociales, que recojo a continuación.
Los Medios Como Plataformas Sociales
La experiencia del desarrollo de medios para identidades de dominio público nos llevó a crear perfiles y comunidades en el fallecido ADN.es para desarrollar esos perfiles y aumentar la relación y los contenidos compartidos entre usuarios.View more presentations from JuanVarela
Lo mismo hemos hecho en La Voz del Interior (Córdoba, Argentina) y en otros medios.
Esas ideas del desarrollo de perfiles permiten crear una comunidad con participación de mayor calidad y responsabilidad, además de promover la relación entre usuarios.
Ese mayor control social y autoresponsabilidad es el que buscan otros medios como El Mundo, que también ha incluido los perfiles de usuarios hace poco, o el desarrollo social de Eskup en El País, heredero de la experiencia de Soitu.es.
Para aprovechar esas ideas y herramientas, los periodistas y los medios deben tener una actitud abierta, tanto en el proceso de la información como en la relación con el público.
El proceso de la información no empieza con la publicación, sino con el reporteo y el contacto con las fuentes. En la medida que el reporteo y la edición de la información se comparten, internamente (periodista, fuentes, redacción) y externamente (algoritmos y herramientas de reporteo digital, comunidades interesadas, público general) se enriquece la información, se crean más oportunidades de participación creativa y de compromiso (engagement) entre periodistas, medios y audiencia.
Tenemos las herramientas para desarrollar el criterio social y para convertir al periodista y los medios en redes sociales. Para construir redes entre periodistas y público.
Con el desarrollo de las redes sociales y la inclusión del criterio social en las búsquedas, como en Google con el social rank y su botón +1, el flujo social se convierte en la clave de la distribución social de la información.
Aprovechar ese flujo social interna y externamente en los medios es una de las claves para su optimización social. La incorporación de las redes sociales a los perfiles internos y el desarrollo de sistemas de suscripción y participación como el Follow de Mashable, aumentan la viralidad de los contenidos y actividad de los usuarios aprovechando el despliegue de su identidad y relaciones.
Un camino donde todavía tenemos mucho por transitar.