Monday, May 02, 2011

La muerte de Bin Laden se anunció en Twitter (reflexiones para el periodismo)

La muerte de Osama Bin Laden se ha convertido en una demostración más del poder y las ventajas de las redes sociales, y cómo los medios informativos deben usarlos para reportear y cubrir la información.
Eso sí, no sustituyen al periodismo ni a la necesidad de la verificación y el contraste. Y, tampoco, a la obligación de citar y la responsabilidad de enlazar.
Los detalles oscuros de la historia: ¿cómo se localizó al terrorista más buscado? ¿cómo y cuándo se decidió la operación? ¿por qué se lanzó el cadáver al mar? ¿es legal la ejecución de Bin Laden? ¿y afortunada políticamente?, deberán ser investigados por el mejor periodismo, el que busca las causas, los detalles y los porqués de las noticias.
Antes de que el presidente Obama anunciara su muerte por las fuerzas especiales de la Armada de los Estados Unidos (SEAL) en Abottabad, una ciudad al norte de Pakistán y a 50 kilómetros de la capital Islamabad, la noticia se filtraba en las redes sociales.
Desde Abottabad, una ciudad balneario fundada por los ingleses, un consultor tecnológico, Sohaib Athar, se convirtió en el primer testigo de la operación militar contra el líder de Al Qaeda con sus tuiteos.
Keith Urbahn, jefe del gabinete de Ronald Rumsfeld en el Departamento de Defensa del gobierno de George W. Bush, y oficial de la Marina en la reserva, adelantó la muerte del terrorista más buscado.
Lo hizo en Twitter y poco después de que el director de Comunicación de la Casa Blanca, Dan Pfeiffer, anunciara a los periodistas acreditados, enviara SMS a los medios y publicara en Twitter la inminente aparición del presidente para dirigirse a la nación.
Los medios detectaron la información de Urbahn a través de filtraciones inmediatas de fuentes del Pentágono y la Casa Blanca. Y a partir de ese momento comenzó la cobertura periodística de una de las noticias más importantes del siglo XXI.
Pero ahora también sabemos que Urbahn, o al menos él así lo afirma, supo esa información por una fuente de las propias televisiones que ya habían recibido la filtración. Y no por ninguno de sus colegas de la Armada o por sus fuentes en el Pentágono. Para saber si es cierto o quiere evitar una investigación por la filtración, habrá que esperar.

No es la primera vez que las redes sociales se adelantan en la publicación de las noticias, aunque a menudo sean apuntes o testimonios fragmentarios y donde la inmediatez manda.


La secuencia de la información sobre el asalto y muerte de Osama Bin Laden certifica algunas tendencias en el flujo de información cada vez más repetidas:
  1. Los testigos publican sus testimonios. Al margen del debate sobre el periodismo ciudadano, los testigos ya no necesitan esperar a la presencia o la llamada de un reportero. Las redes sociales son la herramienta instantánea para contar lo que se ve o presencia.
  2. Las fuentes están en las redes sociales. Y cuentan lo que saben por los mismos motivos que siempre. Ahora, de vez en cuando, sin esperar al mecanismo tradicional de las filtraciones.
  3. Los gobiernos, las instituciones y la confirmación, también. La comunicación directa aumenta y los ciudadanos reciben la información oficial al mismo tiempo que los medios.
  4. La velocidad y el flujo social multiplican los errores, los rumores y las noticias no confirmadas que el periodismo profesional tiene la responsabilidad de verificar y contextualizar, además de proporcionar los elementos para su mejor interpretación.
  5. Las reacciones del público y el debate sobre la información son más rápidos y participativos en las redes que en los comentarios y espacios de los propios medios.
  6. La información es un proceso donde las redes sociales se pueden utilizar para construirlo y seguirlo. Son un formato y un estilo periodístico más que integran el tiempo real y el flujo social. Es conveniente para los periodistas utilizar las nuevas herramientas y formatos de publicación en tiempo real.
  7. El ciclo de la información se comprime. Cada vez es más importante para los periodistas y los medios informativos acelerar en la verificación, contraste y enriquecimiento de la información.
  8. A menudo muchas de las supuestas filtraciones en las redes sociales provienen de los propios medios o de las fuentes tradicionales del periodismo. Como ahora reconoce Urbahn.
  9. La información y sus datos se dinamizan y conviven con un consumo en tiempo real y asincrónico, una especie de time shifting informativo, que obliga a planificar y programar la publicación de la información para distintos consumos por el público.
  10. Análisis en tiempo real, una nueva responsabilidad periodística. La urgencia de las noticias distribuidas en red y la cascada de opiniones que se producen y publican por el público con informaciones fragmentadas y a menudo inexactas obligan al periodismo y a los medios profesionales a ser capaces de adelantar análisis y elementos interpretativos con la misma cadencia. 
  11. La obligación no es opinar, sino orientar al público con elementos de valor añadido e inteligencia para evitar la desinformación.
  12. Buscadores y agregadores se convierten en competidores y herramientas para la información. Imposible seguir y filtrar toda la información si no se emplean nuevas herramientas para el periodismo. Los buscadores, como en el caso de Google (arriba un pantallazo, comparación con el 11-S, hace diez años), se convierten en potentes medios informativos con la suma de noticias, contextos, información en tiempo real, imágenes, mapas, etc. que aportan al público interesado en la información. Wikipedia (en inglés, en español) se ha actualizado rápidamente como primera referencia de contexto para muchos internautas.
  13. Aumenta la responsabilidad el periodismo. Eterno debate: entre el marketing viral, el SEO, la inmediatez y el trabajo a fondo en la información. Los recursos y los criterios indispensables que no se deben sacrificar.
Una recopilación de la secuencia informativa: