La justicia española es competente para investigar la muerte del reportero de Telecinco José Couso durante la invasión norteamericana de Irak en abril de 2003.
El Tribunal Supremo estima el recurso interpuesto por la familia del cámara frente a la anterior decisión de la Audiencia Nacional que había archivado las diligencias del juez Santiago Pedraz al considerar que no había habido asesinato, sólo un "acto de guerra contra un enemigo erróneamente identificado".
Los acusados, el teniente coronel Philip De Camp, el capitán Philip Wolford y el sargento Shawn Gibson, miembros de la formación de carros de combate que mató a Couso y al cámara de Reuters Taras Protsyuk, siempre han defendido que alguien dirigía disparos contra ellos desde el Hotel Palestina.
Se abre de nuevo la esperanza de conseguir cierta justicia frente a los abusos militares norteamericanos.
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