Tony Blair subió a la tribuna de la conferencia de su partido, alteró sobre la marcha su discurso para recordar a su fallecida ministra y amiga Mo Mowland un día después del desarme del IRA y se lanzó a un efectivo y emocionado canto al Nuevo Laborismo, la globalización y la Política 3.0"El desafío que enfrentamos no es en nuestros valores, sino en cómo aplicarlos en un mundo que avanza hacia el futuro a una velocidad sin precedentes.
Hemos ganado la batalla de las ideas. La era que vivimos es democrática, no de una política de respeto".
Blair canta a la tecnología, las redes sociales y la globalización.
"Nace un niño. El padre hace una foto con su móvil y en segundos la ven parientes en todo el mundo. Un mundo diferente, más rápido, más excitante..."
Y el evangelio según Blair:
"Oigo a la gente decir que tenemos que parar y debatir la globalización. Pero no hay debate en China o India. Este nuevo mundo es indiferente a la tradición. No respeta reputaciones pasadas".
Y, al fin, la fe liberal del nuevo laborismo:
"En la era de la rápida globalización, no hay misterio sobre lo que funciona: una abierta y liberal economía preparada constantemente para cambiar y seguir siendo competitiva".
Amén, Tony. La nueva Gran Bretaña te quiere, América te adora, la televisión te quiere (menos la BBC), Bush te ama, Aznar, también, y en el nuevo The Guardian no dan crédito a lo que oyen.
Hay que cambiar las tapas del librito rojo.
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