Friday, September 16, 2005

La liberalidad televisiva de Esperanza Aguirre

La Otra, el segundo canal de Telemadrid, ya está en emisión analógica (visible en cualquier televisión convencional) y en la Red a pesar de la negativa del Ministerio de Industria, basada en la falta de espacio radioeléctrico y que las autonomías no obtienen nuevas licencias analógicas si no la tenían antes de la nueva ley de Televisión Digital Terrestre, lo que deja a salvo las de Cataluña, Euskadi y Andalucía.
Telemadrid defiende la legitimidad de la emisión del segundo canal analógico porque su petición de autorización para emitir está hecha el 5 de noviembre de 2004 y en que no obstaculiza el desarrollo de la televisión digital terrestre.
La presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, que presume contantemente de su fe liberal y de ser una persona de orden y ley, no cumple lo que dice.
Es poco liberal abrir televisiones públicas para tener más ondas proclives al poder. También es poco liberal cargar más sobre los impuestos de los madrileños (y del resto de españoles) un segundo canal que sumará pérdidas a la deuda de Telemadrid, que ascendió a 153 millones de euros en 2004, un 6,2% más que en 2003.
Y es una gran irresponsabilidad y una falta de ejemplaridad que una autonomía incumpla la ley y se convierta en pirata audiovisual, como esas radios y televisiones locales perseguidas por las propias comunidades.
Esperanza Aguirre está empeñada en convertir la Comunidad de Madrid y a su televisión en el "bastión de España" contra el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. A Espe no le gusta la oposición blanda de Rajoy y está dispuesta a hacer la guerra por su cuenta y quizá convertirse en la dama de hierro española con la ayuda de la derecha del PP.
Aguirre quiere más altavoces mediáticos, como todas las autonomías, empeñadas en gastar protegidos por su irresponsabilidad fiscal y que luego acuden al gobierno cuando el dinero no llega para lo básico.
Tensión territorial y batalla mediática como pantalla de una política a la búsqueda del poder, no en persecución del bien común.

P21 | Madrid pelea por una tele redundante