El estreno de la nueva web del Parlamento Europeo ha servido para celebrar unas jornadas sobre la influencia de los blogs, la nueva política en red (Política 3.0) y el e-gobierno.
Entre los ponentes, un solo español, Alejo Vidal-Quadras (PP), vicepresidente de la cámara europea.
Tres días dedicados a debatir la política y la información en la Red ahora que anda el Parlamento Europeo muy preocupado por el rechazo a la Constitución Europea en varios países y el poco entusiasmo que despertó en otros.
Pero no se ha llegado a grandes conclusiones, cosa que tampoco cabía esperar.
Blogs: discusión recurrente
En el debate sobre blogs se acabó con una frase de Paul Saffo que sabe a poco: "Los blogs son una forma de transición hacia otra cosa". Una de esas grandes frases de los gurús aptas para cualquier situación. Ni describe ni orienta.
Los periodistas tradicionales invitados están preocupados por la credibilidad de la información de los blogs y el respeto a la intimidad. Lo mismo se puede decir de la mayoría de los medios, sin distinción de forma de publicación.
Algunos hablaron de las leyes de libelo, un arcaísmo que afortunadamente no existe en España, donde la ley se puede aplicar por igual a periodistas o blogueros.
La imparable política en red
Más interesante fue el debate sobre internet como instrumento político, sobre todo ahora que las comunidades políticas y los ciudadanos utilizan a fondo los recursos en red y cuando ya muchos políticos se han incorporado a la blogosfera.
Guilhem Fouetillou explicó su estudio sobre la campaña sobre la Constitución Europea en Francia. El investigador defiende que el no hizo una campaña mucho más agresiva en la Red: 161 sitios a favor del no, 79 a favor del sí. Además el no estaba más integrado, remitía a las mismas informaciones y argumentos originales y repetía mensajes y consignas con gran coordinación. La comunidad del sí era más abierta y plural.
Un fenómeno que se puede observar también en la blogosfera española, donde las bitácoras de derecha se nutren de las mismas fuentes y amplifican mensajes con una gran coordinación. La izquierda carece de una organización en Red tan integrada y sus posiciones políticas son mucho más amplias, desde los antisistema a la socialdemocracia más descafeinada.
Fouetillou resalta cómo la campaña en red del no se independizó de los partidos políticos y los medios tradicionales hasta llegar a crear webs con autoridad sin control institucional.
El equivalente en España serían las manifestaciones del 13 de marzo cuando, a pesar de lo defendido por medios y grupos de derecha, los opositores a la política del gobierno de José María Aznar se organizaron más allá de partidos y medios.
Ann Zimmermann, de la Universidad Libre de Berlín, es más escéptica y defendió que los nuevos medios son redundante y replican los mensajes de los medios tradicionales.
Un punto de vista miope pero con base. Una gran parte de los medios sociales y de la blogosfera sólo amplifica y comenta hechos e ideas procedentes de las fuentes institucionales y los grandes medios, pero cada vez hay más actores que se comunican directamente en red y más ciudadanos que aportan sus propios datos y testimonios.
El fenómeno de la desintermediación es cada vez mayor, y también las fuentes de los medios tradicionales acuden a internet para comunicarse directamente con los ciudadanos. La nueva página web del Parlamento Europeo es un ejemplo.
Martin Gill, de Make Poverty History explicó cómo se ha logrado una enorme movilización mundial a través de la web, el correo electrónico, los grupos de discusión y otros instrumentos de la política 3.0.
Algunos ejemplos: Cindy Sheehan, la ofensiva creacionista, la campaña electoral gallega, en Estados Unidos.
Todos los participantes coincidieron en que la web es un buen instrumento para romper la brecha entre políticos y ciudadanos.