"Keep the guns down. Keep the guns down (Baja las armas)". Un general se desgañita en la CNN diciendo a sus soldados que se olviden un poco de sus fusiles y miren a la gente, a las víctimas del Katrina en Nueva Orleans.
Muchas armas, poca ayuda. Se puede ayudar poco cuando llevas un arma en la mano. Cuando miras desde lo alto de un blindado.
Cuando las armas ocupan tanto espacio en el cerebro de un país se deja de pensar en la gente. Es uno de los grandes males de Estados Unidos. Sucede una catástrofe y todo el mundo saca su pistola, símbolo de libertad para muchos. Y luego tiene que venir el ejército. Y resulta que está en Irak, construyendo democracia a golpe de fusil.
"Hapiness is a warm gun"
Las armas se han metido en el cerebro americano y no dejan a muchos pensar más que a tiros. El presidente Bush envía tropas de combate y en la tele se ve a mucha gente patrullando y a muy pocos organizando.
Norman Mailer avisaba a principios de los 60: menos armas para combatir a los comunistas (los rusos de detrás del Telón de Acero, y los enemigos internos) y más educación, más gasto social, más ciudadanía.
"Los conservadores harían bien en reconocer que no es posible mayor libertad económica cuando se está construyendo la mayor máquina de guerra".
Las armas defienden imperios, pero no construyen sociedades.
P21 | El Tercer Mundo en el arrabal del imperio