ABC repasa en su suplemento cultural la batalla entre los defensores de la extensión de la propiedad intelectual y los partidarios de flexibilizarla en Francia. La conclusión, en la que muchos estamos de acuerdo (Cultura libre), es que la industria cultural debe apostar por nuevos modelos de negocio que reúnan algunas condiciones:
>> Proteger al autor y la obra dentro de límites temporales y de integridad razonables. Los derechos son de por vida del autor más 70 años más en España y el derecho de cita o la reutilización justa de fragmentos de la obra es muy restringido.
>> Los derechos deben proteger a la obra y no al soporte, al creador y no a la distribución. Históricamente copiar era caro y difícil, cuando se hizo fácil (imprenta), la cultura se expandió y floreció. Lo mismo ocurre hoy cuando el coste de la copia es cero.
>> Promover el uso y la atribución justa de las obras. Combatir la piratería comercial y distinguirla del uso privado, de la creación compartida y de los usos no comerciales.
>> Respetar los derechos de los ciudadanos de acceder a los productos culturales y ampliar el dominio público. Hacer accesibles y con derechos flexibles o públicos las obras y la producción artística, intelectual y científica propiedad de los estados o financiada con los recursos públicos.
>> Respetar los derechos de uso justo y copia privada de los compradores de obras intelectuales y artísticas.
¿Legitima todo esto la piratería?
No.
Simplemente defendemos una utilización justa de los derechos de autor, las patentes y la propiedad intelectual que hagan más accesible la cultura, animen la creación y la participación y no sustraigan recursos públicos al dominio privado.
Somos una sociedad de autores en la que a los únicos que les cuesta cambiar es a las empresas, que defienden un modelo de negocio caduco.
Comienzan a aflorar nuevas fórmulas, pero parte de la industria se resiste y prefiere emplear tiempo y dinero en sistemas DRM (control de derechos digitales) antes que cambiar sus costumbres, procesos y fuentes de ingresos.
Dice la vigente campaña antipiratería del Ministerio de Cultura que "la herramienta que nos permite (defender la cultura) dentro del actual modelo social y económico es la propiedad intelectual que es un bien común para toda la sociedad".
Para que lo sea hay que evitar su abuso, como también el de la piratería comercial.
Las cosas van cambiado, pero a fuerza de luchar.