Saturday, January 28, 2006

Música para camaleones

Los camaleones escuchan a Mozart y corren por la terraza. Truman Capote bebe té helado con un sorbito de absenta y los camaleones corren buscando un sitio donde esperar a la noche y darse un atracón de polillas.
Escucho a Patti Smith. Pumping es un hachazo de belleza convulsa. En Haití hacen recoger el grano de café a los zombies. Los muertos trabajan con mayor determinación que los vivos y no se cansan. En todo el mundo deberían trabajar los muertos mientras los vivos se divierten. "Nosotros dejamos a los muertos con sus penas", recuerda la anfitriona de Capote, "y los haitianos con su jolgorio". Muérete en Haití ahora que el limbo ya no existe.
Oh I see you stare spi-pi-pi-pi-pi-pi up there and ho,
Oh, into the center of my brain, and baby come, baby go
And free the hurricane, oh, I go into the center of the airplane
Baby gotta move to the center of my pain
And my heart starts pumping, my fists start pumping
Upset, total abandon, you know I love you so
Total abandon, ooh, walla walla walla.
Capote sorbe su absenta, reposada al fondo del verde del té y piensa por un momento en Rimbaud.
W.T. Stead cuenta en uno de sus reportajes, If Christ came to Chicago, la vida en casa de Madame Hastings, donde las chicas tomaban absenta como tentempié entre cliente y cliente. Stead compró una niña de 13 años para escribir su aventura y lo enchironaron por corruptor. Peligros del nuevo periodismo.
Más tarde se embarcó en el Titanic a pesar de haber predicho que se hundiría. Stead era tan buen espiritista como periodista. Quizá pensaba, como los haitianos, que podría trabajar después de muerto y escribir su gran obra.
Stead creía en el periodismo y decía que un hombre sin periódico estaba medio desnudo. El futuro del periodismo depende de los periodistas, decía en 1886, y sigue dependiendo hoy. "El periodismo impersonal es decadente", sentenció.
Capote escucha y mira el mar de la Martinica a ver si algún zombie llega desde Haití y le ayuda a escribir la vida de estos camaleones amantes de Mozart.
Hasta mediados de noviembre de 1959 casi nadie había oído hablar de Holcomb, Kansas. "Como las aguas del río, como los automovilistas en la autopista y como el tren amarillo traqueteando por las vías de Santa Fe, el drama, en forma de sucesos extraordinarios, nunca había parado aquí". In cold blood (A sangre fría).
Un diario debe palpitar con la actualidad, decía Stead. Y una novela también, creía Capote, y puso a trabajar a los muertos para construir una "destilación de realidad", como años más tarde definiría A sangre fría.
Patti Smith revienta el negro de Radio Ethiopia con bombeos de realidad. Subidón por las venas del realismo sucio.
Ask the angels while they're falling
Who that person could possibly be

James Frey se pudrirá en el infierno de los mentirosos, como sus editores, como JT LeRoy y todos los falsarios.
La salvación está en la no ficción, reflexionan los editores. Capote, Mailer y Hersey ríen mirando a los camaleones.