Cuanta más música se escucha y descarga en la Red (P2P), más se ve y escucha música en redes sociales (MySpace, YouTube), más crece el negocio para los músicos.
¿Por qué?
Porque bajan las ventas de superventas, de hits, de música de consumo masivo y las compras de los más jóvenes. Pero aumenta la cantidad y diversidad de música que se oye y se compra. Y también las adquisiciones (en internet o en CD y DVD) de los consumidores de música más mayores.
Un nuevo repaso a varios estudios realizado por Torrentfreak (vía Dans) vuelve a demostrar la veracidad de la economía de la larga cola digital: aumenta el consumo y el mercado de los productos de nicho (no sólo de música, vale para el resto de contenidos digitales).
Escuchar y descargar música en la Red permite conocer nuevas obras y autores, por eso aumenta la apertura a la música libre de quienes empiezan o saben que no son para grandes públicos, sino para grandes minorías.
Repasando estudios os recomiendo uno muy bien estructurado y de conclusiones claras en el sentido de las aquí expresadas hecho por Eric Boorstin (pdf).
Son las razones fundamentales para los creadores. El desafío es desarrollar nuevas formas de distribución y negocio en lugar de atender a tanta exageración, el canto del cisne del viejo negocio de las grandes compañías (que ya están cambiando) y las gestoras de derechos.
Y también crear nuevas redes y negocios abiertos para no ser atrapados por los nuevos megamedios digitales, como Google (YouTube) o News Corporation (MySpace).
Por ahora son oportunos porque proporcionan almacenaje, distribución, tecnología y público, pero avanzarán inexorablemente al control y comercialización de los contenidos alojados y distribuidos.
Recuperar el espíritu de Woody Guthrie para liberar la música y a los autores de los yugos excesivos de un mercado que trabaja para el consumo masivo. Nuevos negocios y redes para la riqueza, la diversidad y una fórmula de negocio más equilibrada, donde los derechos de autor redunden más en los creadores, no en los comercializadores.
Ese es el desafío del mercado digital: un nuevo negocio para una cultura más participativa y directa más enriquecedora para público y autores.
P21 | Redes libres para negocios abiertos