Los nuevos hallazgos en el ADN humano y de los neandertales, como antes ocurrió con el chimpancé, sugieren nuevas preguntas sobre el origen del hombre y su evolución.
Y parece que los mitos de pureza e identitarismo siguen cayendo.
Somos demasiado parecidos a los neandertales, esa otra especie tan separada. Incluso es posible el mestizaje, aunque las pruebas todavía no son concluyentes.
¿Pudo la líbido y el instinto de supervivencia con las diferencias entre linajes?
El proyecto del genoma humano preocupa a quienes tienen mitos y derechos heredados de la raza y el territorio.
La comunión de tierra y sangre es una falsedad biológica.
El hombre es históricamente nómada y anhela el mestizaje, no la pureza.
Noé fracasó. Pudo con los animales mitológicos, esas mezclas de leones y dragones, de caballos y aves perdidas en el diluvio universal. Pero la humanidad volvió a mezclarse.
Todos somos todos. Unos y distintos. Vacuna anti identitarismos.