Palabras de Mario Benedetti para no olvidar la condena necesaria de los dictadores. Los que se mueren en la cama, como Pinochet o Franco, lo hacen con nuestra repulsa y su muerte no puede encarcelar en el olvido a las víctimas.
La memoria debe estar viva para evitar otro futuro de terror. El perdón no es el olvido.
Se acabó el monstruo prócer
se acabó para siempre
vamos a festejarlo
a no ponernos tibios
a no creer que éste
es un muerto cualquiera
Celebraba Benedetti en Obituario con hurras (gracias, Uoho).
Celebremos pero vamos a quejarnos, como Amnistía Internacional, para pedir una justicia más rápida con los dictadores.
Para que su culpa no nos persiga después de tantos años. Aunque ya sean 60.
Rubén Adrián Valenzuela, periodista chileno, cuenta en El Periódico sus encontronazos con el dictador desde sus años en Iquique hasta cuando se quejaba de sus artículos pero lo soportaba para embanderarse en una supuesta libertad de prensa.
P21 | La última victoria de Pinochet