La polémica del anisakis es un escándalo. El día que la ministra de Sanidad publicó su decreto de obligar a cocinar o congelar bien el pescado me fui a celebrarlo con unos amigos a un japonés.
Me sorprenden las protestas de los cocineros y la pasión ministerial por prohibir.
La solución para los excesos está, como casi siempre, en la responsabilidad de los cocineros y profesionales de la restauración, y en la correcta vigilancia de las autoridades.
Rafael Poch lo cuenta en La Vanguardia: en Japón, el país del mundo donde se come más pescado crudo, hay pocas infecciones del parásito en humanos.
La receta: "una cultura de responsabilidad y esmerada limpieza y aseo, lo que incluye la manipulación de alimentos".
Lo mismo recomienda Marcelo Tejedor, uno de los grandes cocineros gallegos.
Más responsabilidad, más cuidado del producto y el cliente, y menos prohibiciones. Cuestión de cultura. Los verdaderos parásitos no están sólo en la carta.