Iñaki Gabilondo ha pedido disculpas a Joaquín Merino, aquejado de poliomelitis, y a la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) por un reportaje (vídeo) en el que se acusó al enfermo de ser una falsa víctima.
La AVT acepta las disculpas y reclama que también las pidan los portavoces del PSOE, José Blanco y Diego López Garrido, por utilizar el reportaje para criticar a la asociación.
Es de justicia y los políticos deben aprender de Gabilondo, como todos aquellos que nunca se disculpan de las acusaciones, infundios y exageraciones de sus programas y artículos.
Y son demasiados.
La política y el periodismo de la crispación está demasiado repleto de acusaciones, tergiversaciones y columnistas y tertulianos de presa, de los que viven de aporrear a todos, objetos de sus diatribas y al propio público.
Faltan datos, argumentos y humildad, sobre todo con la audiencia.
La disculpa (mal encajada, pero disculpa al cabo) de Gabilondo: