Cuando no se tiene sitio donde estar lo mejor es estar entre amigos. ¿Quién necesita salas y paredes cuando el ciberespacio está a alcance de todos?
Algo así habrán pensado los errantes responsables de la británica galería Saatchi en su calvario de expulsados de una sede y esperando a tener lista la próxima (verano de 2007).
Pero mientras han encontrado la Red Social y la fascinación de relacionar con un blog y una web social a artistas, estudiantes de arte y aficionados.
El mecanismo es como el del resto de redes sociales: son los propios usuarios quienes cuelgan sus obras, perfiles y datos de contacto.
Un MySpace de arte y una gran iniciativa para relacionar y comunicar a los artistas y su público utilizando las herramientas de la web 20.
The New York Times cuenta que la galería virtual y social de Saatchi reúne ya a más de 20.700 artistas y atesora 2.000 piezas de videoarte. 1.300 estudiantes ya cuelgan sus obras y perfiles en su web.
Charles Saatchi la ve por ahora como un experimento sin intención comercial, pero con la pasión y los precios del arte conseguidos últimamente la nueva galería social puede acabar siendo un gran negocio.
Una senda a explorar por tantos museos y galerías muertos o inactivos en el ciberespacio, donde la política, la televisión, el marketing o el espionaje ya se dan cita aprovechando el encuentro entre personas.
Mejor haría el Ministerio de Cultura en España promoviendo nuevos modelos para el arte y la creación en lugar de seguir untando a la SGAE con campañas contra la piratería poco acertadas y a las que nadie hace caso.
Me recuerda un poco las grandes exposiciones y certámenes de los cimientos del arte contemporáneo. Cuando artistas, galeristas, público y aficionados llegaban a París o Londres para compartir obras e ideas. Algo que ya no se repite muy a menudo. La posibilidad de contacto personal con los artistas y entre ellos puede ser una de las ventajas de esta galería social en red.