El presidente venezolano Hugo Chávez anuncia la no renovación de la licencia de Radio Caracas Televisión (RCTV), una de las más antiguas televisiones comerciales de Venezuela, fundada en 1953 por William H. Phelps.
Es un paso más del enfrentamiento entre Chávez y los medios de comunicación venezolanos, a los que poco a poco ha ido sometiendo tras el enfrentamiento de sus primeros años en el poder.
En un discurso de tinte militarista y revolucionario, el autodenominado líder bolivariano aumentó las amenazas de días pasados sobre la revisión de las concesiones a las empresas de televisión.
El ministro de Comunicación e Información, William Lara, ha hablado de consultas populares sobre las licencias de televisión y de la posible transformación de RCTV en una emisora controlada por el chavismo a través de los trabajadores.
La revolución bolivariana vive un episodio más de la lucha entre poder y medios: el primer cierre de un canal, cuya licencia expira en marzo de 2007, al que podrían seguir otros como Globovisión.
Al principio del gobierno de Chávez casi todos los medios, hasta los más populares, eran muy críticos con el militar. Las cosas han cambiado poco a poco por el control popular, económico y legal del chavismo.
Pero el presidente venezolano no afloja su puño y acusa a Radio Caracas Televisión de connivencia con el golpismo que intentó desalojarlo del poder en 2002 y con el que se ha relacionado en diversas ocasiones a magnates de los medios y la televisión como Gustavo Cisneros, propietario de Venevisión.
La televisión venezolana ha sido durante muchos años de las más importantes de América Latina y es una de las responsables del formato del culebrón, un éxito global y un fenómeno social y cultural transmisor de rancias ideas pese a algunos esfuerzos de modernización.