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La reforma de RTVE ya está en marcha con la aprobación del texto final en el Congreso. Todos los grupos votaron a favor excepto el PP, bajo cuyo gobierno comenzó una erosión de la radiotelevisión estatal con un aumento espectacular de la deuda y un control político que acabó con una condena por manipulación.
RTVE todavía no se ha recuperado.
La reforma está sustentada en el informe de los sabios convocados por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Rebaja el control político con el nombramiento de la dirección general por el Parlamento y no por el gobierno, convierte a RTVE en una empresa sustentada por un contrato programa anual para cubrir el servicio público, reduce la publicidad y trata de redefinir el servicio público.
Sobra todavía dirigismo de los partidos políticos y los sindicatos pero los avances son importantes sobre la situación actual.
Para salir del agujero económico se intenta mejorar la gestión aunque la reforma es tímida. El plan de saneamiento presentado por la SEPI y exigido por el ministro de Economía, Pedro Solbes, intenta sanear el viejo Ente para comenzar una nueva etapa.
Las enmiendas del Senado (pdf, págs. 172 y 173) tratan de acabar con la disputa sobre la implantación territorial sancionando las tesis de la dirección general y fortalece la exigencia de producción propia, otra de las batallas planteadas, con razón, por los trabajadores.
No es una nueva televisión, pero es mejor que la actual. Habrá que ver los planes concretos para mejorar el servicio público y la programación. De los gestores y los profesionales dependerá su destino.
Mañana viernes sindicatos, dirección y SEPI se sientan de nuevo a negociar con el nuevo modelo sobre la mesa.
P21 | TV pública sin redundancia autonómica
P21 | RTVE con cargo a impuestos sin privatización