Monday, May 22, 2006

Riada de acusaciones clientelistas

"Una trama de poder mediático-político-empresarial" en la Comunidad Valenciana. Otra. Después de las recientes acusaciones contra Eduardo Zaplana y su impulso a Terra Mítica, ahora es Joan Ignasi Pla, líder de los socialistas valencianos, el acusado de corrupción en la comarca de la Marina Alta, según publica ABC.
Un empresario acusa a Pla de connivencia con un concejal de Calpe, Joan Morató, en irregularidades y extorsión a empresarios en obras hidráulicas.
Mientras, el empresario Antonio Moreno Carpio denuncia en El Mundo al diputado autonómico socialista José Camarasa, uno de los dos denunciantes del portavoz parlamentario del PP, de ofrecerle 1,8 millones de euros por señalar a Zaplana como cobrador de comisiones por Terra Mítica. El empresario está imputado en el caso Terra Mítica por delito fiscal y falsedad documental.
Zaplana pide explicaciones al PSOE y asegura que todo se aclarará en los juzgados, donde se ha querellado contra sus denunciantes socialistas y los empresarios que lo acusaron de cobrar comisiones.
Murcia. El diputado del PP Alberto Garre acusa al fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Murcia, Manuel López Bernal, de no ser imparcial al haber sido su mujer, Amparo Hornillos, abogada del PSOE en la demanda contra la gestión de un aparcamiento en la capital.
Riada de acusaciones y contracusaciones entre dos partidos enfangados en una lucha y una gestión con demasiadas sombras en una zona de las más afectadas por el enorme crecimiento de la construcción y las obras públicas de todo tipo.
Pero la polvareda se levanta por las cuatro esquinas. Tras el marbellazo, la Diputación de Lugo en Galicia, las tramas canarias...
Demasiadas sospechas sobre una política hiperprofesionalizada donde el clientelismo, visto tantas veces como una lacra histórica, revive con sus peores trazas.
Decía Francisco de Cossío en el ABC de 1933 que la política andaba reducida entonces a sociedad anónima. "Encoge un poco el ánimo ver que todo queda reducido a cotización. Que lo que interesa es que no nos usurpen la posición, que no nos pongan en peligro de cambiar de piso, de sastre y de cocina. Lo que se llama en el argot político estar bien colocado. De ahí que el influyente no hace sino repartir colocaciones, Y así, en la política como en los negocios, lo importante es repartir dividendo". La política, sociedad anónima, se llamaba el artículo.
En esas andamos.

P21 | Terra Mítica acosa a Zaplana