De verdad, que vuelva Black Sabbath o Meat Loaf, hasta Barón Rojo, si me apuras. Lordi lo ha conseguido. El heavy sarnoso de esta época ya está donde hace tiempo debería estar: en Eurovision.
Lordi gana el festival de los muertos catódicos. Un pastiche de Kiss reviviendo el Thriller de Michael Jackson y las visiones de los orcos de El señor de los anillos por fin gana el peor festival de música de la historia. Es la prueba del algodón. Pasas por Eurovisión y ya estás en los anales del infierno musical.
El heavy adulterado ya tiene su paraíso. Que lo conserve.
Puestos a hacer el indio me quedo con Ozzy Osbourne y el reality show de su familia.
Hala, ya puedes desempolvar los viejos vinilos de Deep Purple, Led Zeppelin y ZZ Top para desintoxicarte. Hasta el delirio armamentístico de Ted Nugent podría servir. Desde los Scorpions sabíamos que esto iba a ocurrir.
Abur, heavy.
Larga vida al rock'n'roll sin vosotros.