Friday, June 04, 2004

A dónde va RTVE

La caída de la audiencia deteriora Radio Televisión Española | La falta de modelo y la interinidad en la dirección conducen a una estrategia suicida | Una caída persistente de audiencia quebrará definitivamente el modelo económico


El debate electoral a seis del jueves tuvo la mitad de audiencia que el de Telecinco, que enfrentó a los dos principales candidatos, fórmula que repetirá Antena 3. Registró la peor audiencia del año: un 11,6%, poco más de 1,6 millones de espectadores.

TVE-1 apostó el martes por Límite Cero, un espacio de documentales que arrancó con la reposición de La odisea de la especie, una producción exitosa en su estreno gracias entonces al empuje de los hallazgos antropológicos de Atapuerca.
El documental congregó ante la pantalla pública a menos del diez por ciento de los televidentes.

En mayo la cadena pública empató en audiencia con Telecinco, pero sólo porque en la televisión privada aflojaron para no ganar. Los responsables de la cadena quieren ganar coincidiendo con su salida a Bolsa y no se permitirían tener un titular en junio en el que perdiesen el liderazgo.
Letizia Ortiz prestó su último servicio a la cadena el mes pasado. La boda principesca aguantó el tirón en el ránking de audiencias.

La directora del Ente RTVE, Carmen Caffarel, resaltó el liderazgo de los informativos públicos. Ahora ya no puede decir lo mismo.
Los informativos de TVE-1 han perdido el liderazgo en favor de los de Antena 3.

El verano será para las reposiciones de series míticas de producción propia, como La Regenta o Los gozos y las sombras son la apuesta para un verano confiado a acontecimientos deportivos: Eurocopa y Juegos Olímpicos.

En los primeros días de junio, Telecinco ya aventaja a TVE en el liderazgo del espacio televisivo.

¿Qué ocurre en TVE? ¿Cuál es su futuro? ¿Cuáles son los planes del presidente Zapatero y de la directora general?

TVE está en la ruina. Forjada durante toda la democracia y multiplicada por la gestión calamitosa del Partido Popular.
Está desprestigiada por la manipulación informativa y su entrega a la televisión basura. La gestión de José Antonio Sánchez y Alfredo Urdaci dejó la mancha de una condena judicial en firme por manipulación desconocida en la Europa democrática.
La SEPI (la sociedad de gestión de la industria pública) ha visto sus planes de viabilidad pisoteados una y otra vez por razones políticas.
TVE vive hace muchos años falta de modelo. Volcada a ser una televisión comercial en pugna por la audiencia y la publicidad con las privadas.
Desprofesionalizada y burocratizada. TVE es un ministerio con una plantilla desorbitada y poco eficiente. Maltratada por los vaivenes políticos y la indolencia. Sufrió la huida de sus mejores profesionales, otros montaron productoras sospechosas para sacar tajada y unos cuantos dejaron simplemente de trabajar. Fueron sustituidos por otros más dóciles al poder y con ganas de consolidar el puesto.
La situación no es única de TVE. El resto de televisiones públicas y sus responsables políticos han seguido un modelo similar. Y alguna bate récords de velocidad: la valenciana Canal 9 y Telemadrid ya parecen abocadas a la privatización.
En el país de las mil televisiones el poder político impone y sangra el mundo de las 625 líneas con la codicia de los insaciables.
Radio Nacional de España salió el año pasado de la medición de audiencias común para no caer en el oprobio. Entonces sus responsables dijeron, como Caffarel ahora, que su objetivo no era la audiencia.

Presidente Zapatero (ZP) ha tomado dos decisiones:
1. Nombrar una comisión de sabios para cambiar el modelo. Hay pocas noticias y no se esperan grandes ideas. Algunas citas sobre los modelos francés y alemán erizan las sospechas.
2. Poner al frente de la televisión estatal a una persona alejada del mundo real de la televisión en una transición sin futuro. Será sustituida cuando se decida el nuevo modelo: un horizonte total de dos años, como la misma Caffarel ha reconocido.

El comité de sabios se toma su tiempo. Se les supone conocimiento, no rapidez. Por lo menos les honra su renuncia a cobrar, aunque les ha costado decidir dónde reunirse.
La directora general no parece andar sobrada de reprise, a tenor de lo visto.
El PP y sus representantes están encastillados en el Consejo del Ente y no lo van a poner fácil: sólo uno de sus representantes se abstuvo mientras los demás votaron en contra de la nueva programación. La nueva directora general, con menos de dos meses en el cargo, ya ha sido vapuleada y acusada de errores históricos por los diputados populares que tanto han protegido a los anteriores responsables.

En el propio gobierno no hay un criterio claro sobre cómo atajar una deuda que acaba irremediablemente en los Presupuestos Generales del Estado y ayudará a acabar con el superávit. El nuevo superávit presupuestario surgirá en el ciclo económico, precisó el ministro de Economía, Pedro Solbes, bien al principio de su mandato. Su secretario de Estado Miguel Ángel Fernández Ordóñez (Mafo), llegado --como no-- de Prisa, lanzó el primer trompetazo sobre la privatización (¿modelo francés quizá?).
Caffarel negó imperiosa y rápida.
Pero Jesús Polanco espera.
>> Modelo francés: se sanea la Primera y se privatiza (TF1). La 2 (France 2), más ajustada a los criterios de calidad sugeridos por el nuevo talante socialista, queda como canal público y a su alrededor el servicio exterior y la radio de todos.

Carmen Caffarel está sin rumbo. En una interinidad como la suya y con un comité de sabios para emanar el modelo futuro hay poco espacio para trabajar.
La nueva directora ha optado por el control de gastos, la caída de rejilla de los programas más telebasura, la búsqueda de gangas (a poder ser propias) en archivo, continuidad operativa de puertas adentro y una nuevo modelo informativo que ha trasplantado sin éxito una fórmula minoritaria a un prime time muy competido.

La estrategia tiene varios puntos débiles:
1. Apuesta por una programación minoritaria cuando la historia de la cadena es de optar a la máxima audiencia.
2. Se desvincula de un entorno competitivo sin un modelo propio, consistente y con continuidad.
3. Su programación inmediata depende en exceso de reposiciones y acontecimientos en directo poco controlables.

TVE está en quiebra técnica. Caffarel y su equipo pueden estar dando pasos que acaben con su debilitada estructura financiera. Una caída importante de audiencia desembocará en una reducción publicitaria que condenará irremediablemente a la televisión pública.
Entonces quedará la única opción de la privatización a cualquier precio. Eso sí, con un enorme saqueo de los bolsillos de los contribuyentes.
No se puede hablar de la todopoderosa y omnipresente BBC y convertir a TVE en la PBS norteamericana: una televisión minoritaria centrada en la información, la cultura y la educación.

¿Dónde vas, RTVE?

ABC | Carmen Caffarel:«Debemos acostumbrarnos a que TVE-1 pierda el liderazgo de audiencia»
Noticiasdot.com | El telediario pierde 1,2 millones de espectadores en una semana
ABC | Martin Ferrand | La RTVE según Caffarel
La Vanguardia | La boda fue el salvavidas de TVE
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