Todo empezó con un par de tetas. Una morena ambiciosa becaria de un senador enseñó su palmito en las alfombras del poder de Washington para regocijarse y medrar con sus siempre bien predispuestos amantes. Su jefe, el senador Mike DeWine, la echó, claro, pero Jessica Cutler escribió un libro escándalo de los que arrasan en la telebasura.
Éxito asegurado. Y demandas también, claro.
Jessica Cutler comenzó a relatar su marcha sexual en las poltronas del poder en Washingtonienne, un blog para contar sus aventuras con políticos, lobistas, abogados y otros rondadores del poder. Otra mujer, la rubia Ana Marie Cox, editora entonces de un blog político del que se comenzaba a hablar, Wonkette, supo de Jessica y la lanzó al estrellato para consagrarse a sí misma.
La morena comenzó su carrera a la fama y la Cox se convirtió en el oráculo de las braguetas de Washington. Pero entre ambiciosas ocurrió lo inevitable y se enfadaron. Competían en exceso de mordacidad y ego.
Cutler sólo tenía sus carnes y su desvergüenza para el éxito. Ane Marie Cox escribió una novela, Dog Days, satirizando el cinturón del poder washingtoninano y aupada por Wonkette se volvió en cuanto pudo al periodismo tradicional como columnista de Time para cotilleos del poder.
La ironía es que los libros de las dos se venden juntos a precio promocional en Amazon.
Ahora ambas están bajo la amenaza de judicial de Robert Steinbuch, uno de los amantes descubiertos por la washingtoniana voraz, ya demandada. Steinbuch estudia incluir también a Cox en la demanda por invasión de su honor y privacidad.
Mientras, Jessica no para y ahora se dedica a desvelar aventuras con los abogados que la defienden o acusan. ¿Pasaremos de El Ala Sexy de Washington a juicios con El abogado despechado?
Su pasión por contar sus pasiones, aventuras y revolcones, reales o inventados, ha hecho que un abogado renuncie a defenderla. Pero el que lo acusaba también es ahora sospechoso de asomarse al vértigo incandescente de la Cutler.
Sexo, ambición y blogs pero sin un Steve Soderberg para conducir la trama.
Seguro que Jessica y Ane Marie tendrán al menos para otro libro y los blogs políticos y del famoseo mucha carroña de la que reírse.
P21 | Un par de tetas en Washington DC