La denuncia de fraude del EGM (pdf) y la operación de infiltración de la Cope para desenmascarar los errores de la encuesta pone en duda el sistema de medición de audiencias y se produce en un grave momento para los medios:
- afectados por una crisis de credibilidad,
- cambios profundos en la estructura de audiencias
- y con graves sospechas sobre un mercado demasiado dependiente del sector público (televisiones y radios, licencias, subvenciones y publicidad).
Pese a los reiterados intentos de modificar el sistema y a la ampliación para la radio de 43.000 a 70.000 entrevistas anuales (y 14.000 más sólo para Cataluña), las quejas de muchos medios y la batalla de la Cope contra el liderazgo de la Ser con el soporte del Estudio General de Audiencias (EGA, un sondeo alternativo realizado por la empresa Sigma Dos) sume al EGM en lo que seguramente será una crisis sólo subsanable con una refundación acordada por todos.
Los editores agrupados en la AEDE (Asociación de Editores de Diarios de España) ya han reclamado que la primera oleada, prevista para el 18 de abril, se publique en plazo y sea fiable para evitar el perjuicio económico y de imagen de los medios.
La Asociación Española de Radiodifusión Comercial (AERC) acusa a la Cope por su "ataque a las normas de transparencia que rigen el mercado publicitario español" y exige reparaciones por los perjuicios causados.
El EGM es el parámetro de la audiencia, y por tanto de la inversión publicitaria, de todos los medios excepto la televisión, que disfruta de un sistema aparte basado en audímetros y no en encuestas. Realiza tres oleadas anuales con 13.000 encuestas por oleada distribuidas por áreas geográficas y perfiles. Lo escaso de la muestra en muchos territorios y las deficiencias metodológicas y personales han sido protagonistas de las quejas de muchos afectados durante demasiado tiempo.
Las radios han sido las más quejosas y Radio Nacional dejó el EGM durante la etapa del gobierno del PP, con José Antonio Sánchez de director, debido a sus malos resultados. Pero la Cope y el programa La Mañana de Federico Jiménez Losantos han sido los arietes de la batalla contra la AIMC, a la que llevan años acusando de favorecer al grupo Prisa y a su cadena Ser.
En esta guerra, la Cope ha encontrado el apoyo de otros medios que se han considerado perjudicados, como Onda Cero o el diario El Mundo.
La maniobra de infiltrar falsos encuestadores realizada por la Cope y coordinada por su jefe de deportes, José Antonio Abellán, acusa al EGM de ser "una farsa ya que sus datos no se corresponden con la realidad".
El estudio de audiencia denuncia por su parte "falsificaciones dirigidas a alterar fraudulentamente los datos de audiencia" y las considera "un ataque frontal al sistema diseñado por el mercado para proveerse de información de audiencia de los medios de comunicación".
En la defensa de la nota de la EGM está su única salvación: una refundación apoyada por agencias, publicitarios y medios para establecer un sistema de medición neutral, independiente, mejor distribuido geográficamente y suficientemente dotado profesionalmente como para ofrecer los datos fiables que todos esperan y necesitan.
El fin de esta guerra sucia y cruenta está en la mejora del sistema y su independencia. De lo contrario, la credibilidad del mercado y los medios quedará en entredicho.
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