"El único comunicado de verdad importante que debería transmitir ETA a los españoles es su disolución y el abandono de las armas". Mariano Rajoy, presidente del PP, repite el mensaje más duro del partido con una promesa de apoyo al gobierno siempre que sea "en el marco del Pacto Antiterrorista y para que el gobierno no pague ningún precio político por la paz".
La inflexibilidad numantina de Rajoy y el PP no deja espacio a la esperanza. "Ni se arrepienten de nada ni piden perdón", ha dicho Rajoy, que reitera los mensajes de los últimos meses en cerrada defensa de las posiciones mayoritarias de las víctimas.
Abandono total de las armas, mantenimiento de los ejes del Pacto Antiterrorista y ningún precio político son las claves de la primera reacción de los populares. Los detalles que animan al gobierno y al PSOE no son relevantes para el PP excepto para cercenarlas:
>> El Pacto Antiterrorista pasa por el mantenimiento de la Ley de Partidos Políticos y la ilegalización de Batasuna.
>> El precio político estrecha el camino de entrada de la izquierda abertzale en el diálogo político, en las instituciones o institucionalizada, con la validez suficiente para abrir un diálogo serio, tomar decisiones y abrir caminos de participación y no de exclusión.
La clave es diálogo y participación tanto de verdugos como de víctimas con el respeto y la posición debida a la diferente situación y legitimiación de unos y otros.
El PSOE y el gobierno reiteran su defensa del respeto y mantenimiento de la legalidad, pero son conscientes de que sin diálogo y con contrapartidas de uno y otro lado no habrá paz, como no la ha habido en ninguna batalla terrorista en ningún lugar del mundo.
ETA está vencida pero no acabada mientras las armas no desaparezcan para dejar paso sólo a la política, al diálogo y a la razón.
En ciertos sectores del PSOE la primera declaración de Rajoy parece un suicidio. Pero alguien tiene que presionar y mantener la vigilancia. El desafío del PP es sostener su posición sin abortar la esperanza y la viabilidad de un proceso de paz. La gran misión de Rodríguez Zapatero, su gobierno y el PSOE es emprender un diálogo donde no haya más víctimas.
Es hora de trabajar para lograr una victoria para todos dentro de la legalidad.
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