Saturday, March 04, 2006

Papá es A, mamá es B ¿o es al revés?

La familia se subsume en la teoría intuitiva de conjuntos. Padre y madre sólo existen ya oficialmente para las antiguas parejas heterosexuales. Las parejas y matrimonios homosexuales ya se identifican en el Registro Civil como cónyuge A y cónyuge B para el ayuntamiento legal y como progenitor A y B para los papás y mamás no distinguibles por razón de sexo.
La realidad cambia y muda la semántica y el lenguaje oficial, como no podía ser menos. Quienes han elegido su opción sexual más allá de la determinación de la vieja naturaleza encuentran ahora un nuevo Libro de Familia (pdf BOE) que se parece más a las fórmulas matemáticas y menos a la lengua sencilla y antigua.
Marido y mujer, esposo y esposa son ahora A y B, como papá y mamá. Y yo no dejo de ver aquellos círculos y aquellas intersecciones con las letras evocando la lógica y la matemática.
¿Cómo llamarán ahora los hijos a sus padres del mismo sexo? ¿Llega el nombre de pila para desarrollar la afectividad o hace falta encontrar nuevos diminutivos cariñosos no sexistas?
Espero la reflexión de José Antonio Millán u otro sabio de las letras para salir de dudas. La experiencia de las parejas homosexuales con niños alumbrará mi incógnita.
Las familias nombradas por la nomenclatura de la teoría de conjuntos, más que por la sangre, sufren la paradoja de Bertrand Russell: ¿es la familia homosexual un conjunto que pertenece a sí mismo y engloba a todos sus elementos o el conjunto familia homosexual es de una clase (progenitores de) o un simple conjunto normal (una mera reunión de cosas)?
La respuesta no afecta sólo a las familias no heterosexuales. Desde el principio de los tiempos hay quienes se sienten miembros del conjunto de su familia y son creadores de intersecciones familiares en el futuro y quienes se sienten y actúan siempre como elemento extraño. Algunos se pasan la vida siendo ajenos a todos los conjuntos, sea cual sea su terminología.
Ahora sólo cambia el lenguaje. El Registro Civil se aleja de la literatura y el habla para acercarse a las matemáticas y la lógica.
Positivismo lógico para nuevas familias. Cambia la realidad y muda el lenguaje. ¿Lo hará el pensamiento?