El presidente del talante intenta no excluir (estrategia y votos obligan) y el director de El Mundo, diario alternativa al líder y referencia para muchos votantes de centroderecha, no puede quedarse sin entrevista con el proceso de paz en Euskadi en marcha, el cambio operativo de gobierno y el fin de la investigación del 11M.
Casi un mes después de la entrevista con El País, dueto con dos directores (el saliente y el nombrado), el presidente José Luis Rodríguez Zapatero concede una entrevista al director de El Mundo, Pedro J. Ramírez.
Entrevista en dos tomas. Una fórmula ya adelantada por ABC en su entrevista del pasado 19 de febrero.
Tres meses, tres entrevistas de Zapatero en los grandes periódicos nacionales y en las televisiones privadas. Derecha, izquierda, derecha como pasos de un caminante. Talante y comunicación en el eje divisorio de la legislatura, cuando el peso del estatut de Cataluña acaba y la estrategia del aparatchik anuncia un rápido futuro en paz para Euskadi.
Leer el resumen de la entrevista (primera parte, La Política, dice el diario) deja una sensación de charla de asuntos/negocios personales entre dos actores políticos. No es una entrevista periodística, es un diálogo político más sugerente y precursor de futuro que las reuniones de Zapatero con Mariano Rajoy, líder de un PP tan pendiente de algunos medios como ellos estaban antaño de sus decisiones abortadas por el vuelco electoral del 14 de marzo de 2004.
Después de unas preguntas sobre el cambio de gobierno y la salida de Bono aparece el fantasma de las sospechas del 11M, alimentadas a fondo por Pedro J. Ramírez y su periódico. El presidente, sustentado ahora por el sumario, es tajante: "Durante dos años hemos soportado con paciencia democrática insinuaciones abominables, cábalas sin fundamento y conspiraciones inventadas". Talante del trágala. Pero hay tragaderas.
Siguen en el resumen respuestas sobre lo que queda de legislatura, el ministro Montilla y la OPA de Gas Natural sobre Endesa, reopada por la alemana E.On. El peloteo gobierno/periódico también ha sido y es fuerte en este tema, pero Zapatero defiende al ministro de Industria y sus decisiones.
Y una autodefinición del presidente: "Soy un demócrata social", un convencido del paternalismo blando que denuncia The Economist.
La resurrección del despotismo ilustrado por la fuerza de los votos y la obsesión por la salud física, social y política de los gobernados. Escuela de ciudadanos irresponsables confiados en el Estado y sus providenciales gobernantes, teme la biblia de un liberalismo que tanto se echa de menos en España (coincide con Raymond Aron en el ABC de hoy con una columna del ayer).
Acabada la proclama, la conversación vuelve sobre los medios y su maridaje/divorcio de los políticos. Pedro J. pregunta por lo suyo (como los ministrables aspirantes), esas licencias televisivas y su futuro para convertir a El Mundo (Unedisa Editorial) en el referente alternativo a El País con su editorial programática (La Esfera), su futuro digital (elmundo.es), sus productoras de El Mundo TV y la recién estrenada Veo TV en TDT.
En la radio por ahora llega con las actuaciones estelares del director de El Mundo y sus columnistas en las mañanas de la Cope.
Cada cual a lo suyo. El periodista/político/empresario pregunta y el político/regulador/benefactor promete: "Cuando esté en pleno funcionamiento la Televisión Digital Terrestre todos los periódicos importantes van a tener una televisión de referencia". El Mundo ya la tiene, Veo TV (participada por Recoletos), y ABC/Vocento también: Net TV.
Los grandes medios catalanes y regionales sólo tienen licencias autonómicas y locales y quedan confinados a sus respectivos territorios.
La televisión para todos de Zapatero es mucho mejor que el café constitucional. Con un buen negocio, las razones y las ideologías se entienden mejor. Nada como los intereses como vaselina para enfrentados.
El director de El Mundo insiste con los favores a Jesús Polanco y el supuesto desequilibrio mediático entre derecha e izquierda, pero Zapatero es inflexible y hace gala de su apertura del mercado televisivo y su empujón a la reforma de RTVE.
El presidente vuelve a demostrar su pericia con los eslóganes: "La democracia se perfecciona dando más poder a los que tienen menos poder y limitando el poder de los que tienen más poder económico o mediático". Aplicado a los medios, la primera parte de la frase es el cajón de las promesas, en la segunda parte la propaganda supera a la realidad de una reforma del mercado televisivo donde quien más tiene más mantiene.
¿Pedro J. estará satisfecho? Tendrá televisión y podrá sostener su emisora de TDT con distribución a través de satélites, cable y TV por internet. El universo ideológico y editorial de El Mundo tendrá entonces la convergencia necesaria para ser verdadera alternativa mientras ABC y La Razón andan buscando futuros y estrategias.
¿Será suficiente cuando la era del reparto imperial entre pocas televisiones acaba? Está claro que sin futuro audiovisual ningún universo es corpóreo. Pasito a pasito, investigación y manipulación mediante, acecho y guante editorial tras editorial y columna a columna se va construyendo un diálogo donde los poderes también convergen, al menos en intereses.
P21 | Dos directores y un amigo para Zapatero