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¿Han visto algún desfile de la moda de los políticos? ¿Y de los ministros? Más allá de los sempiternos comentarios sobre el pinturero Josep Antoni Duran Lleida, el resto de los políticos son maniquíes invisibles.
Pero no las políticas. El machismo saca los dientes cuando se trata de atacar al gobierno como sea, con razón y sin ella. Y para atacantes, Libertad Digital. La publicación de Federico Jiménez Losantos, ese liberal, presenta un vergonzoso desfile de modelos de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega para reforzar la peor cara de la oposición y atacar a un responsable público por sus gustos personales sin hallar ninguna falta.
No recuerdo haber visto ni leído nada parecido de las ministras y políticas del PP.
Pero donde PP Hyde pone el objetivo, allá van las balas desde la peor derecha mediática.
Libertad Digital presenta un especial de análisis del vestuario de la gobernante sin firmar, atribuido a "tres mujeres indignadas por la imagen que proyectaron las ministras" cuando nada más llegar a La Moncloa cayeron en error de aparecer en la revista Vogue con un socialismo fashion fuera de lugar.
¡Ah! Pero no es lo mismo. Entonces se utilizó lugar y tiempo oficiales para prestarse a un reportaje en una revista de moda de alta gama. La vice sólo viste, bien o un poco excesiva, dicen unos y otros, pero de ella es su cuerpo y su armario.
Las entregadas censoras llegaron a tres conclusiones donde se atisba un punto de envidia (será que soy un mal pensado, como LD): la vice se viste mucho y con buena ropa, "en muchos casos de estreno, exclusiva y de última temporada" y se excede con los abrigos: "una veintena de impresionantes prendas".
"Por Jesucristo vivo, cada pieza/ vale más de un millón", parece decir FJL como Cervantes, pero no dice nada. Ni una línea sobre si las prendas de Fernández de la Vega las paga ella, el erario público, se las regalan. La vicepresidenta es soltera y no ha tenido mala carrera, así que por posibles no será. Y cada cual tiene sus gustos y sus vicios. Y los conozco peores.
La prosa del cibermedio de Federico contamina, pero no afirma nada. Ni una prueba de mala conducta, malversación, abuso. Sólo una vicepresidenta donosa con su armario.
"Fuese y no hubo nada" acaba el soneto. Como la pieza de Libertad Digital.
P21 | El traspié machista de PP Hyde
P21 | El socialismo fashion de las mujeres de ZP