
Día del Libro sólo de puertas adentro para los vigueses, que mirarán con envidia e indignación (libreros y editores protestan) las iniciativas de otras ciudades.
Las razones del ayuntamiento vigués, "evitar aglomeraciones", son impresentables. Como dice Manuel Bragado, si el inefable concejal viviera en Barcelona enviaría el ejército a las Ramblas.
Muchos políticos sólo están interesados por los libros para presentarlos y salir en la foto.