Blogs vs. periodismo. Una discusión recurrente. Los blogs son el mayor asalto a la información, los medios y el espacio público que hemos conocido. Nada ha democratizado tanto la información como su aparición. Pero, ¿tiene que ser democrática la información? ¿los valores de la conversación y los de la obra abierta y dinámica son importantes para la veracidad?
No es sólo el periodismo el cuestionado, sino el propio concepto de información, y sobre todo el de información periodística.
El Periodismo 3.0, la ventana tecnológica y social que crea, la entrada de tantas voces en el espacio público, es evidente.
¿Favorece el pluralismo? Sí, pero también la propaganda y la manipulación. Hacen falta filtros. El criterio social es una gran herramienta.
Pero todos los blogs no son periodismo, afortunadamente, porque la mayoría son sobre todo comunicación interpersonal.
Muchos tienen información, pero a menudo especializada o acotada a determinados grupos y audiencias (nanoaudiencias en muchos casos). Es el epítome y explosión de la fragmentación de las audiencias.
Otra cosa es la información periodística, definida históricamente como la de actualidad, relevante para una amplia audiencia y con valor para tomar decisiones sobre los asuntos públicos y la vida cotidiana.
Jack Fuller en News Values explica gran parte del problema de la definición y plantea el gran problema del periodismo y uno de los desafíos más potentes de los blogs: la verdad del periodismo es "la mejor que puede ser dicha rápidamente".
El tiempo, para investigar, editar y el tiempo del lector. Un resumen de los grandes problemas.
De lo general a lo especializado va un abismo y lo más interesante de los blogs informativos es la especialización y la aparición de multitud de testigos de noticias con capacidad de contarlas por sí mismos con texto, imágenes, sonidos, etc. Hay mucha conversación sobre la información generalista, pero poca información propia.
La más interesante es cuando el bloguero es testigo directo de un acontecimiento, cuando cuenta una situación relevante con la que está relacionado (afectado o experto) y cuando se preocupa por contrastar la información de otros con el contexto adecuado (el bloguero como vigilante).
Entonces se produce información original a menudo no cubierta por los medios.
Otra cosa es la discusión sobre lo que publican los medios y los asuntos públicos, donde la blogosfera es mucho más opinativa y los líderes virtuales condicionan a menudo el enfoque igual que antes lo hacían sólo los medios tradicionales y las fuentes.
El desafío y los límites del Periodismo 3.0 están en aumentar la información, su precisión y su contraste, y en desarrollar los medios de redes sociales que permitan manejar el universo creciente de la blogosfera.
La riqueza de opiniones es inmensa. Su valor y utilidad es otra cosa.
La Online Journalism Review repasa el debate y encuentro una atinada reflexión de Nick Denton, fundador de Gawker Media y periodista: "Los reporteros, entrenados para dejar a un lado la opinión, escriben blogs poco interesantes".
Y llama la atención otra vez sobre el tiempo: "Es notorio que es difícil de manejar en paralelo el proceso de edición diario y la actualización regular".
Es el mayor problema en la conversión de las redacciones a multimedia, antes y después de los blogs. Las redacciones son organizaciones pensadas para los diarios (ciclo 24 horas), radios o televisiones (ediciones) o internet (actualización constante). Fundir esos procesos es lo más complicado y la calidad de la información se resiente muchas veces.
Enrique Dans comenta el artículo lo hace con la visión filotecnológica denunciada por McLuhan. Dice Dans: "El verdadero ejercicio del periodismo, el verdadero conjunto de habilidades del profesional del medio, estará en el online, no en el papel".
Cuando el medio es el mensaje la información es redundante y poco valiosa. La frase de McLuhan llama la atención sobre la creación de la realidad por el medio.
Los blogs y los medios sociales son la explosión de la identidad de dominio público, de la vida mediatizada de sus autores y la proyección del yo digital.
En esa realidad ciberespacial está la esperanza y la condena de los blogs. Sus autores hablan e investigan a fondo y con destreza lo que está en el ciberespacio y en internet (el periodismo asistido por ordenador hecho ocio democrático) pero están poco en la realidad no virtual.
Y no todo está en la Red.
Cuando toda la vida se mediatiza es más imprescindible el contacto directo con la realidad. Esa información es la que aportan los blogs testigos y medios testigos, los medios hiperlocales que informan de la vida comunitaria, y muchos expertos y profesionales que bloguean sobre su actividad.
No todo está en Google, y menos el conocimiento (recordemos a Elliot y su queja de cómo se nos perdía el conocimiento en información). La realidad está ahí fuera y los periodistas tienen que salir a buscarla, deben tener el tiempo y los recursos necesarios para encontrarla y contarla.
Lo difícil del periodismo no es la edición, sea el soporte que sea, sino dar con la información, verificarla, contrastarla y contextualizarla.
Ahora hay más información que nunca en la Red, y también más personas contribuyen a la tarea del periodismo.
Utilizar mejor el periodismo ciudadano o 3.0 para mejorar la información es el gran desafío. Esa tarea incluye estar atento a más fuentes, a más voces, a más preocupaciones, y también usar las redes sociales y sus mecanismos e instrumentos para mejorar la información.
Sobre los blogs en los medios. Mi opinión es que no deben ser una moda ni un forma de marketing porque eso significa el fin de la cultura original de la blogosfera y sus posibilidades informativas, cognoscitivas, sociales y políticas.
Como dice Xeni Jardin, de BingBoing, "Es importante que los diarios no lancen blogs por el hecho de lanzarlos. Deben tener otro propósito que decirle al mundo que tienes un blog".
Unos medios lo entienden y otros no. En el reciente libro La blogosfera hispana he preguntado a varios responsables de diarios y medios digitales por qué han adoptado y publican blogs. Las respuestas son variadas e interesantes para esta discusión (pdf, págs. 82 a 105).
En el mismo libro Juan Manuel Zafra defiende que los blogs no son periodismo (pdf, 106) y no le falta razón.
Adolfo Estalella escribe un interesante capítulo sobre la vida mediatizada y el yo digital que coincide con muchas de mis apreciaciones (pdf, pág. 20).
La discusión seguirá, pero como dice Ángel Arnedo, director de El Correo, "formas de hacer periodismo sólo hay dos: buen periodismo y mal periodismo". En los blogs abundan las dos. Pero, sobre todo, la vida es más importante que la información. Es bueno no olvidarlo.