Las cadenas británicas de televisión y los nuevos medios pujan por los derechos del fútbol. La Premiere League es la mayor codicia de las cadenas tras el reparto en paquetes de derechos propuesto por la Comisión Europea para acabar con el monopolio de Rupert Murdoch.
El fútbol es como el cerdo. Se aprovecha todo, lo bueno y lo malo. Cuantos más medios, más productos y más retroalimentación en la economía de la imagen, más negocio para los clubes.
Los aficionados se quejan porque acabarán pagando más empaparse de sus equipos y estrellas.
Para seguir la Premier League a fondo tendrán que abonarse a varias televisiones y a los servicios móviles y de internet que quieren también imágenes, datos y estadísticas para las apuestas, imprescindibles en Gran Bretaña.
El fútbol es uno de los primeros argumentos para el triunfo de una televisión, como se sabe bien en España, donde La Sexta ha hecho del Mundial de Alemania su gran arma de lanzamiento apoyada en Sogecable, que sabe bien de la importancia de este deporte.
Los clubes están encantados porque a la subasta entre BSkyB (Rupert Murdoch) y NTL (Richard Branson), los barones de la televisión de pago por satélite y cable, se han sumado los nuevos canales de televisión por internet como British Telecom y France Telecom. Todos (incluidos la irlandesa Sentana y la norteamericana ESPN) quieren su trozo de pastel con los seis paquetes de partidos diseñados por la norma europea antimonopolio.
El interés sube los precios y dejará vacío el bolsillo de los más futboleros. Una norma para romper el monopolio demuestra que la competencia también puede perjudicar a los clientes. ¿Será que hay demasiadas manos invisibles en el fútbol?
P21 | Un nuevo escenario para el fútbol en TV