Música | Lamb. All in your hands
Ocho obscenas páginas nada más comenzar a pasar las primeras hojas del diario líder. El maldito paraíso inventado muestra sus fiestas falsas en Londres. Los asfaltadores del litoral desfilan con mujeres de silicona y bisturí y hombres de cuché para vender al peor turismo de Inglaterra sus lugares devastados de humanidad y tierra.
Un publirreportaje de ocho páginas muestra varias de las peores condenas de España. El fin de la naturaleza aplastada por el placer artificial, la sobreespeculación urbanística, el boato hortera, los constructores codiciosos y cutres. Como nadie los atiende ellos mismos alardean con dinero de su pretendido glamour. ¿Sabrá esta gente qué significa esa palabra?
¡Grandes beneficios de millones de euros! ¡Millones de huéspedes! ¡Luces impenitentes y edificios falsos estilo peplum Las Vegas!
El horror.
Un paraíso totalitario bajo la condena del placer falso. Balneario para deshumanizar bañistas.
"Vio aquel lugar triste, devastado y sombrío; aquel antro horrible y cercado, que ardía por todos los lados (...) Regiones de pesares, oscuridad dolorosa, en donde la paz y el reposo no pueden habitar jamás".
El infierno de John Milton sobre la costa de un Castellón desaparecido donde los ejecutivos esconden sus chanchullos tras sus gafas negras estilo Carlos Fabra, sospechoso de la cópula de políticos y empresarios ambiciosos.
Ocho páginas siniestras para despertarnos por la mañana a la peor realidad maquillada de lentejuelas y placeres falsos.