Los ciudadanos están en la Red para actuar, no sólo para leer o mirar. Es una de las diferencias fundamentales entre los ciudadanos digitales (la mayoría superusuarios) y quienes todavía no lo son (la famosa brecha, más democrática que tecnológica). Por eso no sorprende que protesten directamente a los diputados cada vez que sus señorías dan un espectáculo bochornoso como los tan repetidos últimamente.
Los superusuarios son los protagonistas de la Política 3.0, definida por el activismo sociotecnológico y la participación en Red. Los superusuarios, consumidores intensivos de información y participantes en blogs, foros y otros medios sociales no aceptan la pasividad de la democracia formal.
Su preparación y conciencia les hace ciudadanos activos a través de todos los medios a su alcance. Esta es la principal revolución de los medios sociales y no sus definiciones tecnológicas o de estilo, la mayoría fútiles.
Lo esencial en los medios sociales es la participación desplegada por los superusuarios. Ellos están cambiando los medios, la política y el mundo.
No son sólo los periodistas quienes tienen que cambiar de mentalidad, volver a escuchar a los ciudadanos y cambiar los podios magistrales por la conversación.
La emergencia de los medios sociales está formando ciberciudadanos (superusuarios, prosumers o como se llamen) exigentes en lo político, lo social y lo ético, activos y concienciados.
Si usted desarrolla alguna actividad pública, sea política, económica, social o cultural, más le vale atender a la conversación.
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