Monday, May 30, 2005

El fin de la inocencia

Blogs, RSS, copyleft y el dinero, maldito dinero

Feedmanía anuncia el cierre de su servicio de RSS. José Manuel Abraldes explicó el viernes pasado que cierra el agregador porque "No existe --o al menos yo no la he encontrado-- una vía de ingresos alternativa y consistente para mantener por sí sola un servicio en español tan terriblemente dinámico como es este agregador".
Ese mismo viernes Walter Kobylanski anunció la conversión a código abierto de Feedness, su agregador. Una decisión meditada pero adelantada por las denuncias de blogs comerciales sobre la inclusión de publicidad en el servicio.
Abraldes ha llegado a la conclusión de que el servicio no funciona como plataforma publicitaria. Kobylanski lo admite cuando afirma que Studio.st se dedica ahora a otros proyectos más rentables: tecnología y servicios.
Julio Alonso, promotor de Weblogs SL, ha desencadenado el desenlace de una obra que más pronto que tarde se iba a escribir: el fin de la inocencia.
Siempre ocurre cuando llega la hora del dinero. No lo arregla ni el copyleft, ni el altruismo ni las grandes palabras. Cuando los blogs comerciales, que pretenden vivir de la publicidad por sus contenidos, se desarrollan y necesitan pagar a sus colaboradores comienzan a comportarse como el resto de los medios: reclaman derechos de autoría y propiedad. Entonces demandan a servicios como los agregadores que no superpongan su propia publicidad.
Entienden así que la publicidad paga por los contenidos. Y cometen un viejo error. La publicidad no paga por lo que dicen las bitácoras de Weblogs SL, sino por la audiencia (usuarios) a los que llegan.
Los blogs comerciales necesitan a los agregadores y al revés. De lo contrario, la gente accederá a las fuentes a través del Bloglines de Ask Jeeves, MyYahoo (la fuente de mayor crecimiento de llegada a las informaciones en Estados Unidos) o de los servicios de otros medios, y entonces los mediadores volverán a tener el poder de acceso a la información.
Vivimos en la economía de la atención y los blogs no deben perder de vista que la mayoría de su material no es estrictamente original, aunque quienes los escriben indudablemente buscan, enriquecen y hacen más accesibles otros datos e ideas.
Reclamar los viejos derechos de propiedad en la Red Mundial Viva no es el camino.
Los denostados medios tradicionales lo saben. Es de lo que se habla cuando se discute de marca o liderazgo. Los medios sociales no pueden caer en ese error porque entonces la audiencia marchará directamente a las fuentes originales.
En la mayoría de los blogs comerciales hay muy poco reporteo, muy poca investigación, y no se hacen contenidos de calidad sólo rastreando la Red.
Si Weblogs SL persigue a los agregadores que inserten publicidad para financiar su servicio morirá porque concitará menos atención.
¿Por qué no protestar contra Google? También inserta publicidad en sus páginas con los resultados de las búsquedas.
Si los servicios de búsqueda y sindicación no hacen visibles los blogs y otras páginas, muy pocos llegarán a ellas.
El fin de la blogosfera original está cerca. El formato comienza a ser más importante para algunos que la cultura (intención) original: socializar contenidos.
Llegado ese momento, los blogs comerciales necesitan redacciones con recursos para reportear en serio, calidad profesional, separación estricta opinión/información y contacto privilegiado con las fuentes. Ejes del periodismo de siempre.
En ese momento, el periodismo tradicional vuelve a ser necesario.
¿Es ése el futuro de los blogs?
Muchos creemos que no. Apostamos por la socialización de la información, por la conversión y acceso a los contenidos a través de una conversación. Para eso necesitamos gente que produzca contenidos con valor añadido: información propia, inteligencia, criterio, enfoque, etc. y servicios que permitan el acceso lo más amplio posible a la capacidad de difundir contenidos en libertad y sin barreras de recursos.
Esos son los medios sociales.
Para el resto están los medios tradicionales, que pervivirán, que tendrán información de primera mano, que contratarán a los mejores para informar y que cobrarán por ello en forma de precio de portada, suscripción o publicidad.
Tan valiosos son los contenidos como la navegación. Los medios tradicionales que han comenzado a incluir agregadores RSS lo saben, como lo saben quienes incluyen el código para ser agregados.
Los medios sociales precisan nuevos modelos de negocio. Hay que encontrarlos, pero si se rompe la conversación no hay futuro.
La inocencia acaba, pero es pronto para volver al pasado (y por tan poco dinero).

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