Tuesday, May 03, 2005

Atascos

Al gobierno le han pillado los atascos del puente de mayo. No se pueden hacer carreteras para los días punta. El atraso de infraestructuras no es de ahora, ni se ataja en cuatro días. España tiene una red de transporte público escasa y poco atractiva, con trenes lentos y anticuados, por ejemplo.
Las quejas de la oposición, tras ocho años de gobierno y poca atención a las infraestructuras básicas, son tan cómplices como las disculpas del gobierno.
La política es cosa de ideología y partidos. La gestión de los servicios básicos no debería serlo. Uno de los mayores problemas de España es la falta de continuidad de las grandes políticas, no sólo en la lucha antiterrorista o la cuestión territorial, también en las infraestructuras, los servicios públicos esenciales, etc.
Esas líneas discontinuas son alcantarillas de recursos, tiempo y progreso.
¿Se pueden evitar los grandes atascos?
Posiblemente no, porque la furia de la huida de las grandes ciudades lo arrasa todo. Pero sí se puede exigir a los gobernantes más previsión.
El viernes pasado por la tarde eran muy pocas las vías reversibles con conos, como otras veces se instalaron y hoy mismo se han montado.
En 460 kilómetros y nueve horas y media de viaje por carreteras de la red principal encontré una sola patrulla de la Guardia Civil de Tráfico.
Lo mismo en la vuelta escalonada de ayer. Otras ocho horas para los mismos kilómetros. Autopista atascada. Carretera nacional alternativa atascada. Semáforos en dos poblaciones. Sólo en una la Guardia Civil regulaba el tráfico.
En varias vías de salida de Madrid había obras, paradas, pero con maquinaria amontonada y carriles cortados que se hubieran podido reducir con un poco más de previsión.
El sábado fue más de lo mismo. El director general de Tráfico, Pere Navarro, estaba ese día en Barcelona, no en su puesto en la Dirección General de Tráfico en una de las fechas más críticas del año para la circulación. No de este año, de todos los años.
A otros los apuros y las tragedias los pillaban siempre cazando o las catástrofes no eran sino hilillos en lugar de mareas negras descomunales.
No se pueden evitar los grandes atascos porque así son los ciudades y la civilización que hemos construido. Pero quizá en un día así vale la pena olvidarse de la campaña de "No podemos conducir por ti", omnipresente en los luminosos viarios, y ayudar al conductor con información sobre vías alternativas o sobre densidad de circulación para calcular si vale la pena parar y esperar un poco, seguir camino o ayudar a tomar decisiones: informar.
No se debe esperar de los gobiernos la solución de muchos problemas, pero si medidas para paliarlos. Y no es cuestión de ideología ni de partidismo.
Mientras lo sea seguiremos atascados.

DGT | Estado de la circulación
P21 | El gobierno se atasca en la gestión