Tuesday, May 03, 2005

Los periodistas pierden la inmunidad

Los periodistas han perdido la inmunidad. El salvoconducto de imparcialidad que les proporcionaba cierta protección en los conflictos. En la guerra moderna, de bordes difusos entre el terrorismo, la revolución y la resistencia a la ocupación (legítima o no), los informadores ven la realidad bajo bandera y son considerados objetivos por los bandos.
Unos para utilizarlos de altavoz frente a unos medios a los que acusan de propagandistas. Otros para controlar una información que puede erosionar las certidumbres de ciertas políticas.
Son los nuevos enemigos. Los de siempre: dictadores, regímenes antidemocráticos, mafias y sus brazos políticos, persisten y florecen.
2004 fue el peor año para los periodistas desde 1995, cuando los islamistas radicales argelinos convirtieron a los informadores en enemigos.
53 periodistas muertos. 19 en Irak, algunos asesinados en rituales de terror videodifundidos a todo el mundo. 16 muertos en Asia, asesinados por dictadores y mafias que no toleran la investigación sobre sus crímenes.
En Latinoamérica vuelve la confusión entre políticos corruptos y narcotraficantes. Su común enemigo: los periodistas.
Son las cifras del último informe de Reporteros sin Fronteras (RSF) presentado cuando se celebra el XV Día de la Libertad de Expresión y el vigésimo aniversario de la fundación de la organización.
Los cinco países más peligrosos para los periodistas son Filipinas, Irak, Colombia, Bangladesh y Rusia, según el informe del Comité para la Protección de los Periodistas presentado ayer.
En más del 85% de los casos, los asesinos de informadores quedan impunes, la corrupción los salva y sigue condenando a los profesionales de la información.
El 1 de enero de 2005 permanecían encarcelados 107 periodistas. China es la mayor cárcel de informadores, con 26 presos. Le sigue Cuba, con 22, a pesar de la liberación de Raúl Rivero y otros seis periodistas.
El antes llamado mundo libre tampoco anda a salvo. En Estados Unidos varios periodistas son urgidos por los tribunales para que revelen sus fuentes y traicionen así el secreto profesional. Lo mismo ocurre en Francia.
En España avanzan las interpretaciones restrictivas de la ley y crecen por primera vez desde el fin de la dictadura los defensores del corporativismo y un periodismo sometido y vigilado por los poderes públicos, como el que destila el proyecto de Estatuto del Periodista Profesional presentado en el Congreso por Izquierda Unida y defendido por varias asociaciones periodísticas.

Cuando los ciudadanos toman asaltan la información y los medios gracias a los instrumentos digitales y a un ansia enorme de participación, los enemigos de la libertad de prensa y expresión mantienen su yugo de silencio y muerte. Los terroristas convierten a los informadores en objetivos y otros intentan controlar la información hasta estrangularla en pura propaganda.

Reporteros sin Fronteras | Informe Anual 2005
Comité para la Protección de los Periodistas | Los cinco países más peligrosos para los periodistas
P21 | El fin de la blogosfera
P21 | Narcos y políticos contra los periodistas mexicanos
P21 | Los periodistas, su estatuto y sus peligros
P21 | Mea culpa de la prensa en Irak
P21 | En memoria de José Couso y los periodistas muertos en Irak