En La blogosfera hispana escribí:
"La última iniciativa es El Boomeran(g), un portal literario para apoyar los lanzamientos, autores y novelas del Grupo Santillana, en el que varios autores mantienen blogs (más bien columnas por la falta de uso del hipertexto y la ausencia de interactividad) literarios".
Basilio Baltasar, director de Relaciones Institucionales del Grupo Prisa y de la Oficina del Autor, me reprochó la crítica y defendió el carácter de blogs de los escritos de El Boomeran.
Yo, la verdad, sigo sin ver hipertexto ni mucha interactividad (Azúa, Roncagliolo, Verdú). Hay comentarios, sí, pero no una verdadera conversación, aunque Santiago Roncagliolo afirma que lee los comentarios y "decido los temas según lo que les interesa a mis lectores, como en una conversación". Es un avance, aunque reconoce que "no contesto abiertamente". Roncagoglio ha llegado incluso a mediatizar su vida para escribir el blog, afirma en la entrevista en Ciberpaís.
Las bitácoras del Boomeran son diarios digitales o columnas, pero no blogs, como ocurre tantas veces en tantos publicados en los medios o por escritores llegados del papel. No soy un blogointegrista, pero una cosa es la columna, por muy digital que sea, otra el diarismo y otra los blogs, que reúne características de los anteriores.
Que cada cual haga lo que quiera, un blog no es garantía de calidad ni de interés, pero un blog no es sólo escritura frecuente en un formato digital.
P21 | Los blogs son más vida que periodismo
P21 | El fin de la blogosfera
La discusión sigue en El futuro de la literatura en la Red